¿Estás durmiendo bien?

Sabías que …

  • La falta de sueño puede hacer que experimentemos más hambre de lo normal. 
  • Moriríamos primero por la privación de sueño que por la privación de comida.
  • Los adultos que duermen de 6 a 7 horas tienen una mayor probabilidad de vivir más tiempo de aquellos que duermen menos. Es relevante mencionar que, las horas de sueño necesarias vienen genéticamente determinadas y van a variar entre 4 y 10 horas, según la edad. 

Partiendo de estos datos, consideramos pertinente hablar del sueño y de su relevancia frente a la calidad de vida de las personas. El sueño es un proceso fisiológico, en el que se permite un período de descanso cerebral y sirve para que la persona pueda “desconectarse” del entorno y le permita al cuerpo y a sus diferentes sistemas (como el nervioso) recuperarse de la fatiga. Cabe mencionar que, al dormir hay una disminución de la conciencia y reactividad a los estímulos externos, lo cual se asocia a la inmovilidad y la relajación muscular. Es por ello que, un sueño adecuado desempeña un papel determinante en el desarrollo precoz del cerebro, en el aprendizaje y en la consolidación de la memoria, y, por otro lado, dificultades y trastornos del sueño se relacionan de forma directa con problemas conductuales y de baja regulación emocional. 

Actualmente, la investigación sobre la biología del sueño y sobre los efectos clínicos de sus trastornos señala que, el sueño es un proceso de vital importancia para la salud integral del ser humano. Sin embargo, la tendencia en la población mundial es hacía la reducción del tiempo total que se invierte en dormir, lo cual se ha reflejado en el incremento de la incidencia de trastornos de sueño. Partiendo de lo anterior, las afectaciones a los ritmos del sueño han llegado a normalizarse hasta cierto punto en la vida de las personas, sin embargo, estas molestias siguen siendo notorias tanto en sus aspectos físicos como fisiológicos. Según el Ministerio de Salud, en Colombia, los trastornos del sueño más frecuentes son: 

  • Hipersomnolencia: Es la dificultad para mantenerse despierto. En el contexto colombiano, la causa más habitual de la excesiva somnolencia diurna es la falta suficiente de sueño reparador y esto se produce por altas exigencias sociales y laborales. 

 

  • Insomnio: Es la incapacidad de tener un sueño que sea suficientemente duradero, lo “bastante” bueno para obtener una sensación de descanso y sueño restaurador.
  • Apnea: Es una afección frecuente en la que la respiración se detiene y se reinicia muchas veces durante el sueño. Tiene una alta prevalencia en la población general. Es mucho más frecuente en hombres roncadores, mujeres posmenopáusicas, adultos mayores y en personas con obesidad. Esta manifestación consiste en una alteración en la transición vigilia-sueño con desvelos frecuentes, lo que produce una disminución de la alerta diurna.

Según Juan Pablo Durán, máster en medicina del sueño, “un paciente que no duerme bien puede tener problemas de memoria y concentración, además se ha visto que, es un factor de riesgo de accidentes cerebrovasculares, de problemas coronarios, adicionalmente se presenten arritmias, hipertensión pulmonar, resistencia a la insulina, diabetes, sobrepeso, entre otros”.   

Por lo expuesto es necesario enfatizar que los trastornos del sueño afectan negativamente el comportamiento, cognición, memoria y crecimiento de la persona y es por ello que puede verse perjudicado el rendimiento en los diferentes escenarios de la vida (laboral, social, académico, entre otros). Algunas de las principales alteraciones del comportamiento, evidenciadas tras la baja calidad de descanso son:

  • Labilidad emocional (cambios bruscos en el estado de ánimo). 
  • Agresividad. 
  • Irritabilidad.
  • Baja tolerancia a la frustración. 

Como las demandas de la vida diaria son tan extenuantes y en ocasiones olvidamos realizar un chequeo de nuestros hábitos, hoy te invitamos a mirar si es posible que estés presentando algún trastorno de sueño para que puedas acudir al médico especialista a revisar tu salud para estar mejor. Para ello, vamos a enumerar una serie de signos que pueden ser indicadores de un mal sueño:

  • Sueles demorarte más de 30 minutos para poder conciliar el sueño. 
  • Te despiertas constantemente durante la noche y luego tienes dificultad para volver a dormirte, o te despiertas muy temprano por la mañana. 
  • Sientes sueño con frecuencia durante el día, tomas siestas frecuentes o te quedas dormido en horarios inapropiados. 
  • Has podido percibir o personas allegadas te han mencionado que, cuando duermes, roncas, soplas, jadeas, haces sonidos como si te estuvieras asfixiando o dejas de respirar por períodos cortos.
  • Tienes una sensación de hormigueo o cosquilleo desagradable en las piernas o los brazos que se alivia al moverlos o masajearlos, especialmente durante la noche y cuando intentas dormir.

Recuerda, aunque los trastornos del sueño afectan significativamente tu salud, seguridad y bienestar, pueden ser tratados. Inicia haciendo un chequeo médico, para poder regular los aspectos biológicos de la problemática, luego haz uso de cambios conductuales y arreglos ambientales para ayudar a tu organismo a organizar rutinas favorables para que el descanso se pueda llevar a cabo. Este es un proceso qué requiere compromiso y constancia, pero que, de llevarlo a cabo, traerá una mejora en tu calidad de vida y bienestar haciéndote una persona más saludable. 

A continuación, te presentamos una lista de diez buenas prácticas que te asegurará un adecuado descanso:

  1. Establece un horario regular para dormir y despertarte.
  2. En el caso de tomar siestas, no excedas los 45 minutos de sueño diurno.
  3. Restringe el uso de dispositivos móviles y pantallas 2 horas antes de acostarte.
  4. Intenta no consumir cafeína, chocolate o bebidas azucaradas 6 horas antes de acostarte.
  5. Evita los alimentos pesados, picantes o azucarados 4 horas antes de acostarte.
  6. Haz ejercicio regularmente, pero no justo antes de acostarte.
  7. Para dormir usa ropa cómoda y acogedora.
  8. Mantén una temperatura de sueño cómoda y busca que tu habitación esté bien ventilada.
  9. Bloquea los ruidos distractores y elimina la mayor cantidad de luz posible.
  10. Utilizar la cama para dormir, evitando su uso para el trabajo o la recreación.

Como vimos, el sueño nos brinda la posibilidad de recuperarnos a diario, es por ello que te animamos a que conviertas en una tarea fundamental de tu día a día, el dedicarle tiempo y preocupación a este importante ámbito en tu vida. Este cambio puede mejorar tu calidad de vida, en diferentes ámbitos (profesional, familiar o personal). 

¡Manos a la obra!

Referencias

Izquierdo, A., Pascual, F., & Monteiro, G. (2019). Trastornos del sueño. Medicine – Programa de Formación Médica Continuada Acreditado, 12(72), 4205–4214. 

¿Sabe cuáles son los trastornos del sueño más comunes entre los colombianos? Recuperado de: https://redmas.com.co/colombia/Sabe-cuales-son-los-trastornos-del-sueno-mas-comunes-entre-los-colombianos-20230331-0025.html

Su guía para un sueño saludable. Recuperado de: https://www.nhlbi.nih.gov/files/docs/public/sleep/In_Brief_YG_to_Sleep_Spanish_Final.pdf

 

Enith Daniela Villota Guevara

Practicante de psicología en ASCOFAPSI

¿Y tú que opinas?