Afrontando los problemas de conducta Un camino de crecimiento para todos los miembros del hogar

Los problemas de conducta de niños y adolescentes constituyen una de las preocupaciones de las familias en la sociedad actual. Ante esto, hay familias que son capaces de afrontar estas situaciones y salir adelante, mientras otras se ven desbordadas, sin saber cómo actuar. Este tipo de problemas pueden verse como una preocupación para las familias, pero también como una oportunidad para crecer juntos y fortalecer los lazos afectivos entre los miembros del núcleo familiar.

Para ello es necesario reconocer que, la autorregulación emocional y las estrategias de afrontamiento son
herramientas valiosas para ver cambios conductuales positivos en los niños y adolescentes y permite mejorar el
clima familiar.

Entendiendo los Problemas de Conducta

La conducta problemática en niños y adolescentes puede manifestarse de diversas formas, desde rabietas y desafíos a la autoridad, hasta actitudes de aislamiento o agresividad. Estas conductas pueden ser una señal de que niños y jóvenes están lidiando con emociones complejas y necesitan apoyo para aprender a expresarlas de manera saludable.

El estudio Intervención sobre autorregulación cognitiva, conductual y emocional en niños menciona que la
autorregulación resulta fundamental para fomentar el comportamiento adaptativo. Frente a esto, se propone el desarrollo e instauración de habilidades cognitivas, motivacionales y emocionales en los niños y adolescentes que permitan un aprendizaje efectivo, de tal manera que estos puedan aplicar habilidades de regulación emocional de forma continua, posibilitando un afecto positivo, una mejora en el funcionamiento interpersonal y mayor bienestar en general.

Algunas de las estrategias de autorregulación emocional y afrontamiento que se pueden trabajar son:

  • Reconocimiento emocional: Ayudar a los niños y adolescentes a identificar y expresar sus emociones. Enseñándoles a reconocer cuándo se sienten tristes, frustrados o enojados.
  • Respiración y relajación: Practicar ejercicios de respiración y técnicas de relajación les permite afrontar situaciones estresantes con calma y control.
  • Creación de espacios seguros: Fomentar la comunicación abierta en casa, donde puedan hablar sobre sus sentimientos sin temor a juicios.
  • Fomentar la autodirección: Permite que tu hijo/a tenga cierto control sobre su tiempo y actividades. Anímale a elegir qué hacer y darle espacio para explorar sus propios intereses. Esto fomenta su autonomía y capacidad de autorregularse.
  • Establecer rutinas y estructura: El establecimiento de rutinas y horarios regulares puede ayudar a los niños a desarrollar un sentido de estructura y anticipación. Esto les proporciona seguridad y les ayuda a gestionar la impaciencia al saber qué esperar en determinados momentos del día.
  • Identificar soluciones: Ayuda a los jóvenes a buscar diferentes soluciones a sus problemas en lugar de reaccionar impulsivamente.
  • Aprendizaje de habilidades sociales: Enseñarles a resolver conflictos de manera asertiva y a establecer relaciones saludables con sus pares.
  • Ofrecer alternativas y opciones: Si tu hijo/a expresa aburrimiento o impaciencia, ofrece diferentes opciones para que pueda elegir. Esto le brinda un sentido de control y le permite encontrar una actividad que sea más interesante para él/ella en ese momento.
  • Practicar la paciencia juntos: Enseña a tu hijo/a que la paciencia es una habilidad que se puede desarrollar. Puedes hacerlo a través de juegos, actividades o situaciones en las que se requiera esperar. Refuerza y elogia su comportamiento paciente y resalta los beneficios que puede obtener al ser paciente.
  • Ser un modelo de paciencia y resiliencia: Los niños aprenden mucho observando a los adultos. Muestra paciencia y resiliencia en tu propia vida cotidiana y comparte con tu hijo/a cómo manejas las situaciones adversas de manera efectiva.

Puesto que padres y cuidadores también enfrentan desafíos emocionales al afrontar los problemas de conducta de los niños y adolescentes. Es fundamental trabajar en estrategias de afrontamiento que les permita servir de apoyo y guía para los más jóvenes. Si te encuentras ocupando uno de estos roles, te invitamos a que pongas en acción las siguientes pautas:

  • Auto-Cuidado: Dedica tiempo para cuidarte a ti mismo, buscando espacios de relajación y apoyo emocional.
  • Comunicación abierta: Mantén un diálogo constante y respetuoso con tus hijos para conocer sus preocupaciones y necesidades.
  • Apoyo mutuo: Busquen apoyo entre familiares y amigos para compartir experiencias y consejos.
  • Buscar ayuda profesional: No dudes en consultar a un psicólogo o terapeuta si sientes que necesitas orientación para afrontar la situación, estas pautas son básicas, pero si consideras que es difícil sobrellevar las circunstancias que vives en tu hogar, acude a atención especializada para trabajar tu caso de manera específica y profunda.

Trabajar este tipo de problemáticas en niños y adolescentes de manera respetuosa implica un largo proceso para ayudarles a desarrollar habilidades de autorregulación y ofrecerles herramientas para gestionar su tiempo y emociones. Recuerda que cada persona es única y puede responder de manera diferente a estas estrategias y pautas. Sé paciente contigo y con el niño/a o adolecente con el que te encuentras trabajando, e intenta ser flexible en tu enfoque, adaptando las estrategias según las necesidades individuales del niño o adolescente.

Referencias
Canet, L., García, A., Andrés, M., Vernucci, S., Aydmune, Y., & Stelzer, F. (2020). Intervención sobre
autorregulación cognitiva, conductual y emocional en niños: Una revisión de enfoques basados en procesos y en
el currículo escolar, en Argentina. Revista Argentina de Ciencias del Comportamiento, 12(1), 1-25.

Enith Daniela Villota Guevara