¿Por qué me comparo cuando veo mis redes sociales?

¿Por qué me comparo cuando veo mis redes sociales?

En la actualidad el uso de redes sociales se ha convertido en una práctica recurrente en la vida diaria de las personas, por tal motivo, el tiempo invertido en dichas plataformas genera cambios emocionales que pueden influir de modo positivo o negativo en el autoconcepto y las relaciones con otros. Es importante saber que, hacer un uso inadecuado de las redes sociales se asocia con la aparición de dificultades y problemas de salud como depresión, síndrome de déficit de atención con hiperactividad, insomnio, disminución de horas totales de sueño, disminución del rendimiento académico y abandono escolar. 

En este punto, te invitamos a analizar el uso que haces de las redes sociales, pues es fundamental para conocer ¿cómo afecta la manera en que te defines? y ¿cómo construyes relaciones interpersonales a través de dichas plataformas?

Por ejemplo, ¿Qué pasa cuando vemos la foto de un amigo en un viaje, un concierto, estrenando algún objeto o disfrutando la vida con alguien amado? Nos comparamos, ¿verdad?, Considera que, la mayor parte del tiempo dedicada al uso de redes es pasiva, (de consumo) y esto puede favorecer la comparación social, lo que conlleva a una disminución del bienestar emocional, despertando en el usuario sentimientos negativos al considerar que los demás tienen una mejor vida. Pero ¿En qué consiste la comparación social? Es cuando las personas hacen uso de la información para hacer una evaluación de cómo se encuentran en diferentes aspectos en comparación con otros. La comparación social puede ser ascendente, que se refiere a la tendencia a compararse con individuos en mejor situación, provocando emociones de envidia o frustración, y descendente que hace alusión a la comparación realizada con personas en peor situación, lo que puede generar emociones como la satisfacción.

No nos debemos culpar por compararnos, sin embargo, es necesario revisar por qué esto nos afecta con tanta frecuencia. Para entender este fenómeno (el de la comparación social), encontramos que Byung-Chul Han filósofo alemán de origen coreano, expone en su ensayo La Sociedad de la Transparencia que la transparencia rige nuestra vida en la actualidad. Pero ¿qué es la transparencia? la RAE señala que este término significa la gestión o proceso que se realiza sin que se oculte información sobre la manera en que se hace o se desarrolla y, en particular, sin que haya duda sobre su legalidad o limpieza. 

Sin embargo, Han señala que en la era digital en la que estamos, la transparencia se manifiesta de formas nocivas como:

 

  • Exposición: como una forma de coacción en que la persona se valora como si fuese mercancía. Un ejemplo claro es que muchas veces se mide a las personas por su valor de exposición (qué tantas fotos subimos diariamente a nuestras redes sociales sobre a dónde vamos a comer, comprar y consumir, si viajamos o qué tanto invertimos en nuestra apariencia física…) lo que hace que haya una renuncia a toda intimidad y que la esencia de la vida se vuelva pública para captar la atención de los otros.

 

 

  • Control: que está inmerso en una sociedad en la que sus propios habitantes colaboran de forma activa en la construcción y conservación del yugo impuesto. Pues somos quienes exhibimos de manera voluntaria nuestras vidas en las redes por medio de fotos y demás contenidos. Al exponernos, nos volvemos parte de un mercado que demanda likes para sentirse valorado y aceptado y eso nos controla. 

 

Ahora bien, te has preguntado ¿Por qué surge esta necesidad de exhibirse? Para Han, la falta de confianza que la persona tiene de sí misma hace que sea más vulnerable exponerse y estar bajo el control del sistema. Y esto se vuelve perjudicial porque el ser humano percibe desconfianza frente a quienes le rodean, lo que promueve la comparación social y otras problemáticas. De allí que, diferentes investigaciones señalan que usuarios de redes sociales como Facebook e Instagram reportan creer que otros usuarios (de estas plataformas) son más felices y exitosos que ellos mismos.

Ante este panorama, te proponemos revisar la tendencia de uso de redes sociales e internet, que puede estar promoviendo la comparación social, puesto que el uso compulsivo es un problema de adicción donde la persona reporta la necesidad de tener que conectarse con frecuencia muchas veces al día. Esta tendencia de uso se guía bajo los siguientes criterios:

  1. Experimentar emociones desagradables cuando no es posible usar las redes sociales o el internet.
  2. Continuar usando las redes sociales o el internet a pesar de tener intenciones o deseos de disminuir o para el uso de estos. 
  3. Usar el internet o navegar por las redes sociales como escape a sentimientos considerados negativos. 
  4. El uso de internet y redes sociales domina sobre las cogniciones y comportamientos. 
  5. El uso de internet y redes sociales resulta conflictivo al interactuar con otros y con nosotros mismos. 

Es importante mencionar que el uso compulsivo de internet y redes sociales se asocia a un impacto negativo en una o varias áreas de la vida de cada persona. Si al revisar los criterios anteriores, te diste cuenta de que debes regular el uso de internet y redes sociales, para mejorar tu calidad de vida te daremos algunas estrategias para que puedas establecer límites en el uso de internet y redes sociales y, por otro lado, para que puedas mejorar tus habilidades y la comparación sociales disminuya:

Regulando el uso de redes sociales e internet

  1. Desactiva las notificaciones. Para evitar estímulos que te lleven a abrir las distintas aplicaciones. 
  2. Establece un horario para revisar tus redes y una cantidad de tiempo para estar en ellas. 
  3. Intenta tomar descansos digitales. En los que puedas desconectarte de tus redes por períodos largos de tiempo (como un día, si es posible). 
  4. Limita la instalación de las diferentes aplicaciones de redes sociales en tu celular. Si no están instaladas, es más dispendioso poder acceder a ellas. 
  5. Si te resulta muy difícil, recuerda que siempre puedes pedir ayuda a un especialista. 

Mejorando nuestras habilidades sociales

  1. Inicia tus interacciones con un saludo y atención plena. 
  2. Cuando lo requieras, solicita ayuda siendo asertivo. 
  3. Aprende a decir si y no, según sea necesario. Instaurar límites es necesario para entablar relaciones de respeto. 
  4. Interésate por los demás y aprende a escuchar. Utiliza tu empatía. 
  5. Manifiesta cuando tengas dudas, inquietudes o requieras aclaraciones sobre algo. Puede que no solo seas tú el que está pasando por ese apuro. 

 Referencias

Han, Byung-Chul. La sociedad de la transparencia. Barcelona: Herder, 2014. 95 pp. 

Morán-Pallero, N., & Felipe-Castaño, E. (2021). Autoconcepto en las redes sociales y su relación con el afecto en adolescentes. Behavioral Psychology, 29(3), 611-625.

Pérez, M., & Quiroga-Garza, A. (2019). Uso compulsivo de sitios de redes sociales, sensación de soledad y comparación social en jóvenes. Redes. Revista hispana para el análisis de redes sociales, 30(1), 68-78.

¿Y tú que opinas?