Todos en algún punto hemos presentado miedo a la muerte, ya sea por un acontecimiento real o imaginario, sin embargo, éste miedo no es tan frecuente en personas sanas y jóvenes en comparación de las personas con una enfermedad seria o que tienen muchos años de vida, en ellos ronda el pensamiento de que la muerte puede llegar en cualquier momento generando ansiedad y en ocasiones depresión ya que se acercan a lo desconocido, al final de lo que se conoce como “real” y a la incertidumbre total.
Se pueden destacar siete razones por las que se puede generar ansiedad ante la muerte, estos son: la experiencia de morir en sí misma, miedo a pasar los últimos años de vida en un geriatrico, miedo a sentirse avergonzado y perder la dignidad, miedo a dejar de ser quien era, miedo a la soledad después de morir y a estar separados de los seres queridos, miedo a pasar los últimos días en un hospital y temor al fracaso.
La literatura reporta que las personas solemos afrontar el miedo a la muerte mediante dos formas, la primera se considera positiva en cuanto el miedo y la ansiedad a la muerte son prudenciales y esto puede conducir a que la persona valore mucho más la vida, la segunda se considera negativa en cuanto la idea de la muerte genera angustia y obsesión en la persona dando como resultado conductas agresivas y comportamientos poco adaptados a la norma y en algunos casos genera mayor probabilidad de estrés.
El proceso de afrontamiento está determinado por factores internos que hacen referencia a la forma de ser de la persona, algunos ejemplos son:
- Las personas buscadoras de emociones, a las cuales toman con mayor probabilidad riesgos, por lo que habrá una tendencia a una mayor tolerancia al hecho de morir.
- Las personas con una actitud optimista parecen tener un mejor manejo de los síntomas de enfermedades físicas ya que suelen estar centradas en buscar los lados positivos de la enfermedad.
Los factores externos son los recursos tangibles como la educación, el dinero, las creencias o religiones, el apoyo social o la existencia de diversos estresores simultáneos como dificultades económicas y problemas de pareja, estos pueden actuar de manera positiva o negativa en el proceso de afrontamiento.
A pesar de los distintos factores que puedan afectar el proceso de afrontamiento puedes seguir las siguientes recomendaciones para darle un mejor manejo a tu miedo o angustia por la muerte, sin embargo, recuerda que lo mejor es tener un acompañamiento psicológico para tu proceso.
- Acepta que la muerte hace parte de la vida y no puedes controlar cuándo ni dónde será, reconocer esto ayudará a que te centres más en tu vida, a que hagas cosas para sentirte orgulloso de ella y para reducir el miedo a morir.
- Vive en el aquí y el ahora, para ello puedes realizar ejercicios con tus actividades cotidianas, ya sea comer, tender la cama, lavar la loza o cepillarte los dientes, y concéntrate en cada uno de los movimientos que realizas, eso ayudará a que mantengas tu atención en el presente y evita que te angusties con la incertidumbre.
- Habla con naturalidad sobre la muerte y no trates de evitar el tema para que el temor que te genera se vaya disminuyendo. También puedes tomarte un minuto diario para repetir la palabra “muerte” de forma continua y al final notarás cómo va perdiendo su significado y sólo quedará un simple sonido.
Ten presente que el miedo a la muerte y todos los pensamientos que eso trae consigo, puede hacer que descuides tu vida y a los que te importen, afectando de manera negativa tu salud mental y física, no estás tarde para hacer algo por ti, y recuerda que está bien buscar ayuda.
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Para saber más:
https://www.youtube.com/watch?v=uNezGSdz5m0
Laura Vanessa Gonzalez Acero
Practicante de psicología en ASCOFAPSI