Fomentando conexiones emocionales y relaciones sólidas

Antes de iniciar, revisa si en tu vida se presenta alguna de las siguientes problemáticas en la interacción social que entablas diariamente: 

  • Falta de interés por otros y dificultad de intercambiar información apropiadamente.
  • Imposibilidad de expresar los deseos y preferencias de forma clara.
  • Expresar las frustraciones discutiendo, agrediendo o de formas poco adecuadas.
  • Mostrarse excesivamente tímido, inhibido o inseguro.
  • Frecuentemente es intimidado por personas violentas o agresivas.

Cabe mencionar que, las personas con dificultades en habilidades sociales suelen tener problemas para expresar los sentimientos, actitudes, deseos, opiniones o derechos, de modo adecuado frente a la situación. 

En la agitada sociedad actual, se ve manifiesta la preocupante dificultad de entablar una comunicación efectiva con otros, lo cual genera un deterioro en las conexiones humanas impidiendo generar relaciones auténticas y significativas. Y es que, relacionarse de manera saludable con el entorno social ya sea familia, amigos, pareja, etc., se encuentra vinculado a las competencias personales que hemos podido desarrollar a lo largo de la vida, de allí que múltiples investigaciones demuestren que los estilos de crianza influyen en el desarrollo socioemocional durante la infancia, en la cual se considera a la familia como el primer ente socializador, puesto que, la familia es el primer contexto social para la transmisión de normas, valores y modelos de comportamiento y por tal motivo, permite que el niño aprenda formas de socialización a partir de la interiorización de elementos básicos de su cultura. 

En el estudio titulado Incidencia de competencias parentales en el desarrollo de habilidades sociales en hijos únicos, se menciona que, dada la importancia de las relaciones sociales en el desarrollo psicoemocional del individuo, las habilidades sociales están sujetas a las respuestas específicas dadas en situaciones concretas vividas por cada ser humano, es por esto que, la influencia de la familia en el desarrollo de dichas habilidades permite reforzar conductas que serán un punto clave para la relación con el entorno social.

¿Qué son las habilidades sociales?

Son un conjunto de conductas que permiten expresar sentimientos, actitudes, deseos, opiniones de una persona dentro de un contexto interpersonal de un modo adecuado a la situación, respetando esas conductas en los demás. Generalmente, el uso oportuno de las diferentes habilidades ayuda a resolver las dificultades de la situación a la que se le está haciendo frente. 

El desarrollo de estas habilidades permite que el ser humano se adapte adecuadamente al entorno, relacionándose de forma eficaz con compañeros y amigos, aprendiendo a expresar emociones, pensamientos, opiniones y respetando las de los demás, además de proporcionarles herramientas necesarias para poder desenvolverse. 

En la familia, se pueden fomentar una variedad de habilidades sociales que promueven una comunicación efectiva, el respeto mutuo y las relaciones saludables:

  • Escucha activa: Enseñar a los miembros de la familia a escuchar de manera activa implica prestar atención plena a lo que el otro está diciendo, mostrar interés genuino y comprender sus sentimientos y necesidades. Esto fomenta una comunicación efectiva y fortalece los lazos familiares.
  • Expresión emocional saludable: Ayudar a los miembros de la familia a expresar sus emociones de manera adecuada y respetuosa es fundamental. Esto implica animar a los miembros de la familia a expresar sus sentimientos abiertamente, sin juzgarlos o invalidarlos.
  • Empatía: Implica enseñar a los miembros de la familia a comprender y compartir los sentimientos de los demás. Esto incluye reconocer y validar las emociones de los demás, mostrar preocupación por su bienestar y tratar de entender su perspectiva.
  • Resolución de conflictos: Ayuda a los miembros de la familia a manejar los desacuerdos de manera constructiva. Esto implica escuchar todas las perspectivas, buscar soluciones mutuamente beneficiosas, practicar la comunicación asertiva y encontrar acuerdos y compromisos cuando sea necesario.
  • Asertividad: Fomentarla en la familia implica enseñar a los miembros a expresar sus necesidades y opiniones de manera clara y respetuosa, al tiempo que respetan los derechos y límites de los demás. Esto ayuda a establecer límites saludables y a promover relaciones equilibradas.
  • Colaboración y trabajo en equipo: Promoviendo la cooperación, la toma de decisiones conjuntas y el apoyo mutuo. Esto ayuda a los miembros de la familia a desarrollar habilidades de trabajo en equipo, a respetar las contribuciones de los demás y a lograr objetivos comunes.

Fomentar las habilidades sociales dentro del entorno familiar es una inversión que produce beneficios de por vida para todos los miembros involucrados. A través de la comunicación abierta, la empatía y las experiencias compartidas, los miembros de la familia pueden fortalecer sus lazos emocionales y desarrollar valiosas competencias sociales. 

Trabajar estas habilidades es primordial para construir bases sólidas, vidas más felices y plenas. Y tú, ¿Cuál habilidad empezarás a entrenar esta semana?

 

Referencias

Pacheco, M., & Osorno, G. (2021). Incidencia de competencias parentales en el desarrollo de habilidades sociales en hijos únicos. Interdisciplinaria, 38(1), 101-116.

Enith Daniela Villota Guevara.