Para la mayoría de las personas, la navidad se relaciona con emociones positivas, caras sonrientes, reconciliaciones y cenas familiares, pero de lo que pocos hablan es que en ésta época no siempre desaparece la tristeza o la depresión y que algunas personas no sentirán la misma felicidad que, se supone, se debe sentir en estas festividades, es allí cuando se presenta una presión social tan fuerte que, prácticamente, nos vemos obligados a estar felices, o al menos simularlo.
La tristeza, la ansiedad o el mal humor en estas fechas pueden aparecer por distintos factores como por ejemplo la pérdida de un ser querido, estar desempleado, tener escasez económica, haber pasado por una ruptura amorosa recientemente, entre otros. Adicional, las personas que tienen recuerdos negativos de navidades pasadas no las suelen disfrutar en la actualidad debido a que la memoria de los sujetos se adapta a las situaciones contextuales, por ejemplo, las festividades navideñas evocan en cada persona recuerdos activados por la comida, las celebraciones, las canciones y los adornos.
Esto se puede evidenciar en el Trastorno Afectivo Estacional el cual se define como la presencia de episodios depresivos recurrentes en una época determinada del año, en este caso la navidad, y se van por completo cuando las festividades se acaban. Pensemos en un ciclo que no deja de repetirse, al tener constantes detonantes que activan una sensación desagradable, ésta reforzará el recuerdo y continuará guardándose con esa emoción, de esta manera en cada Navidad los estímulos evocarán eso que hemos guardado de ellas.
Para tener una navidad más sana emocionalmente te sugerimos realizar las siguientes recomendaciones:
- Ajusta tus expectativas: Piensa en la Navidad como una época normal, como cualquier otra del año, con sus ventajas y sus inconvenientes, recuerda que es una época muy breve y que en menos de lo pensado ya la habrás atravesado sin haberlo notado.
- Pon tus límites: No te obligues a participar en todos los eventos por presión social, esto lo puedes hacer comunicando a los demás, de manera asertiva, por qué no quieres participar en ciertas cosas, de esta manera lo entenderán y pasarás la época con más tranquilidad.
- Mantén tus rutinas agradables: En las vacaciones y las fiestas solemos cambiar nuestras rutinas y horarios, pero no hay motivo para abandonar aquellas cosas que más nos gustan en nuestro día a día. Incorpora pequeños momentos de disfrute en solitario o en pareja, que te harán sentir mejor y atravesar con más fuerza las fiestas.
- Concéntrate más en los aspectos positivos ya que si mantienes expresando tu frustración por la Navidad, tan solo harás que esta sea más importante en tu vida, aunque no del modo en el que te gustaría. Cada queja estará reforzando el pequeño ritual de dejar claro tu desagrado por estas fechas, el cual a la vez te mantendrá en ese malestar.
Si pese a todo lo anterior te sientes desbordado, apóyate en personas de confianza para expresarles cómo te estás sintiendo, y en dado caso, si consideras que hay temas que te cuesta manejar, pide ayuda a un profesional en salud mental.
Para saber más:
Laura Vanessa Gonzalez Acero
Practicante de psicología en ASCOFAPSI