Categoría: Psicología Para Todos

Ruben Ardila: Pérdida de una eminencia de la psicología en Colombia

El pasado 14 de enero de 2025, falleció Rubén Ardila, una de las figuras más influyentes de la psicología en Colombia y América Latina. Su legado abarca contribuciones fundamentales al desarrollo de la psicología científica, la educación superior y la divulgación del conocimiento. Afectando de manera profunda a cada psicólogo del país.

Formación Académica y Primeros Logros

Rubén Ardila se graduó como psicólogo en la Universidad Nacional de Colombia y obtuvo un doctorado en Psicología Experimental de la Universidad de Nebraska en Lincoln, Estados Unidos. Fue el fundador del programa de psicología de la Universidad de los Andes y director de los programas de la Universidad Nacional de Colombia y la Universidad Santo Tomás. Su papel en la formación académica de varias generaciones de profesionales marcó el inicio de una carrera dedicada al avance de la psicología científica (Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 2019).

Liderazgo Institucional y Participación Internacional

Ardila ocupó puestos de liderazgo que consolidaron su impacto en la psicología global. Fue presidente de la Sociedad Interamericana de Psicología (SIP), donde fomentó la cooperación internacional entre investigadores latinoamericanos. Presidió también la Asociación Latinoamericana de Análisis y Modificación del Comportamiento (ALAMOC) y la Sociedad Colombiana de Psicología. Además, fue miembro de la junta directiva de instituciones globales como la International Union of Psychological Science (IUPsyS) y la International Association of Applied Psychology (IAAP). Estas afiliaciones reflejan su influencia en la definición de estándares internacionales en la disciplina (Sociedad Interamericana de Psicología, 2025).

Contribuciones Editoriales y a la Investigación

En 1969, fundó la Revista Latinoamericana de Psicología, con la misión de brindar un espacio para investigaciones de calidad en español. Esta revista se convirtió en una de las publicaciones más respetadas en el ámbito de la psicología regional, promoviendo la difusión científica en América Latina. Más tarde, en 1982, impulsó la creación de Avances en Psicología Latinoamericana, una serie de revistas especializadas. Su contribución como editor fortaleció la presencia del conocimiento psicológico en índices internacionales como el Social Science Citation Index y Psicodoc (Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 2019).

Teoría de la Síntesis Experimental del Comportamiento

Además de sus contribuciones a nivel institucional y editorial, Rubén Ardila desarrolló la teoría de la Síntesis Experimental del Comportamiento, un modelo integrador basado en el análisis experimental del comportamiento. Este enfoque se aleja de visiones eclécticas para ofrecer un paradigma cohesivo que ha influido en investigaciones sobre conducta humana en todo el mundo. Su propuesta ha generado grupos de estudio en diversos países, consolidándose como una referencia en la psicología experimental (Corredor, 2025).

Impacto Personal y Profesional

Ardila fue autor de 36 libros y más de 350 artículos científicos. Sus investigaciones abordaron temas como la evolución de la conducta, los efectos del desempleo, las pautas de crianza y el impacto psicológico de la guerra nuclear. Su enfoque interdisciplinario y su habilidad para integrar conceptos complejos transformaron la comprensión del comportamiento humano. Germán Gutiérrez, profesor de la Universidad Nacional, destacó su convicción sobre el poder de la ciencia para mejorar la calidad de vida (Corredor, 2025).

Su impacto personal se refleja en la generosidad hacia sus estudiantes y colegas, organizando reuniónes en su casa, en donde profesiónales y estudiantes podían hablar sobre diferentes temas de psicología, permitiendo la formación de amistades y contactos que han durado años después de las reuniónes iniciales. Según Andrés Pérez-Acosta, profesor de la Universidad del Rosario, Ardila fue mentor y amigo, inspirando a seguir explorando el conocimiento con la misma pasión que él demostraba. Su compromiso con el desarrollo de las futuras generaciones queda plasmado en el premio que lleva su nombre en la Fundación para el Avance de la Psicología (Corredor, 2025).

Reconocimientos y Legado

A lo largo de su carrera, recibió premios como el Premio al Mérito Científico-Vida y Obra (2004), el APA Award for Distinguished Contributions for the International Advancement of Psychology (2007) y el Premio Nacional de Psicología (2008). En 2016, Colciencias lo distinguió como “Investigador Emérito”. Los recientes homenajes de instituciones como la Universidad Javeriana, la Universidad Nacional y la Universidad de los Andes resaltan su contribución perdurable a la comunidad académica y científica (Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 2019).

Reflexiones Finales

Rubén Ardila será recordado como un pionero cuya pasión por la psicología trascendió fronteras. Su obra Psicología y los grandes problemas del mundo examina cómo la ciencia puede abordar los retos sociales contemporáneos, inspirando a una nueva generación de psicólogos comprometidos con la transformación social. Germán Gutiérrez resume su legado: “Rubén consideraba la psicología como una herramienta para alcanzar lo mejor del ser humano”. Su influencia perdura en cada estudiante, investigador y profesional que continúa explorando los caminos que él abrió.

 

Bibliografía

Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (2019). CVN Rubén Ardila – Academia Colombiana de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. https://accefyn.org.co/cv-ruben-ardila/

CV español – rubenardila.com. (n.d.). https://rubenardila.com/?page_id=179

Sociedad Interamericana de Psicologia (2025). Nota de Duelo ante el fallecimiento del Dr. Ruben Ardila – SIP. https://sipsych.org/nota-de-duelo-ruben-ardila/

Corredor, K., & Corredor, K. (2025). Homenaje a Rubén Ardila: el pionero que llevó la psicología colombiana al escenario mundial. Revista Pesquisa Javeriana. https://www.javeriana.edu.co/pesquisa/ruben-ardila-pionero-de-la-psicologia/

Corredor, K. (2025). Homenaje a Rubén Ardila: el pionero que llevó la psicología colombiana al escenario mundial. ELESPECTADOR.COM. https://www.elespectador.com/ciencia/homenaje-a-ruben-ardila-el-pionero-que-llevo-la-psicologia-colombiana-al-escenario-mundial/

 

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El cambio como oportunidad: psicología para adaptarse

El cambio es una constante en la vida. Desde pequeños ajustes cotidianos hasta transformaciones importantes, todas las personas enfrentan situaciones que requieren adaptabilidad. Aunque no siempre es fácil, el cambio puede convertirse en una poderosa herramienta de crecimiento personal y desarrollo emocional si se aborda con la perspectiva adecuada.

¿Por qué tememos al cambio?

Para muchas personas el cambio es considerado algo a lo que se debe resistir, es sinónimo de incertidumbre y pérdida de control, y puede llevar a circunstancias desconocidas, por lo cual se tiende a temer al cambio y desconfiar de este. Según Sturgeon y Sturgeon (2023), la resistencia al cambio a menudo está asociada a la desconfianza hacia lo desconocido, lo que obstaculiza el desarrollo de habilidades como la resiliencia y la flexibilidad.

El miedo al cambio, es natural, sin embargo, no es funcional para la vida de las personas, en un mundo donde la capacidad de adaptación de los seres humanos, es lo que nos ha permitido mantenernos con vida durante miles de años, y evolucionar hasta nuestra forma actual. Lo que nos permite entender como todos los procesos de adaptación, sin importar que tan pequeños los consideremos, son importantes para el crecimiento personal y el fortalecimiento de la salud mental.

La adaptabilidad como herramienta para el bienestar

De acuerdo con Rachmand (2024), la capacidad de adaptación de las personas tiene que ver con su capacidad de adaptarse psicológicamente a los cambios y desafíos en diversos contextos de la vida, debido que se considera que “en un mundo que cambia rápidamente, la capacidad de adaptarse psicológicamente es crucial para mantener el bienestar y el rendimiento”.  Así, Rachmand (2024), define que la adaptación psicológica es “el proceso mediante el cual los individuos ajustan sus pensamientos, emociones y comportamientos para afrontar cambios o desafíos”, enfatizando la importancia de la flexibilidad, la resiliencia y las estrategias de afrontamiento en el proceso de adaptación psicológica.

Fases del proceso de adaptación

De este modo, se comprende como el cambio, independientemente de que lo identifiquemos como un cambio bueno o malo, puede tener efectos positivos en nuestra vida, cuando nos damos la oportunidad de adaptarnos a este. Durante el proceso de la adaptabilidad, la persona pasará por algunas fases en donde deberá: concientizarse sobre el cambio que ha sucedido y su impacto en sí mismo; aceptar el cambio, aunque no se esté de acuerdo con el; aprender a adoptar nuevas habilidades y experiencias; y finalmente implementar los aprendizajes obtenidos, lo cual le permitirá aumentar su confianza en su capacidad para afrontar cambios similares a futuro (Modern Recovery, 2023).

Estrategias para fortalecer la adaptabilidad

Es importante trabajar en las habilidades que nos permiten adaptarnos, por lo cual, plataformas como Modern Recovery (2023), recomiendan que la persona adopte estrategias como: Adoptar una mentalidad de crecimiento; Practicar la autorreflexión; Adoptar la flexibilidad; y Buscar apoyo. Estas prácticas no solo facilitan el manejo de los cambios, sino que también promueven un crecimiento personal sostenido a lo largo del tiempo.

El cambio como motor de crecimiento

El cambio, aunque desafiante, es un elemento esencial de la vida. Abrazarlo nos permite descubrir nuevas posibilidades, superar barreras internas y fortalecer nuestra capacidad para enfrentar el futuro con confianza. Como dice John C. Maxwell:

“El cambio es inevitable. El crecimiento es opcional”.

Cada transformación, por más pequeña que parezca, es una oportunidad para rediseñar nuestras vidas y acercarnos a la mejor versión de nosotros mismos. Al trabajar en nuestra adaptabilidad, aprendemos a ver el cambio no como una amenaza, sino como un aliado en nuestro camino hacia el crecimiento personal y la plenitud.

Bibliografía

Rachmand, Y. E., PhD. (2024). Psychological adaptation Theory. OSF. https://doi.org/10.17605/OSF.IO/9QSDK

Sturgeon, A., & Sturgeon, A. (2023, April 26). The Psychology of Change: Understanding How Individuals Cope with Change – Quirk Solutions. Quirk Solutions – We help organisations realise the possible. https://www.quirksolutions.co.uk/blogs/the-psychology-of-change-understanding-how-individuals-cope-with-change/

Modern Recovery. (2023). Adapting to Change: definition, benefits, and techniques. (n.d.). Modern Recovery Services. https://modernrecoveryservices.com/wellness/coping/skills/cognitive/adaptability/

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Regreso al trabajo y escuela: gestión emocional en la transición

El regreso al trabajo y a la escuela después de un periodo de descanso pueden ser momentos de transición que despiertan diversas emociones como desmotivación, estrés, ansiedad y cansancio. Estos sentimientos, en combinación con el aumento en los casos de problemas de salud mental entre niños, adolescentes y adultos, pueden dificultar una adaptación saludable a la rutina diaria (Mind, 2020; Action For Children, 2024).

Sin embargo, con estrategias adecuadas, esta transición también puede convertirse en una oportunidad para fomentar cambios positivos en nuestra salud mental y física. A continuación, exploramos cómo abordar esta etapa de manera constructiva.

El impacto emocional de volver a la rutina

Es normal sentirse abrumado o confuso al regresar a las responsabilidades después de un descanso prolongado. Cambiar del ritmo relajado de las vacaciones a las demandas de la rutina diaria puede generar estrés y desmotivación. Para los niños y adolescentes, este periodo también puede ser especialmente difícil, pues enfrentan nuevos retos académicos, sociales y emocionales.

De acuerdo con Mentes Abiertas Psicología (2023), reconocer estas emociones es el primer paso para manejarlas. Entender que estos sentimientos son temporales y forman parte de la adaptación puede ayudarnos a tomar mejores decisiones para afrontar este cambio.

Estrategias para facilitar la transición

Debido a lo anterior, es importante que tanto niños como adultos se preparen para volver a su día a día, reconociendo que es normal sentirse abrumado y confuso, pero que es necesario tomar pequeños pasos para mejorar el proceso de adaptación. Además, es bueno recordar que volver a la rutina, puede ser una oportunidad para el cambio y mejorar la salud mental y física de las personas en estos espacios (Mentes Abiertas Psicología, 2023).

Así, algunas de las recomendaciones clave brindadas por sitios como Mentes Abiertas Psicología (2023), y Action for Children (2024) para enfrentar este periodo son:

Algunas de las cosas que pueden hacerse para ayudar en este proceso son:
1. Reconocer las emociones y sus causas
Identificar cómo nos sentimos y reflexionar sobre las posibles razones detrás de esas emociones permite abordar los problemas desde la raíz. Por ejemplo, la ansiedad puede estar relacionada con una sobrecarga de tareas, mientras que la desmotivación podría derivarse de la falta de objetivos claros.
2. Aceptar el cambio

Es importante aceptar que regresar a la rutina forma parte de la vida. En lugar de resistir el cambio, podemos enfocarnos en cómo adaptarnos de manera constructiva. Esto incluye ser pacientes con nosotros mismos y permitirnos cometer errores mientras encontramos un equilibrio.
3. Establecer rutinas más saludables
Aprovechar este periodo para rediseñar nuestras rutinas puede ser beneficioso. Incorporar tiempo para:

  • Actividad física.
  • Espacios de calidad con familiares o amigos.
  • Actividades recreativas o de ocio.

Estas acciones contribuyen a un mejor bienestar físico y emocional, haciendo más llevadero el regreso a la rutina.
4. Comunicar necesidades

Hablar abiertamente con superiores, compañeros de trabajo, profesores o familiares sobre nuestras necesidades puede ayudar a reducir la presión. Expresar cómo nos sentimos permite que los demás comprendan nuestro estado emocional y brinden apoyo.
Construyendo resiliencia en el regreso

Además de lo anterior, el regreso a la rutina no solo implica retomar las tareas cotidianas, sino también crear un espacio para la introspección y el cambio positivo. Es un momento ideal para establecer metas que prioricen la salud mental y emocional. Algunos pasos adicionales que pueden marcar la diferencia incluyen:

  • Practicar la gratitud diaria: Tomarse unos minutos al día para reflexionar sobre lo positivo puede contrarrestar el estrés del regreso.
  • Establecer límites: Aprender a decir “no” a compromisos innecesarios es esencial para evitar el agotamiento.
  • Buscar apoyo profesional: Si la ansiedad o el estrés se sienten abrumadores, considerar terapia o asesoramiento puede ser un recurso invaluable.

Una oportunidad para el cambio

Así, lo anterior, puede ser de ayuda a la hora de volver a la rutina e intentar reiniciar las actividades escolares y laborales, por lo cual, aunque el regreso a la rutina puede parecer difícil, también es una oportunidad para hacer ajustes que mejoren la calidad de vida. Establecer hábitos más saludables, fortalecer relaciones interpersonales y priorizar el cuidado personal son formas de convertir esta transición en una experiencia positiva.

Con paciencia, autocuidado y apoyo mutuo, es posible no solo adaptarse, sino también crecer emocionalmente durante este proceso.

 

Bibliografía

Action For Children. (2024). Going back to school? How to help your child deal with difficult emotions. Action for Children. https://www.actionforchildren.org.uk/blog/back-to-school-dealing-with-difficult-emotions/

Mentes Abiertas Psicología. (2023). Emotional management of returning to work after vacation. Mentes Abiertas Psicología Madrid. https://www.mentesabiertaspsicologia.com/blog-psicologia/emotional-management-of-returning-to-work-after-vacation

Mind (2020). Returning to work. Mind UK. https://www.mind.org.uk/information-support/tips-for-everyday-living/how-to-be-mentally-healthy-at-work/returning-to-work/

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Economía emocional: cómo no gastar en exceso tras las fiestas

Durante las fiestas decembrinas, las personas tienen mayores gastos, compran regalos para la gran mayoría de sus conocidos, adquieren comida, ropa; y además de esto, la gran cantidad de propagandas y descuentos llevan a que muchas personas gasten su dinero en cosas que no necesitan o no pueden pagar. A este tipo de consumo, se le conoce como economía emocional, término acuñado por Gilles Lipovestsky, para quien la economía contemporánea Ya no se trata de una economía de productos, sino de hiperconsumo emocional, no solo consumimos aquello que satisface nuestras necesidades básicas, sino deseos vinculados al ocio y el placer”, por lo cual en épocas como diciembre se tiende a gastar más dinero del necesario, y en enero muchas personas se preocupan por sus finanzas (Peñas, 2022).

La importancia de ser conscientes de nuestros gastos

Frente a esta realidad, es necesario desarrollar una mayor conciencia sobre cómo y por qué gastamos, especialmente en un contexto tan emocional como el de las fiestas. Cuando se acaba el periodo festivo, muchas personas experimentan estrés financiero, es decir ansiedad por los gastos excesivos y las deudas acumuladas. Esta preocupación puede afectar el bienestar emocional, así como la salud financiera. Por lo cual, si ya se ha gastado más de lo planeado durante diciembre, lo primero que se debe hacer es mantener la calma, y planificar los gastos para el resto del año. Es recomendable dividir el presupuesto en tres áreas principales: necesidades, ocio y ahorros donde los ahorros, por ejemplo, pueden ser utilizados para financiar los regalos del próximo diciembre, evitando caer en el exceso de gasto una vez más.

Cómo evitar la economía emocional

Evitar la economía emocional no es tan difícil como parece. La clave es reflexionar sobre si realmente necesitamos aquello que queremos comprar o si realmente lo utilizaremos. En lugar de hacer compras impulsivas, una buena estrategia es esperar un tiempo antes de adquirir algo que nos atrae. Este tiempo de espera nos ayuda a distanciarnos emocionalmente de la compra y nos permite tomar decisiones más racionales y bien pensadas (UK Therapy Guide, 2023). Además, un enfoque que también puede ser útil es cuestionarnos constantemente el propósito de nuestras compras, preguntarnos si la compra será útil a largo plazo o si solo satisface un deseo momentáneo nos puede ayudar a tomar decisiones más conscientes.

Establecer metas financieras claras

Una forma eficaz de evitar caer en la economía emocional es establecer metas financieras claras y alcanzables. Cuando tenemos objetivos específicos para nuestro dinero, cómo ahorrar para un fondo de emergencia, planificar unas vacaciones o comprar una casa, es más fácil priorizar los gastos importantes y rechazar los impulsivos. Las metas nos permiten visualizar el futuro y recordar que cada peso que gastamos en cosas innecesarias hoy podría alejarnos de nuestras metas a largo plazo (UK Therapy Guide, 2023). Esta perspectiva nos da un mayor control sobre nuestras decisiones y reduce el impacto de las emociones en nuestras finanzas.

La relación entre el consumo y el bienestar emocional

El consumo emocional no solo afecta nuestras finanzas, sino también nuestro bienestar emocional. La presión social y las expectativas durante las fiestas pueden hacernos sentir que necesitamos gastar para mostrar amor o generosidad, cuando, en realidad, la esencia de estas celebraciones no está en lo material. Es fundamental recordar que el bienestar emocional no depende de la cantidad de cosas que poseemos, sino de cómo nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos, reflexionar sobre nuestras emociones antes de realizar una compra puede ayudarnos a evitar la trampa del consumo compulsivo y a encontrar formas más saludables de expresar nuestro amor y afecto (UK Therapy Guide, 2023).

Bibliografía

UK Therapy Guide. (2023). Dealing with the financial pressures of Christmas. UK Therapy Guide – Your Trusted Online Therapy & Counselling. https://uktherapyguide.com/dealing-with-the-financial-pressures-of-christmas

Peñas, E. (2022), Ethic. La economía de las emociónes. https://ethic.es/2022/10/la-economia-de-las-emociones/

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Blue Monday: desmitificando el “día más triste”

El “Blue Monday” o “Lunes Azul” es conocido popularmente como el día más triste del año, ubicado en el tercer lunes de enero. Se asocia con el fin de las festividades, el retorno a la rutina, preocupaciones económicas tras los gastos decembrinos y, en algunos países, el clima frío y gris característico del invierno. Este término fue acuñado por la agencia de viajes británica Sky Travel, basándose en una supuesta ecuación creada por Cliff Arnall, que combinaba factores como el clima, las deudas y la falta de motivación.

Sin embargo, se ha señalado que el Blue Monday fue una estrategia de marketing destinada a impulsar ventas durante un periodo de baja actividad comercial (Alexander, 2024). La “ecuación” que lo respalda carece de validez científica y ha sido ampliamente criticada por la comunidad académica.

El impacto de las creencias populares: una profecía auto cumplida

A pesar de su falta de fundamento, el Blue Monday ha ganado notoriedad y muchas personas lo consideran un día emocionalmente complicado. Esto puede generar una profecía auto cumplida, donde las personas al escuchar sobre el día, esperan sentirse tristes, y en consecuencia en el día prestan mayor atención a cualquier suceso negativo, aumentando sus probabilidades de tener emociones de tristeza.

Críticas desde la salud mental: trivialización de la depresión

Debido a lo anterior, organizaciones enfocadas en la salud mental, tales como Mind de Reino Unido, consideran que “”el lunes azul contribuye a la creación de conceptos erróneos sobre la depresión y trivializa una enfermedad que puede poner en peligro la vida”, por lo cual consideran que este es un día inventado en el que se tratan las enfermedades mentales como un “evento de un día””, lo que resta importancia a la complejidad de estas condiciones y puede desviar la atención de la necesidad de apoyo continuo y adecuado (Geraghty, 2024)

 

Debido a este tipo de críticas, se han realizado nuevas investigaciones sobre el Blue Monday, en donde se confirma que esta fecha no tiene ningún sustento científico, e incluso, la Universidad de Cardiff ( donde trabajó Arnall) se ha distanciado de estas afirmaciones, calificándolo de “absurdo”.  Actualmente los expertos consideran que el blue monday es un concepto erróneo, y una invención comercial sin fundamentos psicológicos sólidos, diseñada para promover el consumo durante enero (Alexander, 2024).

Cómo abordar los días difíciles sin caer en mitos culturales
Debido a lo anterior, es importante recordar que, en lugar de enfocarse en fechas como el Blue Monday, es importante desarrollar estrategias para el cuidado de la salud mental de forma continua, y buscar la ayuda de profesionales calificados en caso de tener alguna problemática, o desear hablar con alguien (Alexander, 2024).

Bibliografía

Alexander, E. (2024). There is zero science behind the concept of Blue Monday. Harper’s BAZAAR. https://www.harpersbazaar.com/uk/beauty/mind-body/a25949403/mind-doesnt-agree-with-blue-monday/

Geraghty, L. (2024). Blue Monday: The truth behind the so-called ‘most depressing day of the year’ Big Issue. https://www.bigissue.com/news/fact-fiction-is-blue-monday-real/

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Adiós vacaciones: transición sin estrés

Al terminar las vacaciones y vernos forzados a volver a las rutinas diarias, muchas personas pueden sentirse tristes y poco preparadas para volver a asumir sus responsabilidades. A esta sensación de desmotivación tras un periodo de descanso se le llama síndrome post vacacional, en donde en lugar de sentirse recargado al volver al trabajo, la persona puede sentirse desmotivada y tener dificultades para volver a sus actividades laborales y académicas (Knight, 2024), lo que puede causar que la persona presente síntomas cómo: angustia, irritabilidad, pérdida de apetito, debilidad generalizada, desmotivación, disminución de la capacidad de concentración, cambios de humor, insomnio, dolores de cabeza, entre otros (Coral, 2024)

Cuando las vacaciones no son un verdadero descanso

De acuerdo con Tessa West (como se cita en Knight, 2024) las vacaciones no necesariamente permiten que se de un descanso adecuado, a pesar del cambio en las rutinas “Cuando probaste las vacaciones pero no experimentaste la relajación total: tuviste que atender llamadas de trabajo, o no estabas haciendo lo que querías hacer, o eres padre de niños pequeños y pasas toda la semana corriendo detrás de tus hijos, tienes hambre de más tiempo libre”, Además, este periodo de pausa, permite que las personas analicen sus condiciones de vida, e identifiquen los aspectos negativos de su trabajo, causando la pérdida de motivación “Al perder tiempo, reconoces que has estado lidiando con todos estos factores estresantes de bajo nivel en el trabajo: un largo viaje al trabajo o un jefe que siempre pone otra reunión en tu agenda, por lo que sientes ansiedad anticipada por volver”.

El impacto emocional de regresar a la rutina

Debido a lo anterior, el volver a la rutina puede ser un momento cargado de estrés, caracterizado por una sensación de desmotivación y dificultad para retomar las responsabilidades habituales. Este impacto emocional no solo afecta el rendimiento laboral o académico, sino también la capacidad para realizar actividades familiares y de autocuidado, por lo cual es importante generar un proceso de transición adecuado para evitar el burnout.

Estrategias clave para una transición exitosa

Así, entre las recomendaciones para este proceso se encuentra el planear para volver a la rutina, puesto que al reconocer que esto puede ser difícil permitirá que la persona establezca estrategias y metas para lidiar con la vuelta al trabajo. Además, se recomienda iniciar con las tareas pequeñas, que no tomen tanto tiempo, para aclimatar el cuerpo a volver a la rutina, sin aumentar el estrés (Knight, 2024).

De acuerdo con profesionales de la Universidad del Rosario (2024), otras de las recomendaciones son:

  1. Mantener un ambiente agradable y organizado en el lugar de trabajo, pues esto se traslada al bienestar emocional. Decorar, organizar y ambientar el espacio puede mejorar la motivación y la salud emocional.
  2. Desconectarse permite que las personas se conecten con otros espacios y actividades personales que beneficien el equilibrio y aumenten la calidad de vida.

3. Mantener relaciones interpersonales cordiales y empáticas

  1. Enfocarse en lo que más se disfruta del trabajo. Llevar la atención a lo que es valioso e interesante del trabajo lo mantendrá motivado en los momentos difíciles.
  2. Identificar aquellas actividades que aumentan tu bienestar emocional para recurrir a ellas en momentos en que los requiera. Dedicar tiempo al autocuidado es fundamental para la salud emocional.

 

Bibliografía

Knight, R. (2024). Post-Vacation Blues? Here’s How to Cope. https://hbr.org/2024/07/post-vacation-blues-heres-how-to-cope

Coral, L. Á. D. (2024). Síndrome post vacacional: consejos para que el regreso al colegio luego de vacaciones no sea un problema. El Tiempo. https://www.eltiempo.com/cultura/gente/sindrome-post-vacacional-consejos-para-que-el-regreso-al-colegio-luego-de-vacaciones-no-sea-un-problema-3362117

Universidad Del Rosario (2024). Consejos para afrontar el retorno al trabajo después de vacaciones | Universidad del  Rosario.https://urosario.edu.co/periodico-nova-et-vetera/nuestra-u/consejos-para-afrontar-el-retorno-al-trabajo-despues-de-vacaciones

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Duelo en enero: cerrando ciclos con autocompasión

El inicio de un nuevo año puede ser un desafío emocional para quienes han enfrentado una pérdida. Este periodo de transición, que invita a reflexionar sobre el pasado y proyectar el futuro, a menudo contrasta con la realidad de quienes cargan con la ausencia de un ser querido. Para muchos, enero no solo simboliza nuevos comienzos, sino también la dolorosa tarea de aceptar una vida diferente sin esa persona especial.

Entendiendo el duelo: etapas, emociones y mitos comunes

El duelo no es un proceso lineal ni uniforme; se manifiesta de diversas formas en cada persona. Elisabeth Kübler-Ross (1969) identificó cinco etapas principales: negación, ira, negociación, depresión y aceptación, pero no necesariamente ocurren en orden ni todos las experimentan de la misma manera. Además, existen mitos que pueden complicar el duelo, como la creencia de que “deberías superarlo rápidamente” o “ser fuerte significa no mostrar tristeza”. Reconocer que estas emociones son naturales y válidas es fundamental para sanar.

La importancia de la autocompasión en momentos difíciles

Durante el duelo, es común experimentar sentimientos de culpa o autoexigencia excesiva. Practicar la autocompasión implica ser amable contigo mismo, permitiéndote sentir tus emociones sin juzgarte. Esto puede incluir frases internas como: “Es normal que me sienta así. Estoy haciendo lo mejor que puedo”. La autocompasión es un recordatorio de que el duelo es un proceso humano y necesario (Wilson, 2020).

El darse tiempo para sanar, ser introspectivo y empático, son algunas de las formas como podemos permitirnos llevar el proceso de duelo de manera adecuada. Esto permitirá que la persona sea consciente de su proceso y pueda reconocer sus necesidades, permitiendo que pida ayuda y evitando el refugio en hábitos negativos (Transitions LifeCare, 2019). De acuerdo con profesionales como John Wilson (2020), y Biana Neumann (2024), es normal sentirse triste y abrumado en estos momentos, pero es importante que la persona sea consciente de que puede seguir adelante, y cada día tome la decisión consciente de tomar pequeños pasos hacia delante, Los primeros pasos serán difíciles, pero poco a poco, cada día será más fácil tomar esta decisión, y no mantenerse en la tristeza.

Para facilitar este proceso, es necesario ser honesto con nosotros mismos y los otros, no siempre se estará dispuesto a cumplir con los planes propuestos, y eso está bien. Aún así, se debe hacer el intento de mantener una estructura en nuestro día a día, haciendo cosas que nos gustan, cocinando comidas nutritivas, haciendo ejercicio, saliendo con nuestras mascotas, e intentando actividades nuevas que nos permitan encontrar nuevas pasiones y relacionarnos con otras personas.

Herramientas para sobrellevar el duelo: pequeñas acciones con grandes impactos

Algunas de las herramientas recomendadas por profesionales como Transitions LifeCare (2019), John Wilson (2020), y Biana Neumann (2024) son:

  1. Crea rituales significativos: Encender una vela, escribir una carta o visitar un lugar especial puede ayudarte a honrar la memoria de tu ser querido.
  2. Prioriza el autocuidado: Dormir bien, comer de manera equilibrada y mantener el cuerpo en movimiento pueden ser fundamentales para lidiar con el estrés emocional.
  3. Escribe tus pensamientos: Llevar un diario te permite procesar emociones y reflexionar sobre tu progreso.
  4. Busca espacios de apoyo: Un grupo de duelo o sesiones de terapia pueden proporcionar un entorno seguro para compartir tus sentimientos y recibir orientación profesional.

El valor de la conexión y el apoyo durante el proceso
Aunque el duelo puede hacerte sentir aislado, conectar con otros puede ser una gran fuente de consuelo. Hablar con amigos, familiares o incluso personas que han pasado por experiencias similares te recordará que no estás solo. A veces, solo escuchar o ser escuchado sin necesidad de buscar soluciones es suficiente para aliviar la carga emocional.

Construyendo significado: transformar el dolor en crecimiento personal

Con el tiempo, muchas personas encuentran formas de transformar su dolor en un legado significativo para honrar a quienes han perdido. Esto puede incluir actividades como apoyar causas benéficas, establecer tradiciones familiares nuevas o simplemente integrar el recuerdo de esa persona en tu vida cotidiana, al enfocarnos en lo que podemos aprender y cómo podemos crecer a partir de esta experiencia, el duelo se convierte en una oportunidad para redescubrir nuestra fortaleza interior (Wilson, 2020)

Bibliografía

Transitions LifeCare. (2019). W-I-N-T-E-R: How to honor your grief. https://www.transitionslifecare.org/2018/01/24/w-i-n-t-e-r-how-to-honor-your-grief/

Newmann, B. (2024). Coping with grief at the start of a new year. Sue Ryder Main Website. https://www.sueryder.org/blog/coping-with-grief-new-year/

Wilson, J. (2020). The Art of Dying Well: A Practical Guide to a Good End of Life. Simon & Schuster.

Kübler-Ross, E. (1969). On Death and Dying. Scribner.

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Manipulación emocional: Desentrañando sus mecanismos

La manipulación emocional es una forma de abuso psicológico en la que una persona utiliza tácticas para controlar o influir en otra, a menudo aprovechándose de sus emociones y vulnerabilidades. Esta dinámica tóxica puede darse en diversos contextos, como relaciones de pareja, familiares o laborales.

 

¿Qué es la Manipulación Emocional?

La manipulación emocional es un patrón de comportamiento en el cual una persona busca obtener lo que desea a expensas de otra, a menudo utilizando tácticas sutiles y engañosas. El objetivo principal del manipulador es ejercer control sobre la víctima y hacer que esta dude de sí misma y de su percepción de la realidad.

 

Mecanismos Clave de la Manipulación Emocional

Los manipuladores emplean una variedad de tácticas para lograr sus objetivos. Algunos de los mecanismos más comunes incluyen:

  1. Culpabilización: El manipulador hace sentir culpable a la víctima por sus acciones o por no cumplir con sus expectativas.
  2. Vergüenza: Se utiliza la vergüenza para socavar la autoestima de la víctima y hacer que se sienta inadecuada.
  3. Miedo: Se generan sentimientos de miedo o amenaza para controlar el comportamiento de la víctima.
  4. Gaslighting: Se niega o distorsiona la realidad para hacer que la víctima dude de su propia percepción.
  5. Lisonjeo excesivo: Se utilizan elogios exagerados o halagos para manipular y controlar a la víctima.
  6. Lectura de la mente: Se atribuyen pensamientos o sentimientos a la víctima que no son ciertos para manipular su reacción.
  7. Victimismo: El manipulador se presenta como la víctima para generar lástima y simpatía, y así obtener lo que desea.

 

¿Cómo Identificar la Manipulación Emocional?

Reconocer la manipulación emocional puede ser difícil, ya que a menudo se presenta de forma sutil y gradual. Sin embargo, algunas señales de alerta incluyen:

  1. Sentimientos constantes de culpa, vergüenza o miedo.
  2. Dificultad para tomar decisiones propias.
  3. Sensación de estar “caminando sobre huevos”.
  4. Pérdida de autoestima y confianza en sí mismo.
  5. Aislamiento social.

 

Bibliografía

 

* **Liotti, G. (2004).** *Dynamics of child abuse*. Guilford Press.

* **Simon, B. (1996).** *Personal boundaries: How to reclaim your life and establish healthy relationships*. HarperCollins.

* **Walker, L. (1984).** *The battered woman syndrome*. Springer Publishing Company.

Redes sociales y relaciones de pareja: ¿amigas o enemigas?

Las redes sociales han revolucionado la forma en que nos comunicamos e interactuamos, pero ¿cómo afectan nuestras relaciones más cercanas? En particular, ¿cuál es el impacto de las redes sociales en nuestras relaciones de pareja?

 

El lado “oscuro” de las redes sociales

Numerosos estudios han demostrado que el uso excesivo de las redes sociales puede tener consecuencias negativas en las relaciones de pareja:

  1. Desconexión: La constante atención a las notificaciones y la interacción con otros usuarios puede disminuir el tiempo y la atención dedicados a la pareja, generando sentimientos de soledad y descuido.

  2. Celos e inseguridades: Las redes sociales pueden alimentar los celos y las inseguridades, especialmente al comparar la propia relación con las imágenes idealizadas que se proyectan en línea.

  3. Conflictos: El contenido compartido en las redes sociales puede generar malentendidos y conflictos si no se maneja con cuidado.

  4. Adicción: La adicción a las redes sociales puede interferir en otros aspectos de la vida, incluyendo la relación de pareja.

 

Un estudio publicado en la revista Cyberpsychology, Behavior, and Social Networking encontró que las personas que pasaban más tiempo en las redes sociales tendían a reportar niveles más bajos de satisfacción en sus relaciones.

 

El lado “positivo” de las redes sociales

Sin embargo, las redes sociales también pueden tener un impacto positivo en las relaciones de pareja:

  1. Fortalecimiento de la conexión: Compartir momentos especiales y expresar afecto a través de las redes sociales puede fortalecer el vínculo entre los miembros de la pareja.
  2. Comunicación: Las redes sociales pueden facilitar la comunicación, especialmente para las parejas que viven a distancia.
  3. Apoyo social: Los grupos de apoyo en línea pueden proporcionar un espacio seguro para discutir problemas de pareja y recibir consejos.

 

La exposición constante a imágenes idealizadas de cuerpos y estilos de vida en las redes sociales puede tener un impacto significativo en la autoestima y la imagen corporal, tanto de forma individual como en pareja.

  1. Comparaciones sociales: Las personas tienden a compararse con los demás, y las redes sociales ofrecen un sinfín de oportunidades para hacer estas comparaciones. Esto puede generar sentimientos de inferioridad y desencadenar problemas de autoestima.
  2. Insatisfacción corporal: La exposición a imágenes retocadas y cuerpos “perfectos” puede llevar a las personas a sentirse insatisfechas con su propio cuerpo, lo que puede afectar la vida sexual y la intimidad en la pareja.
  3. Presión social: Las redes sociales pueden crear una presión social para alcanzar ciertos estándares de belleza y éxito, lo que puede generar estrés y ansiedad en la pareja.

 

 

El impacto de las redes sociales en la infidelidad

Las redes sociales han transformado la dinámica de las relaciones, ofreciendo nuevas vías para la conexión y la comunicación. Sin embargo, también han abierto la puerta a nuevas formas de infidelidad.

  1. Facilidad de acceso a otras personas: Las plataformas sociales permiten a las personas conectarse con un gran número de individuos, tanto conocidos como desconocidos, lo que aumenta las oportunidades de establecer relaciones fuera de la pareja.

  2. Anonimato y falta de consecuencias percibidas: La interacción en línea a menudo se percibe como más anónima que la interacción cara a cara, lo que puede llevar a las personas a tomar riesgos que no tomarían en el mundo real. Además, las consecuencias de una infidelidad virtual pueden parecer menos graves.

  3. Idealización de otras personas: Las redes sociales presentan una versión idealizada de las personas, lo que puede llevar a las parejas a comparar a sus parejas con otros individuos y a sentirse insatisfechas.

  4. Normalización de comportamientos infieles: La frecuencia con la que se habla de infidelidad en las redes sociales y la facilidad con la que se pueden encontrar personas que han experimentado situaciones similares pueden normalizar este tipo de comportamiento.

 

Claves para un uso saludable de las redes sociales en pareja

Para minimizar los efectos negativos de las redes sociales y maximizar los beneficios, es importante establecer límites y reglas claras:

  1. Establecer horarios: Dedicar tiempo de calidad a la pareja sin distracciones.
  2. Ser transparentes: Evitar ocultar información o tener perfiles secretos.
  3. Respetar la privacidad: No compartir información privada de la pareja sin su consentimiento.
  4. Comunicarse abiertamente: Hablar sobre cualquier preocupación o inquietud relacionada con el uso de las redes sociales.
  5. Establecer límites claros: Definir juntos qué se considera infidelidad en el mundo digital y establecer límites claros sobre el uso de las redes sociales.
  6. Fortalecer la comunicación: Mantener una comunicación abierta y honesta sobre los sentimientos, necesidades y expectativas en la relación.
  7. Fomentar la confianza: Construir una relación basada en la confianza y el respeto mutuo.
  8. Buscar ayuda profesional: Si la infidelidad es un problema en la relación, buscar ayuda de un terapeuta de pareja puede ser muy beneficioso.

 

Las parejas pueden disfrutar de los beneficios de las redes sociales sin poner en riesgo su relación.

¿Qué opinas tú? ¿Cómo han afectado las redes sociales a tu relación de pareja?

 

 

Referencias

Enith Daniela Villota Guevara

Reconstruyendo la identidad: afrontando el abuso emocional

El abuso emocional es una forma de maltrato que, a menudo, pasa desapercibida debido a la ausencia de marcas físicas. Sin embargo, sus consecuencias pueden ser devastadoras para la salud mental y emocional de la persona afectada. Este tipo de abuso puede tomar diferentes formas, desde manipulación emocional hasta coerción y control.

 

¿Cuáles son las posibles causas del abuso emocional?

Este tipo de abuso tiene sus raíces en la manipulación de las emociones y el control sobre la forma de pensar de la persona afectada, generando un impacto en el cerebro en el que se afectan áreas relacionadas con el procesamiento emocional, la toma de decisiones y la autoimagen. Las posibles causas son multifacéticas y pueden involucrar una combinación de factores individuales, sociales y culturales:

Dinámicas familiares disfuncionales Crecer en un ambiente donde se normaliza el abuso puede predisponer a la persona a repetir estos patrones en sus propias relaciones.
Problemas en el autoconcepto Las personas con un autoconcepto negativo, tienen la tendencia a ser más propensas a tolerar diferentes tipos de abuso y a culparse a sí mismas por él trato inadecuado.
Control y poder Los vínculos con roles asimétricos, hacen que la persona que ejerce el dominio sobre el otro, pueda utilizar el abuso emocional como una forma de ejercer control y poder sobre la otra persona.
Traumas pasados Experiencias traumáticas en la infancia, como el abuso físico o sexual, pueden aumentar el riesgo de convertirse en víctima o perpetrador de abuso emocional.

 

Reconocer las señales de alerta es el primer paso para tomar la decisión de emprender el proceso de salir de una situación abusiva. Estas pueden ser algunas de las más comunes:

  1. Sentir miedo de la persona, incluso cuando no hay una razón aparente.
  2. Identificar que te has alejado de amigos y familiares.
  3. Aparición de sentimientos de culpabilidad y vergüenza por todo lo que sucede en la relación.
  4. Necesidad constante de la aprobación de esa persona y falta de confianza para poder tomar decisiones de manera autónoma.
  5. Volverse más retraído, ansioso o deprimido.
  6. Justificar de manera constante el comportamiento abusivo de esa persona.

 

En la dinámica creada en el vínculo donde hay abuso emocional se transmiten mensajes que afectan el autoconcepto y la percepción de sí mismo. Estos suelen convertirse en mandatos y persistir mucho tiempo después de que haya cesado el abuso, dirigiendo la conducta de la persona afectada. Algunos de estos mensajes pueden ser:

  1. No eres suficiente: El abusador constantemente te hace sentir inadecuado, inferior y no merecedor de amor.
  2. La culpa es tuya: Te convence de que tus acciones son la causa de su maltrato.
  3. Nadie más te querrá: Te aísla y te hace creer que eres incapaz de encontrar el amor en otro lugar.
  4. Estás loco/a: Cuestiona tu realidad y te hace dudar de tu propia sanidad mental.

 

La recuperación del abuso emocional es un proceso gradual y personal que puede estar acompañado de ciertas decisiones:

 

Reconocer el abuso El primer paso para superar el abuso es reconocer que se está siendo víctima de él. Esto puede ser difícil, especialmente si el abusador ha hecho que la persona dude de sí mismo.

 

Buscar apoyo Hablar con un amigo de confianza, un familiar o un profesional de la salud mental. Un terapeuta puede proporcionar las herramientas y el apoyo necesarios para superar el trauma.

 

Establecer límites Es importante aprender a establecer límites saludables en las relaciones y a decir “no” cuando sea necesario.

 

Cuidar de sí mismo Priorizando el propio bienestar físico y emocional. Dedicando tiempo a actividades que se disfrutan, practicando técnicas de relajación y manteniendo una dieta saludable y un estilo de vida activo.
Desarrollar una red de apoyo Rodearse de personas que generen apoyo y contención puede ayudar a sentirse más fuerte y seguro.
Romper el ciclo Si se está en una relación abusiva, es importante alejarse, buscar un lugar seguro e iniciar el proceso de superación del abuso.

 

Es importante recordar que superar el abuso emocional es un proceso gradual y que cada persona tiene su propio ritmo. Si estás afrontando este proceso, permítete sentir las emociones que surjan e intenta ser amable y compasivo contigo mismo. Cada paso dado o decisión tomada en dirección a restablecer la confianza y autonomía te direcciona a encontrar nuevamente el bienestar.

 

Referencias

Expósito, F., & Ruiz, S. (2010). Reeducación de maltratadores: una experiencia de intervención desde la perspectiva de género. Psychosocial Intervention, 19(2), 145-151.

Vaca-Ferrer, R., García, R. F., & Valero-Aguayo, L. (2020). Eficacia de un programa de intervención grupal con mujeres víctimas de violencia de género en el marco de las terapias contextuales. Anales de Psicología/Annals of Psychology, 36(2), 188-199.

 

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga

Cuando las palabras hieren más que los golpes: entendiendo el abuso emocional

Muchas de las personas que se encuentran en situación de abuso se les dificulta reconocer que a quien aman pueda hacerles daño y abusar de sus derechos y confianza

Estos malos tratos se contradicen directamente con la supuesta función interna de los vínculos seguros que se fundan en la protección, el cuidado y provisión de seguridad para los miembros. Así pues, el abuso físico no es la única forma de violencia existente. Hay un tipo de maltrato que es mucho más sutil: el abuso emocional.

 

 

¿Qué es el abuso emocional?

Es un patrón de comportamiento que busca controlar, intimidar, aislar o humillar a otra persona. Se manifiesta a través de palabras, acciones o gestos que minan la autoestima, generando miedo y socavando la confianza de a quién va dirigido. A diferencia del abuso físico, el abuso emocional deja cicatrices profundas pues las ideas, los sentimientos, las percepciones, y las características de la personalidad de la víctima son constantemente descalificados, erosionando seriamente la identidad de la persona.

El abuso emocional es doblemente invisible: no sólo porque es poco perceptible en sus manifestaciones, sino que además el contexto social obstaculiza su reconocimiento al

tácitamente legitimarlo como forma lícita de convivencia. Para identificarlo te nombramos algunas de sus manifestaciones:

  1. Críticas constantes: Descalificaciones y juicios negativos sobre la persona, sus capacidades y su valor.
  2. Insultos y humillaciones: Uso de lenguaje hiriente y degradante para minar la autoestima de la persona.
  3. Amenazas: Advertencias de consecuencias negativas si la víctima no obedece o se va.
  4. Aislamiento: Separar a la víctima de su familia y amigos para controlar sus relaciones.
  5. Manipulación: Uso de tácticas engañosas para hacer que la víctima dude de sí misma y de su percepción de la realidad.
  6. Culpa: Hacer que la víctima se sienta responsable del maltrato recibido.

 

¿Cómo identificar si estás siendo víctima de abuso emocional?

El maltrato emocional, al ser menos visible que la violencia manifiesta, es mucho más difícil de identificar y demostrar, y es por eso que, en muchos contextos tanto sociales

como profesionales, no es considerado una forma de violencia. Aun así, los puntos claves para rastrear su existencia es identificar la continuidad y sistematicidad del abuso, pues al ser repetitivo, constituye un patrón y en ese sentido, se puede distinguir de un maltrato aislado.

Si te sientes constantemente ansioso, triste o confundido frente a la dinámica de un vínculo, es posible que estés siendo víctima de este tipo de abuso, pues este se caracteriza por su continuidad; siendo sistemático, recurrente e intencional, como si se tratase de un ritual

y suele tener lugar en relaciones estrechas. Para identificar si esto es así, a continuación, te dejamos algunas señales de alerta:

  1. Temor a las reacciones de tu pareja o persona de confianza si expresas tus sentimientos o necesidades.
  2. Creer que eres tú quien causa los problemas en la relación, todo por el sentimiento de culpa que ha sido naturalizado durante el vínculo.
  3. Sentir que necesitas la aprobación constante de tu pareja o persona de confianza para tomar decisiones.
  4. Evitar a tus amigos y familiares por miedo a que descubran lo que está sucediendo.

 

Para hacerle frente a este tipo de maltrato, se delimitan algunas estrategias de prevención. Y es que, la prevención del abuso emocional es un esfuerzo colectivo que involucra a la sociedad, las escuelas y las familias:

 

Educación

Enseñar a niños, adolescentes y adultos sobre relaciones saludables, consentimiento y respeto.

Empoderamiento

Fomentar la autoestima y autoconfianza en la población, además de generar estrategias de implementación de límites.

Concientización

Crear conciencia sobre el abuso emocional y sus consecuencias. Exponiendo qué es, la naturaleza del fenómeno, las causas y posibles consecuencias y el modo de intervención y tratamiento.

Apoyo a las víctimas

Proporcionar recursos y apoyo a las personas que están siendo abusadas, de manera oportuna y respetuosa.

Intervención temprana

Identificar y abordar los problemas de comportamiento en los niños, adolescentes y adultos, para con ello, generar recursos de impacto que ayuden en el proceso de prevención del abuso emocional.

 

El abuso emocional puede suceder en todo tipo de vínculos (padre-hijo, jefe/a-empleado/a, terapeuta-paciente, maestro/a-alumno/a, entre amigos/as…). Así, la violencia es una aflicción seria y debe ser tratada con el mismo nivel de importancia, fuere cual fuere la

unión en la cual tenga lugar. Si llegas a correr peligro o conoces a alguien en situación de riesgo, no dudes en buscar ayuda profesional y tomar medidas preventivas que te ayuden a hacerle frente a este tipo de maltrato.

 

Referencias

 

Brodski, S. & Hutz, C. (2016). Novas perspectivas sobre o abuso emocional. Diaphora, 5(1), 13-13.

Taverniers, K. (2012). Abuso emocional en la pareja. Editorial Biblos.

 

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga

De la prisión de idealizar el amor a la búsqueda de la autonomía emocional

La necesidad de conexión y pertenencia es inherente a la naturaleza humana. Sentirse estimado y valorado por otros es fundamental para el bienestar. Sin embargo, cuando este anhelo se desequilibra y se acompaña de expectativas poco realistas, las relaciones interpersonales pueden transformarse en una fuente de angustia y sufrimiento.

 

 

La idealización excesiva que se forma en torno a las relaciones y las personas que las componen, puede generar episodios de ansiedad, depresión y dificultades para establecer vínculos saludables. Por ello, es importante encontrar un equilibrio entre la necesidad de conexión y la preservación de la propia individualidad.

 

En este artículo, exploramos la naturaleza de la dependencia y codependencia emocional, cuáles son las causas y efectos en la vida de los seres humanos y cómo hacerles frente a estos patrones para conquistar la autonomía emocional.

 

Dependencia emocional

Es definida por Jorge Castelló, como un patrón persistente de necesidades emocionales insatisfechas que se intentan cubrir de manera desadaptativa con otras personas. En este tipo de dependencia se encuentran implicados aspectos emocionales, cognitivos, motivacionales y comportamentales orientados al otro, así como creencias distorsionadas acerca del amor, la afiliación e interdependencia y la vida en pareja, que derivan en insatisfacciones fundamentadas sobre demandas afectivas frustradas.

 

 

Las causas son múltiples y complejas, pues suelen estar relacionadas con una combinación de factores psicológicos, sociales y experiencias de vida:

Experiencias infantiles

Falta de afecto y atención: Crecer en un entorno donde las necesidades emocionales no son atendidas o donde el afecto es escaso puede generar un vacío emocional en el individuo. Este vacío puede llevar a buscar constantemente la validación y el afecto en los demás.

 

Padres sobreprotectores: Aunque la protección parental es importante, en exceso puede impedir que la persona desarrolle habilidades de autonomía e independencia. Esto puede generar una sensación de incapacidad para enfrentar desafíos por sí mismo.

 

Negligencia emocional o física: puede generar sentimientos de abandono y soledad. Esto puede llevar a una necesidad desesperada de conexión y a una tendencia a idealizar a los demás.

 

Patrones de apego inseguros

Los niños que crecen en entornos carentes de afecto, seguridad o consistencia pueden desarrollar patrones de apego inseguros, como el apego ansioso o el apego evitativo. Estos patrones de apego influyen en la forma en que las personas perciben y se relacionan con los demás en la edad adulta.

Dinámicas familiares disfuncionales

Crecer en un entorno familiar disfuncional, donde las necesidades emocionales no son satisfechas adecuadamente, puede predisponer al infante y generar una internalización de estos patrones de relación, para reproducirlos en su propia vida. Esto puede incluir la aceptación de relaciones abusivas o codependientes.

Falta de autonomía

Las personas que no han desarrollado habilidades de autonomía y autosuficiencia pueden tener dificultades para tomar decisiones por sí mismas y depender de los demás para sentirse seguras.

La dependencia emocional trae consigo diversas consecuencias tanto para la persona que la experimenta como para sus relaciones:

 

  1. La necesidad de complacer a los demás puede llevar a la persona a perder de vista sus propias necesidades y deseos. Lo que genera dificultades para tomar decisiones importantes por miedo a desagradar y por la falta de criterio propio.
  2. La persona dependiente puede tener dificultades para expresar sus necesidades y sentimientos, lo que puede generar resentimiento y conflictos.
  3. Afecta la salud física y mental de la persona debido a la incertidumbre y el miedo al abandono, generando problemas como trastornos del sueño, trastornos alimenticios, enfermedades relacionadas con el estrés y el aumento en los niveles de ansiedad y depresión.

La falta de concentración, la baja autoestima y los problemas de relación pueden afectar el desempeño de la persona en contextos como el laboral, académico entre otros.

Codependencia Emocional

 

Es un patrón de comportamiento en el que una persona se centra en las necesidades de otra, descuidando las propias e impidiendo el desarrollo funcional de ambas partes.

Según Beattie, la persona codependiente tiene la preocupación constante de acceder al otro y un deseo de ser amado sin importar cómo, llegando a la negligencia de sí mismo y debilitando su propia identidad, buscando los medios necesarios para satisfacer las necesidades, expectativas y deseos del otro lo cual le hace sentir que con ello garantiza el afecto de los demás.

 

 

La codependencia se describe entonces, como un patrón de dolorosa dependencia a otros, con comportamientos compulsivos, de búsqueda de aprobación para intentar encontrar seguridad, autoestima e identidad.

Este tipo de patrón comportamental puede forjarse a partir de las necesidades no satisfechas en el ser humano durante su infancia, las cuales han impedido una maduración conveniente para poder adaptarse a situaciones de relaciones interpersonales.

 

 

 

Cuando las necesidades físicas y emocionales del niño no son satisfechas de una manera adecuada, la propia persona desarrolla estrategias que le permiten superar las experiencias problemáticas de la infancia, y para sobrevivir le incitan a aprender a “servir a los demás”, descuidándose a sí mismos. Estas conductas ineficaces se repiten a lo largo de la vida, para sentirse aceptados, queridos o importantes y mediante esas conductas, buscan aliviar el dolor y la pena de sentirse abandonados.

 

Cuando las personas con dependencia o codependencia emocional toman conciencia de ello y entran en el proceso de recuperación, empiezan a reencontrarse a sí mismas, a hacerse responsables de sus pensamientos, sentimientos y acciones, para alcanzar la autonomía emocional.

 

La recuperación significa tratar las conductas compulsivas autodestructivas y generar un establecimiento de límites, donde el proceso de afrontamiento inicia con un sentido de perdón y de autocompasión, que permite reconocer que las conductas practicadas son herramientas que han ayudado a la sobrevivencia, pero que no suprimen el vacío y dolor emocional, sino que lo incrementan.

 

La dependencia y codependencia emocional son patrones de comportamiento que pueden ser difíciles de cambiar, pero con el apoyo adecuado y herramientas terapéuticas es posible superarlas. A continuación, te presentamos algunas estrategias y enfoques para trabajar estos temas:

  1. Es fundamental buscar ayuda profesional. Un terapeuta puede ayudarte a reconocer cómo se manifiestan la dependencia y la codependencia en tu vida, te enseñará técnicas para manejar la ansiedad, la soledad y otras emociones difíciles. Trabajará contigo para que te valores y te respetes más a ti mismo. Te ayudará a establecer límites como aprender a decir “no” y a defender tus necesidades.
  2. Dedica tiempo a conocerte mejor. Explora tus miedos, tus fortalezas y tus debilidades.
  3. Invierte en actividades que te ayuden a crecer como persona, como cursos, talleres o hobbies.
  4. Cuida tu cuerpo a través de una alimentación saludable y ejercicio regular, ya que esto influye en tu bienestar emocional.

 

 

Referencias

Beattie, M. (2004). Más allá de la codependencia: Cómo crecer y mejorar nuestras relaciones y convivencia con los demás

Castello, J. (2010). Dependencia emocional. Características y Tratamiento. Barcelona: Psicología Alianza Editorial.

Patsi, L. & Requena, S. (2020). Relación entre los esquemas desadaptativos con la dependencia emocional en mujeres en situación de violencia de pareja. Revista de investigación psicológica, (23), 9-34.

 

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga

Factores de protección contra el suicidio

Septiembre es un mes en el que se visibiliza la Prevención del Suicidio. Respecto a este fenómeno, actualmente las cifras revelan una crisis creciente de salud mental, especialmente entre jóvenes y mujeres, con un aumento del 25% en intentos de suicidio. En Colombia, los datos son alarmantes. Según un informe del Instituto de Medicina Legal correspondiente al primer trimestre de 2024, se registraron 712 casos de suicidio, de los cuales 205 fueron cometidos por jóvenes entre los 18 y 28 años, y 186 por personas de entre 29 y 44 años.

Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la tasa de mortalidad por suicidio en América Latina ha ido aumentando, mientras que en todas las demás regiones y estados miembro de la OMS ha disminuido; destacando la urgente necesidad de hacer de la prevención del suicidio una prioridad en la región.

 

El lema del Día Mundial para la Prevención del Suicidio durante el período 2024-2026 es “Cambiar la narrativa”. Este enfoque tiene como objetivo transformar la manera en que la sociedad percibe el suicidio, pasando de una cultura de silencio a una de apertura, empatía y diálogo. Fomentando con ello una cultura de comprensión y apoyo.

La prevención del suicidio requiere un enfoque interdisciplinario que involucre a los sectores educativos, de atención en salud y de políticas públicas, entre muchos otros. Puesto que es un esfuerzo y responsabilidad colectiva que incluye la implementación de factores de protección que involucra a las personas, las familias y las comunidades.

 

¿Qué son los factores de protección contra el suicidio?

Son características personales o ambientales que reducen la probabilidad de suicidio. Estos factores actúan como un amortiguador contra los factores de riesgo y pueden mejorarse mediante intervenciones específicas, que desempeñan un papel fundamental en las estrategias integrales de prevención del suicidio.

 

Conexiones sociales positivas

Incluyen vínculos familiares sólidos, amistades confiables y relaciones de apoyo con mentores o miembros de la comunidad. Las personas que cultivan estos vínculos sociales positivos son menos propensas a experimentar aislamiento, un factor de riesgo sustancial para el suicidio.

 

Estas conexiones permiten un diálogo abierto sobre el bienestar emocional, creando así una dinámica relacional en la que se normaliza la búsqueda de ayuda para el sufrimiento mental. Además, estos vínculos sociales imparten un sentido de pertenencia y comunidad, y sirven como escudo protector contra los factores estresantes y las adversidades inevitables de la vida.

Acceso a la atención de salud mental

En un entorno en el que la atención de salud mental está fácilmente disponible, las personas tienen más probabilidades de buscar ayuda cuando tienen ideación suicida u otros problemas de salud mental.

 

 

 

Esta accesibilidad se extiende más allá de las intervenciones terapéuticas para abarcar medidas preventivas, como la detección temprana de problemas de salud mental, iniciativas educativas relacionadas con la salud mental y apoyo específico para personas en riesgo. También es imperativo reducir el estigma que rodea al tratamiento de la salud mental, ya que a menudo constituye un obstáculo formidable para la búsqueda de ayuda. Los profesionales de la salud, los educadores y los responsables de las políticas pueden contribuir significativamente a la prevención del suicidio mejorando la accesibilidad de los servicios de salud mental, defendiendo su importancia y fomentando un espíritu social que priorice y apoye el bienestar mental.

 

Habilidades eficaces para afrontar y resolver problemas

Las habilidades para afrontar situaciones difíciles abarcan un espectro de estrategias que contienen técnicas de gestión del estrés, actividad física y práctica de la atención plena, todas las cuales ayudan a las personas a gestionar eficazmente la angustia emocional y las exigencias de la vida diaria.

 

Estas habilidades dotan a las personas de la capacidad de identificar soluciones a los desafíos de la vida, reduciendo así los sentimientos de desesperanza, que suelen estar asociados a los pensamientos suicidas. En conjunto, estas habilidades buscan mejorar la resiliencia, un poderoso factor determinante para evitar emergencias de salud mental.

 

Entornos escolares, laborales y comunitarios seguros y de apoyo

Los entornos seguros promueven el bienestar mental y la resiliencia al fomentar sentimientos de pertenencia, aceptación y seguridad. Al establecer una atmósfera que aliente el discurso abierto sobre la salud mental y ofrezca recursos para quienes enfrentan angustia emocional, las organizaciones comunitarias, las escuelas y los lugares de trabajo se convierten en entornos acogedores y de apoyo para las personas.

 

Partiendo de esto, las instituciones pueden fomentar espacios enriquecedores a través de iniciativas como:

  • Mantener políticas contra el acoso y la intimidación
  • Promover programas e iniciativas que fomenten la inclusión y la diversidad.
  • Establecer un ambiente abierto y sin prejuicios que fomente activamente las conversaciones en torno a la salud mental.
  • Proporcionar recursos y apoyo de salud mental accesibles, incluido el acceso a consejeros y otros profesionales de la salud mental.
  • Organizar programas de concientización sobre la salud mental, talleres y seminarios dedicados a la salud mental y la prevención del suicidio.
  • Capacitar al personal, maestros o líderes comunitarios en prevención del suicidio, primeros auxilios en salud mental e identificación de personas en riesgo.
  • Promover actividades y eventos que fomenten un sentido de comunidad y pertenencia.

 

Referencias

Fernández Moratilla, E. (2020). Prevención del suicidio en adolescentes: Un programa integral basado en sus factores de riesgo y de protección.

 

González-Sancho, R., & Picado Cortés, M. (2020). Revisión sistemática de literatura sobre suicidio: factores de riesgo y protectores en jóvenes latinoamericanos 1995-2017. Actualidades en psicología, 34(129), 47-69.

 

López, H. A. A. (2012). Factores de éxito en programas de prevención del suicidio. Revista Vanguardia Psicológica Clínica Teórica y Práctica, 3(2), 215-225.

 

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga.

Psicología de la adicción. Recompensa y aprendizaje

La adicción, un fenómeno complejo que va más allá del simple consumo de sustancias, su aparición es el resultado de una compleja interacción de factores biológicos, psicológicos y sociales. Sin embargo, es fundamental recordar que las adicciones pueden ser tratadas y que una detección temprana puede marcar la diferencia en la vida de la persona.

 

Para comprender qué es una adicción, y por qué es tan difícil frenar los impulsos adictivos, es necesario conocer el circuito de recompensa cerebral.

El cerebro es el órgano responsable de guiar la conducta y las reacciones corporales y dentro de este funciona el sistema de recompensa cerebral el cual es un complejo neuronal que permite sentir y experimentar sensaciones de deseo y placer o gratificación, como respuesta a determinados estímulos electroquímicos. En este caso, la conducta adicta altera el funcionamiento cerebral natural relacionado con el deseo y la gratificación; provocando un desequilibrio en el que la persona necesita consumir cada vez más para obtener una recompensa, que siempre es pasajera y menos pronunciada de lo que se espera.

La sensación de bienestar producida por la administración de alguna sustancia o conducta repetida es un componente propio de la iniciación en su consumo, dando paso a una situación regida por el deseo irrefrenable de probarlo nuevamente. De esto se deriva que, la adicción no es solo un problema físico, sino también psicológico que afecta profundamente la forma en que pensamos, sentimos y nos comportamos.

 

Dentro de los mecanismos psicológicos que se han identificado en la formación de la adicción se destacan:

  1. Refuerzo positivo: Las sustancias adictivas o las conductas problemáticas proporcionan una sensación de placer o alivio inmediato, lo que refuerza su repetición.
  2. Condicionamiento clásico: El entorno y las situaciones asociadas al consumo de la sustancia o a la conducta adictiva pueden desencadenar fuertes antojos.
  3. Aprendizaje asociativo: El cerebro aprende a asociar la sustancia o la conducta con el alivio de emociones negativas, como el estrés o la ansiedad.

Comprender los mecanismos psicológicos que subyacen a la adicción es una tarea fundamental, para desarrollar tratamientos efectivos y prevenir recaídas.

Es ahí donde las intervenciones enmarcadas por la psicología buscan apoyar a las personas con problemáticas relacionadas al consumo de sustancias (alcohol, tabaco y drogas) y conductas adictivas (ludopatía, atracón, etc.) en las diversas etapas de su proceso, mediante procedimientos terapéuticos basados en evidencia científica.

 

Estas intervenciones se orientan a motivar el cambio en la conducta de consumo, establecer objetivos, alcanzarlos y mantenerlos, a la par de buscar la mejora en la calidad de vida y la mitigación de las consecuencias del consumo.

Las conductas adictivas son patrones de conducta repetitivos, que, entre sus consecuencias, incluyen el aumento de su ocurrencia, la intensidad y la gravedad de las problemáticas asociadas, tienden a generar cambios en el cerebro y asociarse con muchas problemáticas de índole psicológica, emocional y conductual. tanto generando las mismas como empeorando condiciones preexistentes.

Un enfoque multidisciplinario para afrontar la adicción

El abordaje de las adicciones tanto a sustancias (alcohol, tabaco, cannabis, cocaína, heroína, drogas de síntesis, etc.) como sin sustancia (adicciones comportamentales) debe ser integral, teniendo en cuenta los aspectos sociales, psicológicos y biológicos involucrados. La evidencia científica disponible avala, sin ningún lugar a dudas, este enfoque integral.

Los programas de tratamiento más efectivos suelen combinar:

  1. Terapia cognitivo-conductual: Ayuda a los pacientes a identificar y modificar los pensamientos y comportamientos asociados a la adicción.
  2. Terapia de aceptación y compromiso: Fomenta la aceptación de las experiencias difíciles y el desarrollo de habilidades para vivir una vida más plena.
  3. Medicamentos: En algunos casos, los medicamentos pueden ser útiles para reducir los síntomas de abstinencia y prevenir la recaída.
  4. Grupos de apoyo: Grupos como Alcohólicos Anónimos ofrecen un espacio seguro para compartir experiencias y recibir apoyo social.

Con este tipo de programas se busca conseguir un cambio en la conducta del paciente a través de la aceptación del problema y de una reorientación de sus comportamientos. No se trata de realizar un control extremo sobre sus conductas o retirarlas totalmente, sino cambiar el enfoque y la relación que se le da con la adicción.

 

Referencias

Kuhar, M. (2016). El cerebro adicto: por qué abusamos de las drogas, el alcohol, la nicotina y muchas cosas más. Ediciones UC.

Iglesias, E., & Guadalupe, L. (2003). Psicología de la salud y adicciones: perspectiva terapéutica. Revista de Psicología, 21(1), 71-106.

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga

Adicción: Más allá del placer, una cadena que atrapa

La adicción, un término que evoca imágenes de sustancias como drogas o alcohol, es en realidad un fenómeno mucho más complejo que abarca una amplia gama de comportamientos. Desde el juego compulsivo hasta las redes sociales, la adicción se caracteriza por un patrón de comportamiento repetitivo que causa daño significativo en la vida de la persona.

 

¿Qué es la adicción?

Se caracteriza por una modificación del comportamiento y otras reacciones que siempre obedecen a un impulso irreprimible y la búsqueda compulsiva de una recompensa, a pesar de las consecuencias. Este comportamiento altera los circuitos cerebrales relacionados con el placer, la motivación y el autocontrol.

Esta búsqueda compulsiva lleva a la persona a continuar con el comportamiento a pesar de las consecuencias negativas para su salud, relaciones y vida en general. En este punto, es importante destacar que la adicción no es un signo de debilidad de carácter, sino una enfermedad compleja que afecta a personas de todos los orígenes sociales y económicos.

 

Algunos de los cambios que se perciben en una persona con adicción son:

  1. Toda adicción provoca cambios en el cerebro que refuerzan el comportamiento adictivo.
  2. La persona adicta pierde la capacidad de controlar su comportamiento, a pesar de las consecuencias negativas.
  3. La persona adicta suele negar o minimizar los problemas causados por su adicción.
  4. Las adicción genera consecuencias para la salud física y mental, además que deteriora las relaciones sociales y el desempeño laboral.

 

¿Qué causa la adicción?

Las causas de la adicción son multifactoriales y aún no se comprenden completamente. Sin embargo, se han identificado varios factores de riesgo, entre ellos:

  1. Factores genéticos: La predisposición genética puede aumentar el riesgo de desarrollar una adicción.
  2. Factores ambientales: La exposición a sustancias adictivas, el estrés, el trauma y la falta de apoyo social pueden desencadenar una adicción.
  3. Factores psicológicos: Personalidad, trastornos de la personalidad y problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad pueden aumentar la vulnerabilidad

 

Tipos de adicción

Las adicciones pueden clasificarse en dos grandes grupos de tipos: aquellas que dependen de sustancias químicas, conocidas como drogodependencias, y aquellas donde el objeto del consumo se orienta a actitudes, comportamientos, relaciones con personas u objetos, conocidas como adicciones comportamentales o conductuales.

 

Adicciones a sustancias

Estas son las adicciones más conocidas y se caracterizan por el consumo compulsivo de sustancias químicas que alteran el funcionamiento del cerebro. Algunos ejemplos incluyen: Alcohol, nicotina, cocaína, heroína, marihuana, anfetaminas, éxtasis.

Adicciones conductuales

Se caracterizan por la participación compulsiva en actividades o comportamientos, a pesar de las consecuencias negativas. Algunos ejemplos incluyen: ludopatía, adicción al sexo, adicción a la comida, adicción a las compras, adicción a internet y a las redes sociales.

Antes de llegar a la adicción, cuando una persona consume una droga o realiza una actividad con frecuencia, su cuerpo y mente se acostumbran a ella. Lo que puede llevar a dos situaciones:

  1. Tolerancia: Necesitad de aumentar el uso o proporción de la sustancia o actividad para sentir el mismo efecto.
  2. Dependencia: Al dejar de consumir o realizar esa actividad, se experimentan síntomas desagradables, como ansiedad, irritabilidad o incluso síntomas físicos.

El consumo de sustancias o la práctica de ciertos comportamientos puede evolucionar a lo largo del tiempo. Inicialmente, puede comenzar como un uso ocasional y sin consecuencias significativas. Sin embargo, con el tiempo, este consumo puede convertirse en abuso y, eventualmente, en dependencia. A continuación, se describen sus diferencias:

  1. Uso: Consumo ocasional sin consecuencias negativas significativas.
  2. Abuso: Consumo que genera consecuencias negativas para la persona o su entorno.
  3. Dependencia: Pérdida de control sobre el consumo, con una fuerte necesidad de la sustancia o actividad y la aparición de síntomas de abstinencia.

 

¿Cómo se trata una adicción?

El tratamiento para una adicción es un proceso complejo que requiere un enfoque multidisciplinario, donde es importante valorar diferentes variables, como el tipo de adicción, la edad, la ubicación geográfica, el sexo de la persona. Las opciones para poder intervenir pueden incluir:

 

 

  1. Desintoxicación: Proceso de eliminación de la sustancia adictiva del organismo.
  2. Terapia conductual: Técnicas como la terapia cognitivo-conductual ayudan a los pacientes a modificar sus pensamientos y comportamientos.
  3. Medicamentos: Algunos medicamentos pueden ayudar a reducir los síntomas de abstinencia y a prevenir la recaída.
  4. Grupos de apoyo: Algunos grupos ofrecen un espacio seguro para compartir experiencias y recibir apoyo.

 

Prevención

El objetivo principal de la prevención es proteger a las personas de los riesgos asociados al consumo abusivo de sustancias y otras conductas adictivas. Esto implica no solo evitar que las personas inicien el consumo, sino también prevenir que un consumo ocasional se convierta en un problema crónico y que afecte negativamente su vida y la de quienes les rodean.

Estas estrategias pueden estar dirigidas a la población en general (prevención universal), a grupos específicos con mayor riesgo (prevención selectiva) o a individuos que ya han iniciado el consumo (prevención indicada). Algunas de las medidas a tomar en esta fase preventiva son:

Educación Informar a los jóvenes sobre los riesgos del consumo de sustancias y los comportamientos adictivos.
Fortalecimiento de habilidades sociales Desarrollar habilidades como la comunicación, la resolución de problemas y la autoestima puede ayudar a prevenir la adicción.
Promoción de estilos de vida saludables Fomentar la actividad física y una alimentación saludable puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar una adicción.

 

Referencias

Apud, I., & Romaní, O. (2016). La encrucijada de la adicción. Distintos modelos en el estudio de la drogodependencia. Salud y drogas, 16(2), 115-125.

Becoña, E. (2016). La adicción “no” es una enfermedad cerebral. Papeles del psicólogo, 37(2), 118-125.

Lara, P. T., & Takahashi, H. (1999). ¿Qué es la adicción? Liberaddictus.

 

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga

Toma de decisiones: El recorrido de una elección

La toma de decisiones es una habilidad fundamental que permea nuestra vida diaria. Desde elegir qué desayunar hasta tomar decisiones profesionales importantes, estamos constantemente evaluando opciones y seleccionando un curso de acción. Pero, ¿qué procesos mentales intervienen en esta acción aparentemente sencilla? ¿Cómo podemos tomar mejores decisiones?

 

 

¿Qué es la toma de decisiones?

La toma de decisiones es un proceso cognitivo complejo que implica evaluar diferentes alternativas, sopesar sus posibles consecuencias y seleccionar la opción que mejor se ajusta a nuestros objetivos y valores. Es un proceso que se ve influenciado por una variedad de factores, tanto internos como externos.

Factores que influyen en la toma de decisiones

Emocionales Las emociones pueden sesgar las decisiones, haciendo que elijamos opciones que nos hacen sentir bien a corto plazo, aunque no sean las mejores a largo plazo.
Cognitivos Las creencias, valores, conocimientos y experiencias previas influyen en cómo percibimos las situaciones y en las opciones que se tienen en consideración.
Sociales La presión social, las opiniones de los demás y las normas culturales pueden influir en las elecciones.
Contextuales El contexto en el que se toma una decisión puede afectar significativamente el resultado.

Modelos de toma de decisiones

 

Existen diversos modelos que intentan explicar cómo tomamos decisiones. Algunos de los más conocidos son:

 

 

  1. Modelo racional: Asume que las personas toman decisiones de manera lógica y objetiva, evaluando todas las opciones posibles y seleccionando la que maximiza el beneficio.
  2. Modelo heurístico: Propone que las personas utilizan atajos mentales (heurísticos) para tomar decisiones de manera rápida y eficiente, aunque esto puede llevar a errores y sesgos.
  3. Modelo de toma de decisiones basado en prospectos: Este modelo sugiere que las personas tienden a ser más sensibles a las pérdidas que a las ganancias, lo que puede influir en sus decisiones.

 

Cómo tomar mejores decisiones

Aunque puede haber muchas variaciones en el marco de toma de decisiones, es importante que tengas en cuenta los siguientes aspectos:

  1. Identifica tus valores, creencias y sesgos cognitivos para tomar decisiones más alineadas con tus objetivos.
  2. Antes de tomar una decisión, investiga y recopila toda la información relevante.
  3. No te límites a las primeras opciones que se te ocurran, contempla las alternativas.
  4. Piensa en las posibles consecuencias a corto y largo plazo de cada opción.
  5. Pondera los datos a favor y en contra de cada alternativa. Identifica los posibles inconvenientes en relación con las posibles recompensas.
  6. Una vez que has tomado una decisión, ¡actúa! Desarrolla un plan de proyecto relacionado con tu decisión, para hacer que está sea tangible y alcanzable.
  7. No tengas miedo a equivocarte: Los errores son parte del proceso de aprendizaje.

 

Referencias

Evans, M. I. V. (2006). El proceso de toma de decisiones como un espacio para el aprendizaje en las organizaciones. Revista Ciencias Estratégicas, 14(16), 153-169.

Gomez, H. (2011). Toma de decisiones.

Loy, I., Sierra, S. C., Andreu, F. A., Peña, P. S., Bernardo, I. Á., & Fernández, J. M. (2009). La toma de decisiones como proceso psicológico general: la supuesta excepción de la psicología experimental del condicionamiento. Revista de Historia de la Psicología, 30(2), 195-206.

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga.

Disciplina en entornos deportivos: Un pilar fundamental

La disciplina en el deporte es mucho más que simplemente seguir reglas. Es un conjunto de valores, hábitos y actitudes que permiten a los deportistas alcanzar su máximo potencial y disfrutar plenamente de la práctica deportiva.

 

 

 

La disciplina en el deporte se puede definir como la capacidad de:

  1. Cumplir con las reglas y normas establecidas: Tanto las oficiales como las propias del equipo o disciplina.
  2. Seguir un entrenamiento riguroso: Asistir a las prácticas, realizar los ejercicios y cumplir con los objetivos planteados.
  3. Controlar las emociones: Mantener la calma bajo presión y manejar la frustración de manera adecuada.
  4. Trabajar en equipo: Colaborar con los compañeros y respetar las decisiones del entrenador.

 

La disciplina en los ambientes de actividad física está influenciada por diversos factores, entre ellos la orientación a las metas y el clima motivacional. Diferentes estudios han demostrado que los deportistas orientados a la tarea y que perciben un clima motivacional centrado en el aprendizaje son más propensos a mostrar un comportamiento disciplinado.

Por el contrario, un clima motivacional orientado al ego, centrado en la competencia y la evaluación, tiende a fomentar conductas indisciplinadas. Esto se debe a que la orientación a la tarea fomenta una motivación intrínseca y el clima motivacional orientado a la tarea crea un ambiente propicio para el desarrollo de habilidades sociales y la colaboración, que permiten:

 

  1. Alcanzar un nivel de excelencia deportiva más alto.
  2. Fomentar valores como el respeto, la perseverancia, el compromiso y la autodisciplina.
  3. Seguir las indicaciones del entrenador y cuidar el cuerpo, se reducen las posibilidades de sufrir lesiones.
  4. Crear un ambiente de trabajo positivo y colaborativo.

 

La disciplina no solo influye en el rendimiento deportivo, sino que también tiene un impacto significativo en el desarrollo personal de los individuos. Estudios han demostrado que los deportistas disciplinados tienden a tener una mayor autoestima, una mejor capacidad para manejar el estrés y una mayor satisfacción con la vida en general. Partiendo de esos beneficios y para fomentar su entrenamiento es fundamental:

  1. Establecer metas claras y alcanzables, donde los objetivos sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y delimitados en el tiempo (SMART).
  2. Generar un clima de confianza y respeto, donde los deportistas se sientan motivados a dar lo mejor de sí mismos.
  3. Ofrecer feedback constructivo para que los deportistas identifiquen sus fortalezas y áreas de mejora.
  4. Reconocer los avances y los éxitos motiva a los deportistas a seguir trabajando duro.

A través de la disciplina y el compromiso, no solo los deportistas pueden adquirir valiosas habilidades como la organización, la responsabilidad y la autoestima. Como se evidencia en el artículo, actividades cómo el deporte, fomentan la perseverancia y búsqueda de la excelencia, permitiendo a los individuos alcanzar sus metas y construir un futuro más prometedor.

 

 

Referencias

Jiménez, C. (2020). La disciplina en el deporte.

Moreno, J., Alonso, N., Martínez, C., & Cervelló, E. (2005). Motivación, disciplina, coeducación y estado de flow en educación física: Diferencias según la satisfacción, la práctica deportiva y la frecuencia de práctica. Cuadernos de Psicología del Deporte, 5(1-2).

Ursino, D., Abal, F., Cirami, L., & Barrios, R. (2020). La evaluación del rendimiento deportivo en psicología del deporte: una revisión sistemática.

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga

Resiliencia ¿Cómo superar momentos difíciles?

El ser humano cuenta con una capacidad de adaptarse y recuperarse de situaciones difíciles, traumas, adversidades y estrés significativo. Y es que todos enfrentamos desafíos en la vida, pero dicha capacidad para superar estos momentos de dificultad y salir fortalecidos es lo que define la resiliencia.

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia no significa evitar el dolor o la dificultad, sino aprender a enfrentarlos de manera efectiva y adaptarse a las circunstancias adversas. Las personas resilientes no sólo sobreviven a las crisis, sino que a menudo crecen y se desarrollan a través de ellas. La resiliencia implica una combinación de factores internos y externos, incluyendo una mentalidad clara, habilidades de afrontamiento, y una red de apoyo sólida.

Estrategias para desarrollar la resiliencia

Desarrollar resiliencia puede requerir cambios graduales y pequeños en aspectos como actitud ante la vida y una autoevaluación cuidadosa. Tal vez pueda comenzar este cambio por sí mismo, no obstante, un terapeuta o profesional de la salud también puede ayudarle.

 

 

  • Entender que el cambio es una parte inevitable de la vida. Aceptar lo que no se puede cambiar y centrarse en lo que se puede controlar ayuda a reducir el estrés.
  • Mantener una perspectiva optimista, aunque realista, puede ayudar a ver las oportunidades en medio de las dificultades. El optimismo no significa ignorar los problemas, sino enfrentarlos con una mejor actitud.
  • Mantener relaciones cercanas y de apoyo con amigos, familiares y colegas puede proporcionar un amortiguador emocional durante los tiempos difíciles.
  • No dude en buscar apoyo profesional si lo necesita. Los psicólogos pueden ofrecer estrategias y apoyo integral para hacerle frente a la situación problemática.
  • Mantener una buena salud física a través de la alimentación equilibrada, el ejercicio regular y el sueño adecuado puede fortalecer la capacidad para manejar el estrés.
  • Practicar técnicas de relajación, como la meditación y el yoga, y hacer tiempo para actividades que disfrutas puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar general.

 

Desarrollar habilidades de afrontamiento

La resiliencia es una habilidad, aunque algunas personas parecen ser naturalmente más resilientes, todos podemos entrenar esta capacidad a través de estrategias conscientes y prácticas, para ello puedes:

 

 

 

  • Abordar los problemas de manera directa y efectiva, desarrollando estrategias de solución de problemas y estableciendo objetivos alcanzables.
  • Aprender a gestionar las emociones a través de técnicas como la atención plena (mindfulness) y la regulación emocional puede ayudar a mantener la calma y la claridad en situaciones de estrés.
  • Identificar valores y establecer metas significativas puede proporcionar un sentido de propósito y dirección.

Para algunas personas, la espiritualidad o una filosofía de vida coherente puede proporcionar un marco de referencia que ayuda a enfrentar las adversidades.

Referencias

Coronado, J., & Pírela, R. (2020). Niveles de resiliencia y estrategias de afrontamiento: reto de las instituciones de educación superior. Revista electrónica interuniversitaria de formación del profesorado, 23(3).

Pérez, P., Pérez, H., & Guevara, G. (2022). Factores de riesgo y desarrollo de resiliencia en adolescentes. Revista Científica UISRAEL, 9(2), 23-38.

 

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga

Por nuestros hijos. Concertando acuerdos tras una separación

En las últimas décadas, el modelo familiar ha experimentado transformaciones significativas. El divorcio, antes un tema tabú, se ha convertido en una realidad cada vez más común. En Colombia, por ejemplo, se han registrado un promedio anual de 23.334 separaciones entre 2016 y 2023. Ante este escenario, resulta evidente la necesidad de brindar acompañamiento a las familias que atraviesan este proceso, con el objetivo de minimizar el impacto negativo, especialmente en los niños.

La separación conyugal, lejos de ser un estigma, se ha posicionado como una opción viable para resolver conflictos familiares como la violencia intrafamiliar, la falta de comunicación y otros problemas que afectan la dinámica familiar.

 

 

Cuando la decisión de separarse es tomada de mutuo acuerdo, se facilita un proceso más pacífico y menos traumático para todos los involucrados, en particular para los hijos. Al aceptar la nueva realidad familiar, los niños tienen mayores posibilidades de adaptarse a los cambios y construir relaciones saludables con ambos padres.

 

El impacto de la separación en los hijos e hijas

La separación conyugal es un evento que genera un profundo impacto emocional tanto en los padres como en los hijos. La ruptura de la pareja implica una serie de cambios significativos que pueden desencadenar sentimientos de ansiedad, estrés, tristeza y confusión en todos los miembros de la familia.

 

La inestabilidad emocional de los padres, a su vez, influye directamente en el bienestar psicológico de los niños, quienes experimentan una serie de ajustes y desafíos en diferentes ámbitos de la vida, como:

Psicoemocionales

 

Sentimientos de:

 

–          Abandono por no entender qué está pasando y por qué abandona uno de los progenitores el hogar.

–          Frustración e impotencia por todos los cambios de rutina que ocurren en la vida diaria.

–          Culpabilidad si no se les ha explicado claramente la causa de la separación.

–          Rechazo hacia los padres porque les dedican menos tiempo (el ausente porque no está y el presente porque tiene que asumir obligaciones que anteriormente se compartían entre ambos cónyuges), etc.

 

El malestar emocional del niño se manifiesta en:

 

–          Problemas emocionales: irritabilidad y llanto o incluso cuadros de ansiedad y depresión.

–          Somatizaciones: que pueden ser de tipo gastrointestinal (vómitos, diarrea, estreñimiento, gastralgia), neurológico (tics nerviosos, balanceo, regresión en el neurodesarrollo), dermatológico (eccema, aftas, empeoramiento del acné).

–          Problemas de comportamiento: desobediencia, agresividad, consumo de tóxicos.

–          Trastornos de eliminación: enuresis, encopresis, sobre todo en los niños más pequeños.

–          Trastornos del sueño: tanto de iniciación como de mantenimiento.

–          Accidentes: mayor propensión a sufrirlos debido tanto a la falta atencional que se observa cuando hay problemas emocionales, como por una conducta impulsiva que suele haber cuando hay problemas de comportamiento.

Académicas Presentan problemas de concentración y atención que acaba afectando el rendimiento académico.
Sociales Cambios en las relaciones con miembros de la familia extensa, como son los abuelos, tíos, primos, etc. Cuando es una separación conflictiva pueden quedar dañados los lazos afectivos con una rama familiar, o ser muy tensa.
Económicas Conlleva una disminución de ingresos económicos que algunas veces puede llegar a ocasionar situaciones de pobreza no permitiendo una adecuada alimentación o tener acceso al necesario material escolar, mientras en otras ocasiones el niño sufrirá una cierta exclusión social al no poder ya asumirse actividades de ocio u actividades extraescolares anteriormente asumibles.

A veces los padres tienen que aumentar las horas diarias de

trabajo para mantener el mismo estatus social. Otras veces, el padre que no tiene la guarda y custodia deja de ayudar económicamente a los hijos creando la necesidad que el otro progenitor tenga que trabajar más horas fuera del hogar. Ambas situaciones suelen aumentar la sensación de abandono en los hijos.

Como hacer de la separación un proceso amable.

Para minimizar el impacto emocional de la separación en los niños, es esencial que los padres se preparen adecuadamente antes de hablar con ellos. Ambos deben estar de acuerdo en cómo comunicar la noticia y en cómo abordar las preguntas y preocupaciones de sus hijos.

 

Es importante elegir un momento tranquilo y privado para esta conversación, brindar un entorno emocionalmente seguro y asegurarse de que los niños se sientan escuchados y comprendidos, recordando que frente a esta situación los hijos e hijas pueden necesitar:

  • Sentir que son amados: Ambos padres deben asegurar a sus hijos que los aman y que siempre estarán ahí para ellos.
  • Estabilidad: Es importante mantener rutinas y horarios lo más estables posible.
  • Honestidad: Los padres deben explicar la separación a los hijos de una manera adecuada a su edad y evitando culpas.
  • Apoyo profesional: Si los niños muestran signos de dificultad para adaptarse a la nueva situación, es recomendable buscar ayuda de un psicólogo infantil.

Puntos clave a considerar

  1. Se debe determinar quién tendrá la custodia de los hijos y establecer un régimen de visitas para el otro progenitor.
  2. Es fundamental establecer canales de comunicación claros y respetuosos para discutir temas relacionados con los hijos, evitando culpas y reproches.
  3. Definir quién tomará las decisiones importantes sobre la educación, salud y bienestar de los hijos.
  4. Establecer acuerdos sobre cómo se repartirán los gastos relacionados con los hijos, como alimentación, educación y actividades extraescolares.
  5. Si los hijos cambian de colegio o de casa, es importante planificar la transición de manera cuidadosa para minimizar el impacto en su vida.
  6. Los acuerdos deben ser flexibles y adaptables a las necesidades cambiantes de los hijos.
  7. Los hijos no deben sentirse presionados a tomar partido o a ser intermediarios entre sus padres.

La separación de una pareja puede ser un proceso doloroso, pero con una buena comunicación y la voluntad de cooperar, los padres pueden establecer acuerdos que beneficien a sus hijos. Al priorizar el bienestar de los niños y buscar ayuda profesional si es necesario, es posible minimizar el impacto negativo de la separación en sus vidas.

 

Referencias

Gómez, C., Lopera, E., y Rodríguez, A. (2020). Separación conyugal, efectos en la salud mental de los hijos. Poiésis, (38), 107-129.

López, S. (2009). El sistema familiar ante el divorcio: factores de riesgo y protección y programas de intervención. Cultura y Educación, 21(4), 391–402.

Roizblatt, A., Leiva, V., & Maida, A. (2018). Separación o divorcio de los padres. Consecuencias en los hijos y recomendaciones a los padres y pediatras. Revista chilena de pediatría, 89(2), 166-172.

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga

Honrar la memoria: Transitar el camino del duelo y la pérdida

El duelo es una respuesta natural y emocional ante la pérdida de alguien o algo significativo en nuestras vidas. Puede ser uno de los desafíos más difíciles que enfrentamos, pero entender el proceso y aprender cómo afrontarlo puede ayudarnos a navegar este doloroso camino.

En este artículo, exploraremos qué es el duelo, las etapas que lo componen y estrategias efectivas para afrontarlo.

 

¿Qué es el Duelo?

Es el proceso de adaptación emocional que ocurre después de una pérdida.

Puede ser provocado por la muerte de un ser querido, pero también puede surgir tras otras pérdidas significativas, como el fin de una relación, la pérdida de un empleo, o la pérdida de salud. Este proceso es una experiencia única y personal; no hay una forma correcta o incorrecta de vivirlo, y cada persona lo experimenta de manera diferente.

Existe un modelo propuesto por la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross para entender el proceso del duelo, el cual se encuentra compuesto por cinco etapas. Aunque no todas las personas pasan por estas etapas de manera lineal, ni experimentan todas ellas, el modelo proporciona una estructura útil para comprenderlo:

 

Negación

Esta es la primera reacción a la pérdida. La negación actúa como un mecanismo de defensa temporal, ayudando a amortiguar el impacto inmediato. Durante esta etapa, la realidad de la pérdida puede ser difícil de aceptar.

Ira

A medida que la realidad de la pérdida se asienta, la negación cede paso a la ira. Esta ira puede dirigirse hacia uno mismo o hacia otras personas.

Negociación

En esta etapa, las personas a menudo intentan negociar con una fuerza mayor para revertir la pérdida. Pueden surgir pensamientos como “Si solo hubiera hecho algo diferente…”

Depresión

La tristeza profunda y la depresión son respuestas naturales a una pérdida significativa. Durante esta etapa, las personas pueden sentir una profunda sensación de vacío y desesperanza.

Aceptación

Finalmente, la aceptación implica reconocer la realidad de la pérdida y comenzar a adaptarse a la vida sin la persona o cosa perdida. No significa que el dolor haya desaparecido, sino que la persona ha encontrado una manera de seguir adelante.

Afrontar el duelo puede ser desafiante, pero hay varias estrategias que pueden ayudar a manejar el proceso:

  1. Es importante permitirte experimentar y expresar tus emociones. Llorar, sentir tristeza, rabia o confusión es una parte normal del duelo. No te apresures a “superar” la pérdida.
  2. Hablar con amigos, familiares o un terapeuta puede proporcionar un valioso apoyo emocional. Compartir tus sentimientos puede ayudarte a procesar la pérdida.
  3. Mantener una rutina regular, comer bien, hacer ejercicio y descansar lo suficiente son aspectos cruciales para el bienestar físico y emocional durante el duelo.
  4. Encontrar formas significativas de recordar y honrar a la persona o cosa perdida puede ser terapéutico. Esto puede incluir rituales, memoriales o simplemente reflexionar sobre los buenos recuerdos.
  5. Aunque el duelo puede hacer que te sientas solo, intenta mantenerte conectado con tu red de apoyo. El aislamiento puede intensificar el dolor emocional.
  6. Si el duelo se siente abrumador y afecta significativamente tu vida diaria, considerar la ayuda de un profesional de la salud mental puede ser beneficioso. Terapias como el duelo guiado pueden ofrecer estrategias específicas y apoyo durante este difícil proceso.

El duelo no tiene un marco de tiempo específico. Cada persona sana a su propio ritmo. Sé amable y paciente contigo mismo mientras atraviesas este proceso.

El duelo es una experiencia profundamente personal, compleja y difícil de enfrentar. No obstante, entender las etapas por las cuales se puede transitar y apropiarse de las estrategias para afrontarlo puede proporcionar una hoja de ruta para afrontar este proceso emocional.

Recuerda, no estás solo y puedes buscar apoyo si así lo requieres. Cuidar de ti mismo puede ser de ayuda para encontrar una manera de seguir adelante, honrando la memoria de lo que has perdido mientras avanzas hacia un nuevo capítulo en la vida.

Referencias

American Psychological Association. (2021). Grief: Coping with the loss of your loved one. https://www.apa.org/topics/families/grief

Fernández, J. & Gómez, M. (2022). Resiliencia y duelo ante la pérdida de un ser querido: Una revisión sistemática. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 27(2), 129-139.

Flórez, S. (2002). Duelo. Anales del sistema sanitario de Navarra. 25, 77-85.

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga.