¿Cómo identificar una relación tóxica?
En toda relación de pareja pueden haber discusiones, lo que es normal puesto que algunas veces tendrán puntos de vista diferentes y esto lleva a que cada uno defienda su posición, sin embargo, si éstas discusiones toman un rumbo violento tanto físico como emocional ya no serían sanas ni contribuirían al desarrollo de cada persona ni de la pareja como tal.
Las relaciones tóxicas se caracterizan por tener comportamientos disfuncionales los cuales impiden el crecimiento personal y la expresión psicoafectiva, esto afecta las emociones, las conductas y los pensamientos de cada una de las partes, estas relaciones se acompañan de la incapacidad para realizar cambios en pro de la relación aun siendo conscientes de la disfuncionalidad de ésta, debido a que existe dependencia emocional de una o de las dos personas que la conforman.
En estas relaciones se resaltan los defectos o problemas que cada persona posea, ya que, se originan a partir de comportamientos relacionados con:
- La necesidad de control elimina cualquier forma de independencia y autonomía por parte de uno de los miembros de la pareja sobre el otro donde hay conductas como saber dónde está la pareja en todo momento, qué hace, con quién está, se critica la apariencia, etc.
- La dependencia emocional, se caracteriza por la necesidad excesiva de afecto, de aprobación, sumisión o subordinación, en el que prima la exclusividad y el miedo a la soledad y en la que se hace lo imposible por evitar el fin de la relación, esta también puede estar relacionada con el apego inseguro
- La dificultad de resolver conflictos, ya que los métodos de algunas personas para solucionar cualquier conflicto se basan en la discusión de manera repetitiva, apareciendo sentimientos de malestar y falta de empatía.
- Los celos, donde la persona siente envidio y/o se siente amenazada en su relación a causa de la intrusión de terceras personas en la relación, pero, además, pueden aparecer ante determinados agentes del ámbito familiar, social o laboral.
- La falta de comunicación asertiva ya que la persona es incapaz de expresar sus propios sentimientos y opiniones sin menospreciar lo que sienten y opinan los demás.
La relaciones tóxicas se mantienen en un constante ciclo que refleja la dependencia de las personas a la relación, éste consta de la Fase de tensión creciente, Fase de explosión de la tensión mediante discusiones (posible intento de ruptura), Fase de reconciliación y luego de un tiempo vuelve a la Fase de tensión creciente, cabe resaltar que las fases pueden durar tiempos diferentes, desde horas hasta días.
Los tipos de parejas tóxicas son:
- Patrón Agobiante-Controlador donde hay una marcada necesidad de conocimiento del estado de la pareja en todo momento.
- Encubridor donde la persona que ejerce control no actúa de forma complementaria a lo que exige; es decir, aplica reglas que él o ella mismo no cumple
- Peleador donde intercambian actos de violencia de forma recíproca y no es posible establecer un estímulo concreto que active la conducta violenta.
- Manipulador, donde hay mensajes indirectos que dificultan la comprensión del mensaje, lo cual ocasiona malas interpretaciones y muchas veces se busca frustrar los planes del otro.
Ahora bien, las relaciones sanas, aunque pueden tener problemas no implican mayores sentimientos de malestar que de bienestar, y permiten el desarrollo y evolución de las personas que la conforman, adicionalmente, para lograr una relación sana es necesario:
- Establecer límites claros y precisos ya que marcan hasta dónde la pareja es capaz de llegar, qué se permite, qué no, hasta dónde ciertos comportamientos son respetables, qué nivel de libertad se permite, etc., esto llevaría a que se promueva una buena comunicación y confianza en la relación.
- Habrá correspondencia entre ambos miembros en el sentido en que cada uno desempeñará distintos roles en función de las circunstancias de cada momento en donde un miembro demandará más atención que el otro, por lo que este miembro deberá ser su apoyo, y viceversa.
- Tener igualdad en donde ambos miembros deberán equilibrar sus diferencias, capacidades y cualidades para conseguir un progreso satisfactorio y crecimiento de la pareja y de cada uno de sus miembros en igualdad de condiciones.
- Establecer comunicación asertiva y escucha activa, ya que, teniendo presente que en toda relación se presentan conflictos, es necesario saber escuchar validando a la otra persona y saber expresarse de la manera más clara posible hablando en primera persona, es decir, hablar de ti y no hablar (o criticar) a tu pareja para poder resolver los conflictos de una mejor manera.
Como puedes ver, es fácil caer en una relación tóxica por las diferentes experiencias anteriores de cada uno y también porque llevar una relación sana implica mucho esfuerzo pero no es imposible y lo puedes lograr con las anteriores recomendaciones.
Para saber más:
https://repositorio.comillas.edu/xmlui/handle/11531/23129
http://repositorio.uees.edu.ec/handle/123456789/2102
Laura Vanessa Gonzalez Acero
Practicante de psicología en ASCOFAPSI