Te has preguntado en alguna ocasión, sobre ¿la importancia de vivir y reconocer las emociones?, todas las personas expresan y viven sus emociones de manera muy personal, ya que cada quien tiene diferentes formas de percibirlas y por supuesto experiencias de vida distintas. Por ello quizás te preguntes ¿qué tiene que ver lo que he vivido, con mis emociones?, la respuesta es: mucho, ya que el actuar y el sentir el presente están relacionados con lo que se ha vivido en el pasado, por ejemplo: Dos personas que van a la playa pueden experimentar diferentes emociones, puede ser que una de ellas haya sido atacada allí por un animal, esto generará que sienta temor o ansiedad al pensar en que puede tener de nuevo una experiencia similar, la otra persona, por el contrario, recuerda que sus mejores momentos los ha vivido en un espacio como este y es muy probable que se sienta contenta y motivada.
En la actualidad, se suele escuchar con frecuencia cosas como “pero no estes triste”, “no es para tanto”, “a mi me paso lo mismo y estoy bien”, es importante siempre recordar que “estar bien” no es lo mismo para todos, es un hecho subjetivo para cada quien y por ende, el criterio o experiencia propia no es un indicador que sirva para todos. De otra parte, es común que se clasifiquen las emociones como “buenas” o “malas” lo que lleva a tratar de eliminar las “malas”, asociando que las emociones negativas dan como resultado vivencias poco agradables o respondiendo a un imaginario social errado, de que se debe buscar la felicidad todo el tiempo.
Sin embargo , evitar, negar o rechazar la vivencia de algunas emociones que se consideran negativas, no es una buena opción. Las respuestas emocionales son múltiples, más de las que habitualmente imaginamos y explorarlas es fundamental para aprender a gestionarlas. Por ejemplo, cuando no se permite vivir la tristeza ante situaciones que la ameritan, es probable que aparezcan incomodidades que se manifiestan como: no descansar bien, sentirse cansado la mayor parte del tiempo, no pedir ayuda a los demás y sentirse solo y aislado, incluso es posible llegar a experimentar dolores y problemas físicos, todo ello incrementará la percepción de tristeza sin saber como manejarla. Lo que le harán sentir aún más triste. Por ello, no es conveniente negar, evitar o distanciarse de las emociones, la única forma de gestionarlas a nuestro favor es Identificarlas, Aceptarlas y Expresarlas. Eso te hará sentir más libre y con posibilidad de manejarlas a tu favor.
Alejandra Franky Yañez
Practicante de psicología en ASCOFAPSI de la Fundación Universitaria Konrad Lorenz