¿Qué camino tomar? Tomando decisiones, un arte psicológico para la vida cotidiana

¿Qué camino tomar? Tomando decisiones, un arte psicológico para la vida cotidiana

La toma de decisiones es una habilidad crucial que utilizamos a diario. Desde elegir qué desayunar hasta decisiones más complejas en el trabajo o en nuestras relaciones personales, este proceso influye en todos los aspectos de nuestras vidas. En este artículo, explicaremos qué es la toma de decisiones desde una perspectiva psicológica, cómo funciona, y proporcionaremos estrategias para mejorar este importante proceso en las distintas áreas de la vida.

¿Qué es la Toma de Decisiones?

La toma de decisiones es el proceso de elegir entre diferentes opciones o alternativas basadas en la información disponible y en nuestros valores y objetivos personales. Este proceso puede ser consciente o automático, dependiendo de la situación y de nuestra experiencia previa.

La toma de decisiones es un proceso complejo que involucra factores cognitivos, emocionales y sociales. Algunos aspectos clave incluyen:

  • Percepción de la información: Cómo interpretamos y procesamos la información disponible.
  • Evaluación de riesgos y beneficios: Considerar las posibles consecuencias de cada opción.
  • Emociones y estado de ánimo: Nuestro estado emocional puede influir en nuestras decisiones.
  • Sesgos cognitivos: Las creencias y prejuicios personales pueden distorsionar el proceso de toma de decisiones.

Aspectos psicológicos de la toma de decisiones

Sesgos cognitivos

Cortada de Cohan y compañía (2006), señalan que la mente humana funciona mediante atajos mentales o heurísticas que, si bien permiten procesar información de manera eficiente, también pueden llevar a cometer errores sistemáticos. En este aspecto, los sesgos más representativos son:

Sesgo de confirmación Sesgo de anclaje Aversión a la pérdida
La tendencia a buscar y favorecer información que confirma nuestras creencias preexistentes. La dependencia excesiva en la primera información recibida al tomar una decisión. El miedo a las pérdidas potenciales es mayor que la alegría ante las ganancias equivalentes.

 

Emociones

Las emociones juegan un papel crucial en la toma de decisiones, tanto de manera positiva como negativa. LeDoux (20016) menciona que las emociones positivas pueden impulsarnos a tomar decisiones arriesgadas o creativas, mientras que las emociones negativas pueden conducir a decisiones impulsivas o irracionales:

  • Motivación y entusiasmo: Las emociones positivas como la alegría, la esperanza y el entusiasmo actúan como motores que impulsan a actuar y perseguir los objetivos. Nos llenan de energía, nos hacen más receptivos a las oportunidades y nos permiten ver el mundo con una perspectiva más amplia y creativa. Esto nos permite encontrar soluciones novedosas a problemas complejos y generar ideas innovadoras.
  • Miedo y ansiedad: El miedo y la ansiedad pueden nublar nuestro juicio y llevarnos a tomar decisiones impulsivas o irracionales para evitar situaciones que percibimos como amenazantes. Esto puede implicar perder oportunidades o tomar decisiones que no son convenientes a largo plazo, puesto que, puede ser difícil evaluar las opciones de manera objetiva y tomar decisiones acertadas.

 

Motivación

La motivación, como fuerza impulsora fundamental del comportamiento humano, juega un papel crucial en la toma de decisiones. Ryan y colaboradores (2000) mencionan que la motivación se configura como un proceso complejo y dinámico que moldea nuestras elecciones y nos guía hacia la acción. Este proceso se encuentra dividido en cinco momentos: activación (se presenta la necesidad); evaluación (la necesidad se revisa en términos de importancia, urgencia y posibilidad de satisfacción); expectativa (revisión de las opciones teniendo en cuenta probabilidad de éxito, beneficios y consecuencias); valor (importancia de cubrir la necesidad) y elección (influenciada por factores de incertidumbre, presión social y limitaciones personales).

Estrategias para Mejorar la Toma de Decisiones

Independientemente del área de la vida en la que necesites tomar decisiones, estas estrategias pueden ayudarte:

Definir objetivos y valores Antes de tomar una decisión, reflexiona sobre tus objetivos a corto y largo plazo y sobre lo que es realmente importante para ti en esa situación.
Recopilar información Reúne información relevante y considera diversas fuentes. Cuanta más información tengas, mejor podrás evaluar las opciones.
Evaluar las emociones Reconoce tus emociones y cómo influyen en tu toma de decisiones, pero no permitas que te dominen por completo. Encuentra un equilibrio entre la lógica y la intuición.
Evitar la parálisis por análisis No te quedes atrapado en la búsqueda de la decisión perfecta. A veces, tomar una decisión es más importante que esperar indefinidamente. 
Aprender de los errores No temas cometer errores; son oportunidades de aprendizaje. Analiza las decisiones pasadas y considera cómo podrías haberlas tomado de manera diferente.
Practicar Como cualquier habilidad, la toma de decisiones se mejora con la práctica. Comienza con decisiones más simples y ve avanzando hacia las más complejas.

La toma de decisiones es un proceso psicológico fundamental que afecta a todas las áreas de nuestra vida. Al comprender los aspectos psicológicos involucrados y aplicar estrategias efectivas, podemos tomar decisiones más informadas y alineadas con nuestros objetivos y valores. La toma de decisiones es un proceso continuo y, con la práctica, podemos mejorar nuestra capacidad para tomar decisiones más acertadas y satisfactorias en la vida cotidiana.

 

Referencias

Cortada de Kohan, N., & Macbeth, G. (2006). Los sesgos cognitivos en la toma de decisiones.

LeDoux, J. E. (2016). What is emotion? Psychological Review, 123(1), 301-334.

Ryan, R. M., & Deci, E. L. (2000). Self-determination theory and the facilitation of intrinsic motivation, social motivation, and well-being. American Psychologist, 55(1), 68.

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga

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