De manera cotidiana, cuando se habla de disciplina, la interpretación que se le da a esta suele estar relacionada con la imposición de reglas o restricciones para corregir o controlar el comportamiento de alguien. A menudo, se asocia con el castigo o la restricción de la libertad individual. Aquí hay algunas formas como se interpreta disciplinar:
– Castigo: La disciplina puede ser vista como un castigo para corregir un comportamiento no deseado. Por ejemplo, alguien podría decir: “Mis padres me disciplinaron por llegar tarde”.
– Control: Se asocia con el control de las acciones de alguien, la disciplina puede relacionarse con la autoridad de una figura de poder, como padres, maestros o supervisores. Por ejemplo, “El director de la escuela ejerce disciplina en el campus” o “mi jefe ejerce mucha disciplina en el lugar de trabajo”.
– Restricción: Puede implicar la restricción de la libertad o la imposición de reglas rígidas. Por ejemplo, “La disciplina en la escuela significa seguir las reglas estrictamente”.
En un contexto más amplio, la disciplina también puede referirse a la capacidad de controlar y dirigirse hacia metas y comportamientos positivos sin necesidad de castigos externos.
¿Por qué es importante la Disciplina?
La disciplina no significa castigo, sino guiar a nuestros hijos hacia un comportamiento positivo y enseñarles habilidades para la vida. Veamos algunos motivos por los que es crucial:
– Seguridad y autocuidado: Los límites ayudan a mantener a los niños seguros y les enseñan a cuidarse a sí mismos.
– Aprendizaje: La disciplina les brinda la oportunidad de aprender sobre las consecuencias de sus acciones.
– Desarrollo de la Autodisciplina: Les ayuda a desarrollar habilidades de autorregulación y autodisciplina.
Implementando la Disciplina Respetuosa
En Pautas de crianza y problemas de conducta se hace mención a la forma adecuada de implementar la disciplina y la instauración de límites en la crianza respetuosa, puesto que, estos requerimientos son fundamentales para guiar a nuestros hijos hacia un crecimiento saludable. Pero, ¿cómo lo hacemos sin recurrir a métodos autoritarios o castigos? A continuación, se establecen algunas pautas que te pueden guiar en el proceso de implementación de prácticas de instauración de límites y fomento de la disciplina:
– Explica los límites de manera clara y sencilla. Usa un lenguaje apropiado para la edad de tu hijo. Además, involucra a tus hijos en la toma de decisiones dentro de los límites establecidos. Esto les da una sensación de control y responsabilidad.
– Intenta entender los sentimientos y perspectivas de tu hijo. Esto fortalece el vínculo y les ayuda a sentirse escuchados.
– Mantén límites consistentes, pero flexibles cuando sea apropiado. La consistencia brinda seguridad. Implementa los cambios gradualmente. No te sientas presionado a hacerlo todo de una vez.
– Utiliza consecuencias lógicas relacionadas con el comportamiento en lugar de castigos. Por ejemplo, si un niño tira juguetes, podría perder el privilegio de jugar con ellos por un tiempo.
– Reflexiona sobre tu estilo de crianza actual y cómo podrías mejorar la disciplina y los límites. Investiga sobre la crianza respetuosa y las técnicas de disciplina positiva.
– Busca apoyo de otros cuidadores o grupos de crianza. Compartir experiencias y consejos puede ser valioso. Recuerda que el cambio lleva tiempo. Sé paciente contigo mismo y con tu hijo mientras ajustan sus patrones de comportamiento.
– Establece Prioridades: Comienza con un área específica que desees mejorar, como la comunicación o la gestión de las rabietas.
– Reconoce y celebra los momentos en los que aplicas con éxito la crianza respetuosa. En lugar de sentirte frustrado por los desafíos, véalos como oportunidades para aprender y crecer.
Conclusión
La disciplina y la instauración de límites en la crianza respetuosa son esenciales para el desarrollo saludable de los niños. Cuando implementamos estas prácticas con amor, empatía y comunicación efectiva, estamos guiando a nuestros hijos hacia un futuro en el que puedan tomar decisiones conscientes y responsables.
Recuerda, la crianza respetuosa no se trata de ser perfecto, sino de ser consciente y estar dispuesto a crecer junto con tus hijos. ¡Juntos, pueden construir una relación basada en el respeto y el amor! La crianza respetuosa no solo beneficia a tus hijos, sino que también fortalece el vínculo familiar y fomenta un ambiente de amor y confianza. Al seguir estas pautas y aplicar cambios gradualmente, puedes abrazar una crianza basada en el respeto mutuo y el amor incondicional.
¡Cada pequeño paso te acerca a un hogar más armonioso!
Referencias
Castiñeira, L. (2020). Pautas de crianza y problemas de conducta. Profesorado enseñanza secundaria. chrome extension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://core.ac.uk/download/pdf/235863507.pdf
Enith Daniela Villota Guevara