Adultificación infantil y sus efectos en la vida adulta
La adultificación es un fenómeno que, aunque a menudo se interpreta erróneamente como una forma de fomentar la independencia y la madurez en los niños, en realidad tiene profundas implicaciones negativas en su desarrollo psicológico y emocional. Esta atribución prematura de roles, responsabilidades o características propias de la adultez priva a los menores de experiencias fundamentales para su infancia. En lugar de potenciar su crecimiento, la adultificación puede generar una carga emocional desproporcionada, deteriorar su autoestima y limitar su acceso a la protección y el cuidado que necesitan durante etapas clave de su desarrollo.
¿Qué es la adultificación?
La adultificación es un tipo de sesgo que distorsiona la percepción de ciertos niños, haciendo que sean vistos como más maduros o adultos de lo que realmente son, incluso por profesionales encargados de su cuidado (Watts, 2024). Davis y Marsh (2020) la definen como una situación en la que no se otorgan a ciertos niños las nociones de inocencia y vulnerabilidad, lo que puede provocar fallas en su protección y cuidado.
Este sesgo suele estar enraizado en la discriminación y se manifiesta cuando ciertos aspectos personales, como el contexto socioeconómico o las experiencias vividas del niño, se encuentran con respuestas discriminatorias. Así, en lugar de ser vistos como víctimas, se les considera responsables o resistentes al maltrato (Watts, 2024).
Adultificación vs. Parentificación
Aunque la adultificación y la parentificación están relacionadas, es importante distinguirlas. La parentificación ocurre dentro del hogar y se refiere a cuando un niño asume el rol de cuidador, ya sea física, emocional o financieramente (Schmitz & Tyler, 2016). Puede deberse a problemas como enfermedades parentales, abuso de sustancias o desventajas económicas.
Por otro lado, la adultificación sucede fuera del entorno familiar, y está influida por las actitudes de personas y organizaciones que rodean al niño. En algunos casos, un mismo menor puede experimentar ambos fenómenos, especialmente si vive en contextos de abuso doméstico.
¿Quiénes son más vulnerables a la adultificación?
Aunque cualquier niño puede ser víctima de este sesgo, existen ciertos grupos más propensos. En particular, los niños negros son más afectados debido a estereotipos racializados profundamente enraizados desde el colonialismo (Goff et al., 2014). Davis (2022) destaca que los niños negros son vistos como más adultos: los varones como “agresivos” y las niñas como “hipersexualizadas, fuertes o rudas”.
Otros factores que aumentan el riesgo de adultificación incluyen:
- Violencia doméstica.
- Desventajas socioeconómicas.
- Experiencias de transfobia.
- Situaciones de sinhogarismo (Watts, 2024).
Desde una perspectiva interseccional, cada niño puede poseer múltiples características que interactúan y aumentan su vulnerabilidad ante este sesgo.
Modelo PIA: Entendiendo la adultificación desde la práctica profesional
El modelo de Adultificación Interprofesional (PIA) propuesto por Davis y Marsh (2020) representa la adultificación como una pirámide con distintos niveles:
- Precondiciones: racismo, estereotipos sociales, prejuicios personales y falta de curiosidad profesional.
- Percepción del niño: el niño es visto como menos vulnerable, más responsable y, por tanto, menos merecedor de protección.
- Vulneración de derechos: los niños no reciben protección adecuada, lo que aumenta su riesgo de explotación y maltrato.
Consecuencias de la adultificación
La adultificación puede provocar respuestas punitivas en lugar de acciones de protección. Un niño explotado para vender drogas, por ejemplo, puede ser tratado como delincuente y no como víctima. Esta distorsión de la percepción puede conducir a consecuencias devastadoras a largo plazo: los niños son más propensos a ser criminalizados por comportamientos derivados de trauma o necesidad, lo que perpetúa ciclos de pobreza, marginación y contacto con el sistema penal. Además, el trato injusto y la falta de comprensión de su situación pueden deteriorar su autoestima, generar desconfianza hacia adultos y autoridades, y limitar su acceso a servicios de salud mental y apoyo psicosocial adecuados.
Entre las consecuencias más graves se encuentran:
- Exposición a más abusos.
- Pérdida de confianza en instituciones de protección.
- Peores resultados en salud mental, educación y justicia (Hayward & Critcher, 2024).
Prevención de la adultificación en el entorno escolar
- Generar conciencia: Es fundamental reconocer qué es la adultificación y cómo puede presentarse. Artículos y formaciones pueden ser recursos útiles para el personal educativo.
- Reconocer los sesgos: Tanto los inconscientes como los más conscientes deben ser examinados, ya que negar estos últimos puede evitar asumir responsabilidades (Davis, 2022).
- Fomentar una cultura de cuestionamiento profesional: Las instituciones deben promover espacios seguros donde el personal pueda expresar dudas o inquietudes sobre decisiones tomadas.
- Revisar el lenguaje: El uso de ciertos términos puede influir en la percepción de los niños. Es preferible decir “el niño está siendo explotado” en lugar de “está involucrado en explotación”, para resaltar que es víctima.
- Auditar políticas institucionales: Revisar que los protocolos sean inclusivos y aplicados con equidad.
- Promover entornos inclusivos: La inclusión debe ser un valor activo, más allá de una simple política institucional. Asegurar que todos los niños se sientan representados y protegidos es clave para prevenir la adultificación.
Conclusión
La adultificación puede tener efectos devastadores en la vida de niños y adolescentes, afectando su bienestar emocional, educativo y social. Es responsabilidad de todos los profesionales involucrados en la protección infantil identificar este sesgo, reflexionar sobre su propia práctica y trabajar activamente para erradicarlo.
Referencias
- Davis, J., & Marsh, N. (2020). Listen Up Research CIC.
- Goff, P. A., Jackson, M. C., Di Leone, B. A., Culotta, C. M., & DiTomasso, N. A. (2014). The Essence of Innocence: Consequences of Dehumanizing Black Children. Journal of Personality and Social Psychology, 106(4), 526–545.
- Hayward, M., & Critcher, J. (2024). Adultification: risk factors, harmful effects and implications for nursing practice. Nursing Children and Young People, 36(2), 14–20. https://doi.org/10.7748/ncyp.2023.e1488
- Schmitz, R. M., & Tyler, K. A. (2016). Growing up before their time: The early adultification experiences of homeless young people. Children and Youth Services Review, 64, 15–22. https://doi.org/10.1016/j.childyouth.2016.02.026
- Watts, C. (2024). What is Adultification within Child Protection and Safeguarding? The Hub | High Speed Training. https://www.highspeedtraining.co.uk/hub/what-is-adultification/
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