La disciplina en el deporte es mucho más que simplemente seguir reglas. Es un conjunto de valores, hábitos y actitudes que permiten a los deportistas alcanzar su máximo potencial y disfrutar plenamente de la práctica deportiva.
La disciplina en el deporte se puede definir como la capacidad de:
- Cumplir con las reglas y normas establecidas: Tanto las oficiales como las propias del equipo o disciplina.
- Seguir un entrenamiento riguroso: Asistir a las prácticas, realizar los ejercicios y cumplir con los objetivos planteados.
- Controlar las emociones: Mantener la calma bajo presión y manejar la frustración de manera adecuada.
- Trabajar en equipo: Colaborar con los compañeros y respetar las decisiones del entrenador.
La disciplina en los ambientes de actividad física está influenciada por diversos factores, entre ellos la orientación a las metas y el clima motivacional. Diferentes estudios han demostrado que los deportistas orientados a la tarea y que perciben un clima motivacional centrado en el aprendizaje son más propensos a mostrar un comportamiento disciplinado.
Por el contrario, un clima motivacional orientado al ego, centrado en la competencia y la evaluación, tiende a fomentar conductas indisciplinadas. Esto se debe a que la orientación a la tarea fomenta una motivación intrínseca y el clima motivacional orientado a la tarea crea un ambiente propicio para el desarrollo de habilidades sociales y la colaboración, que permiten:
- Alcanzar un nivel de excelencia deportiva más alto.
- Fomentar valores como el respeto, la perseverancia, el compromiso y la autodisciplina.
- Seguir las indicaciones del entrenador y cuidar el cuerpo, se reducen las posibilidades de sufrir lesiones.
- Crear un ambiente de trabajo positivo y colaborativo.
La disciplina no solo influye en el rendimiento deportivo, sino que también tiene un impacto significativo en el desarrollo personal de los individuos. Estudios han demostrado que los deportistas disciplinados tienden a tener una mayor autoestima, una mejor capacidad para manejar el estrés y una mayor satisfacción con la vida en general. Partiendo de esos beneficios y para fomentar su entrenamiento es fundamental:
- Establecer metas claras y alcanzables, donde los objetivos sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y delimitados en el tiempo (SMART).
- Generar un clima de confianza y respeto, donde los deportistas se sientan motivados a dar lo mejor de sí mismos.
- Ofrecer feedback constructivo para que los deportistas identifiquen sus fortalezas y áreas de mejora.
- Reconocer los avances y los éxitos motiva a los deportistas a seguir trabajando duro.
A través de la disciplina y el compromiso, no solo los deportistas pueden adquirir valiosas habilidades como la organización, la responsabilidad y la autoestima. Como se evidencia en el artículo, actividades cómo el deporte, fomentan la perseverancia y búsqueda de la excelencia, permitiendo a los individuos alcanzar sus metas y construir un futuro más prometedor.
Referencias
Jiménez, C. (2020). La disciplina en el deporte.
Moreno, J., Alonso, N., Martínez, C., & Cervelló, E. (2005). Motivación, disciplina, coeducación y estado de flow en educación física: Diferencias según la satisfacción, la práctica deportiva y la frecuencia de práctica. Cuadernos de Psicología del Deporte, 5(1-2).
Ursino, D., Abal, F., Cirami, L., & Barrios, R. (2020). La evaluación del rendimiento deportivo en psicología del deporte: una revisión sistemática.
Enith Daniela Villota Guevara
Psicóloga