Un mes para crear conciencia global

Cada año, el mes de la salud mental nos invita a reflexionar sobre la importancia de cuidar nuestro bienestar emocional y psicológico. De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS, 2025), esta conmemoración representa “una oportunidad global para crear conciencia, mejorar la comprensión y fomentar la acción sobre problemas de salud mental en todo el mundo”. Su propósito es reducir el estigma, promover la empatía y movilizar esfuerzos para mejorar el acceso a los servicios de salud mental.

Propósito de la conmemoración

Según Brown University Health (2024), el Mes de la Concienciación sobre la Salud Mental es una iniciativa que busca educar al público sobre las enfermedades mentales, apoyar la investigación, reducir el estigma y celebrar los procesos de recuperación. La desinformación y los prejuicios suelen impedir que las personas busquen ayuda, por lo que visibilizar estas problemáticas es esencial para promover una sociedad más compasiva y consciente.

Así, la finalidad de este mes es abrir espacios de conversación, educación y sensibilización sobre cómo los trastornos mentales afectan la vida cotidiana, fortaleciendo redes de apoyo entre familiares, amigos y cuidadores. Además, facilita la recaudación de fondos, la creación de redes de apoyo y el impulso de políticas públicas que fortalezcan la atención psicológica y psiquiátrica.

Objetivos clave del Mes de la Salud Mental

Teniendo en cuenta lo anterior, se considera que la concienciación en salud mental no solo implica hablar de enfermedad, sino también de bienestar integral, empatía y prevención. Por lo cual las metas de esta campaña incluyen:

  • Educar al público sobre las condiciones de salud mental y su impacto.
  • Reducir el estigma mediante el diálogo y la aceptación.
  • Promover la intervención temprana y el acceso al tratamiento.
  • Difundir recursos de apoyo y servicios de emergencia.
  • Fomentar la solidaridad y reducir la sensación de aislamiento.
  • Impulsar políticas públicas y financiamiento para mejorar la atención.
  • Promover prácticas de autocuidado y bienestar emocional. (National Council for Mental Wellbeing, 2025)

¿Qué es la salud mental y por qué debemos cuidarla?

Teniendo en cuenta lo anterior,  UNICEF (2025) define la salud mental como un estado de bienestar que nos permite llevar una vida plena, disfrutar de nuestras actividades, mantener relaciones significativas y contribuir a la sociedad. No se trata únicamente de la ausencia de trastornos mentales, sino de una base esencial para el bienestar general. Esta es la  clave del mes de la salud mental, pues el estigma en torno a estas temáticas continúa siendo una barrera que genera silencio, miedo y falta de acceso al tratamiento.

Determinantes sociales de la Salud Mental

Estas barreras y factores que influyen en el cuidado de la salud mental están profundamente atravesados por los determinantes sociales de la salud, definidos por la OPS (2025) como “las circunstancias en que las personas nacen, crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto más amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana”. Estos determinantes se dividen en dos grandes grupos: los estructurales y los intermedios.

Los determinantes estructurales abarcan el contexto socioeconómico y político en el que se produce y distribuye el poder, los recursos y las oportunidades de manera desigual entre distintos grupos sociales, según factores como la clase social, el género o la etnia. Estas desigualdades generan inequidades en la salud y el bienestar, afectando directamente el acceso y la atención a la salud mental.

Por su parte, los determinantes intermedios se refieren a las condiciones más cercanas a la vida cotidiana: el empleo, la vivienda, el transporte, el entorno social y las condiciones psicosociales. Todos estos factores moldean la manera en que las personas experimentan, expresan y gestionan su salud mental.

La interacción entre ambos tipos de determinantes crea contextos que pueden favorecer o limitar el diálogo sobre salud mental, influyendo en si las personas se sienten seguras para hablar de sus emociones, buscar apoyo y recibir comprensión en sus comunidades. Por ello, abordar la salud mental implica también reconocer las desigualdades sociales que impiden a muchos acceder a espacios de cuidado y expresión emocional.

Hablar salva vidas

Debido a lo anterior, se comprende que el continuar conversando abiertamente sobre salud mental sigue siendo una de las herramientas más poderosas para romper barreras y reducir el estigma. Como enfatiza UNICEF (2025), hablar sobre salud mental salva vidas porque permite que más personas se sientan comprendidas, acompañadas y con esperanza.

Nadie debería enfrentar sus problemas en soledad, y el mantener estas chalas permite que las personas, sin importar su situación, sepan que no están solas y que pueden y merecen pedir ayuda. Recordando que pedir ayuda es un acto de valentía que puede marcar la diferencia entre el silencio y la recuperación.

Referencias

  • Organización Panamericana De La Salud (OPS/OMS). 2025. Día Mundial de la Salud Mental 2025. https://www.paho.org/es/campanas/dia-mundial-salud-mental-2025
  • National Council for Mental Wellbeing. (2025). Mental Health Awareness Month 2025 – National Council. https://www.thenationalcouncil.org/mental-health-awareness-month/
  • Brown University Health. (2024). The Importance of Mental Health Awareness Month | Brown University Health. https://www.brownhealth.org/be-well/importance-mental-health-awareness-month
  • Organización Panamericana De La Salud (OPS/OMS). 2025.Determinantes sociales de la salud. https://www.paho.org/es/temas/determinantes-sociales-salud
  • Legado Solidario, UNICEF. (2025). Cuidar de la salud mental: un reto global. https://legadosolidario.unicef.org.co/conecta-con-unicef/cuidar-de-la-salud-mental-un-reto-global

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Salud mental en la sociedad actual: cómo nos afecta a todos

La salud mental es una faceta esencial de la vida humana que influye tanto en el individuo como en su entorno inmediato y en la sociedad en general. Esta interrelación genera un efecto bidireccional entre el microsistema (familia, amigos, escuela, trabajo) y el macrosistema (sociedad, cultura, política), por lo que es crucial reconocer la salud mental como una responsabilidad colectiva que debe ser cuidada desde todos los niveles sociales (OPS, 2025).

Concepto y alcance de la salud mental

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la salud mental es un estado de bienestar que permite a las personas enfrentar los momentos de estrés, desarrollar habilidades, trabajar y aprender adecuadamente y contribuir a su comunidad. Es un derecho humano fundamental y un pilar para el desarrollo personal, social y económico (OPS, 2025).

La salud mental no se limita a la ausencia de trastornos mentales. Se trata de un proceso complejo que varía según cada individuo, presentando diferentes niveles de dificultad, angustia y consecuencias sociales o clínicas (OPS, 2025).

Trastornos mentales y brecha en la atención

Las afecciones de salud mental abarcan desde trastornos mentales y discapacidades psicosociales hasta condiciones de angustia grave o riesgo de autolesiones. A pesar de su alta prevalencia, los recursos destinados a su atención son insuficientes, mal distribuidos o ineficazmente utilizados. Esto ha generado una brecha de tratamiento que supera el 70% en muchos países (OPS, 2020).

Además, el estigma, la discriminación y la exclusión social agravan esta situación, dificultando el acceso al apoyo necesario (OPS, 2020).

Factores que afectan la salud mental

La salud mental está influenciada por una amplia gama de factores sociales, psicológicos y biológicos que interactúan de manera compleja en la vida de las personas. Entre los factores sociales más determinantes se encuentran las presiones socioeconómicas persistentes, como la pobreza, el desempleo y la inseguridad económica, que generan altos niveles de estrés y ansiedad en la población (OPS, 2020). Las condiciones laborales estresantes, caracterizadas por la sobrecarga, la falta de reconocimiento y la inseguridad en el empleo, también deterioran significativamente el bienestar mental.

Asimismo, la exclusión social, la discriminación, los mandatos de género que imponen roles rígidos, y los estilos de vida poco saludables —como la falta de actividad física, el consumo excesivo de sustancias y la mala alimentación— constituyen factores de riesgo relevantes. Estos elementos afectan de manera desproporcionada a las poblaciones más vulnerables, profundizando las desigualdades en salud mental (OPS, 2020).

Por otro lado, es necesario considerar que los factores genéticos y desequilibrios bioquímicos cerebrales pueden aumentar la vulnerabilidad a trastornos mentales.

Impacto social de la mala salud mental

Según el Colegio Indoamericano (s.f.), los problemas de salud mental tienen efectos directos sobre el tejido social. Entre ellos se encuentran:

  • Aumento de la violencia interna y externa.
  • Debilitamiento de la conexión interpersonal y comunitaria.
  • Disminución de la empática y participación social.
  • Aislamiento, angustia, soledad y vulnerabilidad frente a riesgos sociales.

Estos factores afectan la capacidad de las personas para convivir, construir relaciones sanas y generar cambios sociales positivos.

Consecuencias de la crisis sanitaria

La pandemia de COVID-19 fue una prueba contundente del impacto social de la salud mental. El confinamiento prolongado, la incertidumbre y el miedo provocaron afectaciones personales y colectivas. Actualmente, se observa un incremento en la agresividad, la desregulación emocional y conductas que antes podrían considerarse irracionales (Universidad El Bosque, s.f.).

Salud mental y comunidad

Cuando las personas no gozan de buena salud mental, su capacidad para ser productivas, tomar decisiones acertadas, establecer relaciones sociales sanas y contribuir activamente a la vida en comunidad se ve comprometida. Esta limitación repercute no solo en el bienestar individual, sino también en el equilibrio del entorno social inmediato. Cuando una proporción significativa de la población enfrenta dificultades de salud mental, se genera un impacto negativo acumulativo que se manifiesta en la fragmentación del tejido social, la reducción de la cohesión comunitaria y el debilitamiento de los sistemas de apoyo mutuo. Esto deriva en una problemática social de gran escala que obstaculiza la convivencia armónica, frena el desarrollo colectivo y reduce la capacidad de resiliencia de la sociedad en su conjunto (Universidad El Bosque, s.f.).

Por ello, es imprescindible implementar políticas públicas que promuevan la salud mental comunitaria, incluyendo:

  • Apoyo en crisis.
  • Acceso a vivienda protegida.
  • Tratamiento integral y humanizado.

Retos en Colombia

En Colombia, a pesar de la existencia de políticas públicas en salud mental, su aplicación es desigual. La visión biomédica de la salud, los estigmas sociales, la falta de recursos y de centros comunitarios, especialmente en zonas rurales, dificultan el acceso a servicios oportunos y eficaces (Universidad El Bosque, s.f.).

Conclusión

La salud mental no es un lujo ni una preocupación individual, sino un componente esencial del bienestar colectivo. Requiere de acción conjunta entre individuos, comunidades e instituciones para garantizar entornos más saludables, equitativos y empáticos.

Referencias

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Adultificación infantil y sus efectos en la vida adulta

La adultificación es un fenómeno que, aunque a menudo se interpreta erróneamente como una forma de fomentar la independencia y la madurez en los niños, en realidad tiene profundas implicaciones negativas en su desarrollo psicológico y emocional. Esta atribución prematura de roles, responsabilidades o características propias de la adultez priva a los menores de experiencias fundamentales para su infancia. En lugar de potenciar su crecimiento, la adultificación puede generar una carga emocional desproporcionada, deteriorar su autoestima y limitar su acceso a la protección y el cuidado que necesitan durante etapas clave de su desarrollo.

¿Qué es la adultificación?

La adultificación es un tipo de sesgo que distorsiona la percepción de ciertos niños, haciendo que sean vistos como más maduros o adultos de lo que realmente son, incluso por profesionales encargados de su cuidado (Watts, 2024). Davis y Marsh (2020) la definen como una situación en la que no se otorgan a ciertos niños las nociones de inocencia y vulnerabilidad, lo que puede provocar fallas en su protección y cuidado.

Este sesgo suele estar enraizado en la discriminación y se manifiesta cuando ciertos aspectos personales, como el contexto socioeconómico o las experiencias vividas del niño, se encuentran con respuestas discriminatorias. Así, en lugar de ser vistos como víctimas, se les considera responsables o resistentes al maltrato (Watts, 2024).

Adultificación vs. Parentificación

Aunque la adultificación y la parentificación están relacionadas, es importante distinguirlas. La parentificación ocurre dentro del hogar y se refiere a cuando un niño asume el rol de cuidador, ya sea física, emocional o financieramente (Schmitz & Tyler, 2016). Puede deberse a problemas como enfermedades parentales, abuso de sustancias o desventajas económicas.

Por otro lado, la adultificación sucede fuera del entorno familiar, y está influida por las actitudes de personas y organizaciones que rodean al niño. En algunos casos, un mismo menor puede experimentar ambos fenómenos, especialmente si vive en contextos de abuso doméstico.

¿Quiénes son más vulnerables a la adultificación?

Aunque cualquier niño puede ser víctima de este sesgo, existen ciertos grupos más propensos. En particular, los niños negros son más afectados debido a estereotipos racializados profundamente enraizados desde el colonialismo (Goff et al., 2014). Davis (2022) destaca que los niños negros son vistos como más adultos: los varones como “agresivos” y las niñas como “hipersexualizadas, fuertes o rudas”.

Otros factores que aumentan el riesgo de adultificación incluyen:

  • Violencia doméstica.
  • Desventajas socioeconómicas.
  • Experiencias de transfobia.
  • Situaciones de sinhogarismo (Watts, 2024).

Desde una perspectiva interseccional, cada niño puede poseer múltiples características que interactúan y aumentan su vulnerabilidad ante este sesgo.

Modelo PIA: Entendiendo la adultificación desde la práctica profesional

El modelo de Adultificación Interprofesional (PIA) propuesto por Davis y Marsh (2020) representa la adultificación como una pirámide con distintos niveles:

  1. Precondiciones: racismo, estereotipos sociales, prejuicios personales y falta de curiosidad profesional.
  2. Percepción del niño: el niño es visto como menos vulnerable, más responsable y, por tanto, menos merecedor de protección.
  3. Vulneración de derechos: los niños no reciben protección adecuada, lo que aumenta su riesgo de explotación y maltrato.

Consecuencias de la adultificación

La adultificación puede provocar respuestas punitivas en lugar de acciones de protección. Un niño explotado para vender drogas, por ejemplo, puede ser tratado como delincuente y no como víctima. Esta distorsión de la percepción puede conducir a consecuencias devastadoras a largo plazo: los niños son más propensos a ser criminalizados por comportamientos derivados de trauma o necesidad, lo que perpetúa ciclos de pobreza, marginación y contacto con el sistema penal. Además, el trato injusto y la falta de comprensión de su situación pueden deteriorar su autoestima, generar desconfianza hacia adultos y autoridades, y limitar su acceso a servicios de salud mental y apoyo psicosocial adecuados.

Entre las consecuencias más graves se encuentran:

  • Exposición a más abusos.
  • Pérdida de confianza en instituciones de protección.
  • Peores resultados en salud mental, educación y justicia (Hayward & Critcher, 2024).

Prevención de la adultificación en el entorno escolar

  1. Generar conciencia: Es fundamental reconocer qué es la adultificación y cómo puede presentarse. Artículos y formaciones pueden ser recursos útiles para el personal educativo.
  2. Reconocer los sesgos: Tanto los inconscientes como los más conscientes deben ser examinados, ya que negar estos últimos puede evitar asumir responsabilidades (Davis, 2022).
  3. Fomentar una cultura de cuestionamiento profesional: Las instituciones deben promover espacios seguros donde el personal pueda expresar dudas o inquietudes sobre decisiones tomadas.
  4. Revisar el lenguaje: El uso de ciertos términos puede influir en la percepción de los niños. Es preferible decir “el niño está siendo explotado” en lugar de “está involucrado en explotación”, para resaltar que es víctima.
  5. Auditar políticas institucionales: Revisar que los protocolos sean inclusivos y aplicados con equidad.
  6. Promover entornos inclusivos: La inclusión debe ser un valor activo, más allá de una simple política institucional. Asegurar que todos los niños se sientan representados y protegidos es clave para prevenir la adultificación.

Conclusión

La adultificación puede tener efectos devastadores en la vida de niños y adolescentes, afectando su bienestar emocional, educativo y social. Es responsabilidad de todos los profesionales involucrados en la protección infantil identificar este sesgo, reflexionar sobre su propia práctica y trabajar activamente para erradicarlo.

Referencias

  • Davis, J., & Marsh, N. (2020). Listen Up Research CIC.
  • Goff, P. A., Jackson, M. C., Di Leone, B. A., Culotta, C. M., & DiTomasso, N. A. (2014). The Essence of Innocence: Consequences of Dehumanizing Black Children. Journal of Personality and Social Psychology, 106(4), 526–545.
  • Hayward, M., & Critcher, J. (2024). Adultification: risk factors, harmful effects and implications for nursing practice. Nursing Children and Young People, 36(2), 14–20. https://doi.org/10.7748/ncyp.2023.e1488
  • Schmitz, R. M., & Tyler, K. A. (2016). Growing up before their time: The early adultification experiences of homeless young people. Children and Youth Services Review, 64, 15–22. https://doi.org/10.1016/j.childyouth.2016.02.026
  • Watts, C. (2024). What is Adultification within Child Protection and Safeguarding? The Hub | High Speed Training. https://www.highspeedtraining.co.uk/hub/what-is-adultification/

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El estado de la violencia en Colombia: una llamada al cambio

Durante el último año, Colombia ha visto un preocupante repunte de la violencia, alcanzando niveles que no se experimentaban desde la firma del Acuerdo de Paz. Casos recientes como el atentado contra Miguel Uribe son síntomas de una escalada que reaviva temores colectivos profundamente arraigados en la memoria social del país. Esta violencia no solo amenaza la estabilidad política, sino que también impacta la vida cotidiana de las personas.
Heridas intergeneracionales: la carga invisible de la violencia

Las consecuencias de la violencia han sido transmitidas entre generaciones, afectando la forma en que las personas se relacionan. Miedos heredados, traumas colectivos y desconfianza social son solo algunas de las secuelas que persisten. Esta carga emocional y psicológica impide construir vínculos empáticos y solidarios, lo que se traduce en una sociedad cada vez más intolerante y fragmentada.
El lenguaje como herramienta de división

Una de las formas más evidentes de esta fragmentación es el uso del lenguaje como mecanismo de violencia simbólica. Discursos que fomentan el odio, la polarización y el miedo terminan validando comportamientos violentos en el plano cotidiano. Frases cargadas de ira y juicios rápidos alimentan la división entre ciudadanos, debilitando la cohesión social.

Es importante recordar que cuando una sociedad está dividida y desconfiada, se vuelve más manipulable. Este escenario favorece los intereses de quienes promueven o se benefician del conflicto: sectores políticos y económicos que usan la violencia como estrategia de dominación. La falta de unidad fortalece sus narrativas y obstaculiza la posibilidad de un cambio estructural.

En contraste, una comunidad unida, empática y consciente de los mecanismos de manipulación puede resistir el avance del odio. Es urgente dejar de lado las diferencias ideológicas y reconocer los discursos de odio por lo que son: herramientas que perpetúan la violencia. La construcción de paz requiere una mirada crítica hacia los mensajes que consumimos y reproducimos.
La comunicación como acto de resistencia

La paz también se construye desde la palabra. Las decisiones cotidianas sobre cómo hablamos, discutimos o debatimos pueden contribuir al cambio. Cada persona tiene la capacidad de optar entre propagar la violencia o fomentar el diálogo. Es una responsabilidad colectiva e individual: no debemos permitir que los poderosos decidan por nosotros cómo vivir y relacionarnos.

Debemos recordar que elegir la paz es una decisión cotidiana y compartida, que comienza por reconocer los patrones de agresión en nuestras palabras, actitudes y vínculos. La transformación solo es posible si nos atrevemos a romper con la cultura del miedo y apostamos por la solidaridad como camino.

Rol Materno y Relaciónes Madre-Hijo: Un Análisis del Cuidado Invisible

El rol materno ha sido, históricamente, uno de los pilares fundamentales de la sociedad. Sin embargo, a pesar de su relevancia, sigue siendo un trabajo invisibilizado, subestimado y, muchas veces, naturalizado como una obligación femenina. En pleno 2025, persisten narrativas que presentan la maternidad como una vocación innata, donde se espera que las mujeres dominen, sin apoyo ni formación previa, todas las habilidades del cuidado infantil y del hogar.

Carga invisible: las tareas no reconocidas de las madres

A diario, las madres asumen una serie de tareas que pasan desapercibidas para sus parejas, hijos y la sociedad en general. Detalles como asegurarse de que los niños lleven sus objetos escolares, preparar todo para los viajes familiares, tener comida o servilletas a la mano y prever necesidades cotidianas, son tareas que rara vez se reconocen como trabajo. Esta carga mental y organizativa, conocida como “carga invisible”, es sostenida mayoritariamente por las madres (Nadeem & Nadeem, 2024).

Diferencias de género en la crianza: percepciones y realidades

Las investigaciones muestran que las madres y los padres abordan la crianza de manera distinta. Las madres tienden a preocuparse más por la salud mental de sus hijos, por la posibilidad de que sufran bullying o sean víctimas de violencia. También son más propensas a sentirse juzgadas por su entorno sobre su estilo de crianza, incluyendo a sus propias familias y comunidades virtuales (Nadeem & Nadeem, 2024).

En cuanto a estilos parentales, las madres se describen con mayor frecuencia como sobreprotectoras (51%) en comparación con los padres (38%) y son más proclives a “ceder demasiado rápido” ante las demandas de los hijos. Esta diferencia también se refleja en la percepción del estrés asociado a la maternidad: 47% de las madres afirman sentirse agotadas, frente a un 34% de los padres (Nadeem & Nadeem, 2024).

La ideología del cuidado intensivo y sus consecuencias

Añadiendo a estas cargas, el aumento del conservadurismo durante las últimas décadas, ha causado que se intensifique el modelo de “parenting intensivo”, una forma de crianza que exige una inversión extrema de tiempo, dinero y energía emocional por parte de los padres, especialmente de las madres (Nomaguchi & Milkie, 2020). Esta ideología coloca la responsabilidad total del desarrollo infantil en los hombros maternos, haciéndolas sentir que cada decisión o acción podría determinar el éxito o fracaso de sus hijos.

Este modelo, si bien busca una crianza sensible y comprometida, tiene efectos perjudiciales sobre el bienestar materno. Las madres pueden experimentar culpa, agotamiento y ansiedad, ya que se les exige una atención constante e impecable a cada aspecto de la vida de sus hijos. La carga emocional se intensifica cuando la sociedad las responsabiliza de cualquier problema que los niños puedan enfrentar (Nomaguchi & Milkie, 2020).

Percepción de las responsabilidades parentales

Incluso en relaciones de crianza más equitativas, en relaciones heterosexuales persisten diferencias importantes en la percepción del reparto de tareas. Mientras que la mayoría de madres afirman encargarse de gestionar las actividades de los hijos, proporcionar apoyo emocional y cubrir necesidades básicas, muchos padres creen que estas tareas se comparten equitativamente. Esta disonancia refuerza la desigualdad en el hogar y contribuye al desgaste emocional de las madres (Nadeem & Nadeem, 2024). La falta de implicación real del padre no solo recae sobre la madre, que experimenta sobrecarga mental, fatiga crónica y sensación de soledad, sino que también impacta negativamente en el bienestar del hijo. Los niños pueden percibir la ausencia emocional del padre y desarrollar inseguridades, carencias afectivas o dificultades en la construcción de vínculos sanos. La figura paterna, cuando está presente y comprometida, contribuye a un entorno familiar más equilibrado y seguro; cuando no lo está, se profundizan las desigualdades y se tensionan las dinámicas familiares.

Conclusión: hacia un reconocimiento del rol materno

Es urgente visibilizar y valorar el trabajo que realizan las madres, no solo en el plano físico, sino también en el emocional, mental y logístico. La maternidad no debe ser una carga invisible ni una vocación naturalizada. Requiere del acompañamiento de la pareja, de políticas públicas adecuadas y de un cambio cultural que reconozca y respete el papel fundamental de las madres en el desarrollo humano y social.

Referencias

 

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Autismo la realidad fuera del estigma

En las últimas semanas, el ministro de salud de Estados Unidos ha emitido comentarios insensibles y desinformados sobre el autismo, refiriéndose a este como una epidemia y afirmando que las personas dentro del espectro no podrán desarrollar una vida plena ni autónoma (Diament, 2025).

El impacto de declaraciones estigmatizantes sobre el autismo

Durante una conferencia de prensa, Kennedy señaló que las personas autistas “nunca pagarán impuestos, no tendrán trabajo, no escribirán poemas ni saldrán en citas” (Diament, 2025). Además, sugirió que el autismo destruye familias, reforzando estigmas y percepciones erróneas sobre la vida de quienes son autistas y sus entornos.

Estas afirmaciones surgieron tras la publicación de un informe de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) que reveló un aumento en la prevalencia de diagnósticos, indicando que 1 de cada 31 niños en EE. UU. es identificado dentro del espectro (Diament, 2025). Kennedy atribuyó este incremento a factores ambientales y no al avance en la comprensión y el diagnóstico.

Respuesta de la comunidad autista y organizaciones de defensa

Frente a estas declaraciones, diversas organizaciones como Autistic Self Advocacy Network, The Arc, entre otras, manifestaron su rechazo, aclarando que la ciencia no respalda la idea de que el autismo sea prevenible y que describirlo como una “epidemia” perpetúa el estigma (Diament, 2025).

Colin Killick, director de Autistic Self Advocacy Network, enfatizó que muchas personas autistas realizan actividades que Kennedy sugirió imposibles, como trabajar, escribir poesía o jugar deportes, dejando en evidencia el desconocimiento y los prejuicios detrás de sus afirmaciones (Diament, 2025).

El autismo: una condición neurodivergente, no una enfermedad

Contrario a las declaraciones de Kennedy, el autismo no es una enfermedad, sino una condición neurodivergente que influye en la manera en que una persona percibe, experimenta e interactúa con el mundo (National Autistic Society, n.d.).

El autismo se manifiesta en una amplia variedad de formas, siendo cada persona única. Para obtener un diagnóstico, se identifican diferencias significativas en la comunicación, comportamientos e intereses comparados con personas no autistas. Estas diferencias pueden implicar necesidades de apoyo que varían de un individuo a otro (National Autistic Society, n.d.).

Características nucleares del autismo

El autismo no es un diagnóstico homogéneo; cada persona presenta combinaciones únicas de características, que pueden incluir:

  • Diferencias en la comunicación verbal y no verbal.
  • Intereses intensos y conductas repetitivas que ayudan en la autorregulación.
  • Sensibilidad aumentada o disminuida a estímulos sensoriales.

Estas particularidades no son defectos, sino parte de la diversidad neurológica humana. Muchas personas autistas desarrollan formas alternativas y eficaces de comunicarse y relacionarse con su entorno (National Autistic Society, n.d.).

Autismo y causas: aclarando mitos

Diversas investigaciones han demostrado que el autismo tiene un origen principalmente genético. No existe ninguna evidencia científica que relacione el autismo con las vacunas o con exposición a toxinas ambientales, como sugieren algunos discursos desinformados (National Autistic Society, n.d.).

El mito que vincula vacunas con autismo ha sido desmentido reiteradamente a través de múltiples estudios, y perpetuar esta creencia solo contribuye a la desinformación y al estigma social (National Autistic Society, n.d.).

Autismo y discapacidad

El autismo es considerado una discapacidad en términos legales, lo que garantiza protección contra la discriminación y el acceso a apoyos que permiten la plena inclusión social y educativa (National Autistic Society, n.d.). Sin embargo, muchas personas autistas prefieren definir su identidad bajo el enfoque de la neurodiversidad, que reconoce al autismo como una variación natural dentro de la diversidad humana.

El verdadero desafío para las personas autistas no es su neurodivergencia, sino las barreras sociales y estructurales que limitan sus oportunidades y su inclusión (National Autistic Society, n.d.).

Conclusión: hacia una sociedad más informada e inclusiva

Es fundamental que los discursos públicos sobre el autismo se basen en la evidencia científica y en el respeto a la dignidad de las personas. Declaraciones como las realizadas por Kennedy solo alimentan la discriminación y dificultan la construcción de una sociedad verdaderamente inclusiva.

Promover información adecuada sobre el autismo contribuye a derribar mitos y a fortalecer el respeto por la neurodiversidad, facilitando que todas las personas tengan acceso a las oportunidades y apoyos que necesitan para vivir plenamente.

Referencias

  • Diament, M. (2025, April 21). Kennedy’s Comments About ASD Draw Backlash. Disability Scoop. https://www.disabilityscoop.com/2025/04/21/kennedys-comments-about-asd-draw-backlash/31414/
  • National Autistic Society. (n.d.). What is autism. https://www.autism.org.uk/advice-and-guidance/what-is-autism

 

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El Rol de la Educación en la Salud Mental Infantil

Introducción

La salud mental es una parte fundamental del bienestar de las personas en todas las etapas de su vida. Tradicionalmente, la salud mental infantil ha sido ignorada a menos que un niño presente problemas evidentes, lo que contribuye a la percepción errónea de que la salud mental solo es relevante en casos extremos. Este enfoque puede llevar a una comprensión inadecuada de la salud mental y a la estigmatización de los trastornos psicológicos.

Brindar educación en salud mental adaptada a cada etapa del desarrollo infantil puede mejorar la relación de los niños con sus emociones, proporcionándoles herramientas para enfrentar las dificultades de la vida de manera adecuada (Fundación Scarpetta Gnecco, 2024).

La Relación Entre Salud Mental y Educación

La relación entre la salud mental y la educación es un área de creciente interés (Fundación Scarpetta Gnecco, 2024). A medida que se comprende mejor la complejidad de la mente y los desafíos emocionales de los estudiantes, se hace evidente la necesidad de abordar la salud mental en el ámbito educativo. Incluir la educación en salud mental desde una edad temprana permite que los niños desarrollen una comprensión clara de sus emociones y aprendan estrategias efectivas para manejar el estrés, la ansiedad y otros desafíos emocionales. Un enfoque integral en este aspecto puede tener un impacto significativo en el bienestar y el rendimiento académico.

Relación Bidireccional

La interacción entre educación y salud mental es bidireccional. Por un lado, los desafíos educativos pueden afectar la salud mental de los estudiantes: la presión académica, el miedo al fracaso y las expectativas poco realistas pueden provocar ansiedad y depresión. Por otro lado, los problemas de salud mental pueden obstaculizar el aprendizaje, afectando la concentración, la motivación y la capacidad de resolver problemas (Fundación Scarpetta Gnecco, 2024). La interacción entre educación y salud mental es bidireccional. Por un lado, los desafíos educativos pueden afectar la salud mental de los estudiantes: la presión académica, el miedo al fracaso y las expectativas poco realistas pueden provocar ansiedad y depresión. Por otro lado, los problemas de salud mental pueden obstaculizar el aprendizaje, afectando la concentración, la motivación y la capacidad de resolver problemas.

Impacto en el Rendimiento Académico

Los problemas de salud mental afectan directamente el rendimiento académico. Los estudiantes que enfrentan dificultades psicológicas pueden tener problemas para concentrarse, organizarse y completar tareas. Sin el apoyo adecuado, esto puede llevar a un bajo rendimiento académico y a una disminución de la autoestima (Sánchez & Casares, 2022).

Desarrollo de Habilidades Socioemocionales

La educación no solo debe centrarse en el aprendizaje académico, sino también en el desarrollo de habilidades socioemocionales. La salud mental influye en la capacidad de los estudiantes para establecer relaciones, gestionar el estrés y resolver conflictos. Abordar la salud mental en las escuelas contribuye al desarrollo de habilidades esenciales para el éxito en la vida.

El Papel de la Escuela

Las instituciones educativas juegan un papel clave en la promoción de la salud mental infantil. Según el Libro Blanco de la Salud Mental Infanto-Juvenil del Consejo General de la Psicología de España, el entorno escolar es un espacio ideal para la prevención y la detección temprana de problemas psicológicos. En las escuelas, los niños no solo adquieren conocimientos, sino que también experimentan interacciones sociales cruciales para su desarrollo emocional y cognitivo (Sánchez & Casares, 2022).

Educación Socioemocional en el Currículo

La educación socioemocional debe ser una parte estructurada del currículo escolar. Esto implica trabajar competencias como la comunicación, la empatía, la asertividad, la regulación emocional y la resolución de conflictos. Implementar sesiones periódicas dentro del aula y actividades transversales en distintas materias puede facilitar el desarrollo de estas habilidades.

Para que sea efectiva, la educación socioemocional debe ser planificada y contar con la participación de la comunidad educativa y las familias. Esto ayuda a crear un ambiente escolar inclusivo y acogedor, fortaleciendo el bienestar de los estudiantes (Sánchez & Casares, 2022).

Retos y Necesidades del Sistema Educativo

El sistema educativo necesita evolucionar para incluir el bienestar, la salud mental y la resiliencia en sus objetivos. Esto implica optimizar los programas ya existentes y fomentar la integración de estrategias socioemocionales en todas las áreas académicas. Además, la formación docente en salud mental es fundamental para garantizar que los educadores tengan las herramientas necesarias para apoyar a sus estudiantes  (Sánchez & Casares, 2022).

Ejemplos de Iniciativas Exitosas

En España, diversas iniciativas han demostrado la eficacia de la educación socioemocional. Programas como PEHIS, PAHS, INTEMO y CYBERPROGRAM 2.0 han obtenido buenos resultados en la promoción de la inteligencia emocional y la prevención del acoso escolar. Además, el Programa de Educación Responsable de la Fundación Botín ha sido implementado en varios países latinoamericanos con resultados positivos (Sánchez & Casares, 2022).

Conclusión

La conexión entre salud mental y educación es crucial para el desarrollo de individuos resilientes y equilibrados. Integrar la educación socioemocional en las escuelas no solo mejora el rendimiento académico, sino que también contribuye a una sociedad más saludable y preparada para enfrentar desafíos emocionales. Un enfoque holístico en la educación, que priorice tanto el conocimiento como el bienestar emocional, es una necesidad ineludible en la actualidad.

Referencias

  • Fundación Scarpetta Gnecco. (2024). Implicaciones de la salud mental en la educación. Fundación Scarpetta. https://www.fundacionsg.org/uncategorized/la-importancia-crucial-de-la-salud-mental-en-la-educacion/
  • Sánchez, P., & Casares, I. M. (2022). El reto de mejorar la salud mental infantil. https://ethic.es/2022/10/el-reto-de-mejorar-la-salud-mental-infantil/

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La Guerra y la Salud Mental: Consecuencias Psicológicas en Individuos y Sociedades

Introducción

Actualmente, diferentes países están enfrentando conflictos políticos que han desencadenado guerras. Ejemplos recientes incluyen Ucrania, Palestina y la región del Catatumbo en Colombia. Estos conflictos generan diversas formas de violencia que afectan tanto a los individuos como a las sociedades de manera permanente. Además, los efectos negativos en la salud mental pueden persistir años después de los hechos.

En muchas ocasiones, los estados no consideran los efectos a largo plazo de la guerra, enfocándose en solucionar problemáticas inmediatas sin atender el ciclo de violencia que se perpetúa en estos escenarios.

La Guerra y el Ciclo de Violencia

Según Rubio-León et al. (2024), la violencia perpetúa inequidades económicas, violencia estructural e injusticias sociales. Estas interactúan entre sí, manteniendo un ciclo intergeneracional de violencia.

 

La guerra no solo genera daños físicos, sino también psicológicos, los cuales pueden afectar gravemente a las víctimas, tanto a corto como a largo plazo. Estos efectos pueden desencadenar un ciclo intergeneracional de violencia, donde el trauma experimentado por una generación se transmite a la siguiente a través de patrones de crianza, dificultades emocionales y respuestas agresivas aprendidas en contextos de conflicto.

Consecuencias Psicológicas de la Guerra
De acuerdo con Peña et al. (2007), algunos de los efectos psicológicos de la guerra incluyen:

  • Agresividad y explosiones de ira
  • Trastornos de sueño y pesadillas
  • Ansiedad y depresión
  • Estrés postraumático (TEPT)
  • Sentimientos de soledad y abandono
  • Trastornos de conducta y dificultades en la comunicación
  • Aislamiento social y pérdida de autoestima

 

Asimismo, las víctimas pueden sufrir de intimidaciones, torturas, abusos sexuales, homicidios, suicidios, alcoholismo y drogadicción, entre otras problemáticas graves.

Impacto en Refugiados y Desplazados

En el caso de refugiados que han sufrido situaciones traumáticas severas, se ha encontrado una alta comorbilidad entre TEPT y suicidio, alcanzando el 95% en algunos estudios. Las reacciones psicóticas y el abuso de sustancias también son comunes entre estas poblaciones (Piñeros-Ortiz et al., 2021).

 

Durante el conflicto, los niños y adolescentes pueden desarrollar miedo crónico, retroceso en habilidades adquiridas, hiperactividad, tristeza, ira y sentimientos de culpa. En el periodo de posconflicto, la ansiedad y la depresión persisten, con un aumento de los síntomas cuando la violencia ha sido dirigida hacia sus padres o familias.

Consecuencias Psicosociales

Las dificultades en la construcción de la identidad y subjetividad son una de las principales consecuencias psicosociales. Niños y adolescentes expuestos a la guerra pueden asumir roles adultos prematuros, involucrarse en actividades laborales y tomar decisiones que justifican la violencia (Rubio-León et al., 2024).

Otras consecuencias incluyen:

  • Bajo desempeño educativo y dificultades de aprendizaje
  • Compromiso de funciones cognitivas como memoria y atención
  • Exposición a explotación sexual y consumo de sustancias psicoactivas
  • Problemas de adaptación social y prejuicios sociales derivados del conflicto

Resiliencia y Factores Protectores

A pesar de los impactos negativos, algunos factores pueden ayudar a mitigar los efectos del trauma. Entre estos se encuentran el apoyo familiar y social, el sentido de agencia, la inteligencia emocional y la empatía. Los niños que logran restablecer lazos afectivos con algún miembro de su familia muestran mejores resultados en el tratamiento de las secuelas psicológicas (Piñeros-Ortiz et al., 2021).

Conclusión

Los efectos de la guerra en la salud mental son profundos y duraderos. No solo afectan a las personas directamente involucradas en el conflicto, sino que también impactan a las generaciones futuras. Es crucial cambiar la percepción social de que los efectos de la guerra son solo inmediatos y reconocer su impacto a largo plazo.

 

Las intervenciones en salud mental deben enfocarse no solo en la atención clínica, sino también en la reconstrucción del tejido social, el fortalecimiento de la resiliencia y la promoción de estrategias que prevengan la perpetuación del ciclo de violencia.

Referencias

  • Peña Galbán, L. Y., Espíndola Artola, A., Cardoso Hernández, J., & González Hidalgo, T. (2007). La guerra como desastre. Sus consecuencias psicológicas. Humanidades Médicas, 7(3). Recuperado de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-81202007000300005&lng=es&tlng=es.
  • Piñeros-Ortiz, S., Moreno-Chaparro, J., Garzón-Orjuela, N., Urrego-Mendoza, Z., Samacá-Samacá, D., & Eslava-Schmalbach, J. (2021). Consecuencias de los conflictos armados en la salud mental de niños y adolescentes: revisión de revisiones de la literatura. Biomédica, 41(3), 424-448. https://doi.org/10.7705/biomedica.5447
  • Rubio-León, D. C., Cano-Sierra, L., Reyes-Rivera, M. J., Abitbol, P., García-Padilla, D., Forero-García, S. L., & López-López, W. (2024). “With mental health and land, we have enough to live”. Social determinants of mental health in fifteen conflict-affected municipalities of Montes de María, Colombia: an exploratory mixed method study. Research Square. https://doi.org/10.21203/rs.3.rs-4831513/v1

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Efectos de Chernóbil en la Psique Colectiva

Introducción

El desastre de Chernóbil, ocurrido el 26 de abril de 1986, es considerado una de las catástrofes nucleares más graves de la historia. Este año se cumplen 39 años desde este suceso, cuyos efectos no solo se limitaron al ámbito físico y medioambiental, sino que también han tenido un profundo impacto en la psique colectiva. La radiación invisible y su representación en la cultura popular han contribuido a generar miedo y ansiedad en la población, lo que ha llevado a la creación de mitos y percepciones erróneas sobre la energía nuclear.

El miedo a la radiación y su impacto en la percepción colectiva

De acuerdo con Wolverton (2019), la radiofobia, o el miedo irracional a la radiación ionizante, se ha convertido en un temor generalizado. La falta de percepción sensorial de la radiación la convierte en un peligro intangible, lo que incrementa su capacidad de generar ansiedad en la población. Este temor ha sido reforzado por la representación de la radiación en los medios y la cultura popular, donde suele asociarse con mutaciones, enfermedades incurables y muerte.

El modelo LNT (Linear No-Threshold), que establece que cualquier nivel de exposición a la radiación es peligroso y acumulativo, ha influido en la percepción de riesgo y en las políticas de regulación nuclear. Sin embargo, algunos expertos sugieren que este modelo puede haber causado más daño que beneficio, al promover un miedo irracional y afectar negativamente la investigación y el desarrollo de energía nuclear (Wolverton, 2019).

Impacto en la salud mental de los afectados

Estas percepciónes de la radiación en la cultura popular ha causado efectos psicológicos negativos en los afectados por estas catástrofes, las investigaciones realizadas por Havenaar et al. (1997) han demostrado que los sobrevivientes de Chernóbil presentan niveles elevados de angustia psicológica, especialmente entre las madres con niños pequeños. Entre los efectos psicológicos identificados se encuentran el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la depresión y la ansiedad.

Así mismo, los estudios han indicado que los habitantes de la región afectada han experimentado un aumento en el consumo de alcohol y tabaco, así como un descenso en la calidad de vida debido al estigma social asociado con su condición de “chernobilitas” (Havenaar et al., 1997), por lo que los evacuados han enfrentado dificultades para integrarse en nuevas comunidades, lo que ha incrementado la sensación de aislamiento y desesperanza.

Factores socioculturales y el miedo a la radiación

De este modo, se ha dado un aumento en el iedo y trauma generalizado causado por la radiación. Alexis-Martin (2015) argumenta que el miedo a la radiación ha sido moldeado por la historia de su uso como arma y por la falta de comprensión de sus efectos reales. La percepción de la radiación como un peligro “antinatural” ha provocado respuestas emocionales extremas en la población, exacerbadas por la desinformación y la falta de transparencia en la gestión de los desastres nucleares.

Este miedo ha tenido repercusiones globales, con efectos psicológicos observados en diversas poblaciones. Por ejemplo, la ansiedad por la radiación se ha manifestado en comunidades alejadas del accidente, incluso en países sin exposición directa. En Japón, tras el desastre de Fukushima, se observaron respuestas similares de miedo y desconfianza en las autoridades, lo que llevó a la proliferación de teorías conspirativas y desinformación (Alexis-Martin, 2015).

De manera similar, en Occidente, la percepción negativa sobre la energía nuclear ha influido en políticas energéticas y en la aceptación social de nuevas tecnologías nucleares.

La desconfianza en las autoridades también ha influido en la forma en que se ha manejado la información sobre los efectos de Chernóbil. En la década de 1980, el gobierno soviético minimizó la gravedad del accidente, lo que generó incertidumbre y desconfianza en la población afectada. Esta falta de información clara y precisa ha contribuido a la propagación de mitos y temores infundados sobre los efectos de la radiación (Alexis-Martin, 2015).

Alexis-Martin (2015) argumenta que el miedo a la radiación ha sido moldeado por la historia de su uso como arma y por la falta de comprensión de sus efectos reales. La percepción de la radiación como un peligro “antinatural” ha provocado respuestas emocionales extremas en la población, exacerbadas por la desinformación y la falta de transparencia en la gestión de los desastres nucleares.

La desconfianza en las autoridades también ha influido en la forma en que se ha manejado la información sobre los efectos de Chernóbil. En la década de 1980, el gobierno soviético minimizó la gravedad del accidente, lo que generó incertidumbre y desconfianza en la población afectada. Esta falta de información clara y precisa ha contribuido a la propagación de mitos y temores infundados sobre los efectos de la radiación (Alexis-Martin, 2015).

Conclusión

El desastre de Chernóbil ha dejado una marca indeleble en la psique colectiva, tanto de los afectados directos como de la sociedad en general. El miedo a la radiación, alimentado por la desinformación y la cultura popular, ha generado un impacto significativo en la salud mental de las personas expuestas. A pesar de que los efectos físicos de la radiación han sido ampliamente estudiados, los impactos psicológicos continúan siendo un tema de investigación relevante. Es fundamental que las políticas de salud pública y comunicación de riesgos se enfoquen en proporcionar información precisa y en mitigar los efectos psicológicos de los desastres nucleares en la población.

Referencias

  • Alexis-Martin, B. (2015). A modern mythology surrounds the perception of risk from exposure to ionising radiation. Journal of Risk Research, 18(3), 321-335.
  • Havenaar, J. M., et al. (1997). Long-term mental health effects of the Chernobyl disaster: An epidemiological study. International Journal of Disaster Medicine, 2(2), 95-104.
  • Wolverton, M. (2019). Radiophobia: The fear of ionizing radiation and its effects on public perception. Radiation Research, 192(1), 12-23.

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El impacto de la manosfera y las redes sociales en los jóvenes: Lo que los padres deben saber

En las últimas semanas, Netflix ha estrenado la serie Adolescencia, que retrata el caso de un homicidio cometido por un niño de 13 años. En el primer episodio, se muestra cómo sus padres se resisten a creer que su hijo haya hecho algo malo, sin darse cuenta de que desconocen por completo el contenido que consume en redes sociales.  A lo largo de la trama, se evidencia que este acto violento está influenciado, en parte, por el acceso a redes sociales, la comunidad INCEL y la manosfera.

Este tipo de problemáticas se han vuelto más frecuentes en los últimos años. Desde la pandemia por COVID-19 en 2020, el aislamiento y el incremento en el acceso a redes sociales por parte de jóvenes han expuesto a muchos de ellos a grandes cantidades de contenido que promueve la misoginia 

¿Qué es la manosfera?

Para muchos padres, es difícil comprender cómo sus hijos pueden verse envueltos en este mundo de odio, tal como se muestra en la serie. La manosfera es un conjunto de comunidades en línea que comparten ideas misóginas y rechazan los avances en equidad de género. Se basan en la ideología de la “píldora roja” (red pill), tomada de la película Matrix, donde aseguran haber “despertado” a la supuesta verdad de que las mujeres utilizan a los hombres y solo sirven para ser madres y cuidadoras (McCullough, 2023).

Estos ideales son promovidos por figuras como Andrew Tate, un influencer con una vida lujosa que afirma ser un “hombre de alto valor”, validando la misoginia como un estilo de vida deseable. A través de contenido atractivo en redes sociales, estos líderes refuerzan estereotipos de género dañinos y fomentan la hostilidad hacia las mujeres.

¿Por qué los jóvenes son atraídos a la manosfera?

Muchos jóvenes llegan a la manosfera en busca de respuestas a sus problemas personales, especialmente aquellos relacionados con el rechazo, la autoestima y las dificultades en sus relaciones sociales. Algunas de las razones principales por las que se sienten atraídos a estas comunidades incluyen (McCullough, 2023).:

  • Sentimiento de pertenencia: La manosfera ofrece un espacio donde los hombres pueden compartir sus frustraciones sin ser juzgados. Para algunos, esto se convierte en la única comunidad en la que sienten que encajan.
  • Promesas de éxito y control: Los gurús de la manosfera afirman tener “el secreto” para dominar las relaciones, ganar dinero y convertirse en “hombres de alto valor”. Esto es especialmente atractivo para jóvenes que se sienten inseguros o fracasados.
  • Culpabilización externa: La manosfera ofrece una narrativa en la que las mujeres y el feminismo son los culpables de los fracasos de los hombres, en lugar de fomentar la introspección o el crecimiento personal.
  • Contenido adictivo y simplista: Los videos cortos en TikTok y YouTube con mensajes directos y fáciles de entender logran captar la atención rápidamente.

Sin embargo, lo que comienza como un espacio de “hermandad” o autoayuda, pronto puede convertirse en una trampa peligrosa.

Los peligros de la manosfera

Aunque muchos jóvenes entran en la manosfera buscando apoyo o consejos, terminan expuestos a ideas extremas que pueden afectar su desarrollo personal y emocional (McCullough, 2023)..

1. Radicalización progresiva

El contenido de la manosfera se vuelve cada vez más extremo con el tiempo. Un joven puede empezar viendo videos sobre “cómo ser más atractivo”, pero con el tiempo, los algoritmos de redes sociales lo dirigirán a discursos de odio, teorías conspirativas y llamados a la violencia contra las mujeres (como se cita en McCullough, 2023).

2. Deshumanización de las mujeres

Uno de los efectos más graves es la forma en que la manosfera enseña a los jóvenes a ver a las mujeres como “objetos” o “enemigas”. Se refuerza la idea de que las mujeres solo buscan hombres con dinero, que manipulan a los hombres y que no tienen valores propios.

3. Desesperanza y mentalidad de víctima

Muchas comunidades dentro de la manosfera promueven una visión fatalista de la vida. En lugar de animar a los hombres a mejorar, les enseñan que la sociedad está en su contra y que no hay nada que puedan hacer para cambiarlo. Esto es especialmente evidente en las ideologías de la red pill y la black pill.

Red pill vs. Black pill: de la manipulación a la desesperación

Dentro de la manosfera, existen distintos niveles de ideología, pero dos de los más conocidos son la red pill y la blackpill (McCullough, 2023).

1. Red Pill (Píldora Roja)

La filosofía de la red pill se basa en la idea de que los hombres deben “despertar” a la supuesta realidad de que las mujeres son manipuladoras, solo valoran el dinero y el poder, y que el feminismo ha debilitado a los hombres.

Los seguidores de la red pill promueven la hipermasculinidad, el dominio en las relaciones y el rechazo de la equidad de género. A menudo, esto lleva a comportamientos controladores y abusivos en relaciones interpersonales.

2. Black Pill (Píldora Negra)

Más extrema que la red pill, la ideología de la black pill sostiene que la vida está predeterminada y que los hombres que no son altos, musculosos y atractivos nunca tendrán éxito con las mujeres.

Esta creencia lleva a un sentimiento de desesperanza y a un alto nivel de resentimiento. Los seguidores de la black pill, en su mayoría INCELS (involuntary celibates), creen que su destino es el aislamiento y el rechazo, lo que los hace propensos a caer en la depresión, el odio y en algunos casos, la violencia.

¿Por qué es importante que los padres presten atención a este tema?

Muchos padres pueden pensar que esto no afecta a sus hijos, pero la realidad es que el contenido de la manosfera está al alcance de cualquiera con un teléfono y acceso a internet. Incluso si tu hijo no está activamente participando en estas comunidades, es posible que haya sido expuesto a sus mensajes.

Las consecuencias de la manosfera pueden afectar a cualquier joven, sin importar su nivel educativo o entorno familiar. Entre los efectos más comunes se encuentran (McCullough, 2023).:

  • Cambio en la actitud y el lenguaje: Uso frecuente de términos como “feminismo tóxico”, “hombres alfa”, “hipergamia femenina”, etc.
  • Dificultades en las relaciones interpersonales: Un aumento en la desconfianza hacia las mujeres y una actitud de superioridad o resentimiento.
  • Aislamiento y frustración: Sentirse incomprendidos por su entorno y recurrir a comunidades en línea que refuercen sus ideas.
  • Rechazo a figuras de autoridad femeninas: Una resistencia creciente a aceptar consejos de maestras, psicólogas o incluso madres.

¿Cómo pueden ayudar los padres?

  • Hablar del tema sin juzgar: Si notas cambios en el comportamiento de tu hijo, haz preguntas abiertas y escucha sin criticar.
  • Educar sobre las relaciones sanas: Fomentar valores de respeto, empatía y colaboración entre géneros.
  • Monitorear el contenido que consumen: Sin invadir su privacidad, intenta entender qué tipo de influencers o comunidades siguen.
  • Fomentar pensamiento crítico: Enseñarles a cuestionar lo que ven en internet y a verificar fuentes de información.

Conclusión

El contenido misógino en internet tiene efectos reales en la sociedad. La radicalización de jóvenes en la manosfera ha contribuido a una mayor normalización del odio y, en casos extremos, a la violencia de género. Es fundamental que padres, educadores y la sociedad en general estén atentos a estas influencias y promuevan espacios donde los jóvenes puedan desarrollar una visión más sana y equitativa sobre el género y las relaciones humanas.

Bibliografía

 

McCullough (2023) Online misogyny: the “manosphere” | CMHR. CMHR. https://humanrights.ca/story/online-misogyny-manosphere

 

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