En el mes de febrero noticias del departamento de Casanare y el Quindío informaron que dos jóvenes fueron abusadas sexualmente por grupos de muchachos que se presume son de la misma localidad. Hechos como este suceden a diario a lo largo y ancho del país. Algunos son registrados como noticia, otros se denuncian ante los entes correspondientes, los más se mantienen en silencio.
Según el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en 2020¹ se reportaron 15.359 casos de violencia sexual perpetrados a menores de edad, esto es 42 casos diarios en el país, de ellos hay mayor prevalencia en niñas, las cuales registran 13.011 casos, cerca del 84% de los reportados. En niños la cifra asciende 2.304. La cifras de la OMS hablan de que uno de cada cinco menores de edad es víctima de violencia sexual antes de los 17 años². Este es un tema que debe ser dimensionado, visibilizado y denunciado.
Un acto sexual abusivo es una forma de violencia que no solo atenta contra la integridad física de la persona, sino también y muy especialmente, contra la salud psicológica de la víctima, a corto, mediano y largo plazo. Las secuelas psicológicas del mismo son múltiples, entre ellas: : problemas emocionales como estrés, ansiedad, baja autoestima, sentimientos de culpa, vergüenza, estados depresivos, agresividad (hacía si mismo o los demás) y en general aprensión y temores.
Ser víctima de abuso sexual es una experiencia dolorosa y violenta, difícil de superar. La tendencia general tanto de la víctima como de las personas de su entorno es no hablar del tema, olvidarlo, borrarlo de la memoria. Sin embargo, esta no es una solución, incluso ello genera mayores dificultades y sufrimiento en la víctima, lo que hace que las consecuencias del hecho traumático sean mayores. Por doloroso, incómodo o vergonzoso que se considere la situación esta debe ser afrontada con apoyo profesional. Hablar del suceso, desculpabilizar a la víctima, reconocer y validar su sufrimiento, permitirá elaborar la experiencia y sanar las heridas que se derivan de la vivencia de violencia. Si conoces alguna persona víctima de abuso sexual ten en cuenta que las secuelas pueden perdurar en el tiempo si no se cuenta con apoyo psicológico profesional que permita procesar, entender y superar lo que sucedió, a fin de minimizar el daño y sus consecuencias a largo plazo. Oriéntalo y apóyalo para acudir al psicólogo. }
¹ https://www.medicinalegal.gov.co/cifras-estadisticas/forensis
² https://www.lavanguardia.com/vida/20201119/49546089514/abuso-sexual-infantil-dia-mundial.html
Alejandra Franky Yañez
Practicante de psicología en ASCOFAPSI de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz