Prevención como foco de la Reforma de Salud

Según los resultados de la Encuesta de Percepción de los Usuarios del Ministerio de Salud y Protección Social entre 2020 y 2021, más de 15 millones de personas reportaron un regular y muy mal acceso al sistema de salud. Con miras a proponer una posible mejora al sistema de salud actual, el pasado 13 de febrero de 2023 el Gobierno Nacional, encabezado por el presidente Gustavo Petro y la ministra de Salud, Carolina Corcho, radicaron ante el Congreso de la República el proyecto de ley de Reforma a la Salud, cuyo objetivo es reestructurar el actual sistema de salud en Colombia.

Objetivo de la reforma

La reforma se rige por el objetivo de convertir a Colombia en potencia mundial de la vida, para ello, se propone un modelo compuesto por un conjunto de programas interrelacionados, cuya implementación es participativa y requiere modificaciones en cuanto a planteamientos y ejecución de políticas públicas. El foco es hacer que el sistema de salud tenga una mirada preventiva y predictiva, la cual es una propuesta que busca asegurar la igualdad en el trato y las oportunidades en el acceso de los usuarios, yendo desde la promoción y el mantenimiento de la salud hasta la muerte digna.

Algunos de los principales componentes de la Reforma son:

  1. Asignación territorial de equipos en salud.
  2. Instauración de redes integradas territoriales de salud por medio de los Centros de Atención Primaria (CAPS).
  3. Mejoramiento en la cantidad y capacidades del personal de salud.
  4. Soberanía sanitaria.
  5. Ejercicio de la inspección, vigilancia y control.

Con estos cambios, se buscaría lograr que cada persona y comunidad tengan un equipo de atención cercano que les permita sentirse protegidos y acompañados en su proceso de mantenerse saludables. Motivo por el cual, lo primero que se está planteando es la protección de la vida y la promoción de la salud.

Reforma y salud mental

Desde el campo psicológico, en la intervención clínica y de la salud se busca dar solución a los problemas de la salud mental de la comunidad. Para ello, es de gran relevancia el reconocimiento de estrategias óptimas y oportunas para la prevención y promoción en temas de salud integral (que incluye en sí misma la salud mental), con el fin de velar por el bienestar y la estabilidad emocional de las personas.

Es de resaltar que, en la intervención psicológica existen diversos enfoques que son aplicados de acuerdo a la formación del profesional y las necesidades de los consultantes. No obstante, se sugiere que, el ejercicio psicológico y las implementaciones y actividades de promoción y prevención, sean puestos a inspección, vigilancia y control con el fin de promover en el marco del modelo preventivo, una mejora en el sistema, tras la legitimación de prácticas eficientes y regidas por un criterio conceptual riguroso que sea beneficioso para la comunidad. 

Creación de CAP como medida oportuna

La implementación de los Centros de Atención Primaria (CAP), los cuales pretenden atender a los pacientes de manera permanente, brindando soluciones inmediatas de atención, con un tiempo no mayor a 24 horas, a través de una red de carácter público, privado y mixto, es una medida que busca resolver las problemáticas básicas de la población en cuanto a salud, dotadas con una perspectiva de prevención y promoción y no solo resolutiva en atención a la enfermedad. Por tal motivo, la actuación de los CAP estaría centrada en el trabajo directo con el paciente y personal sanitario (tanto a nivel individual como grupal) con el objetivo de sensibilizar y normalizar el tratamiento para la enfermedad mental desde los centros de salud, puesto que la atención primaria constituye la puerta de entrada al sistema de salud, al atender en primera instancia las diferentes dolencias físicas y problemas de salud mental que plantea la población.

Para que esta implementación se lleve a cabo, sería prioritario contar con espacios físicos adecuados que puedan brindar servicios de apoyo diagnóstico y terapéutico, además de una coordinación adecuada entre atención primaria y atención especializada para ofrecer una atención integral, de calidad y que vertebre una continuidad asistencial. 

En el ámbito de la salud mental, la apertura de estos centros, podría promover la promoción de estrategias preventivas que le den a la población herramientas útiles para la mejora de su calidad de vida, mediante el uso de la psicoeducación, en la que se despliegan actividades como charlas, talleres y capacitaciones, enfocadas en fortalecer la salud mental y generar un impacto positivo a nivel social.

A modo de conclusión

Ante una propuesta de Reforma a la Salud, con la implementación de ajustes radicales, es de esperar que se genere incertidumbre por el aparente cambio abrupto al sistema actual de salud, lo cual genera discusiones públicas y preocupaciones en torno a la calidad en la prestación del servicio. No obstante, te invitamos a que revises uno a uno los componentes de la Reforma e identifiques la relevancia de los apartados propuestos y las implicaciones que estos acarrean al ser ejecutados en la transformación al Sistema actual de Salud.

En las referencias encontrarás una presentación que realiza una comparativa entre las diferentes propuestas de reforma a la salud que proponen los diferentes actores políticos que enmarcan parte del Senado, para que puedas revisar y evaluar los diferentes puntos de vista. 

Referencias

Colombia, potencia mundial de la salud y la vida. https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/DE/cartilla-reforma-estructural-salud-msps-2023.pdf

Comparativo Reforma a la Salud: https://view.genial.ly/63ff08a5bdaf370018626850/presentation-comparativo-reforma-salud

CNN. (2023). Los puntos clave de la reforma a la salud de Petro en Colombia y sus críticas. https://cnnespanol.cnn.com/2023/02/14/reforma-salud-petro-colombia-principales-puntos-explainer-orix/

Voy a conocer mis emociones para comer de forma saludable

Según la Organización Mundial de la Salud  el exceso de peso en la población es un problema de salud pública, altamente prevalente a nivel mundial. Cabe mencionar que, el exceso de peso tiene causas multifactoriales que involucran aspectos psicosociales, nutricionales, fisiológicos y de activación física. Sin embargo, hoy nos centraremos en el rol que tienen las emociones frente a la elección, calidad y cantidad de la ingesta de alimentos. Por ejemplo, ¿te ha pasado que al sentirte triste, enfadado o frustrado, corres a buscar y consumir algún alimento de manera compulsiva? Esta práctica es común en la alimentación emocional, en la que se usa el alimento como mecanismo para “sentirse mejor”.

Dentro de los ambientes poblacionales con sobrepeso, se ha descrito el concepto del “comedor emocional” como aquel individuo que utiliza los alimentos como un mecanismo disfuncional para afrontar sus “emociones negativas” (ira, apatía, frustraciones, entre otras). Estas emociones suelen estar presentes en situaciones de alto estrés, lo que conlleva al aumento de la ingesta de alimentos llamados “reconfortantes”, como los altos en azúcares y grasas. 

Es importante mencionar que, la forma en que se regulan las emociones permite controlar la cantidad o calidad de los alimentos que se ingieren, siendo una estrategia efectiva para el control alimentario. Por tal razón, dentro de las iniciativas para el autocuidado, uno de los mayores retos es la modificación de hábitos que representan riesgos para la salud y hoy te proponemos implementar algunos cambios en tus rutinas alimentarias, que te permitan tener una mejor calidad de vida. 

Recuerda que el cambio de hábitos alimentarios en ocasiones es un proceso complejo por las gratificaciones que la conducta ha brindado en el pasado a la persona, además, estos hábitos son parte de la vida cotidiana y están vinculados con cuestiones ambientales y sociales lo que hace que presenten un fuerte arraigo en la persona y se genere resistencia, así que cuando sientas que es un poco difícil seguir el proceso de cambio, busca contención en tu red de apoyo o en un profesional. 

En este punto se resalta que, la mejora de los hábitos alimentarios implica el seguimiento de algunas pautas relevantes como:

    • Seleccionar y abastecer de alimentos de calidad. Cabe aclarar que, existen productos comestibles, que vienen cargados de nutrientes críticos perjudiciales para nuestro organismo como son: azúcares, exceso de sodio, alta cantidad de grasas saturadas, ultraprocesados entre otros, mientras que por otro lado, se encuentran los alimentos naturales como frutas y verduras que le darán a tu alimentación una rica base de nutrientes que mejorarán tu salud. 
  • Preparar los alimentos a la plancha o al vapor, procurando evitar los fritos.

  • Controlar la cantidad de alimentos ingerida, según el requerimiento nutricional estipulado por el nutricionista, en el qué se genera un promedio de consumo de calorías diario y las respectivas raciones de los diferentes macronutrientes (proteína, grasa e hidratos de carbono) que deben ser ingeridas en cada comida realizada.
  • Delimitar la frecuencia con que se ingieren los alimentos. Dependiendo de nuestra condición física, se va a requerir una ingesta diferente, por ejemplo, si te encuentras por debajo del peso ideal para ti, lo más probable es que el plan alimentario se diseñe con una ingesta de 5 comidas diarias, que le permita al cuerpo acceder a los nutrientes que necesita para conseguir equilibrar y ajustar el peso. Por otro lado, si tienes un exceso de peso, lo recomendable será que tengas una ingesta dividida en 3 comidas diarias o menos (según delimitado en el plan alimentario), las cuales van a estar diseñadas bajo un déficit calórico en el cuál se recibe menos calorías de las que gastarás en el día con el fin de que el cuerpo pueda empezar a gastar la acumulación de recursos energéticos acumulados en el cuerpo. Para conocer la frecuencia y cantidad de ingesta que requieres, te invitamos a solicitar una valoración nutricional, para que un profesional te pueda guiar.  

A la par de la instauración y mejora de los hábitos alimenticios, te proponemos trabajar en aspectos psicológicos como actitudes y motivación frente a la alimentación para que se den estos cambios de manera más regulada y que así puedan sostenerse en el tiempo. 

Algunas cosas que puedes comenzar a hacer son: 

  1. Busca una estrategia efectiva para gestionar tus emociones, por ejemplo, ver alternativas para lidiar con el estrés. 
  2. Mueve tu cuerpo. Recuerda que no es necesario convertirnos en deportistas de alto rendimiento, para poder empezar a tener una actividad física que favorezca nuestro bienestar. Puedes iniciar caminando, corriendo, si te gusta bailar también puedes hacerlo. Toda actividad que requiere movimiento te ayudará a mejorar tu calidad de vida, si la prácticas con frecuencia. 
  3. Medita. Los momentos que dedicamos a la reflexión nos permiten ser conscientes de las decisiones que hemos tomado en el día a día y a reconocer lo que podemos mejorar. 
  4. Utiliza un diario de alimentos, sin enfocarte en el conteo de calorías sino en lo que comes, para que puedas delimitar los permitidos y regular la ingesta de aquellos alimentos que en exceso pueden hacerte daño. 
  5. Aliméntate intuitivamente, con esto hacemos referencia a que intentes aprender a escuchar a tu cuerpo para que comas cuando tengas hambre y te detengas cuando ya te sientes satisfecho, sin sentir culpa. Deja de lado las dietas y las restricciones, mucho de esto genera que tengas un descontrol ante la comida, te generan estrés y te llevan a comer emocionalmente. 
  6. Practica la alimentación consciente (come despacio, sin distracciones, involucra todos tus sentidos cuando estás comiendo). 

Para dejar de comer emocionalmente, tienes que encontrar otras formas de equilibrar y manejar tus emociones. No es suficiente entender el ciclo de alimentación emocional o incluso comprender sus factores desencadenantes, aunque ese es un gran primer paso. Necesitas alternativas a la comida a las que puedas recurrir para la satisfacción emocional. Así que un siguiente paso será preguntarte y descubrir qué es lo que te hace sentir bien, de qué formas puedes cuidar de ti y de tu cuerpo. Recuerda, lo más importante es iniciar un cambio pensando en el autocuidado y la mejora en tu calidad de vida. 

 

Referencias

Barbosa, M., Penaforte, F., & Silva, A. (2020). Atención plena, alimentación consciente y alimentación intuitiva en el abordaje de la obesidad y de los trastornos alimentarios. SMAD. Revista eletrônica saúde mental álcool e drogas, 16(3), 118-135.

Campos, Y. & De la Parra, T. Hábitos alimentarios complejidad del cambio. https://www.psicologiacientifica.com/habitos-alimentarios-complejidad-del-cambio/

Palomino, A. (2020). Rol de la emoción en la conducta alimentaria. Revista chilena de nutrición, 47(2), 286-291

¿Comemos para satisfacer el hambre o para disminuir el malestar emocional?

Para iniciar, te invitamos a preguntarte:

  1. ¿Cuándo vas a comer, con frecuencia deseas cierto tipo de comida (por lo regular altas en calorías, fritas o procesados)?
  2. ¿Cuándo tienes hambre, esta sensación llega de forma abrupta?
  3. ¿Cuándo comes, lo haces en exceso y no te sientes satisfecho?
  4. ¿Luego de comer, te sientes avergonzado o con culpa?

Si respondiste afirmativamente a la mayoría de las preguntas, es probable que estés respondiendo al hambre emocional y es que, en ocasiones, recurrimos a la comida para celebrar, buscar un poco de confort o un premio, no obstante, el problema de la ingesta emocional radica en hacer de la alimentación un mecanismo para gestionar las emociones

Comer es una conducta vital e indispensable para la supervivencia de la humanidad, sin embargo, en ocasiones el acto de comer se puede convertir en una fuente de problemas de salud. Muchas veces el ritmo de vida, las exigencias del entorno social, emocional y económico nos impide hacer un balance adecuado entre nuestra rutina y nuestra alimentación diaria, razón por la cual, la mayor parte de los problemas de salud relacionados con comer se asocian a la carencia o exceso de la ingesta alimentaria, lo que puede acarrear problemas como diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares, anorexia, bulimia, trastorno por atracón y algunos cánceres. 

En la actualidad, el sobrepeso y la obesidad son padecimientos que tienen prevalencia mundial y son vistos como problemas de salud pública, en este marco, estudios como el del boletín electrónico de obesidad enmarcan el hambre emocional como un posible factor psicológico predictor de estas condiciones, puesto que, al comer de manera emocional se crea un patrón de alimentación que puede contribuir tanto al aumento como a la pérdida de peso. Los estados emocionales pueden tener efectos importantes en el comportamiento alimentario y el resultado, puede ser comer en exceso o muy poco acorde con la forma en que la persona afronta las emociones.

Ahora bien, existen factores que determinan:

  • Lo que comemos,  algunos sabores tienen cierto valor de incentivo positivo para la población, por ejemplo, la mayoría de los seres humanos tiene una inclinación por los sabores dulces, grasos y salados pues estos son característicos de alimentos ricos en energía. Por lo contrario, los sabores amargos, tienden a asociarse a menudo con toxinas generando que los seres humanos sientan cierto nivel de aversión. 
  • Cuando comemos,  el número de veces que los seres humanos comen al día está influenciado por normas culturales, horarios de trabajo, rutinas familiares, preferencias personales, riqueza, etc. 
  • Cuánto comemos depende de la saciedad, un estado de motivación que hace que dejemos de ingerir alimento.  En este caso, la existencia de comida en el intestino y la entrada de glucosa en sangre pueden inducir señales de saciedad, las cuales inhiben el consumo posterior. Estas señales dependen tanto del volumen como de la densidad nutritiva del alimento. 

Es importante revisar si nos cuesta mantener una alimentación equilibrada debido a episodios de ansiedad o antojos y cuestionarnos ¿por qué está sucediendo?. Para resolver esta pregunta, diferenciemos el hambre emocional del hambre fisiológica:

El hambre emocional se caracteriza porque aparece de repente y consiste en utilizar la comida para sentirse mejor. Es decir, es un tipo de ansiedad que nos hace comer, aunque no tengamos apetito, para gestionar problemas personales. Suele ocurrir cuando sufrimos estrés o estamos tristes y se manifiesta en el deseo de ingerir algún tipo de alimento en concreto o lo que generalmente llamamos antojo.  Lo más importante para poder controlar estas situaciones es reconocer el origen de los antojos: preguntándonos ¿por qué tengo hambre o si hay algo más detrás del antojo? Esto  ayudará a identificar la emoción camuflada en la sensación de hambre y a entender el proceso de sustitución que realiza el cuerpo en situaciones de estrés y alta demanda. 

Por su parte, el hambre fisiológica o hambre real se da cuando el  cuerpo nos pide combustible para funcionar. También se conoce como hambre estomacal, y las señales que nos alertan de que necesitamos ingerir alimentos pueden ser la sensación de estómago vacío o los ruidos estomacales. Cuando tenemos hambre real, para calmarlo, el cuerpo nos pide cualquier tipo de alimento y no necesariamente algo altamente calórico.

¿Cómo controlar el hambre emocional?

  1. Identifica el tipo de hambre que tienes. Pregúntate si realmente es hambre o si se trata de un antojo: el solo hecho de detenerse a reflexionar es un buen indicador. Comer de manera inconsciente y rodeados de distracciones nos impide estar atentos al nivel de saciedad de nuestro cuerpo.
  2. Identifica cuándo y por qué se producen estos “antojos”, que por norma general suelen darse frente a las mismas situaciones y a la misma hora del día. Para enfrentarlo, planea algo diferente para ese momento del día: lee un libro, sal a hacer ejercicio, e intenta mantenerte ocupado durante ese período de tiempo.
  3. Recuerda que el objetivo principal de la ingesta de alimentos es proveer al organismo la energía que necesita para sobrevivir y funcionar. Entonces cuando aparezcan los antojos pregúntate si realmente es hambre o estás afrontando una situación que emocionalmente te está sobre exigiendo, si es lo segundo, revisa cómo puedes afrontarla para no caer en el acto de comer aquello que no es saludable para ti. 
  4. Busca cambiar tus hábitos de alimentación, intentando alimentarte de forma sana. Si comes bien (cubriendo tus necesidades calóricas y de macronutrientes) y de manera saludable, será más difícil que caigas en los antojos. 

A lo largo del desarrollo se va asociando la comida con las emociones, de manera que se aprende socialmente que la tristeza, el abandono, el resentimiento, entre otras, se reducen con comer. La invitación de hoy es a identificar la emoción que te exige llenar “el vacío” mediante el alimento, darle nombre y tratar de afrontar de manera directa el malestar que te produce,  con el fin de ir disminuyendo poco a poco la conducta sustitutiva e ir ganando autoconocimiento emocional. 

 

Referencias

Barqui, V. (2020). Hambre emocional. Supervivencia, 123.

Vásconez, J., & Montenegro, S. (2021). Hambre emocional y su relación con la conducta alimentaria en adultos (Doctoral dissertation, Universidad de Guayaquil. Facultad de Ciencias Médicas. Carrera de Tecnología Médica).

Vital, S. (2020). El hambre emocional y su relación con el sobrepeso y la obesidad. Psic-Obesidad – Boletín electrónico de Obesidad , 10(37).

Cómo enfrentar exitosamente los problemas

Diariamente estamos expuestos a enfrentarnos a retos y problemas de pequeña o gran magnitud y es la capacidad de tomar la mejor decisión la clave para superar de manera adecuada dichos obstáculos. 

Una de las capacidades que nos permite hacerles frente a los retos mencionados son las estrategias de afrontamiento, que  son formas de reaccionar y  comportarse frente a las situaciones difíciles, dolorosas o estresantes, sin embargo, la capacidad de afrontar no hace referencia únicamente a la resolución de problemas, sino también a la capacidad de gestionar las emociones y el estrés en medio de la situación problemática. 

A lo largo de la vida vamos poniendo en práctica diferentes mecanismos que permiten adaptarnos a los retos que se nos van presentando y el principal objetivo de estos mecanismos o estrategias de afrontamiento consiste en protegernos del dolor y permitirnos solucionar un problema de forma eficiente. 

Diversos estudios de psicología resaltan tres características de las estrategias de afrontamiento:

    1. Valoración, que busca un significado del evento crítico. 
    2. Problema, situación que confronta la realidad, permitiendo manejar las consecuencias que se presentan. 
    3. Emoción, regulación de los aspectos emocionales e intento de mantener el equilibrio afectivo. 

 

Desde allí, se puede identificar que existen tres clases de estrategias de afrontamiento: 

  • Centradas en el problema: orientadas hacia la tarea, para alcanzar la resolución y/o modificación del problema. El afrontamiento centrado en el problema tiene como función la resolución de problemas, lo cual implica el manejo de las demandas internas o ambientales que suponen una amenaza y descompensan la relación entre la persona y su entorno, ya sea mediante la modificación de las circunstancias problemáticas, o mediante la aportación de nuevos recursos que contrarresten el efecto aversivo de las condiciones ambientales. 

 

  • Centradas en las emociones: utilizadas cuando se percibe el evento estresante como incontrolable, como lo que se puede experimentar ante el peligro: se intenta afrontar el problema centrándose en las emociones y liberarlas e intentar relajarse.  Este tipo de estrategias tienen como función la regulación emocional que incluye los esfuerzos por modificar el malestar y manejar los estados emocionales evocados por el acontecimiento estresante. Estos objetivos pueden conseguirse evitando la situación estresante, re-evaluando cognitivamente el suceso perturbador o atendiendo selectivamente a aspectos positivos de uno mismo o del entorno.

 

  • Basadas en la evitación: en donde se aplaza el afrontamiento activo por la necesidad de ordenar y hacer acopio de sus recursos psicosociales antes de afrontar activamente la situación: son estrategias centradas en la evasión, en la distracción, en tomar distancia del evento estresante, o volcarse en otra actividad para no pensar.

El elemento esencial para una buena adaptación a los eventos estresantes, es la flexibilidad en el uso de estrategias de afrontamiento, para no caer en el error de utilizar una sola estrategia, sino tener la posibilidad de cambiarla si resulta ineficaz o desadaptativa.

Algunas pautas para direccionar nuestras estrategias de afrontamiento hacia la efectividad son:

  • Mantener un control activo en el problema: analizando las alternativas de solución. Para ello puedes delimitar el  problema y enlistar las posibles alternativas para resolverlo, así te será más fácil revisar qué decisión tomar. 
  • Relajarse y analizar la situación desde diferentes perspectivas, para poder validar puntos de acuerdo y desacuerdo. 
  • Confiar en sí mismo y en las propias capacidades. 
  • Admitir los propios límites. Contamos con habilidades y capacidades, sin embargo, no podemos exigirnos a hacer algo que por tiempo o disposición se sale de nuestras manos, para ello podemos dividir una tarea, en actividades más pequeñas para poder gestionarlas adecuadamente. 
  • Pedir ayuda a las personas más íntimas, en momentos en que se requiere apoyo.
  • Esforzarse, actuando con compromiso y dedicación para resolver la situación. 
  • Fijarse en lo positivo, para identificar los aspectos que permiten mejorar en medio de la situación problemática. 

 

Al revisar estas pautas, logramos entender que el estado de bienestar es accesible a través de un equilibrio entre nuestra voluntad y la posibilidad de actuar de acuerdo con el contexto en el cual vivimos, fortaleciendo así nuestros recursos internos y los que están disponibles en el entorno.

Y tú, ¿identificaste tu estrategia actual de afrontamiento?, te invitamos a que pongas en práctica las pautas a la hora de gestionar las situaciones problemáticas de esta semana. 

 

Referencias 

Castaño, E. & del Barco, B. (2010). Estrategias de afrontamiento del estrés y estilos de conducta interpersonal. International Journal of psychology and psychological therapy, 10(2), 245-257.

Macías, M., Madariaga, C., Valle, M., & Zambrano, J. (2013). Estrategias de afrontamiento individual y familiar frente a situaciones de estrés psicológico. Psicología desde el Caribe, 30(1), 123-145.

Comprendiendo las conductas autolesivas

Las conductas autolesivas son aquellas que van dirigidas de forma intencionada a lesionar el propio cuerpo sin que haya una ideación suicida. Cabe mencionar que, esta práctica autolesiva puede ser considerada por las personas que la realizan, como una estrategia de afrontamiento y medida compensatoria que sirve para  manejar y tolerar ciertas emociones como tristeza, frustración, enojo, entre otras, sin embargo, esta estrategia es poco adaptativa y se corre el riesgo de que dichas lesiones provoquen daños y alteraciones físicas en quien las realiza. 

Por tal razón, aunque las conductas autolesivas pueden ser vistas como un mecanismo que ayuda a controlar sentimientos considerados negativos, pueden también volverse la “solución rápida” para dejar de “sentirse mal” y el problema de esta concepción es que el alivio que produce esta práctica es temporal y altamente riesgoso, adicionalmente, cuando las sensaciones de malestar regresan, la persona vuelve a autolesionarse, creando un ciclo difícil de romper.  

Algunas de las causas que se han explorado frente a las prácticas de  conductas de autolesión son:   

  • Pedir ayuda.
  • Castigar a otros.  
  • Juego exploratorio.  
  • Imitación del grupo social. 

 

La psicóloga española Dolores Mosquera, señala en su libro “La autolesión: el lenguaje del dolor” que, aquella persona que emite estas conductas autolesivas, por lo general se siente triste, vacía, tiene dificultades para identificar sentimientos y expresarlos pues suele confundir sus emociones. Partiendo de esto, es importante aclarar que, aunque puede parecer un comportamiento excéntrico, este cobra sentido si se ve como una forma de regular las propias emociones (aun cuando esta elección sea poco adaptativa y riesgosa). Considerándose como posible consecuencia de no haber adquirido habilidades adaptativas para recobrar la calma y controlar el estrés o la frustración en periodos previos del desarrollo vital. Sumado a esto, para muchas personas resulta más “fácil” tolerar y comprender el dolor físico pues este es rastreable, a diferencia del dolor emocional en dónde es difícil identificar y expresar el malestar en un momento determinado. 

Es importante mencionar que, las conductas autolesivas ocurren con mayor frecuencia en mujeres, adolescentes (donde hasta un 30% de ellos se han autolesionado alguna vez en su vida), el colectivo LGBTIQ+ (lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, intersexuales, queer y cualquier otro tipo de orientación sexual o identidad de género), personas que tienen amigos o familiares que se autolesionan, personas que han experimentado abusos en la infancia, o que tienen un trastorno psiquiátrico. Además, las formas más frecuentes de autolesión son: cortarse, morderse, pellizcarse, arañarse, quemarse, pegarse, darse golpes en la cabeza y clavarse cosas.  

Si te preguntas ¿Qué se puede hacer frente a un caso de autolesión? Ante esta situación, te recomendamos realizar las siguientes actividades con el fin de disminuir la probabilidad de que las conductas autolesivas se repitan: 

  • Intenta contactar y hablar con alguien. Si la persona se encuentra sola, la recomendación es llamar o escribirle a un amigo o persona de confianza. 
  • Encuentra una alternativa para expresar los sentimientos (como dibujar o escribir un diario).
  • Sustituye la conducta autolesiva por otra. Por ejemplo, intenta frotarte con cubos de hielo, ponerte una goma en la muñeca y jugar con ella.
  • Contempla la posibilidad de acceder a un proceso terapéutico que te ayude a hacerle frente a esta problemática.

 

Recuerda que cada persona es diferente y algunas de estas estrategias funcionan para unas personas para otras no. Es cuestión de probar alternativas y encontrar aquella que se adapte a cada uno. Sin embargo, estas medidas no reemplazan el acompañamiento terapéutico de un profesional, en el cual se: 

  • Identifican y aceptan las distintas emociones como parte del ciclo vital normal.  
  • Entrenan estrategias de aceptación. (Entender el malestar emocional como parte del ciclo vital).  
  • Generan prácticas de autocuidado. (Cómo comer de forma regular, realizar ejercicio físico, garantizar las horas de sueño…).   
  • Fomentan las habilidades de comunicación y las relaciones sociales. 

 

Autolesionarse no es sinónimo de querer  morir o desear llamar la atención. Muchas personas se autolesionan para disminuir sentimientos de malestar, evitemos juzgar de manera indiscriminada estas conductas y seamos ese puente de seguridad para aquellos que lo necesitan.  

 

Referencias

Clinic Barcelona. Autolesiones, Recuperado de: https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/vida-saludable/autolesiones/diagnostico

Mosquera, D. (2008). La autolesión: el lenguaje del dolor. Pléyades.

Aceptación y Compasión: como formas de cuidado y protección

Toda persona ha pasado por algún tipo de dolor emocional en algún momento de la vida, por ejemplo, una ruptura amorosa, la pérdida de algún ser querido, del sentido de la vida, del trabajo, las altas exigencias impuestas por otros o por uno mismo, etc., entonces, debemos prepararnos para superar el sufrimiento y la adversidad.

El sufrimiento, aunque está inmerso en una connotación negativa y de malestar, también aporta algunos beneficios, como madurez, fortaleza y experiencia. En consecuencia, reconocer su importancia, nos permite transitar el camino de la aceptación. Aunque culturalmente, se nos ha enseñado a buscar el placer y evitar el dolor, es indispensable también aprender a enfrentamos al sufrimiento, pues generalmente, lo vemos como una interrupción frente al plan de progreso y felicidad, por lo que lo reprimimos o buscamos soluciones rápidas para liberarnos de él. No obstante, el monje tibetano Khenchen Konchog Gyaltshen Rinpoche enumera cuatro beneficios del sufrimiento que debemos tener en cuenta:

 

  • Sabiduría: pues el carácter se desarrolla pasando por la experiencia de la prueba y para clarificar la visión, inspirar la ambición y alcanzar el éxito. 
  • Resistencia: El sufrimiento nos hace más capaces de superar las dificultades. 
  • Compasión: En donde el sufrimiento permite dar el paso a la empatía, y a conocer el sentir de la otra persona. 
  • Respeto de la realidad: debido a que una experiencia dolorosa hace evidente nuestras limitaciones. Aprender a ver con humildad y aceptación las propias limitaciones nos da mayor libertad. 

 

Pregúntate a ti mismo ¿Cómo actúas ante las dificultades? 

Raramente nos detenemos a cuestionarnos sobre nuestras vidas, pero, una situación difícil, nos lleva a reflexionar sobre nuestras experiencias y puede hacernos más resistentes, más capaces para superar la adversidad. Sin embargo, cuando experimentamos dificultades en alguna área de nuestra vida (personal, pareja, social, trabajo, familiar), tendemos a aumentar los pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales que experimentamos. Estos son aversivos, dolorosos y desagradables. Y es por esta razón, que se busca no experimentar dolor o sufrimiento, evitando y controlando este tipo de experiencias, sustituyéndolas por beber alcohol, intentar eliminar el pensamiento, ignorar la experiencia, salir a correr, ver series, desconectar, etc. Al evitar dichas experiencias la persona se ve atrapada en el sufrimiento.

Ante este malestar, hoy te proponemos desde la mirada psicológica:

    1. Aceptación como alternativa

Aceptar no es aguantar, resignarse o tolerar, sino elegir afrontar las experiencias tal y como suceden, tal y como son, siendo plenamente consciente y con una actitud de curiosidad y apertura. Por tal razón es el planteamiento de una postura de disposición abierta, flexible y receptiva con respecto a la experiencia. 

Adoptar una postura de aceptación, permite que los pensamientos, recuerdos, sensaciones corporales y emociones vayan y vengan sin hacer nada al respecto. Así, se facilita que las personas atiendan y puedan contactar con su propia experiencia en lugar de evitarla. 

Por ejemplo, para comprender tus sentimientos, puedes conectarte con tu cuerpo y con tus emociones. Reconociendo el estado actual de tu cuerpo (qué me duele, qué me incomoda…), reconoce tus emociones y lo que sientes (estoy feliz, triste, avergonzado…), permitiéndole a la emoción expresarse (quiero llorar, gritar…). ¡No te reprimas!

   2. Compasión

En latín la palabra compasión significa sufrir de manera conjunta. Es una capacidad para empatizar con el sufrimiento de otros, aunque la compasión va más allá de la empatía. En ambos nos identificamos con los sentimientos de los demás, pero en la compasión además existe la intencionalidad de poner fin al sufrimiento del otro. Nos volvemos agentes activos. 

¿Qué beneficios tiene sentir compasión?

  • Desarrollo de la empatía. Permite identificar los sentimientos del otro. 
  • Disminución del egoísmo. 
  • Reducción de la preocupación por cosas poco importantes. 
  • Aumento de la humildad. Podemos darnos cuenta de que todas las personas tienen defectos y virtudes, incluso nosotros mismos. 
  • Incremento de sentimientos positivos. 

 

¿Cómo construimos la compasión? 

La compasión incluye una emoción que tiene aspectos negativos, porque supone entrar en contacto con el sufrimiento y eso genera malestar. Sin embargo, la percepción del sufrimiento es una condición previa para sentir compasión. Para ejercitar la compasión te sugerimos:

 

  • Percibir el sufrimiento: lo que implica estar abiertos a la experiencia de lo que ocurre a nuestro al redor y a darnos cuenta de lo que les pasa a los demás con amplitud de mente y curiosidad. y elegir con más libertad nuestra actuación en esos momentos.

 

  • Evaluar: implica revisar las herramientas que tenemos a disposición para afrontar la situación. 

 

  • Sentir compasión (Disposición activa de ayuda): capacidad de vivir plenamente los sentimientos y pensamientos negativos que surgen al entrar en contacto con el sufrimiento, propio o ajeno.

 

  • Actuar: comprometernos en la ayuda del que sufre.

Es importante tener presente que, para poder ayudar a los demás primero tenemos que sentirnos bien nosotros. Para ser compasivos en primer lugar tenemos que ser autocompasivos. Y es que, ante la autocompasión, es necesario aprender a aceptarnos, no juzgarnos y conectar con nuestros propios sentimientos y necesidades. 

Y tú, ¿estás dispuesto a implementar la aceptación y compasión como estrategias de cuidado y protección? Cuéntanos qué otras alternativas se te ocurren para protegerte a ti y a otros en momentos de adversidad y sufrimiento. 

 

Referencias

Araya, C., & Moncada, L. (2016). Auto-compasión: origen, concepto y evidencias preliminares. Revista Argentina de Clínica Psicológica, 25(1), 67-78.

Auserón, G. A., Viscarret, M. R. E., Goñi, C. F., Rubio, V. G., & Pascual, P. P. (2018). Evaluación de la efectividad de un programa de mindfulness y autocompasión para reducir el estrés y prevenir el burnout en profesionales sanitarios de atención primaria. Atención primaria, 50(3), 141-150.

Germer, C., & Simón, V. (2011). Compasión y autocompasión. Aprender a practicar mindfulness. Barcelona.

¿Por qué me comparo cuando veo mis redes sociales?

En la actualidad el uso de redes sociales se ha convertido en una práctica recurrente en la vida diaria de las personas, por tal motivo, el tiempo invertido en dichas plataformas genera cambios emocionales que pueden influir de modo positivo o negativo en el autoconcepto y las relaciones con otros. Es importante saber que, hacer un uso inadecuado de las redes sociales se asocia con la aparición de dificultades y problemas de salud como depresión, síndrome de déficit de atención con hiperactividad, insomnio, disminución de horas totales de sueño, disminución del rendimiento académico y abandono escolar. 

En este punto, te invitamos a analizar el uso que haces de las redes sociales, pues es fundamental para conocer ¿cómo afecta la manera en que te defines? y ¿cómo construyes relaciones interpersonales a través de dichas plataformas?

Por ejemplo, ¿Qué pasa cuando vemos la foto de un amigo en un viaje, un concierto, estrenando algún objeto o disfrutando la vida con alguien amado? Nos comparamos, ¿verdad?, Considera que, la mayor parte del tiempo dedicada al uso de redes es pasiva, (de consumo) y esto puede favorecer la comparación social, lo que conlleva a una disminución del bienestar emocional, despertando en el usuario sentimientos negativos al considerar que los demás tienen una mejor vida. Pero ¿En qué consiste la comparación social? Es cuando las personas hacen uso de la información para hacer una evaluación de cómo se encuentran en diferentes aspectos en comparación con otros. La comparación social puede ser ascendente, que se refiere a la tendencia a compararse con individuos en mejor situación, provocando emociones de envidia o frustración, y descendente que hace alusión a la comparación realizada con personas en peor situación, lo que puede generar emociones como la satisfacción.

No nos debemos culpar por compararnos, sin embargo, es necesario revisar por qué esto nos afecta con tanta frecuencia. Para entender este fenómeno (el de la comparación social), encontramos que Byung-Chul Han filósofo alemán de origen coreano, expone en su ensayo La Sociedad de la Transparencia que la transparencia rige nuestra vida en la actualidad. Pero ¿qué es la transparencia? la RAE señala que este término significa la gestión o proceso que se realiza sin que se oculte información sobre la manera en que se hace o se desarrolla y, en particular, sin que haya duda sobre su legalidad o limpieza. 

Sin embargo, Han señala que en la era digital en la que estamos, la transparencia se manifiesta de formas nocivas como:

 

  • Exposición: como una forma de coacción en que la persona se valora como si fuese mercancía. Un ejemplo claro es que muchas veces se mide a las personas por su valor de exposición (qué tantas fotos subimos diariamente a nuestras redes sociales sobre a dónde vamos a comer, comprar y consumir, si viajamos o qué tanto invertimos en nuestra apariencia física…) lo que hace que haya una renuncia a toda intimidad y que la esencia de la vida se vuelva pública para captar la atención de los otros.

 

 

  • Control: que está inmerso en una sociedad en la que sus propios habitantes colaboran de forma activa en la construcción y conservación del yugo impuesto. Pues somos quienes exhibimos de manera voluntaria nuestras vidas en las redes por medio de fotos y demás contenidos. Al exponernos, nos volvemos parte de un mercado que demanda likes para sentirse valorado y aceptado y eso nos controla. 

 

Ahora bien, te has preguntado ¿Por qué surge esta necesidad de exhibirse? Para Han, la falta de confianza que la persona tiene de sí misma hace que sea más vulnerable exponerse y estar bajo el control del sistema. Y esto se vuelve perjudicial porque el ser humano percibe desconfianza frente a quienes le rodean, lo que promueve la comparación social y otras problemáticas. De allí que, diferentes investigaciones señalan que usuarios de redes sociales como Facebook e Instagram reportan creer que otros usuarios (de estas plataformas) son más felices y exitosos que ellos mismos.

Ante este panorama, te proponemos revisar la tendencia de uso de redes sociales e internet, que puede estar promoviendo la comparación social, puesto que el uso compulsivo es un problema de adicción donde la persona reporta la necesidad de tener que conectarse con frecuencia muchas veces al día. Esta tendencia de uso se guía bajo los siguientes criterios:

  1. Experimentar emociones desagradables cuando no es posible usar las redes sociales o el internet.
  2. Continuar usando las redes sociales o el internet a pesar de tener intenciones o deseos de disminuir o para el uso de estos. 
  3. Usar el internet o navegar por las redes sociales como escape a sentimientos considerados negativos. 
  4. El uso de internet y redes sociales domina sobre las cogniciones y comportamientos. 
  5. El uso de internet y redes sociales resulta conflictivo al interactuar con otros y con nosotros mismos. 

Es importante mencionar que el uso compulsivo de internet y redes sociales se asocia a un impacto negativo en una o varias áreas de la vida de cada persona. Si al revisar los criterios anteriores, te diste cuenta de que debes regular el uso de internet y redes sociales, para mejorar tu calidad de vida te daremos algunas estrategias para que puedas establecer límites en el uso de internet y redes sociales y, por otro lado, para que puedas mejorar tus habilidades y la comparación sociales disminuya:

Regulando el uso de redes sociales e internet

  1. Desactiva las notificaciones. Para evitar estímulos que te lleven a abrir las distintas aplicaciones. 
  2. Establece un horario para revisar tus redes y una cantidad de tiempo para estar en ellas. 
  3. Intenta tomar descansos digitales. En los que puedas desconectarte de tus redes por períodos largos de tiempo (como un día, si es posible). 
  4. Limita la instalación de las diferentes aplicaciones de redes sociales en tu celular. Si no están instaladas, es más dispendioso poder acceder a ellas. 
  5. Si te resulta muy difícil, recuerda que siempre puedes pedir ayuda a un especialista. 

Mejorando nuestras habilidades sociales

  1. Inicia tus interacciones con un saludo y atención plena. 
  2. Cuando lo requieras, solicita ayuda siendo asertivo. 
  3. Aprende a decir si y no, según sea necesario. Instaurar límites es necesario para entablar relaciones de respeto. 
  4. Interésate por los demás y aprende a escuchar. Utiliza tu empatía. 
  5. Manifiesta cuando tengas dudas, inquietudes o requieras aclaraciones sobre algo. Puede que no solo seas tú el que está pasando por ese apuro. 

 Referencias

Han, Byung-Chul. La sociedad de la transparencia. Barcelona: Herder, 2014. 95 pp. 

Morán-Pallero, N., & Felipe-Castaño, E. (2021). Autoconcepto en las redes sociales y su relación con el afecto en adolescentes. Behavioral Psychology, 29(3), 611-625.

Pérez, M., & Quiroga-Garza, A. (2019). Uso compulsivo de sitios de redes sociales, sensación de soledad y comparación social en jóvenes. Redes. Revista hispana para el análisis de redes sociales, 30(1), 68-78.

Préstale atención a tu salud mental

Según Nubia Bautista, subdirectora de enfermedades no transmisibles del Ministerio de Salud y Protección Social, “la salud mental es un estado dinámico que permite a los sujetos individuales y colectivos desplegar sus recursos emocionales, cognitivos y mentales para transitar por la vida cotidiana, para trabajar, para establecer relaciones significativas y para contribuir a la comunidad”. Sin embargo, la exposición que ha tenido la población colombiana a distintas violencias, entre ellas las relacionadas con el conflicto armado y la crisis social de la pandemia, enmarcan una serie de indicadores críticos que, enfatizan que la salud mental es uno de los grandes desafíos para la política pública. 

 

Las principales problemáticas que viene enfrentando Colombia en esta área, de acuerdo con la encuesta nacional de salud mental son:

  • En la infancia, el 44,7% de niñas y niños presentan indicios de algún problema mental. Por ejemplo, el 2,3% está diagnosticado con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.

  • En los adolescentes los trastornos más frecuentes son la ansiedad, fobia social y depresión, el 6,6% presentó ideación suicida (7,4% en mujeres y 5,7% en hombres). 

  • En adultos, se encuentra una prevalencia de aparición de trastornos afectivos del 6,7%. Cómo la depresión (aproximadamente 6% de la población adulta), siendo la segunda causa de carga de enfermedad en Colombia.
  • La tasa de suicidio consumado ha mostrado aumento en los últimos años (5,07% en 2017), mayormente en jóvenes.

 

En este contexto, se evidencia como las problemáticas sociales pueden generar estrés, ansiedad, malestar psicológico, aburrimiento y otros estados psicológicos que pueden conllevar al aumento de factores de riesgo en el deterioro de la salud mental. Es por ello que, para las ciencias de la salud y del comportamiento humano, como la psicología, es relevante delimitar algunas alternativas para promocionar el cuidado de la salud mental de la población. 

La psicología positiva tiene como enfoque la promoción de la salud mental, y desde esta mirada te planteamos un ejercicio para fomentar la prevención de síntomas, riesgos y factores psicosociales de la enfermedad mental. Con base en estudios previos, te invitamos a realizar tu propio kit de actividades para mejorar la salud mental. En el kit vas a encontrar algunas orientaciones básicas, que te permiten cuidar y preservar el buen estado de tu salud mental. A continuación, te vamos a enlistar 10 actividades que puedes incluir en tu vida, para que en momentos de crisis o malestar puedas acudir a tu kit y revisar cuál de las estrategias puede ayudarte a afrontar la dificultad:

  1. Has tarjetas donde enlistes actividades que te generen bienestar. Busca actividades que puedas hacer en casa y lugares cercanos.

  2. Busca una red de apoyo social entre amigos, amigas y familiares. Pregúntate ¿Con qué personas me siento seguro o segura cuando estoy en dificultades? Esto te ayudará a delimitar tu red.  

  3. Ejercita la gratitud. Para ello, puedes ayudarte de una libreta de gratitud, en la que puedas enlistar aquellas cosas con las que te sientes agradecido en ese momento. 

  4. Presta atención a tus sentidos. Recuerda que tenemos cinco sentidos, la idea es disfrutar, saborear y experimentar estímulos agradables por medio de la vista, gusto, audición, tacto y olfato. Puedes poner en tu botiquín algún objeto que estimule cada uno de tus sentidos y que sea agradable para ti.  

  5. Muévete. Intenta llevar a cabo actividades físicas por más pequeñas que sean. La Organización mundial de la salud (OMS), recomienda realizar por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física

    de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.

  6. Encuentra un momento para reír, disfrutar y cultivar el humor, ya sea mediante conversaciones, series, películas o memes. Crea tus propias espirales de emociones agradables. 
  7. Recuerda. Guarda fotos o imágenes que te ayuden a hacerlo, aunque tengamos muchos estresores debemos contar con espacios para nuestra salud y bienestar, uno de esos espacios puede ser emplear el recurso de la memoria. Recordar momentos en los que fuiste feliz, genera emociones positivas con funciones resilientes, es como una carga de emociones positivas. 
  8. Elabora una rutina en la cual realices al menos una actividad por día, ya sea de tipo doméstica, profesional o académica. 

  9. Aprende a reconocer la emoción o sentimiento que vives, pero no te quedes enganchando o sufriendo innecesariamente con tu emoción.  

  10. Mantén tus ritmos de sueño, comida y descanso. Es importante no abusar de horas libres, evita perder la organización / estructura de tu vida. 

Estas estrategias son un aporte básico para una orientación respecto al tema, pues previenen el deterioro de tu salud mental, sin embargo, no sustituyen la intervención oportuna de un terapeuta. En caso de que requieras atención y contención, te dejamos algunas líneas telefónicas en ciudades principales, que son de apoyo a la salud mental:

Antioquía 

  • 4407649, Salud para el alma

Bogotá

  • Línea 106, chat 3007548933 (Línea de atención de Salud Mental).
  • Línea Psicoactiva, 018000112439 (Línea dirigida al consumo de SPA- Sustancias Psicoactivas).
  • Línea Púrpura, 018000112137 (Línea de atención a violencias de género).
  • Línea Calma, 018000423614 (Línea dirigida a Masculinidades)

Boyacá

  • Línea 106, (Línea “el poder de ser escuchado”

Medellín

  • 4444448, (Línea amiga)

En la sección de referencias encontrarás el link del directorio completo de líneas de atención nacional, para acceder a la que se adapte mejor a tu lugar de residencia. 

Por último, permítenos preguntarte: ante el escenario nacional en que se encuentra la salud mental, ¿qué puedes hacer desde tu individualidad?, ¿puedes aportar algún cambio desde tu campo profesional? Cuéntanos qué otras medidas podemos implementar desde la comunidad para empezar a generar cambios y visualización sobre la salud mental en Colombia. 

 

Referencias

 

Álvarez, D., & Cobo, R. (2020). Aportes de la Psicología Positiva a la salud mental frente a la pandemia por COVID-19. CienciAmérica: Revista de divulgación científica de la Universidad Tecnológica Indoamérica, 9(2), 268-276.

 

Garzaniti, R. (2019). El rol del psicólogo en la atención de la salud mental desde el primer nivel de atención: Una revisión sistemática. Salud & Sociedad, 10(2), 146-162.

 

Líneas de atención en salud mental (Directorio Nacional): https://www.minsalud.gov.co/sites/rid/Lists/BibliotecaDigital/RIDE/VS/PP/ET/directorio-salud-mental-prevencion-suicidio-minsalud.pdf

Salud mental: asunto de todos: https://www.minsalud.gov.co/Paginas/Salud-mental-asunto-de-todos.aspx

¿Qué tanto cuidas de ti mismo?

Estos últimos años han sido un reto para la mayoría de las personas, pues, la pandemia ha incrementado el estrés, la incertidumbre y ha generado dificultades a nivel físico, emocional, social y espiritual. Por tal razón, te invitamos a puntuar las siguientes afirmaciones y así reconocer e identificar qué prácticas de cuidado personal estas llevando a cabo. Con el fin de incorporar herramientas y hábitos que te permitan tener una calidad de vida integral.

Por favor, puntúa cada afirmación con la mayor sinceridad posible:
1. Nunca
3. A veces
5. Siempre

Dimensión física

 

  1. Duermo las horas recomendables según los especialistas (6 a 8 horas). ___
  2. Hago pequeños descansos durante el día. ___
  3. Como alimentos saludables y de manera consciente. ___
  4. Práctico alguna actividad física. ___
  5. Cuido mi aspecto físico (ropa, peinado, aseo personal…). ___

 

Dimensión mental

  1. Tengo paciencia conmigo cuando hago algo mal. ___
  2. Valoro mis capacidades y habilidades. ___
  3. Me permito disfrutar de tiempos de ocio. ___
  4. Expreso mis emociones (enfado, tristeza, alegría…) cuando lo necesito. ___
  5. Pienso en mi felicidad y paz mental. ___

 

Dimensión social

  1. Cuando necesito, pido ayuda y me dejo ayudar. ___
  2. Sé poner límites y decir no cuando es necesario. ___
  3. Disfruto compartir con amigos y familiares. ___
  4. Tengo personas que se preocupan por mí. ___
  5. Siento que las personas cercanas a mi vida me comprenden. ___

 

Dimensión espiritual

  1. Realizo actividades para activar mi mente. ___
  2. Puedo desconectarme de la rutina y dejar la mente en blanco. ___
  3. Vivo en el presente y soy agradecido con la vida. ___
  4. Me concentro con facilidad si voy a meditar o a tener un espacio de reflexión. ___
  5. Puedo reconocer mis pensamientos, aceptándolos y dejándolos seguir su curso. ___

 

Las afirmaciones se han agrupado por dimensiones para identificar de manera precisa, en que ámbitos tenemos oportunidad de mejorar y en cuáles estamos haciendo un buen trabajo. Cuando termines de responder, suma las puntuaciones de cada dimensión y luego has la suma de tu puntuación total. 

 

Antes de interpretar los resultados, te has preguntado: ¿A quiénes les dedicas tu atención y cuidados? Generalmente, lo hacemos con aquellos a quienes queremos, con los que tenemos una relación de confianza, que nos importan y deseamos que se encuentren bien. Pero, has revisado ¿Qué tanto cuidas de ti mismo?

El autocuidado se conoce como la facultad que tienen los seres humanos para cuidar y respetarse a sí mismos. Este concepto incluye el cuidado físico, mental, social y espiritual y hace parte de una categoría mayor denominada salud integral.  Por esta razón, abarca una serie de acciones propias que promueven y favorecen la salud y el bienestar propio de cada persona al permitirnos proteger, desarrollar y potenciar nuestra salud. 

 

Es por eso que, al mantener algunas prácticas de autocuidado (como las que evidenciaste en el cuestionario), puedes mantener una salud integral, lo cual es esencial para sostener un estilo de vida saludable. 
Te preguntarás, ¿qué es salud integral? Es el estado de bienestar ideal en el desarrollo del ser humano. No es solo la ausencia de alteraciones y enfermedades, sino un estado vitalidad en el que se logra un equilibrio entre las dimensiones física, mental, social y espiritual. 

 

Cada dimensión aborda un objetivo diferente:
  • La dimensión física vela porque el cuerpo del organismo este en óptimo funcionamiento. 

  • La dimensión mental: contiene la forma en que piensa, siente y actúa la persona, motivo por el cual, se busca prevenir la aparición de trastornos mentales y promover el bienestar emocional, psicológico y social del individuo. 

  • La dimensión social

    : es descrita como la habilidad para adaptarse y autogestionar los cambios y desafíos del entorno. Sumado a la capacidad de desarrollar relaciones satisfactorias con otros seres humanos. 

  • La dimensión espiritual: es necesario clarificar que no hace referencia a ningún concepto religioso, sino a la búsqueda de significado y propósito en la vida. 


Revisemos ahora las puntuaciones obtenidas:

 

Puntuaciones por dimensiones

Cada dimensión puede puntuar entre 5 y 25. Según esta escala puedes revisar qué tan comprometido estas con el objetivo que persigue cada dimensión. 

Si la puntuación es baja, ¡No te preocupes!, estamos aprendiendo a reconocer nuestras propias necesidades y este es un ejercicio de autorreconocimiento frente a tus prácticas de autocuidado que te permite ver en qué aspectos puedes mejorar. Si, por el contrario, tus puntuaciones son altas ¡felicidades!, estas construyendo un camino de bienestar y calidad de vida. 

 

Puntuación total

 

  • Puntuación total menor de 60 puntos

    : Es un excelente momento para plantear algunos cambios para prevenir problemas de salud a medio y largo plazo. Mejorar en este tipo de prácticas te hará sentir mejor y te permitirá cuidar de tu salud integral. 

 

  • Puntuación total entre 61 y 80 puntos

     

    : Vas por buen camino, pues identificas, y practicas hábitos de autocuidado. Es importante que mantengas estas rutinas e ir revisando en que áreas puedes mejorar para que tu calidad de vida siga mejorando.

 

  • Puntuación mayor de 80 puntos:

    Has adoptado un compromiso activo en cuanto a tu bienestar en casi todos los ámbitos personales, lo que favorece en gran medida a tu salud. Continúa así.

 

¡Recuerda!

El autocuidado se va adquiriendo y modificando a lo largo de los años. La educación, experiencias que se reciben, van reajustando el concepto sobre uno mismo a medida que cada ser humano se va desarrollando a lo largo de la vida. Es por ello que, el autocuidado no es solo una idea, sino una serie de compromisos prácticos del día a día.

 

¿Cómo poner en práctica el autocuidado? 

Desde la individualidad se puede priorizar la salud mental propia delimitando y ejecutando acciones como:

  • Contactar con el mundo exterior, siendo consciente de lo que pasa alrededor y cómo esto afecta la propia vida.
  • Aprender a identificar nuestras emociones. 
  • Crear redes de apoyo y cultivar relaciones de calidad.
  • Planificar metas medibles en las diferentes áreas de la vida. 
  • Aprender a decir no, establecer límites y defender tus principios. 
  • Consultar un especialista, si se considera oportuno.

 

*El test de autocuidado utilizado en este artículo ha sido tomado y modificado de “Cuestionario de autocuidado” de la asociación contra la violencia de género Alma

 

Referencias

 

Asociación contra la violencia de género. Cuestionario de autocuidado. Recuperado de: https://www.asociacion-alma.es/test-autocuidado

 

Granados, P. E. D. (2022). El autocuidado, uno de los requisitos para el buen cuidado en salud mental. Paradigmas Socio-Humanísticos4(1), 41-49.

Lluch Canut, M. (2002). Promoción de la salud mental: cuidarse para cuidar mejor. Matronas Profesión, 2002, num. 7, p. 10-14.

Cinco elementos importantes para el desarrollo socioemocional en los niños

           Cinco elementos importantes para el desarrollo socioemocional en los niños

 

Según Renom (2008) La educación emocional ayuda a favorecer el desarrollo integral en cada una de las dimensiones de la vida para  nuestra formación. Es por esto que los aspectos emocionales juegan un papel esencial en la vida y constituyen la base para formar nuestra personalidad. Así mismo, regular las emociones es una competencia básica para la vida ya que nos ayuda a prevenir comportamientos de riesgo (por ejemplo: la agresividad y la violencia).

Es por esto que es fundamental acompañar y fomentar el desarrollo de algunas habilidades socioemocionales como:

  • Conciencia emocional: Conocerse un poco más a uno mismo implica reconocer los propios sentimientos y emociones y tomar conciencia del propio estado emocional. Implica también expresar a través del lenguaje verbal y no verbal, para tomar conciencia de las propias emociones y reconocer los sentimientos y emociones de los demás (Renom,2008)

 

  • Regulación emocional: La capacidad de regular los impulsos, canalizar las emociones desagradables, de tolerar la frustración y saber esperar las gratificaciones es condición previa indispensable para desarrollar los talentos que no son aprendidos (Renom,2008).

 

  • Autoestima: El autoconcepto nos sirve para valorar y reconocer las propias habilidades y limitaciones, sin sentimientos de rechazo. La aceptación de uno mismo implica aceptarse tanto con los aspectos positivos como los negativos. La imagen que uno tiene de sí mismo (Autoconcepto) es un paso necesario para el desarrollo de la autoestima (Renom,2008).

 

  • Habilidades socio-emocionales: Consisten en reconocer las emociones de los demás, saber ayudar a otras personas a sentirse bien, desarrollar la empatía, saber estar con otras personas, responder a los demás, mantener buenas relaciones interpersonales (Comunicación, cooperación, colaboración, trabajo en equipo, resolución de conflictos) (Renom,2008).

 

  • Habilidades de vida: Son habilidades para afrontar situaciones de conflicto, recursos que toda persona debería dominar para superar las crisis y conflictos que la vida depara. En definitiva, recursos que ayudan a organizar una vida sana y equilibrada, que ayude a un mayor bienestar a medida que se experimentan emociones positivas (Renom,2008)

 

A manera de conclusión, el impacto del cambio cultural que ha vivido la sociedad a lo largo del último siglo (nuevas tecnologías, estructuras familiares monoparentales, entre otras), puede tener influencia en el desarrollo emocional de los niños y niñas, de esta forma con el fin prevenir en ellos ciertas dificultades y  problemáticas psicológicas, es importante acompañar y apoyar  en el desarrollo y entrenamiento de estas competencias socio-emocionales en los niños de 6 a 12 años mencionadas anteriormente (Renom,2008)

Elaborado Por: Nicole Bustos, Gabriela Rodríguez, Juan Sebastián Preciado, Natalia Chacón  (Practicantes de Pregrado Consultorio de Psicología). Bajo la supervisión de la docente Ps. Mg. Maria Camila Charria.

Renom Plana, A. (2008). Educación emocional: programa para educación primaria (6-12 años) (3a. ed.). Wolters Kluwer España.

Educación 3.0, (2021). 5 juegos para desarrollar la inteligencia emocional. [Figura]. Recuperado de https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/educacion-emocional/juegos-desarrollar-inteligencia-emocional/

Museo de los Metales, (2020). Manejo de emociones en el aula: la importancia de la inteligencia Emocional. [Figura]. Recuperado de https://museodelosmetales.wordpress.com/2020/02/25/manejo-de-emociones-en-el-aula-la-importancia-de-la-inteligencia-emocional/

Sexualidad en la adolescencia ….hablando sin tabú….

Sexualidad en la adolescencia

….hablando sin tabú….

 

 

 

La adolescencia es considerada como la etapa de la vida que inicia en la pubertad hasta el momento en que nos acercamos a la adultez. Se caracteriza porque paulatinamente asumimos responsabilidades y roles dentro de la comunidad (Arnet,2008). Dentro de este periodo de transición la sexualidad es entendida como “un universo simbólico construido sobre una realidad biológica: el sexo. Se trata de una mezcla de estructuras fisiológicas, conductas, experiencias, sentimientos, interpretaciones, formas sociales y juegos de poder (Mariana,2002), la cual toma vital importancia y en ocasiones es uno de los temas de los cuales se evita hablar, ya que está cargado de temores, prejuicios y falta de información. Por lo tanto, se hace importante e imperativo educar a los adolescentes, sus padres y educadores frente a los cambios propios que implican la sexualidad en esta etapa, las muestras de afecto, los cambios sociales y emociones, fomentando la adquisición de habilidades en pro de una vida sexual saludable y autónoma.

… Y ¿qué temas se pueden trabajar?…

Cambios biológicos en el desarrollo sexual

Orienta a los estudiantes a reconocer los órganos sexuales que se relacionan de manera directa con la reproducción, y que durante la adolescencia maduran y presentan un aumento de tamaño. De la misma forma, los estudiantes aprenden a identificar cambios fisiológicos de la maduración sexual (como el vello corporal, el crecimiento de los senos, el crecimiento del pene, etc.) que no se relacionan de manera directa con órganos sexuales. Todo esto con el propósito de que conozcan los cambios propios de la primera adolescencia y su relación con el desarrollo de la sexualidad.

Relaciones Interpersonales

Se aborda con los estudiantes las diferentes relaciones que pueden surgir con su grupo de iguales durante la adolescencia, cómo las amistades y los noviazgos, y también cómo reconocer cuando una relación romántica o de amistad puede llegar a ser sana, o, por el contrario, puede alejar a un individuo de lo que es importante para él. En este sentido, se busca que los estudiantes aprendan a identificar los tipos de relaciones que se pueden generar en esta etapa del desarrollo, reconociendo sus características y diferencias.

Cambios emocionales y sociales

Cabe destacar que la emoción es un estado afectivo que experimenta el ser humano en diferentes situaciones a las que nos enfrentamos cada día, existen cinco diferentes tipos de emociones básicas: alegría, tristeza, ira, miedo y asco. De este modo se entiende que la adolescencia es una etapa de transición a la vida adulta, donde se vivencian estas emociones y algunos otros cambios rápidos en las características del desarrollo, entre ellos sus estados de ánimo, que puede influir o evidenciarse en el distanciamiento de los adolescentes con sus padres, y la búsqueda de libertad e independencia.

¿Con quién puedo hablar?

Los adultos en quién confía el adolescente pueden ser una excelente opción para dialogar sobre los cambios que se han ido presentando. Pueden ayudar a responder preguntas que tengan acerca de los cambios que experimentan en la pubertad, en la adolescencia, intermedia y en la tardía. En algunos casos es importante buscar ayuda profesional debido a los temas que necesitan discutir con otra persona, ya sea el caso de un cambio hormonal, de orden médico o de salud mental. Tal vez se requiera la ayuda de un psicólogo, médico (endocrinólogo, urólogo o médico familiar), o tal vez requiera sólo un espacio tranquilo y respetuoso con sus padres o cuidadores que puedan ser un soporte y guía adecuado y efectivo.

Hablando de sexualidad con nuestros hijos     

En primer lugar, es importante la seguridad con la que hablamos con nuestros hijos, demostrar confianza debido a que es un tema nuevo para ellos, mostrar empatía e interés al escucharlos cuando nos pregunten sobre el tema. Es importante que se use un tono de voz calmado y alentador, aunque se sorprenda por lo que expresan (piense por un momento cuando usted tenía su edad). Del mismo modo, cabe destacar que es relevante normalizar y validar la pregunta del adolescente e indagar el motivo de su inquietud, aclarar abiertamente su posición u opinión frente al tema, así mismo aclarar la duda y contestar en relación a la opinión de él, por último, preguntar si entendió y requiere más información.

Como educador, ¿Cómo puedo apoyar el desarrollo sexual de mis alumnos?

Finalmente, es importante reconocer que el apoyo de los educadores puede resultar una tarea compleja en cuanto a que las necesidades de sus estudiantes pueden variar dependiendo de la edad o el momento de la adolescencia que están viviendo, es así que un educador se puede enfrentar a diferentes temas, en relación a la sexualidad de los adolescentes, tales como identidad de género,  violencia que pueden afectar su desarrollo ligado a temas de  cuidado y autocuidado, toma de decisiones en relación a su sexualidad, autoestima y auto concepto, entre muchos otros. Por lo tanto, la formación de los educadores en este tema resulta imperativo y de vital importancia como facilitadores del crecimiento y desarrollo de los adolescentes a su cargo.  

Elaborado Por: Diana Carolina  Mesa Garzón, Laura Natalia Buitrago Mila, Luis Alejandro Avellaneda Lozano, Jennifer Vargas Hernández (Practicantes de Pregrado Consultorio de Psicología). Bajo la supervisión de la docente Ps. Mg. Luz Helena Buitrago.

Referencias

Arnett, J. J. (2008). Adolescencia y adultez emergente: un enfoque cultural. México:  Pearson Educación

Marina, J. A. (2002). El rompecabezas de la sexualidad. Barcelona: Anagrama.

Adamson, D., Clemente, Ana., Little, W., Moody, L., Simms, M,. & Bayley, M. (2009). ¿Y entonces, qué digo? Una Guía Escrita Por Padres y Madres Para Ayudar a Otros Padres y Madres a Hablar Con Sus Hijos(as) Sobre la Sexualidad.  Planned Parenthood OF NEW YORK CITY

León, M,. Mejía, M,. & Quintero, M. (2018).  Guía metodológica EDUCACIÓN PARA LA SEXUALIDAD. ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ, D.C. SECRETARÍA DE EDUCACIÓN DEL DISTRITO

¿Cómo afrontar la navidad ante la pérdida de un ser querido?

La navidad se caracteriza por inspirar alegría mediante adornos, música, luces, cenas navideñas y momentos en familia, por esta razón para muchas personas es la época más esperada del año, pero para otras es la peor si se encuentran pasando por una situación complicada tanto física como emocionalmente, por ejemplo en el caso de las personas que perdieron a un ser querido. De esta forma, la navidad pasa a convertirse en un periodo de tristeza, nostalgia y oscuridad al tener el deseo de desaparecer para no tener que aparentar una alegría que en realidad no siente.

 

La muerte de un ser querido es tan dolorosa como herirse o quemarse gravemente, afectando la salud y el bienestar de la persona, por lo tanto, el proceso del duelo se ve similar al proceso de curación de una herida física, la persona necesita de un tiempo para volver a estar en equilibrio y sanar el dolor. En los casos en los que el familiar no ha podido tener ni ver el cuerpo del ser amado fallecido o desaparecido, ni ha podido enterrarlo, suele resultar más difícil la aceptación de la muerte como una realidad, lo mismo pasa cuando la muerte es inesperada, como por ejemplo por un accidente, en cambio, cuando la muerte es por causas naturales, la respuesta normal de la mayoría de la gente es la aceptación y las emociones negativas propias del duelo suelen disminuir hacia los seis meses de la pérdida.

 

Algunos de los síntomas que pueden presentar las personas que pasan por un duelo son: incredulidad, confusión, preocupación, sentir la presencia del difunto, alucinaciones visuales o auditivas, tristeza, enfado, culpa y remordimiento, ansiedad, soledad, apatía, desamparo, shock, añoranza, emancipación, alivio, insensibilidad, trastornos del sueño y/o de alimentación, distracción, aislamiento social, sueños o pesadillas, conductas de evitación, agitación, llanto, opresión en el pecho y/o garganta, vacío en el estómago, hipersensibilidad al ruido, falta de aire, debilidad muscular y falta de energía.

 

A pesar de que cada persona experimenta el duelo de forma distinta, existen unos patrones generales de respuesta o también llamadas fases, algunas personas no atraviesan o quedan atascadas en alguna de ellas o siguen un orden diferente. Las tres fases de un proceso típico de duelo en caso de una muerte inesperada son:

  1. Evitación: Cuando la pérdida es demasiado dolorosa para asimilarla, la persona queda aturdida y confundida, evitando aceptar la realidad y suelen decir “¡No puede ser verdad! Tiene que haber un error.
  2. Asimilación: Aquí está presente la soledad y la tristeza ya que la ausencia del ser querido comienza a notarse en el día a día y se suelen preguntar “¿Cómo voy a seguir viviendo sin esta persona a la que tanto quería?”
  3. Acomodación: La persona recupera su capacidad de funcionamiento normal, se logra una estabilidad emocional y vuelven los hábitos de sueño y alimentación normales, sin embargo, la añoranza del difunto puede perdurar durante años.

 

La persona que pasa por el duele debe realizar una serie de tareas para la adecuada adaptación a la pérdida:

  1. Aceptar la realidad de la pérdida: La negación de la pérdida es común incluso cuando la muerte es esperada y para poder avanzar en el proceso de duelo se debe creer la realidad del fallecimiento, esto se puede lograr regalado las posesiones del difunto y asistiendo a los rituales relacionados con la muerte.
  2. Elaborar el dolor de la pérdida: Toda pérdida de un ser querido conlleva dolor para el superviviente. Si este dolor es suprimido o evitado, prolongará el proceso del duelo, por lo que debe reconocerse y resolverse.
  3. Adaptarse a un mundo sin el fallecido: La persona se debe adaptar al entorno en que ya no está su ser querido siendo consciente de los roles que este desempeñaba, también debe adaptar su identidad personal fortaleciendo su autoestima y autoeficacia ya que ésta se ve afectada tras una pérdida, y también el doliente buscará un significado a su vida que dote de sentido a su pérdida.
  4. Hallar una conexión perdurable con el fallecido al embarcarse en una vida nueva: El doliente no olvidará al ser querido pero deberá continuar con su vida y hallar un lugar adecuado para éste en su aspecto emocional, que le permita establecer nuevas relaciones.

 

Alterno a esto puede buscar apoyo de familiares y amigos para sentirse acompañada, recuperar paulatinamente el ritmo de vida comenzando con actividades placenteras, permitirse estar en duelo sin aislarse completamente de sus obligaciones para que poco a poco retome su ritmo de vida. También es aconsejable que evite tomar decisiones importantes de forma precipitada, por ejemplo vender una casa, ya que después puede considerar que no fue acertada. Leer sobre el duelo puede ser una forma de reconocer o reflexionar sobre los propios sentimientos y el significado de lo sucedido.

 

Este proceso requiere un monto variable de tiempo y suele actualizarse en los momentos de aniversarios, cumpleaños, vacaciones, fiestas familiares, fiestas de navidad y de fin de año, oportunidades en las que se recuerda que el dolor por la pérdida del ser querido no ha terminado del todo.

Finalmente, cabe resaltar que afrontar el duelo es un proceso psicológico, no psicopatológico, porque la muerte forma parte de la vida y la vida no es una enfermedad. Estar transitoriamente triste (una situación emocional normal) no significa estar deprimido (un cuadro Clínico). Esto quiere decir que, en la mayor parte de los casos, la superación del duelo no requiere un tratamiento psicológico.El problema psicopatológico se presenta cuando la persona experimenta un sufrimiento extremo y permanente, cuando se encuentra el clínicamente deprimida y cuando no cuenta con recursos psicológicos suficientes o sus estrategias de afrontamiento son erróneas. 

 

https://repositorio.unican.es/xmlui/handle/10902/8298

https://portal.edu.gva.es/wp-content/uploads/sites/1031/2021/10/DLFE-2408694.pdf 

 

Para saber más:

https://youtu.be/_jxQ1SCOCm0

 

Laura Vanessa Gonzalez Acero

Practicante de psicología  en ASCOFAPSI

La obligación de estar feliz en navidad

Para la mayoría de las personas, la navidad se relaciona con emociones positivas, caras sonrientes, reconciliaciones y cenas familiares, pero de lo que pocos hablan es que en ésta época no siempre desaparece la tristeza o la depresión y que algunas personas no sentirán la misma felicidad que, se supone, se debe sentir en estas festividades, es allí cuando se presenta una presión social tan fuerte que, prácticamente, nos vemos obligados a estar felices, o al menos simularlo.

La tristeza, la ansiedad o el mal humor en estas fechas pueden aparecer por distintos factores como por ejemplo la pérdida de un ser querido, estar desempleado, tener escasez económica, haber pasado por una ruptura amorosa recientemente, entre otros. Adicional, las personas que tienen recuerdos negativos de navidades pasadas no las suelen disfrutar en la actualidad debido a que la memoria de los sujetos se adapta a las situaciones contextuales, por ejemplo, las festividades navideñas evocan en cada persona recuerdos activados por la comida, las celebraciones, las canciones y los adornos.

Esto se puede evidenciar en el Trastorno Afectivo Estacional el cual se define como la presencia de episodios depresivos recurrentes en una época determinada del año, en este caso la navidad, y se van por completo cuando las festividades se acaban. Pensemos en un ciclo que no deja de repetirse, al tener constantes detonantes que activan una sensación desagradable, ésta reforzará el recuerdo y continuará guardándose con esa emoción, de esta manera en cada Navidad los estímulos evocarán eso que hemos guardado de ellas.

Para tener una navidad más sana emocionalmente te sugerimos realizar las siguientes recomendaciones:

  •       Ajusta tus expectativas: Piensa en la Navidad como una época normal, como cualquier otra del año, con sus ventajas y sus inconvenientes, recuerda que es una época muy breve y que en menos de lo pensado ya la habrás atravesado sin haberlo notado.
  •       Pon tus límites: No te obligues a participar en todos los eventos por presión social, esto lo puedes hacer comunicando a los demás, de manera asertiva, por qué no quieres participar en ciertas cosas, de esta manera lo entenderán y pasarás la época con más tranquilidad.
  •       Mantén tus rutinas agradables: En las vacaciones y las fiestas solemos cambiar nuestras rutinas y horarios, pero no hay motivo para abandonar aquellas cosas que más nos gustan en nuestro día a día. Incorpora pequeños momentos de disfrute en solitario o en pareja, que te harán sentir mejor y atravesar con más fuerza las fiestas.
  •       Concéntrate más en los aspectos positivos ya que si mantienes expresando tu frustración por la Navidad, tan solo harás que esta sea más importante en tu vida, aunque no del modo en el que te gustaría. Cada queja estará reforzando el pequeño ritual de dejar claro tu desagrado por estas fechas, el cual a la vez te mantendrá en ese malestar.

Si pese a todo lo anterior te sientes desbordado, apóyate en personas de confianza para expresarles cómo te estás sintiendo, y en dado caso, si consideras que hay temas que te cuesta manejar, pide ayuda a un profesional en salud mental.

Para saber más:

https://youtu.be/6-FESUNeU0Q

 

 

Laura Vanessa Gonzalez Acero

Practicante de psicología  en ASCOFAPSI

Compras navideñas

Se llega la navidad y con ella una oleada de compras ya sea en ropa para nosotros, en regalos para los seres queridos, en decoración del hogar acorde a la época y en comida para las novenas y/o cenas especiales. Es por esto que en navidad está muy presente el consumo, en muchas ocasiones excesivo, por permitirse un gasto extra, por tener a su disposición, en diferentes tiendas, la decoración desde el mes de octubre y por estar expuestos a ofertas, liquidaciones y promociones, es allí cuando se empieza a sentir “el espíritu navideño”, no por lo que significa en sí sino por la motivación de comprar, algunos trabajan horas extras, otros aprovechan la anticipación de las ofertas, y otros se endeudan.

 

En estas fechas las personas suelen gastar una cantidad considerable de dinero por comprar a partir de una necesidad emocional y no racional comprando productos no presupuestados, según estudios el vestuario aparece en primer lugar como producto más adquirido, en segundo lugar los productos de tocador como cosméticos y perfumes y en tercer lugar los productos electrónicos. 

 

La decisión de compra en navidad puede ser influenciada por variables externas e internas, dentro de las variables externas están: 

  • La situación económica del país en el momento.
  • Las innovaciones tecnológicas de los productos.
  • Los valores, ideas, comportamientos, creencias, normas y costumbres propias de la sociedad a la cual pertenezca.
  • La utilización de productos ecológicos y reciclables.
  • Las posibilidades económicas según las clases sociales.
  • Los grupos de personas que el individuo toma como referencia.
  • La familia ya que estos cumplen un papel importante en la decisión de compra.

 

Dentro de las variables internas están: la motivación, la percepción, la experiencia, las características personales, las actitudes, los comportamientos, los aprendizajes y el estilo de vida.

 

En la época de navidad también se suele confundir entre un trastorno de compras compulsivas con las compras excesivas sin llegar a ser una conducta patológica, esto debido a la temporada como se mencionó anteriormente. Es necesario poder identificar sus diferencias para poder darle el mejor manejo. Algunas diferencias son:

  • En los compradores compulsivos, el foco y la emoción no está en el artículo comprado, sino en el proceso de compra o acto en sí de comprar.
  • Los compradores “normales” y los compulsivos pueden tener impulsos repentinos de comprar pero el impulso de los compulsivos es disfuncional y repetitivo en el tiempo.
  • Las compras realizadas por personas con adicción generan problemas y deterioro en las áreas de funcionamiento de su vida cotidiana.
  • En los compradores compulsivos se produce un efecto negativo post compra como lo es la culpa debido a su crónica falta de autocontrol.

 

Finalmente recuerda que antes de autodiagnosticarte lo más recomendable es acudir con un profesional ya sea para manejar la adicción o para prevenirla. Adicionalmente, te invitamos a ver nuestro blog “Compradores compulsivos” donde encontrarás algunas recomendaciones para planificar tus compras.

 

http://repositorio.unab.cl/xmlui/handle/ria/16702 

 

Para saber más: 

https://youtu.be/Lm7o2Mz6akU

 

Laura Vanessa Gonzalez Acero

Practicante de psicología  en ASCOFAPSI

Estrategias para evitar el estrés financiero

Nuestra salud mental, a lo largo de la vida, se puede ver afectada por muchos factores, uno de ellos es el dinero, la falta de éste nos puede generar estrés, ansiedad, depresión, problemas interpersonales, problemas en el rendimiento académico y/o laboral, entre otros que nos vuelven vulnerables a que, tanto nuestra salud física como mental, se vean afectadas.

 

El estrés puede generar la energía necesaria para ciertas situaciones como en las competencias o los exámenes, pero si este está presente de una manera excesiva puede desencadenar problemas en la salud afectando el sistema inmunitario, cardiovascular, neuro endocrino y nervioso central.

 

El estrés por las finanzas nace por las preocupaciones a nivel económico que afectan a la persona, familia y otras situaciones netamente financieras, generando malestar, incertidumbre, actitudes poco saludables por su falta de compromiso con sus finanzas, frustración y una sensación de desesperanza al ver cómo se acumulan las deudas y se incrementa la cantidad de dinero solo para pagar los intereses. Algunas de las causas se relacionaban con el uso imprudente del crédito, sobreendeudamiento, malas decisiones del gasto, mal manejo del dinero y presupuesto ineficiente al llegar a fin de mes

 

Existen dos categorías del estrés financiero:

 

  • Estrés financiero crónico: Cuando la persona no cuenta con el dinero suficiente para pagar los alimentos, la atención médica, la ropa y las actividades de ocio familiar.

 

 

  • Estrés financiero agudo: Cuando la persona tiene menos dinero de lo habitual, pide dinero prestado o acude a una hipoteca.

 

 

Algunas personas utilizan diferentes estrategias de afrontamiento para el estrés financiero, se ha comprobado que el alcohol es una de las más utilizadas ya que la incapacidad de pagar las necesidades básicas contribuye a la ansiedad, haciendo que el alcohol actúe como un mecanismo de control emocional. 

 

Algunos aspectos emocionales, conductuales y cognitivos que ayudan a reducir las consecuencias del estrés financiero son: autoestima, autonomía, percepción de autoeficacia, apoyo social, emocional, material o físico, humildad y humor. 

 

Para evitar caer en el estrés excesivo por las finanzas, te sugerimos las siguientes recomendaciones: 

 

  • Gastar menos de lo que ganas ya que si gastas menos de lo que recibes podrás ahorrar y tendrás más herramientas para sobrellevar los eventos inesperados.

 

 

  • Darle prioridad a las facturas que no cuentan con un periodo flexible de pago y tenerlas en cuenta mediante un recordatorio para evitar problemas como los reportes o recargos por pagos atrasados.

 

 

  •  Tener ahorros para afrontar los imprevistos y de este modo no contraer deudas que pueden afectar la salud financiera.

 

 

  • Si se presenta la necesidad de contraer una deuda, ésta debe ser sostenible, es decir que tu seas capaz de pagarla sin generar recargos para evitar la preocupación futura.

 

 

  • Contratar los seguros adecuados y de calidad ya que se pueden evitar problemas cuando se presente algún imprevisto, como por ejemplo una emergencia médica.

 

 

  • Planificar los gastos a futuro, afrontando los retos financieros para poder gozar de una buena salud financiera.

 

Adicional a éstas recomendaciones, si ya presentas ansiedad por temas financieros puedes acudir con un profesional en psicología y/o psiquiatría para que le den un mejor manejo mediante terapia psicológica y/o fármacos, ésto puede fomentar la resiliencia en situaciones de duelo por la pérdida del trabajo o si presentas bajos ingresos afrontando mejor las dificultades que esto genera.

 

https://repositorio.esan.edu.pe/handle/20.500.12640/1626

https://dehesa.unex.es/handle/10662/6473 

 

Para saber más:

https://youtu.be/tGBSEQ6pgZQ

 

Laura Vanessa Gonzalez Acero

Practicante de psicología  en ASCOFAPSI

El poder del color

El color se ve todos los días y en todas partes pero pocas veces se analiza por qué cada cosa tiene un color determinado, o si las decisiones de compra son afectadas por los colores o si éstas sólo dependen de la personas que las realiza, tampoco se suele reflexionar sobre las emociones que generan los colores en las personas ya que es un proceso tan automático que muchas veces no somos conscientes de ello.

 

La psicología del color consiste en que todos los colores generan un efecto emocional en cada persona, despertando sentimientos positivos o negativos, éste está determinado por su contexto donde se establece si un color resulta agradable y correcto o falso y carente de gusto. La psicología del color se puede utilizar en todos los contextos posibles como por ejemplo en el arte, la forma de vestir, los artículos de consumo y la decoración de una casa. 

 

Las emociones juegan un papel muy importante en la vida de las personas ya que impulsan las acciones a realizar, dan sentido a cada momento y tienen un efecto sobre las decisiones, es por esto que, muchas empresas u organización usan el color para potenciar su marca y sus ventas al satisfacer los deseos y cubrir las necesidades de los consumidores, el color busca venderle a la mente y no a la gente, esto siempre acompañado de un uso armónico de la saturación, el brillo, las fuentes, los tamaños de letra y los elementos visuales, por ejemplo, en un estudio observaron que los empaques brillantes de las papas producían sentimientos de culpa en los consumidores, mientras que los empaques mate, producían dicho sentimiento pero en menor medida.

 

El color de un producto también puede influir en el sabor que se percibe de dicho alimento, por ejemplo, los productos con azúcar pintados de rojo son juzgados como más dulces que los productos sin color. En un estudio se preparó un buffet en el que muchos de los alimentos tenían colores no convencionales para las comidas, posterior a esto los participantes se quejaron de que muchos platos no tenían sabor, y algunos de ellos confirmaron que se sentían mal después de la comida.

 

Así como el lenguaje, los efectos que generan los colores tampoco son innatos a pesar de estar marcados por ellos desde nuestro nacimiento, puesto que, los colores se conocen en la infancia a la vez que se aprende el lenguaje, y cuando se llega a la edad adulta, éstos se tienen tan arraigados que parecen innatos. 

 

Además de que lo que expresan los colores depende de la experiencia, también dependerán de la cultura a la que pertenece, sin embargo, a nivel general se pueden establecer unas relaciones, algunas de éstas son:

 

 

  • El rojo significa sangre, fuego, pasión, violencia, actividad, impulso, acción, movimiento y vitalidad; aumenta la tensión muscular, estimula positivamente el apetito, activa la respiración, estimula la presión arterial y es el más adecuado para personas retraídas, de vida interior, y con reflejos lentos. 

 

 

  • El naranja es entusiasmo, ardor, incandescencia, euforia y actúa para facilitar la digestión.

 

 

  •  El amarillo es sol, poder, arrogancia, alegría, buen humor y voluntad; se le considera como estimulante de los centros nerviosos.

 

 

  • El verde es reposo, esperanza, primavera, juventud y por ser el color de la naturaleza sugiere aire libre y frescor; este color libera al espíritu y equilibra las sensaciones.

 

 

  • El azul es inteligencia, verdad, sabiduría, recogimiento, espacio, inmortalidad, cielo y agua y también significa paz y quietud; actúa como calmante y en reducción de la presión sanguínea.

 

 

  • El violeta es profundidad, misticismo, misterio, melancolía y en su tonalidad púrpura, realeza, suntuosidad y dignidad; es un color delicado, fresco y de acción algo sedante. 

 

 

  • Los colores cálidos en matices claros: cremas o rosas, sugieren delicadeza, feminidad, amabilidad, hospitalidad y regocijo, y en los matices oscuros con predominio de rojo, vitalidad, poder, riqueza y estabilidad. 

 

 

  • Los colores fríos en matices claros expresan delicadeza, frescura, expansión, descanso, soledad, esperanza y paz, y en los matices oscuros con predominio de azul, melancolía, reserva, misterio, depresión y pesadez.

 

 

Finalmente se debe tener en cuenta que un mismo color tiene un efecto completamente diferente si se combina con otros colores, y que si cualquier color se combina con el negro su significado positivo se convierte en negativo, esto debido a que conocemos más sentimientos que colores, por ello cada color nos puede producir muchos efectos distintos y contradictorios, haciendo que un mismo color actúe en cada ocasión de manera diferente. Por ejemplo, el mismo rojo puede parecer erótico o sensual o violento.

 

https://repositorio.upeu.edu.pe/handle/20.500.12840/2859 

https://repository.unimilitar.edu.co/handle/10654/15434 

Para saber más: 

https://youtu.be/3RRuIxZX8ZU 

https://youtu.be/O35G6qpbgbg

 

Laura Vanessa Gonzalez Acero

Practicante de psicología  en ASCOFAPSI

Aprender a aprender

El proceso de estudiar y comprender información puede resultar tedioso para algunas personas, haciendo que se aburran, que no obtengan los resultados deseados y pensando que es por su “falta de inteligencia”, cuando, en realidad, aquí influyen muchos factores como la disposición del ambiente, la postura del cuerpo, la planificación y las técnicas de estudio.

Para controlar estos factores y aprender de una manera óptima, puedes tener en cuenta lo siguiente:

Disposición del ambiente: El lugar de estudio debe ser tranquilo, libre de distracciones y ruidos, en lo posible debe ser un lugar que sólo se utilice para cuestiones académicas y/o laborales, compuesto por una silla con una altura proporcional al escritorio el cual debe estar limpio y ordenado, se recomienda colocar en un lugar visible las fechas con sus respectivos compromisos académicos y contar con la temperatura, ventilación e iluminación adecuada. Se puede hacer uso de música siempre y cuando tenga un volumen bajo y se debe evitar el uso de la televisión porque esta actividad estimula simultáneamente la vista y el oído impidiendo la concentración. 

Postura del cuerpo: El tronco del cuerpo debe estar estirado, con la espalda apoyada en el respaldo de la silla, los apuntes o el computador deben estar, aproximadamente, a unos 30 centímetros de distancia y si es posible que estén un poco inclinados por un atril u otro objeto, esto disminuye el cansancio ocular. También se debe evitar realizarlo en la cama o en una silla reclinada ya que el organismo asocia la cama con el descanso, provocando que la persona se duerma y no pueda cumplir con su objetivo.

 

Planificación: Esta depende de la persona y del tiempo destinado para su ejercicio, se recomienda iniciar con las asignaturas o tareas de mayor dificultad, ya que se pueden desarrollar de mejor manera si no hay presencia de cansancio, y terminar con las más fáciles que requieren un menor esfuerzo cognitivo. También se recomienda establecer un mínimo y un máximo de tiempo distribuyéndolo según la importancia y la dificultad de las actividades, teniendo en cuenta que también es importante dedicarle tiempo a la familia, amigos y a nosotros mismos. Se deben tener descansos proporcionales al tiempo establecido para cada actividad. 

 

Técnicas de estudio: Son herramientas utilizadas para potenciar el aprendizaje. Éstas varían según los procesos de cada estudiante y cúal se le facilite más. Algunas de éstas son:

 

  • Subrayar: Esta técnica se utiliza durante la lectura para resaltar las ideas de cada texto, recomienda subrayar de una forma las ideas principales y de otra forma las secundarias para que a simple vista se pueden evidenciar los contenidos jerarquizados. También se recomienda utilizar utensilios que permitan la visibilidad de las palabras, subrayar estrictamente lo necesario sin exagerar, antes de subrayar se debe realizar una primera lectura comprensiva, utilizar únicamente 2 o 3 colores para agilizar el proceso y la comprensión,  y tener en cuenta la posibilidad de emplear una técnica de estudio simultánea como la toma de apuntes, los resúmenes, las fichas, etc.

 

 

  • Resumen: Redactar de una forma breve, sencilla y en tus propias palabras los aspectos más importantes añadiendo las aclaraciones que creas convenientes, esto también se puede hacer en forma de cuadro sinóptico esto, También se recomienda leer el texto tantas como sea necesario, estar seguro de haber comprendido su significado, diferenciar los conceptos principales y los secundarios y elegir los elementos que se van a omitir. Esto facilita recordar el material estudios si se efectúa el repaso de lo resumido.

 

 

  • Debate: Es la discusión que realizan los integrantes de un grupo sobre un tema que provoca algunas divergencias, esto propicia el aprendizaje mutuo y hace que los integrantes del grupo sustenten sus puntos de vista personales, desarrollando conductas positivas para el trabajo en grupo, creando en los asistentes hábitos para que atiendan las intervenciones y se pueda llegar de manera exitosa a las conclusiones del tema tratado.

 

  • Toma apuntes: Es recomendable sacar los apuntes necesarios y que éstos sean escritos a mano en vez de un computador, tablet o celular ya que cuando se escribe en estos médicos electrónicos se hace tan rápido que el cerebro no logra procesar de manera eficaz toda la información, en cambio al escribir con la mano pensamos más en el contenido, en la forma y prestamos más atención en la información más importante. 

 

Para saber más:  

 

http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-01372015000100014

 

Laura Vanessa Gonzalez Acero

Practicante de psicología  en ASCOFAPSI

¿Cómo enfrentar el miedo a la muerte?

Todos en algún punto hemos presentado miedo a la muerte, ya sea por un acontecimiento real o imaginario, sin embargo, éste miedo no es tan frecuente en personas sanas y jóvenes en comparación de las personas con una enfermedad seria o que tienen muchos años de vida, en ellos ronda el pensamiento de que la muerte puede llegar en cualquier momento generando ansiedad y en ocasiones depresión ya que se acercan a lo desconocido, al final de lo que se conoce como “real” y a la incertidumbre total.

 

Se pueden destacar siete razones por las que se puede generar ansiedad ante la muerte, estos son: la experiencia de morir en sí misma, miedo a pasar los últimos años de vida en un geriatrico, miedo a sentirse avergonzado y perder la dignidad, miedo a dejar de ser quien era, miedo a la soledad después de morir y a estar separados de los seres queridos, miedo a pasar los últimos días en un hospital y temor al fracaso.

 

La literatura reporta que las personas solemos afrontar el miedo a la muerte mediante dos formas, la primera se considera positiva en cuanto el miedo y la ansiedad a la muerte son prudenciales y esto puede conducir a que la persona valore mucho más la vida, la segunda se considera negativa en cuanto la idea de la muerte genera angustia y obsesión en la persona dando como resultado conductas agresivas y comportamientos poco adaptados a la norma y en algunos casos genera mayor probabilidad de estrés.

 

El proceso de afrontamiento está determinado por factores internos que hacen referencia a la forma de ser de la persona, algunos ejemplos son:

 

  • Las personas buscadoras de emociones, a las cuales toman con mayor probabilidad riesgos, por lo que habrá una tendencia a una mayor tolerancia al hecho de morir.

 

 

  • Las personas con una actitud optimista parecen tener un mejor manejo de los síntomas de enfermedades físicas ya que suelen estar centradas en buscar los lados positivos de la enfermedad.

 

Los factores externos son los recursos tangibles como la educación, el dinero, las creencias o religiones, el apoyo social o la existencia de diversos estresores simultáneos como dificultades económicas y problemas de pareja, estos pueden actuar de manera positiva o negativa en el proceso de afrontamiento.

 

A pesar de los distintos factores que puedan afectar el proceso de afrontamiento puedes seguir las siguientes recomendaciones para darle un mejor manejo a tu miedo o angustia por la muerte, sin embargo, recuerda que lo mejor es tener un acompañamiento psicológico para tu proceso.

 

  • Acepta que la muerte hace parte de la vida y no puedes controlar cuándo ni dónde será, reconocer esto ayudará a que te centres más en tu vida, a que hagas cosas para sentirte orgulloso de ella y para reducir el miedo a morir.

 

 

  • Vive en el aquí y el ahora, para ello puedes realizar ejercicios con tus actividades cotidianas, ya sea comer, tender la cama, lavar la loza o cepillarte los dientes, y concéntrate en cada uno de los movimientos que realizas, eso ayudará a que mantengas tu atención en el presente y evita que te angusties con la incertidumbre.

 

 

  • Habla con naturalidad sobre la muerte y no trates de evitar el tema para que el temor que te genera se vaya disminuyendo. También puedes tomarte un minuto diario para repetir la palabra “muerte” de forma continua y al final notarás cómo va perdiendo su significado y sólo quedará un simple sonido.

 

 

Ten presente que el miedo a la muerte y todos los pensamientos que eso trae consigo, puede hacer que descuides tu vida y a los que te importen, afectando de manera negativa tu salud mental y física, no estás tarde para hacer algo por ti, y recuerda que está bien buscar ayuda.

 

https://eprints.ucm.es/id/eprint/49449/ 

 

Para saber más:

https://www.youtube.com/watch?v=uNezGSdz5m0

 

Laura Vanessa Gonzalez Acero

Practicante de psicología  en ASCOFAPSI

Las fobias específicas

Las personas suelen hablar de fobias muy coloquialmente en diferentes situaciones de la vida cotidiana sin saber exactamente lo que significa, qué tipos existen y desconocen si cuentan o no con un tratamiento.

 

Según el DSM-5, las personas que tienen alguna fobia específica presentan miedo o ansiedad inmediata, intensa, desproporcionada y persistente por un objeto o situación, lo que genera malestar o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento de la persona, por ende suelen evitar exponerse a estos objetos o situaciones.

 

El miedo se puede adquirir cuando se enfrenta directamente con experiencias negativas como por ejemplo un accidente de coche o una mordedura de animal, también cuando se observa las consecuencias aversivas en otros sujetos, ya sea en vivo o filmados, por ejemplo presenciar un accidente sin estar involucrado en el, y cuando la información amenazante es transmitida por otra persona, tal como los avisos de los padres sobre lo peligrosos que son ciertos animales o la información en la prensa sobre accidentes aéreos o enfermedades.

 

Los tipos de fobia se pueden dividir en: 

  • Animal (por ejemplo perros, arañas, insectos)
  • Ambiental (por ejemplo alturas, tormenta, agua)
  • Sangre, inyecciones o heridas (por ejemplo objetos, material y procedimientos quirúrgicos)
  • Situacional (por ejemplo aviones, ascensores, lugares cerrados)

 

Algunas de las fobias específicas más conocidas son: 

  • Aerofobia (miedo irracional a volar) 
  • Acrofobia (temor irracional a las alturas)
  • Agateofobia (temor irracional a volverse loco)
  • Amaxofobia (miedo irracional a conducir)
  • Brontofobia (miedo irracional a los fenómenos atmosféricos como los truenos, rayos y tormentas)
  • Claustrofobia (temor excesivo a estar en espacios pequeños)
  • Fobia dental (temor irracional por el dolor y el daño producido por las intervenciones dentales)
  • Hematofobia (miedo irracional a la sangre, inyecciones o heridas) 
  • Sitofobia (temor irracional a atragantarse y/o vomitar)
  • Tanatofobia (miedo irracional a morir)
  • Zoofobia (miedo excesivo a algunos animales)

¿Cómo puedes identificar si en realidad es una fobia o simplemente es miedo? 

Como anteriormente se mencionó, las fobias son temores excesivos que te impiden realizar diferentes actividades, por ejemplo, debido a que temes conducir no logras llegar a tiempo a tu trabajo ya que prefieres caminar, o debido al miedo excesivo a los perros, cuando ves uno por la calle, presentas inmediatamente un ataque de ansiedad (dificultad para respirar, sudoración, temblor, aumento del ritmo cardiaco, sensación de peligro inminente y dolor en el pecho). Esto se diferencia de un miedo común cuando, por ejemplo, ves a un perro, sientes miedo pero logras pasar de largo sin presentar mayor malestar, o, a pesar del miedo por conducir lo logras hacer para evitar llegar tarde al trabajo.

 

Si identificas que presentas alguna fobia específica, lo recomendable es acudir con un profesional en salud mental el cual te puede ayudar a darle un mejor manejo, ya sea por medio de terapias psicológicas y/o con medicamentos. Alterno a esto, puedes disminuir los síntomas por medio de las siguientes aplicaciones que están al alcance de tu mano.

  • Phobia Free 
  • Phobious
  • Spider phobia cardboard 
  • Phobias and How to Overcome Them 

O también puedes seguir las siguientes recomendaciones:

 

  • Cuando te encuentres frente a la situación u objeto que te causa temor, trata de estar cerca de ellas sin evitarlas o escapar, puedes hacerlo progresivamente, y esto con el fin de que ese miedo vaya disminuyendo poco a poco porque si lo evitas sólo lograrás que cada vez se haga más grande.

 

 

 

  • Realiza ejercicios de consciencia plena como por ejemplo comerte algo que te guste de manera lenta, notando cada movimiento que realiza tu boca, los sonidos y los olores para que puedas mantener tu atención en el aquí y ahora, o también lo puedes hacer con tus actividades cotidianas, esto te ayudará a manejar la ansiedad y a reducir las conductas de evasión.

 

 

 

 

  • Realiza ejercicios de respiración profunda para controlar las reacciones fisiológicas antes, durante y después de enfrentarse a las situaciones u objetos que te generan ansiedad, esto lo logras inspirando profundo lentamente, “inflando” el diafragma (pon una mano en el pecho y la otra en la “boca del estómago”, esta mano será la única que se debe levantar), y sueltas lentamente el aire.

 

 

 

  • Mantén una vida saludable realizando actividad física o practicando algún deporte que sea de tu agrado, come balanceado, duerme bien y evita la cafeína ya que esto te ayudará a disminuir el estrés y la ansiedad que te produce los objetos o las situaciones que están relacionadas con la fobia que presentas.

 

Finalmente recuerda que estas recomendaciones no reemplazan una terapia psicológica y/o farmacológica.

Para saber más: http://diposit.ub.edu/dspace/handle/2445/115722

Laura Vanessa Gonzalez Acero

Practicante de psicología  en ASCOFAPSI

¿Por qué nos gusta ver películas de terror?

Es tal vez un poco contradictorio que a muchas personas les guste las películas de terror cuando, a pesar de que generan emociones negativas, como el miedo, sobresaltos y les eleve su ritmo cardíaco, al mismo tiempo produce una sensación de placer que hace que las disfruten cada vez que las ven. Sin embargo, otras personas prefieren evitarlas ya que, a pesar de no ser reales, les desata emociones negativas tan intensas que no se convierten en una preferencia.

Al centrarnos en la paradoja de las películas de terror en la cual se siente miedo, pánico, disgusto, preocupación, sudoración, donde la persona se cubre los ojos pero quiere seguir mirando, entrevé la escena, pero también quiere que se termine, se puede explicar el gusto por este género desde varias perspectivas, una de estas es plasmada por el filósofo Carroll (1990) donde expone que lo que llama la atención de estas películas es el modo en que violan las normas de la sociedad ya que raramente se ven esas violaciones en la vida cotidiana, lo que satisface la curiosidad de las personas.

Dolf Zillmann y Jennings Bryant, dos de los investigadores con mayor crédito en la Psicología de Medios, en su libro Los efectos de los medios de comunicación (1996) mencionan que a medida que incrementa el malestar y las emociones negativas durante las películas, mayor es la evaluación de disfrute y apreciación al finalizar la misma. Esto se debe al placer que se siente después de la exposición ante la película en su totalidad, es decir, que podemos experimentar un disfrute intenso solo a partir de un contraste.

También se puede explicar a partir de la “paradoja del drama” expuesta por Mark Packer en su artículo “Dissolving the paradox of tragedy” (1989) la cual consiste en el disfrute de la experiencia de visualizar contenidos que tienen propiedades que producen sentimientos negativos que la mayoría de personas busca evitar en la realidad, como shock, terror, lástima y tristeza. Las personas disfrutan el “placer de sufrir”: evalúan de forma positiva su experiencia estética negativa. De hecho se ha demostrado que el malestar empático vivido durante la exposición a una película dramática o trágica se asocia a una mejor evaluación o percepción de disfrute.

En la Teoría de la relatividad de Alexander Bain (1979), filósofo, psicólogo y pedagogo escocés, afirma que el cambio es necesario para sentir, es decir que el grado de sentimiento es proporcional al cambio; la brusquedad de la transición es un modo de mejorar el efecto.

De acuerdo al modelo de la desensibilización, la exposición repetida a contenidos de violencia (terror o de cualquier otro tipo) provoca un efecto de habituación afectiva tiene que ver con el aumento de la tolerancia hacia la violencia (o el terror), a la vez que disminuye la preocupación, empatía o sentimiento de compasión ante el sufrimiento de otras personas que pudieran ser víctimas de actos violentos, evidenciándose a medida que transcurre la película.

Finalmente, otra teoría que puede servir para explicar el disfrute del suspense (y el drama, en general) es la teoría de la transferencia de la excitación mencionada por Zillmann (1996) la cual expresa que la creciente excitación generada por estímulos negativos se convierte al final en diversión, esto debido a que los residuos de excitación causados por la angustia empática se mantienen durante todo el desenlace, lo que hará que se intensifique la satisfacción que provoca el final.

Para saber más:

https://youtu.be/XHnDWOqImPg

 

Laura Vanessa Gonzalez Acero

Practicante de psicología  en ASCOFAPSI