Entrena tu escucha activa
La escucha activa es la habilidad de atender con concentración para evitar las distracciones del ambiente enfocándose en comprender las palabras e ideas que expresa el interlocutor a través de gestos, posturas, sonrisas, miradas, silencios, etcétera. En la escucha activa es primordial que el oyente comprenda, responda y luego recuerde lo que se le dice, para que de esta manera pueda reflejar por medio de gestos y reacciones que verdaderamente está atento a lo que la otra persona le está comunicando.
Existen cuatro tipos de escucha activa:
- Escucha Atencional: Consiste en enfocarse en un estímulo para conseguir información y participar de forma activa. Esta se suele usar, por ejemplo, cuando escuchamos un mensaje por teléfono o cuando seguimos instrucciones.
- Escucha Analítica: Consiste en analizar lo escuchado para poder dar solución a algo, es decir, el objetivo de esta escucha es ordenar secuencias, descubrir detalles, constituir comparaciones, diferenciar realidad y fantasía, diferenciar entre hecho y opinión, hacer deducciones, fundar ideas importantes, entre otras.
- Escucha Apreciativa: Se realiza con el objetivo de recrearse con lo que se escucha, por ejemplo cuando escuchamos música, una conversación interesante, un podcast o cualquier cosa siempre y cuando no tenga la intencionalidad de responder a preguntas sobre ello.
- Escucha Marginal: Está presente cuando la persona se centra en una actividad en particular mientras escucha otros estímulos auditivos del entorno, por ejemplo cuando leemos, escribimos o estudiamos mientras escuchamos música.
Y tú, ¿sabes escuchar activamente? Te reto a que recuerdes la última conversación que tuviste y responde estas preguntas: ¿Qué decía la otra persona? ¿Tenías interés en lo que la otra persona estaba comunicando? ¿Evitabas hacer alguna otra cosa aparte de escucharle? ¿Le mirabas a los ojos?. Y si hablabas por teléfono, ¿Llevabas el hilo de la conversación?. Si alguna de tus respuestas fue negativa podrías considerar la idea de entrenar tu escucha activa ya que esta puede evitar malos entendidos, aumentar tu productividad, permitir relacionarse de mejor manera con las personas, conocerlas mejor, ganar confianza, crear amistades y promover el buen trabajo en equipo.
Para entrenarte en escucha activa te proponemos algunas estrategias que podrías utilizar:
- Presta atención a lo que el interlocutor te está comunicando y deja tus comentarios para el momento en que él termine la idea
- Demuestra al interlocutor el interés y la disposición para escucharlo mediante movimientos afirmativos de cabeza, pronunciando palabras del estilo de “sí, sí”, “ya veo”, resumiendo y confirmando las afirmaciones de quién nos trasmite el mensaje.
- Cuando sientas molestia, estés enojado o en estados de ira, dile al interlocutor que “no es un buen momento” y que retomarán la conversación cuando estés en disposición de escuchar con objetividad..
- Argumenta y da tu opinión crítica únicamente cuando sea necesario, de lo contrario el interlocutor podría ponerse a la defensiva, lo cual puede provocar ruptura de la comunicación.
- Pregunta lo que consideres necesario ya que además de demostrar que estás escuchando, le ayudas al interlocutor a desarrollar sus puntos de vista con mayor amplitud.
Finalmente ten presente que la buena escucha es la base para una oportuna comunicación y esto te puede ayudar a nivel laboral, académico y con las relaciones que tengas con otras personas a lo largo de tu vida. Recuerda, nunca es tarde para entrenarnos en esta habilidad.
Para aprender más: https://www.fesc.edu.co/Revistas/OJS/index.php/convicciones/article/view/272/311
Laura Vanessa Gonzalez Acero
Practicante de psicología en ASCOFAPSI