Psicología y covid-19: un análisis desde los procesos psicológicos básicos

El COVID-19 surgió recientemente en Wuhan (China) y rápidamente se extendió a todo el mundo. Sus consecuencias en un corto tiempo han sido desastrosas a nivel mundial en cantidad de contagiados,  muertes y colapsos de los sistemas de salud. Se ha identificado una serie específica y acotada de conductas que previenen la enfermedad. La solución hasta ahora es la implementación de comportamientos y cambios en el estilo de vida de las personas. La psicología posee conocimientos y  videncia científica que deben ser considerados y aplicados en la lucha contra la enfermedad. Se analiza la pandemia desde los procesos psicológicos básicos de la Psicología (cognición, emoción y conducta). Hoy un cambio de conducta salva vidas y la Psicología y las ciencias del comportamiento son necesarias para la lucha contra esta enfermedad. 
 

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Cuando todo es bullying, nada es bullying

Grande ha sido el debate referido a la bofetada que le propinó el actor Will Smith al comediante Chirs Rock en plena transmisión de la gala de los premios Oscar del año 2022. Lo que inicialmente generó sorpresa llevando inclusive a pensar que era parte del libreto de la premiación, poco a poco se transformó en asombro y escándalo, pues este acto, visto en directo por más de 15 millones de personas, mostró una radiografía de lo que quizás en los últimos años venimos siendo, una sociedad globalizada que desconoce lo que es la violencia y lo que es peor, la ha normalizado capitalizando su ocurrencia. Un interrogante, de los muchos suscitados, es saber si dicho acto puede ser catalogado como una respuesta al bullying; la respuesta puede estar tras los siguientes tres aspectos en particular, soportados en el avance que el cuerpo teórico del conocimiento sobre el tema ha tenido en los últimos 20 años.

La mayoría de los expertos definen el bullying como un acto de hostigamiento, intimidación o agresión (físico, verbal o social), que se realiza de manera intencional, repetitiva y con desbalance de poder (un agresor sobre una víctima), de un escolar o un grupo de escolares, sobre otro que es incapaz de defenderse (Olweus, 1993; Ortega-Ruiz, 2013; Smith, 2015). En coherencia con lo definido, es necesario enfatizar que para que se configure el bullying, entendido como una expresión de violencia relacional compleja (que se conoce también como -acoso escolar entre iguales-), debe cumplir por lo menos, con estas tres condiciones. Desde esta perspectiva se puede inferir que: 1) el fenómeno del bullying, se define en la convivencia, y más particularmente en la convivencia escolar, por tanto, es un fenómeno que surge de una microcultura escolar entre personas que tienen la misma condición en su rol social, en el caso del origen del término, entre estudiantes o compañeros de aula. Si volvemos al caso de los personajes norteamericanos, el hecho no surge en la escuela, ni está enmarcada en el contexto de la convivencia frecuente y continua de una institución educadora. 2) el bullying se reconoce como una intimidación o agresión repetitiva o sistemática, que va consolidando un escenario de dominio-sumisión y de ley del silencio entre un agresor y su víctima, aspectos que perpetúan un círculo hermético y perverso de sometimiento. En este caso no se reconoce claramente esta situación, pues el encuentro fue eventual, sin que medie un contexto de dominio y menos de sumisión en la interacción cotidiana, pues no existe. 3) el bullying se consolida en un escenario claramente intencional, es decir en la búsqueda de ocasionar la mayor afectación y daño posible al otro. Respecto a lo sucedido, podría decirse que existe la intención de aprovecharse de la condición de enfermedad de otra persona lo cual la convierte en vulnerable; este aspecto es aprovechado por el comediante para disfrazar de jocosidad (broma) la agresión verbal y logra así entretener y sacar más de una carcajada a la mayoría de los espectadores. Lo evidente es que, en efecto, se vulnera la dignidad, condición y valor de una persona en desventaja, aspecto que cumple con un criterio de la definición de bullying.

Ahora bien, en conjunción de los anteriores argumentos, puede decirse que solo se reconoce un aspecto concreto de los tres requeridos: la intencionalidad (aunque este aspecto también ha sido puesto en duda, pues el comediante Rock ha dicho que no fue su intención agredir). Vale la pena mencionar que existe un término que eventualmente se ajustaría mejor a la violencia compleja en el contexto laboral que es el “Moobing”, pues los personajes implicados son trabajadores del sector cinematográfico y escénico.

Se advierte que este análisis se procura desde un consenso teórico ampliamente consolidado, sobre un tema que desafortunadamente es actual y muy frecuente. En ese sentido es prudente mencionar que existen otras definiciones que incluyen otros elementos a cumplir (p.e. ruptura de la reciprocidad moral), y en contraposición, otras que apuntan fuera del rol participativo de agresores, víctimas y observadores, dotando al concepto de connotaciones enfocadas en lo social, cultural y comunitario (valiosas por demás); no obstante, la mirada anteriormente presentada ha permitido un mejor avance y acuerdo de los expertos, para intentar ofrecer algunas claves que expliquen de mejor manera este tipo de acciones.

Así pues, en conclusión, las cosas por su nombre, no es una respuesta al bullying. Lo ocurrido fue una agresión verbal por parte del comediante Rock, que fue respondida con una agresión física (bofetada por parte del actor Smith); pero lo sucedido no lo es todo, es sin duda la punta del iceberg que revela una sociedad que ha hecho y seguirá haciendo de la agresión, la violencia, la muerte, el escándalo y el chisme, un espectáculo que genera audiencia y riqueza. No sobra resaltar que esta situación desde todo punto de vista es reprochable y deleznable, pues nada justifica el uso de la agresión o violencia, mucho menos para responder ante otro acto de agresión. Menos aún es aceptable asumir que este acto se justifica por “el amor a la familia o la pareja” o por reivindicar la objetivación de la mujer como pertenencia de un hombre “mi mujer” (pero ese es otro análisis).  Finalmente llama la atención la noticia de que Cris Rock ha vendido todas las entradas de sus presentaciones y ha tenido que ampliar su gira por ciudades de Norteamérica, todo gracias a la bofetada recibida; contrariamente, Will Smith ha visto suspendidos o cancelados sus rodajes y alterados sus nuevos proyectos cinematográficos.

 

Mauricio Herrera-López

Doctor en Ciencias Sociales y Jurídicas.

Profesor Asociado, Departamento de Psicología, Universidad de Nariño (Colombia)

EVALUACIÓN DE LA FORMACIÓN ÉTICA EN LA PSICOLOGÍA COLOMBIANA.

El último número de la Revista Latinoamericana de Psicología. Vol.39 No. 3
(2021) esta dedicado a artículos de investigación y reflexión en el tema de
ETICA EN PSICOLOGÍA.
Destacamos la investigación Evaluación de la formación ética en la
psicología colombiana, realizada en Colombia desde el grupo gestor del
proyecto ETICA PSICOÓGICA (www.eticapsicológica.org) y a continuación se
incluye el resumen del artículo publicado, con los resultados de la misma que
puede ser consultado en: (https://revistas.urosario.edu.co/index.php/apl/index)
Este artículo presenta los resultados de una investigación dirigida a evaluar la
formación ética recibida en los estudios de psicología, que hizo parte del Proyecto
“Razonamiento y juicio ético de profesionales de la psicología en Iberoamérica,
estudio en Colombia”.
Para ello, se utilizó una metodología multimétodo con grupos focales en seis
campos del ejercicio profesional, un cuestionario de datos sociodemográficos y
una escala de valoración de la formación ética, adaptada de Pope et al. (1987).
Respondieron la escala 528 psicólogas y psicólogos de diferentes regiones del
país, la mayoría egresados después de la Ley 1090 de 2006. En los grupos
focales participaron 44 psicólogas y 17 psicólogos, con experiencia en el
respectivo campo disciplinar.
El 86.3% calificó como buena o excelente la formación recibida en el programa de
grado, lo mismo que la mayoría de quienes la recibieron en programas de
posgrado o de educación continua. En los grupos focales se comentaron las
falencias de la formación ética en los programas académicos y se hicieron
recomendaciones para orientarla a modelos situados, previa preparación de los
docentes. Se resaltó la importancia del Colegio Colombiano de Psicólogos
(Colpsic), en la función de promover espacios para análisis y discusión ética de
casos, y la función de la Asociación Colombiana de Facultades de Psicología
(Ascofapsi), en la promoción de una educación ética de calidad en los programas
de psicología. Se discuten los resultados a la luz del proyecto y de la literatura
especializada.