Criando con Amor: Dile No a la Violencia

Criando con Amor: Dile No a la Violencia

A poco de cumplir 2 años de sancionada la Ley 2089 de 2021 conocida como “Ley anti chancleta”, la cual prohíbe el castigo físico como un método para corregir el mal comportamiento de niños y niñas, en una audiencia pública realizada por el ICBF en enero de 2023, se revisaron los avances de la implementación de dicha Ley. Según el ICBF, la Estrategia Nacional Pedagógica y de Prevención del castigo físico, los tratos crueles, humillantes o degradantes ya ha sido apropiada en los 32 departamentos del país, a través de la gestión del conocimiento, fortalecimiento de capacidades, participación e incidencia social. No obstante, según las cifras de Medicina Legal, entre enero y noviembre del 2022 se presentó un incremento en las acciones violentas contra menores de edad respecto al mismo periodo del 2021. Lo que hace evidente el establecimiento de rutas de intervención particular y acompañar a las familias para darles todas las herramientas de crianza sin violencia. Basados en este contexto, hoy hablaremos acerca de crianza respetuosa, donde se explora por qué el uso de la violencia en la crianza es una estrategia negativa y cómo se puede optar por prácticas de cuidado alternativas que fomenten el respeto y la dignificación de la infancia.

Dile NO a la Violencia

La violencia en la crianza, ya sea física o verbal, puede tener consecuencias profundas y negativas en el desarrollo emocional y psicológico de los niños. En la que se pueden evidenciar algunas consecuencias como:

– Daño emocional: Los niños que experimentan violencia pueden desarrollar problemas emocionales, como ansiedad, depresión y baja autoestima.
– Reproducción de patrones: Los niños tienden a repetir patrones de comportamiento que aprenden en casa, lo que puede perpetuar la violencia en generaciones futuras.
– Problemas de comportamiento: La violencia puede manifestarse en problemas de comportamiento, como agresión o aislamiento social.

En la ponencia Crianza Respetuosa: Hacia una parentalidad centrada en las niñas y los niños se indica que la crianza respetuosa, también conocida como crianza consciente o crianza con apego, es un enfoque de crianza que se centra en el respeto hacia los niños como individuos autónomos, en el que se buscar el fortalecimiento de la relación afectiva entre padres e hijos en donde a estos últimos se les respetan sus derechos y necesidades emocionales y se les reconoce y atiende de manera respetuosa.

Algunos principios clave de la crianza respetuosa incluyen:

– Fomentar un apego seguro, lo que significa establecer una conexión emocional fuerte y segura entre los padres y los hijos. Esto se logra a través del contacto físico, la atención a las necesidades emocionales y la respuesta sensible a las señales del niño.

– Promover una comunicación abierta y respetuosa con los niños, escuchando sus pensamientos y sentimientos sin juzgar.

– Permitir que los niños desarrollen su autonomía y tomen decisiones apropiadas para su edad. Esto incluye permitirles explorar su entorno de manera segura. Utilizando un enfoque de educación positiva en lugar de recurrir al castigo. Esto implica reforzar el comportamiento deseado y enseñar habilidades de resolución de problemas.

– Crianza Basada en el Respeto Mutuo: la cual se basa en el respeto mutuo entre padres e hijos, donde ambos se tratan con dignidad y consideración.

Este tipo de crianza busca crear un ambiente de seguridad emocional y confianza que permita un desarrollo saludable de los niños, al mismo tiempo que fortalece los lazos entre padres e hijos. Se trata de criar a los hijos de manera amorosa, atenta, reconociendo y respetando sus necesidades individuales y fomentando su crecimiento emocional y personal y se funda en el amor, la empatía y el respeto mutuo.
A continuación, se establecen una serie de pautas que puedes instaurar en tu hogar para promover cambios positivos en las dinámicas de crianza:

– Instaura una comunicación abierta: Escucha a tus hijos y dales espacio para expresar sus sentimientos y pensamientos.
– Establece límites claros: Generando acuerdos de comportamiento y cuáles son las consecuencias que puede acarrear el no respetar lo pactado, evitando recurrir a la violencia física o verbal.
– Sé un modelo de comportamiento positivo: Los niños aprenden más de lo que ven que de lo que se les dice. Es por ello que la mejor instrucción es tu propio comportamiento.

La crianza respetuosa es un camino hacia la formación de niños emocionalmente saludables y responsables. Al decir “No” a la violencia y optar por prácticas de cuidado alternativas, estamos construyendo un futuro mejor para nuestros hijos y la sociedad en su conjunto. Juntos, podemos criar con amor y respeto, y ser agentes de cambio positivo en la vida de nuestros seres queridos. ¡Comencemos hoy mismo!

 

Referencias
Coto, M., & Cubillo, N. (2020). Crianza Respetuosa: Hacia una parentalidad centrada en las niñas y los niños. Estudios, (41), 428-450.
Lafita, L., & Cabrera, R. (2023). Efectividad del Proyecto Crianza Respetuosa para la promoción de bienestar psicológico en niños y adolescentes. Revista del Hospital

Psiquiátrico de La Habana, 20(2).

Enith Daniela Villota Guevara

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