El ser humano cuenta con una capacidad de adaptarse y recuperarse de situaciones difíciles, traumas, adversidades y estrés significativo. Y es que todos enfrentamos desafíos en la vida, pero dicha capacidad para superar estos momentos de dificultad y salir fortalecidos es lo que define la resiliencia.
¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia no significa evitar el dolor o la dificultad, sino aprender a enfrentarlos de manera efectiva y adaptarse a las circunstancias adversas. Las personas resilientes no sólo sobreviven a las crisis, sino que a menudo crecen y se desarrollan a través de ellas. La resiliencia implica una combinación de factores internos y externos, incluyendo una mentalidad clara, habilidades de afrontamiento, y una red de apoyo sólida.
Estrategias para desarrollar la resiliencia
Desarrollar resiliencia puede requerir cambios graduales y pequeños en aspectos como actitud ante la vida y una autoevaluación cuidadosa. Tal vez pueda comenzar este cambio por sí mismo, no obstante, un terapeuta o profesional de la salud también puede ayudarle.
- Entender que el cambio es una parte inevitable de la vida. Aceptar lo que no se puede cambiar y centrarse en lo que se puede controlar ayuda a reducir el estrés.
- Mantener una perspectiva optimista, aunque realista, puede ayudar a ver las oportunidades en medio de las dificultades. El optimismo no significa ignorar los problemas, sino enfrentarlos con una mejor actitud.
- Mantener relaciones cercanas y de apoyo con amigos, familiares y colegas puede proporcionar un amortiguador emocional durante los tiempos difíciles.
- No dude en buscar apoyo profesional si lo necesita. Los psicólogos pueden ofrecer estrategias y apoyo integral para hacerle frente a la situación problemática.
- Mantener una buena salud física a través de la alimentación equilibrada, el ejercicio regular y el sueño adecuado puede fortalecer la capacidad para manejar el estrés.
- Practicar técnicas de relajación, como la meditación y el yoga, y hacer tiempo para actividades que disfrutas puede ayudar a reducir el estrés y mejorar el bienestar general.
Desarrollar habilidades de afrontamiento
La resiliencia es una habilidad, aunque algunas personas parecen ser naturalmente más resilientes, todos podemos entrenar esta capacidad a través de estrategias conscientes y prácticas, para ello puedes:
- Abordar los problemas de manera directa y efectiva, desarrollando estrategias de solución de problemas y estableciendo objetivos alcanzables.
- Aprender a gestionar las emociones a través de técnicas como la atención plena (mindfulness) y la regulación emocional puede ayudar a mantener la calma y la claridad en situaciones de estrés.
- Identificar valores y establecer metas significativas puede proporcionar un sentido de propósito y dirección.
Para algunas personas, la espiritualidad o una filosofía de vida coherente puede proporcionar un marco de referencia que ayuda a enfrentar las adversidades.
Referencias
Coronado, J., & Pírela, R. (2020). Niveles de resiliencia y estrategias de afrontamiento: reto de las instituciones de educación superior. Revista electrónica interuniversitaria de formación del profesorado, 23(3).
Pérez, P., Pérez, H., & Guevara, G. (2022). Factores de riesgo y desarrollo de resiliencia en adolescentes. Revista Científica UISRAEL, 9(2), 23-38.
Enith Daniela Villota Guevara
Psicóloga