Depresión Posparto y Estrategias de Apoyo

Introducción

La depresión posparto es una condición que afecta a madres en todo el mundo. Se estima que 1 de cada 10 mujeres la experimentará, pero hasta el 50% de los casos no son diagnosticados (Maternal Mental Health Leadership Alliance, n.d.), lo que puede llevar a que las mujeres se sientan solas y sin apoyo.

De acuerdo con Carberg (2024), esta condición puede tomar muchas formas y, en ocasiones, permanecer sin ser diagnosticada durante largos periodos de tiempo. Además, no solo afecta a las madres biológicas, sino también a los padres, padres adoptivos y cuidadores primarios, quienes pueden experimentar síntomas similares de ansiedad y depresión. Sin embargo, es vital conocer que el 80% de las mujeres con depresión posparto logra una recuperación completa con tratamiento, y el apoyo a toda la unidad familiar es clave para mejorar el bienestar de todos los involucrados.

Tipos de Depresión Posparto

Existen diferentes tipos de depresión posparto, tales como:

Baby Blues o Tristeza Posparto

El baby blues es la forma más común de trastorno del estado de ánimo posparto, afectando aproximadamente al 50%-85% de las mujeres (Carberg, 2025). Sus síntomas incluyen:

  • Cambios de humor
  • Llanto frecuente
  • Ansiedad leve
  • Irritabilidad

Este tipo de depresión es temporal y suele desaparecer en aproximadamente dos semanas sin necesidad de tratamiento.

Depresión Posparto

La depresión posparto (PPD) es más grave y prolongada que el baby blues. Afecta a 1 de cada 7 mujeres en el primer año tras el parto (Carberg, 2025). Sus síntomas incluyen:

  • Estado de ánimo deprimido
  • Pérdida de interés en actividades
  • Cambios en el sueño y el apetito
  • Dificultad para vincularse con el bebé

Si no se trata, la PPD puede volverse debilitante y aumentar el riesgo de psicosis posparto.

Psicosis Posparto

La psicosis posparto es la forma más grave de los trastornos del estado de ánimo posparto, aunque es poco común (1-2 de cada 1,000 partos) (Carberg, 2025). Se caracteriza por:

  • Alucinaciones y delirios
  • Agitación extrema
  • Comportamientos impulsivos y peligrosos

Debido a su gravedad, requiere tratamiento inmediato, incluyendo hospitalización y en algunos casos, terapia electroconvulsiva (ECT).

Trastorno de Ansiedad Posparto

Este trastorno puede confundirse con la ansiedad normal de la maternidad, pero presenta síntomas más intensos y persistentes, como:

  • Inquietud extrema
  • Problemas de sueño
  • Pensamientos acelerados

Trastorno Obsesivo-Compulsivo Posparto

Afecta entre el 3%-5% de las madres y se caracteriza por pensamientos intrusivos y persistentes relacionados con dañar al bebé, aunque rara vez se actúa sobre ellos (Carberg, 2025).

Trastorno de Pánico Posparto

Se presenta en hasta un 10% de las mujeres y se manifiesta con ataques de pánico severos, temor a la muerte o pérdida de control.

Trastorno de Estrés Postraumático Posparto (PTSD)

Afecta a más del 9% de las mujeres tras un parto traumático, como complicaciones graves, partos de emergencia o experiencias de violencia previa.

Tratamiento y Estrategias de Apoyo

Existen diversos tipos de tratamiento para la depresión posparto, los cuales varían según el tipo y gravedad del trastorno. Además, es fundamental contar con una red de apoyo social que brinde contención emocional y ayuda práctica a la madre durante su recuperación.

Los tratamientos pueden dividirse en:

Terapia y Medicación

  • Psicoterapia: Terapia cognitivo-conductual (TCC) e interpersonal.
  • Medicación: Antidepresivos y ansiolíticos en casos moderados a graves.
  • Hospitalización en casos de psicosis posparto.

Grupos de Apoyo

El apoyo social es crucial para la recuperación. Existen grupos en línea y presenciales donde las madres pueden compartir experiencias y estrategias de afrontamiento.

Cuidado Personal

  • Sueño: Dormir al menos 4-5 horas ininterrumpidas.
  • Nutrición: Mantener una dieta equilibrada.
  • Ejercicio: Actividad física ligera como caminar o yoga.
  • Tiempo para uno mismo: Espacios de autocuidado y descanso.

Consideraciones Finales

La salud mental materna es fundamental para el bienestar de la madre y el bebé. Sin embargo, la depresión posparto suele ser ignorada debido a la normalización del sufrimiento materno y la falta de conciencia sobre sus síntomas. Además, su representación en medios visuales, libros y otras narrativas puede aumentar el temor de las madres a expresar que no están bien, por miedo al juicio o a ser percibidas como malas madres. La identificación temprana, el tratamiento adecuado y el apoyo social pueden marcar la diferencia en la recuperación de las madres afectadas por la depresión posparto.

Referencias

  • Carberg, C. (2024). Postpartum Depression: Causes, Symptoms, and Treatment. Healthline.
  • Carberg, C. (2025). Understanding Postpartum Mood Disorders. Healthline.
  • Maternal Mental Health Leadership Alliance. (n.d.). Most Women are Untreated, Increasing Risk of Negative Impacts. Retrieved from mmhla.org.

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Salud Mental Materna: Mitos y Realidades

Introducción

La salud mental materna es un tema subestimado en la sociedad. La normalización del rol de la mujer como “cuidadora” y madre lleva a que, en muchas situaciones, sus necesidades sean ignoradas. Se asume como natural que cargue con las responsabilidades del hogar y el cuidado de los hijos, lo que puede generar problemáticas en su salud mental. A menudo, las madres no expresan su malestar por miedo al estigma social asociado a estos padecimientos (Maternal Mental Health Leadership Alliance [MMHLA], 2024).

Salud Mental Perinatal y sus Trastornos

De acuerdo con la Maternal Mental Health Alliance (s.f), la salud mental perinatal se define como “la salud mental durante el embarazo y hasta dos años después del parto”. Aunque muchas personas han escuchado sobre la depresión posparto, existen otros trastornos perinatales, tales como:

  • Ansiedad
  • Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
  • Trastornos de la alimentación: Estos trastornos pueden variar de leves a severos y requieren tratamiento especializado cuanto antes. Algunas afecciones pueden haber existido previamente al embarazo y agravarse durante el período perinatal o aparecer por primera vez en esta etapa (World Health Organization [WHO], 2025).

El problema más grave de salud mental perinatal es la psicosis posparto, una emergencia médica que requiere atención inmediata.

Factores de Riesgo

Cualquier persona puede experimentar problemas de salud mental perinatal, pero existen factores que incrementan el riesgo, como:

  • Antecedentes de trastornos mentales, incluidos trastornos graves como el trastorno bipolar.
  • Neurodivergencia
  • Embarazos múltiples.
  • Factores biológicos.
  • Falta de apoyo.
  • Experiencias traumáticas, como abuso doméstico o pérdida del bebé.
  • Inseguridad económica o de vivienda (WHO, 2025).

Impacto de los Trastornos Mentales Maternos

Según la WHO (2025), a nivel mundial, aproximadamente el 10% de las mujeres embarazadas y el 13% de las mujeres que acaban de dar a luz experimentan algún trastorno mental, principalmente depresión. En países en desarrollo, esta cifra aumenta al 15.6% durante el embarazo y al 19.8% en el posparto. En casos graves, el sufrimiento puede llevar al suicidio, una de las principales causas de muerte materna.

Los trastornos de salud mental materna no solo afectan a la madre, sino también al bebé. Los infantes pueden presentar dificultades en su desarrollo, apego deficiente y mayores riesgos de problemas de salud (MMHLA, 2024).

Mitos y Realidades sobre la Salud Mental Materna

A pesar de la creciente conciencia sobre la salud mental materna, existen numerosos mitos que perpetúan la desinformación y dificultan la búsqueda de ayuda. Algunos de estos mitos, según la Mental Health Association of Maryland (2019), Giménez (n.d.), y Tiffin (2023), son:

Mito: “El baby blues y los trastornos del estado de ánimo perinatales son lo mismo”.

Realidad: El baby blues afecta hasta el 80% de las madres y es transitorio, mientras que los trastornos del estado de ánimo perinatales pueden durar más tiempo y requieren tratamiento.

Mito: “El embarazo protege contra la depresión”.

Realidad: Durante el embarazo y el posparto, los cambios hormonales pueden aumentar el riesgo de trastornos del estado de ánimo.

Mito: “Las mujeres con depresión posparto son malas madres”.

Realidad: La depresión posparto no define la capacidad de una madre para cuidar a su hijo; es una condición médica que necesita atención.

Mito: “Los medicamentos psiquiátricos son siempre peligrosos durante el embarazo y la lactancia.”

Realidad: Muchos medicamentos no son teratogénicos o presentan riesgos mínimos en comparación con los efectos de una enfermedad mental no tratada.

Mito: “La depresión posparto es rara y se resuelve sola.”

Realidad: Aproximadamente una de cada diez madres sufre depresión posparto, y puede tardar hasta un año en recuperarse sin tratamiento adecuado.

Mito: “La salud mental materna no afecta al bebé”.

Realidad: Los problemas de salud mental pueden afectar el vínculo madre-bebé y el desarrollo infantil.

Mito: “Si pido ayuda, me quitarán a mi bebé”.

Realidad: Buscar ayuda es clave para la recuperación; los servicios de salud trabajan para apoyar a las madres y a sus hijos.

Conclusión

La salud mental materna es un tema de salud pública que requiere mayor atención y apoyo. Es fundamental desmitificar la idea de que la maternidad debe ser una experiencia perfecta y sin dificultades. Promover el acceso a servicios de salud mental y combatir el estigma son pasos esenciales para mejorar la calidad de vida de madres y bebés en todo el mundo.

Referencias

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Violencia de Género y Trauma Intergeneracional

Introducción

La violencia de género es un problema global que afecta de manera desproporcionada a mujeres, niñas y personas LGBTIQA+. A pesar de los esfuerzos para erradicarla, sigue siendo una de las principales causas de trauma en las comunidades (UNDP, 2024). Muchas veces, se subestima el impacto de la violencia verbal, especialmente en el entorno digital, donde el anonimato facilita discursos de odio y ataques específicos contra la identidad de género de las personas. Este tipo de violencia tiene efectos psicológicos profundos y puede contribuir a la transmisión intergeneracional del trauma.

Violencia de Género en la Era Digital

El auge de las redes sociales ha facilitado la comunicación global, pero también ha propiciado un espacio donde la violencia verbal se ha normalizado. Las mujeres, en particular, son objeto de ataques basados en su género, apariencia y sexualidad, lo que perpetúa el ciclo de violencia y contribuye al deterioro de la salud mental (Salter et al., 2025).

Efectos Psicológicos de la Violencia de Género
Los efectos de la violencia de género trascienden el ámbito individual y pueden manifestarse en traumas a largo plazo. Las consecuencias psicológicas más comunes incluyen:

  • Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT)
  • Depresión y ansiedad
  • Dificultades en las relaciones interpersonales
  • Somatización del trauma

Según Salter et al. (2025), la violencia de género no solo impacta a la víctima inmediata, sino que también se transmite entre generaciones, perpetuando patrones de abuso y sufrimiento dentro de las familias.

Trauma Intergeneracional y su Impacto en la Sociedad

El trauma intergeneracional se refiere a la transmisión de los efectos del trauma a través de generaciones. De acuerdo con el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (UNDP, 2024), “el trauma derivado de la violencia, los conflictos, los desastres o las pandemias no solo afecta a quienes lo experimentan directamente, sino que también puede heredarse a través de cambios en la expresión génica”.

El impacto del trauma intergeneracional se manifiesta en la salud mental, el comportamiento y la estructura familiar. Estudios han demostrado que las personas expuestas a violencia en la infancia tienen una mayor probabilidad de repetir patrones de abuso en la adultez, perpetuando un ciclo de violencia y sufrimiento (Movers, 2023).

Efectos de la Violencia Doméstica en Niños y Niñas

De acuerdo con Movers (2023), la violencia de género, en específico la violencia doméstica tiene un impacto emociónal significativo en los niños que son testigos de esta, incluso si no son víctimas directas del abuso. Entre los efectos más comunes se encuentran:

  • Mayor riesgo de desarrollar TEPT, ansiedad y depresión
  • Problemas de autoestima y dificultades en la resolución de problemas
  • Comportamientos agresivos o identificación con el agresor
  • Dificultades en la formación de relaciones saludables en la adultez

Según Movers (2023), los niños que presencian violencia doméstica tienen el doble de probabilidades de sufrir trastornos psiquiátricos en comparación con aquellos que crecen en un entorno sin violencia.

Estrategias para la Prevención y la Intervención

Teniendo en cuenta lo anterior, es importante mitigar los efectos del trauma intergeneracional y, de este modo, reducir la incidencia de la violencia de género, implementando estrategias de prevención y tratamiento, tales como (Movers, 2023):

  1. Psicoterapia especializad apara niños y madres

    : La terapia infantil y la psicoterapia centrada en la relación madre-hijo, como la terapia CPP, han demostrado ser eficaces para reducir los efectos del trauma (Movers, 2023).

  2. Accesibilidad a servicios de salud mental

    : Garantizar el acceso a tratamiento psicológico adecuado es clave para prevenir la revictimización y fomentar la recuperación (Brand et al., 2013; Ford, 2015, como se cita en Movers, 2023).

  3. Educación y sensibilización

    : Campañas educativas y programas de concienciación pueden ayudar a cambiar las normas culturales que perpetúan la violencia de género (Movers, 2023).

Conclusión

La violencia de género no solo afecta a quienes la padecen directamente, sino que también deja secuelas en las generaciones futuras. Comprender el trauma intergeneracional y sus efectos es fundamental para desarrollar estrategias de prevención eficaces. La inversión en servicios de salud mental y en políticas públicas orientadas a erradicar la violencia de género es crucial para construir sociedades más justas y equitativas.

Referencias

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Mutilación Genital Femenina: Efectos Psicológicos a Largo Plazo

Introducción

La mutilación genital femenina (MGF) es un procedimiento quirúrgico violento que elimina la autonomía de la mujer sobre su propio cuerpo. Es considerada una violación de los derechos humanos de mujeres y niñas, ya que suele practicarse mayormente en menores de edad y provoca daños a largo plazo en la salud física y mental de las personas sometidas a esta práctica.

Motivos Culturales de la Mutilación Genital Femenina

Este procedimiento suele realizarse debido a creencias culturales y, en muchos casos, tiene el propósito de controlar la sexualidad de la mujer, impidiendo que experimente placer o haciéndola más “deseable” según las normas impuestas por su comunidad.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (WHO, 2025), la mutilación genital femenina “comprende todos los procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones causadas a los órganos genitales femeninos por motivos no médicos. Esta práctica no brinda ningún beneficio para la salud y puede causar hemorragias graves, problemas urinarios y, a largo plazo, quistes, dificultades menstruales, infecciones, complicaciones en el parto y un mayor riesgo de mortalidad neonatal” (WHO, 2025).

Tipos de Mutilación Genital Femenina

Según la WHO (2025), la mutilación genital femenina se divide en cuatro tipos principales:

  1. Tipo 1: Resección parcial o total del glande del clítoris y/o del prepucio o capuchón del clítoris.
  2. Tipo 2: Resección parcial o total del glande del clítoris y los labios menores, con o sin escisión de los labios mayores.
  3. Tipo 3 (Infibulación): Estrechamiento de la abertura vaginal mediante el corte y recolocación de los labios menores o mayores, a veces cosiéndolos.
  4. Tipo 4: Cualquier otro procedimiento lesivo de los genitales femeninos con fines no médicos, como la punción, perforación, incisión, raspado o cauterización de la zona genital.

Consecuencias Físicas de la MGF

De acuerdo con WHO (2025), la mutilación genital femenina no ofrece beneficios para la salud y causa daños a mujeres y niñas en diversas formas. Implica la escisión y lesión de tejido genital femenino sano y normal, interfiriendo en las funciones naturales del cuerpo.

Complicaciones inmediatas:

  • Dolor intenso
  • Hemorragia
  • Inflamación de los tejidos genitales
  • Fiebre
  • Infecciones, como el tétanos
  • Problemas urinarios
  • Problemas de cicatrización
  • Lesiones de los tejidos genitales vecinos
  • Estado de choque
  • Muerte

Complicaciones a largo plazo:

  • Problemas urinarios (micción dolorosa, infecciones del tracto urinario)
  • Problemas vaginales (leucorrea, prurito, vaginosis bacteriana, infecciones)
  • Problemas menstruales (menstruaciones dolorosas, tránsito difícil de la sangre menstrual)
  • Tejido cicatricial y queloides
  • Problemas sexuales (coito doloroso, menor satisfacción)
  • Mayor riesgo de complicaciones en el parto (parto difícil, hemorragia, cesárea, necesidad de reanimación del bebé) y mortalidad neonatal
  • Necesidad de nuevas intervenciones quirúrgicas (especialmente en el tipo 3)

Consecuencias Psicológicas de la MGF

Además de los daños físicos, la mutilación genital femenina también tiene efectos psicológicos graves. Según Reman et al. (2023), los trastornos más frecuentes en mujeres sometidas a la MGF incluyen:

  • Trastorno de estrés postraumático (TEPT)
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Somatización

Las investigaciones han demostrado que el TEPT es significativamente más severo en mujeres que han sufrido MGF, especialmente aquellas con mutilación tipo III. Además, el contexto sociocultural influye en el impacto psicológico de la MGF, ya que en algunas comunidades se considera un rito de paso necesario para la aceptación social y el matrimonio (Reman et al., 2023).

Las mujeres migrantes que han sufrido MGF pueden experimentar sentimientos de ira, injusticia y exclusión, lo que genera una mayor consciencia sobre las consecuencias de la mutilación en su vida sexual, el dolor crónico y sus actividades diarias. Algunas de las estrategias de afrontamiento utilizadas por estas mujeres incluyen el uso del humor, la música, la actividad física, el silencio sobre el tema o el perdón (Reman et al., 2023).

Factores Socioculturales que Perpetúan la MGF

La mutilación genital femenina se practica principalmente en niñas, desde la lactancia hasta la adolescencia, e incluso en algunas mujeres adultas. Las razones para perpetuar esta práctica varían según la región y la época, y suelen estar arraigadas en normas socioculturales transmitidas por generaciones.

En muchas comunidades, la MGF es vista como parte esencial de la crianza y preparación para la vida adulta y el matrimonio. Su propósito puede incluir el control de la sexualidad para asegurar la virginidad antes del matrimonio y la fidelidad después de él (WHO, 2025). Aunque no hay textos religiosos que la prescriban, algunas creencias erróneas asocian la MGF con prácticas religiosas.

La Medicalización de la MGF

En algunos lugares, la mutilación genital femenina es realizada por profesionales de la salud bajo el argumento de que esto reduciría el riesgo de complicaciones. Sin embargo, la WHO (2025) advierte que esto no elimina los efectos negativos de la práctica y puede dar la falsa impresión de que es un procedimiento seguro o aceptable.

Los proveedores de atención médica que realizan la MGF pueden verse presionados por normas sociales o motivados por incentivos económicos. No obstante la Organización Mundial de la Salud, busca proveer a los profesionales con apoyo y capacitación con el fin de abogar por el abandono de esta práctica en las comunidades (WHO, 2025).

Conclusión

La mutilación genital femenina es una grave violación de los derechos humanos que afecta, tanto a corto, como a largo plazo, la salud física y mental de millones de mujeres y niñas en todo el mundo. Es crucial promover la educación y la sensibilización sobre los peligros de esta práctica para erradicarla. En países como Colombia, se están implementando esfuerzos para prohibir y eliminar la MGF, por lo que es fundamental que la sociedad en su conjunto se eduque sobre el tema y contribuya a su erradicación.

Referencias

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Autismo la realidad fuera del estigma

En las últimas semanas, el ministro de salud de Estados Unidos ha emitido comentarios insensibles y desinformados sobre el autismo, refiriéndose a este como una epidemia y afirmando que las personas dentro del espectro no podrán desarrollar una vida plena ni autónoma (Diament, 2025).

El impacto de declaraciones estigmatizantes sobre el autismo

Durante una conferencia de prensa, Kennedy señaló que las personas autistas “nunca pagarán impuestos, no tendrán trabajo, no escribirán poemas ni saldrán en citas” (Diament, 2025). Además, sugirió que el autismo destruye familias, reforzando estigmas y percepciones erróneas sobre la vida de quienes son autistas y sus entornos.

Estas afirmaciones surgieron tras la publicación de un informe de los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) que reveló un aumento en la prevalencia de diagnósticos, indicando que 1 de cada 31 niños en EE. UU. es identificado dentro del espectro (Diament, 2025). Kennedy atribuyó este incremento a factores ambientales y no al avance en la comprensión y el diagnóstico.

Respuesta de la comunidad autista y organizaciones de defensa

Frente a estas declaraciones, diversas organizaciones como Autistic Self Advocacy Network, The Arc, entre otras, manifestaron su rechazo, aclarando que la ciencia no respalda la idea de que el autismo sea prevenible y que describirlo como una “epidemia” perpetúa el estigma (Diament, 2025).

Colin Killick, director de Autistic Self Advocacy Network, enfatizó que muchas personas autistas realizan actividades que Kennedy sugirió imposibles, como trabajar, escribir poesía o jugar deportes, dejando en evidencia el desconocimiento y los prejuicios detrás de sus afirmaciones (Diament, 2025).

El autismo: una condición neurodivergente, no una enfermedad

Contrario a las declaraciones de Kennedy, el autismo no es una enfermedad, sino una condición neurodivergente que influye en la manera en que una persona percibe, experimenta e interactúa con el mundo (National Autistic Society, n.d.).

El autismo se manifiesta en una amplia variedad de formas, siendo cada persona única. Para obtener un diagnóstico, se identifican diferencias significativas en la comunicación, comportamientos e intereses comparados con personas no autistas. Estas diferencias pueden implicar necesidades de apoyo que varían de un individuo a otro (National Autistic Society, n.d.).

Características nucleares del autismo

El autismo no es un diagnóstico homogéneo; cada persona presenta combinaciones únicas de características, que pueden incluir:

  • Diferencias en la comunicación verbal y no verbal.
  • Intereses intensos y conductas repetitivas que ayudan en la autorregulación.
  • Sensibilidad aumentada o disminuida a estímulos sensoriales.

Estas particularidades no son defectos, sino parte de la diversidad neurológica humana. Muchas personas autistas desarrollan formas alternativas y eficaces de comunicarse y relacionarse con su entorno (National Autistic Society, n.d.).

Autismo y causas: aclarando mitos

Diversas investigaciones han demostrado que el autismo tiene un origen principalmente genético. No existe ninguna evidencia científica que relacione el autismo con las vacunas o con exposición a toxinas ambientales, como sugieren algunos discursos desinformados (National Autistic Society, n.d.).

El mito que vincula vacunas con autismo ha sido desmentido reiteradamente a través de múltiples estudios, y perpetuar esta creencia solo contribuye a la desinformación y al estigma social (National Autistic Society, n.d.).

Autismo y discapacidad

El autismo es considerado una discapacidad en términos legales, lo que garantiza protección contra la discriminación y el acceso a apoyos que permiten la plena inclusión social y educativa (National Autistic Society, n.d.). Sin embargo, muchas personas autistas prefieren definir su identidad bajo el enfoque de la neurodiversidad, que reconoce al autismo como una variación natural dentro de la diversidad humana.

El verdadero desafío para las personas autistas no es su neurodivergencia, sino las barreras sociales y estructurales que limitan sus oportunidades y su inclusión (National Autistic Society, n.d.).

Conclusión: hacia una sociedad más informada e inclusiva

Es fundamental que los discursos públicos sobre el autismo se basen en la evidencia científica y en el respeto a la dignidad de las personas. Declaraciones como las realizadas por Kennedy solo alimentan la discriminación y dificultan la construcción de una sociedad verdaderamente inclusiva.

Promover información adecuada sobre el autismo contribuye a derribar mitos y a fortalecer el respeto por la neurodiversidad, facilitando que todas las personas tengan acceso a las oportunidades y apoyos que necesitan para vivir plenamente.

Referencias

  • Diament, M. (2025, April 21). Kennedy’s Comments About ASD Draw Backlash. Disability Scoop. https://www.disabilityscoop.com/2025/04/21/kennedys-comments-about-asd-draw-backlash/31414/
  • National Autistic Society. (n.d.). What is autism. https://www.autism.org.uk/advice-and-guidance/what-is-autism

 

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Cómo fortalecer el trabajo conjunto entre padres y escuelas

La importancia de la relación entre familia y escuela

Existe una creencia popular de que la escuela es la única responsable de educar a los niños. Sin embargo, la educación debe ser un esfuerzo conjunto entre familia y escuela. Desde el primer momento de vida, los padres juegan un papel fundamental en la formación de sus hijos, y su colaboración con la escuela es esencial para el desarrollo integral de los niños.

Según Torres Herrera et al. (2024), la familia y la escuela son instituciones clave en la formación del individuo. Mientras que la familia ofrece un conocimiento basado en la intuición y la experiencia, la escuela proporciona una estructura técnica basada en la pedagogía. Ambas cumplen un rol fundamental en la construcción de la identidad y en la promoción de la salud mental en las primeras etapas del desarrollo.

El impacto del entorno familiar en el desarrollo del niño

Para Domínguez (2011), la familia es el primer espacio donde el ser humano empieza a desarrollar su identidad y establecer interacciones afectivas. Es en el entorno familiar donde los niños aprenden normas y conductas que posteriormente serán reforzadas en la escuela.

A pesar de que la familia es el primer grupo de referencia para el desarrollo psicoemocional del niño, la escuela también desempeña un papel crucial. Según Sirotnik (1994, como se cita en Torres Herrera, et al., 2024), la interacción con pares, figuras de autoridad y normas escolares contribuyen a la transformación del individuo y su desarrollo intelectual y personal. Este proceso es esencial para su adaptación y participación en la sociedad.

La relación entre escuela y familia en la construcción de identidad

El paso por la escuela representa un punto de crisis en el desarrollo del niño, especialmente en aspectos como la identidad y la socialización. Pedraza et al. (2017, como se cita en Torres Herrera, et al., 2024) destacan que, a medida que el niño se adapta al entorno escolar, se generan puntos de unión entre la escuela y la familia que favorecen su crecimiento y bienestar emocional.

La familia aporta el marco emocional y los valores fundamentales que guían el comportamiento del niño, mientras que la escuela complementa esta formación con conocimientos estructurados y experiencias sociales diversas. Cuando ambas instituciones trabajan en conjunto, se refuerza la autoestima del niño, su sentido de pertenencia y su capacidad para enfrentar los desafíos propios del desarrollo.

Además, la colaboración entre la escuela y la familia facilita la identificación temprana de dificultades emocionales o de aprendizaje, permitiendo una intervención oportuna y efectiva. La implementación de estrategias como reuniones periódicas, programas de orientación y talleres conjuntos promueve un ambiente de confianza y apoyo mutuo, fortaleciendo la construcción de una identidad sólida en el niño.

En este sentido, la escuela no solo debe enfocarse en la transmisión de conocimientos académicos, sino también en crear espacios que fomenten el diálogo y la participación de los padres en el proceso educativo. Este trabajo conjunto resulta esencial para que los niños desarrollen una identidad equilibrada y una mayor seguridad en sí mismos.

El paso por la escuela representa un punto de crisis en el desarrollo del niño, especialmente en aspectos como la identidad y la socialización. Pedraza et al. (2017, como se cita en Torres Herrera, et al., 2024) destacan que, a medida que el niño se adapta al entorno escolar, se generan puntos de unión entre la escuela y la familia que favorecen su crecimiento y bienestar emocional.

Sin embargo, no es posible lograr una construcción completa de la identidad sin un ambiente familiar que brinde las bases necesarias. La escuela ha evolucionado para incluir no solo conocimientos académicos, sino también el desarrollo de habilidades para la vida, valores y educación emocional.

La corresponsabilidad en la educación

Para alcanzar una educación integral, es necesario que la familia, la escuela y la comunidad asuman una responsabilidad compartida en la formación del niño. La implementación de talleres psicoeducativos y programas de salud mental en el ámbito escolar ha demostrado ser efectiva para fortalecer esta relación (Abarca Martínez & Galicia Vásquez, 2011, como se cita en Torres Herrera, et al., 2024).

Debido a esto, se considera que la escuela debe ser vista como un centro de salud integral, que no solo protege la salud de los estudiantes, sino también la de sus familias. La participación de los padres en actividades escolares y su vinculación con los docentes son factores clave para mejorar los resultados académicos y el bienestar de los estudiantes ( Torres Herrera, et al., 2024).

El impacto de la familia en el rendimiento escolar

Diversos estudios han demostrado que la participación de los padres tiene un impacto positivo en el desempeño académico de los niños. Razeto (2016) resalta que la relación entre la familia y la escuela influye en los logros educativos. Investigaciones como las de Deal y Peterson (2009) y Harris (2009) concluyen que la participación activa de los padres mejora el rendimiento de los estudiantes y la gestión escolar  (Torres Herrera, et al., 2024).

Modelos de participación parental en la educación

Goodall y Montgomery (2014, como se cita en Torres Herrera, et al., 2024) proponen un continuo entre el involucramiento y el compromiso parental, estableciendo tres niveles. Para fortalecer la relación entre familia y escuela, es fundamental fomentar una comunicación abierta, promover espacios de encuentro y capacitación para los padres, y generar estrategias que faciliten su participación activa en el proceso educativo de los niños.

  1. Involucramiento parental con la escuela: Los padres participan en actividades organizadas por la institución, pero con un rol pasivo.
  2. Involucramiento parental con la educación: Existe un intercambio de información entre los padres y la escuela, promoviendo un rol activo en el aprendizaje de los niños.
  3. Compromiso parental con el aprendizaje: Los padres toman decisiones y se involucran activamente en la educación de sus hijos, independientemente de la escuela.

Por otro lado, Epstein (1992, como se cita en Torres Herrera, et al., 2024) sugiere que las instituciones deben desarrollar estrategias diferenciadas e iniciales para involucrar a las familias desde los primeros años de escolaridad. Entre estas estrategias se encuentran la comunicación efectiva, la participación en la toma de decisiones y la colaboración con la comunidad.

Conclusión

El fortalecimiento del trabajo conjunto entre padres y escuelas es fundamental para garantizar el desarrollo integral de los niños. La evidencia sugiere que la participación de los padres influye en el rendimiento académico y en la salud mental de los estudiantes. Por ello, es esencial implementar estrategias que fomenten una relación más cercana y colaborativa entre ambas partes.

Referencias

  • Torres Herrera, V. ., López Ardila, S. ., Jessie Archbold, M. J. ., & Rodríguez Bustamante, A. (2024). Familia y escuela: perspectivas desde la salud mental en la adolescencia. Poiésis, (46), 33–56. https://doi.org/10.21501/16920945.4719
  • Razeto, Alicia. (2016). El involucramiento de las familias en la educación de los niños: Cuatro reflexiones para fortalecer la relación entre familias y escuelas. Páginas de Educación, 9(2), 184-201. Recuperado de http://www.scielo.edu.uy/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1688-74682016000200007&lng=es&tlng=es.

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El Rol de la Educación en la Salud Mental Infantil

Introducción

La salud mental es una parte fundamental del bienestar de las personas en todas las etapas de su vida. Tradicionalmente, la salud mental infantil ha sido ignorada a menos que un niño presente problemas evidentes, lo que contribuye a la percepción errónea de que la salud mental solo es relevante en casos extremos. Este enfoque puede llevar a una comprensión inadecuada de la salud mental y a la estigmatización de los trastornos psicológicos.

Brindar educación en salud mental adaptada a cada etapa del desarrollo infantil puede mejorar la relación de los niños con sus emociones, proporcionándoles herramientas para enfrentar las dificultades de la vida de manera adecuada (Fundación Scarpetta Gnecco, 2024).

La Relación Entre Salud Mental y Educación

La relación entre la salud mental y la educación es un área de creciente interés (Fundación Scarpetta Gnecco, 2024). A medida que se comprende mejor la complejidad de la mente y los desafíos emocionales de los estudiantes, se hace evidente la necesidad de abordar la salud mental en el ámbito educativo. Incluir la educación en salud mental desde una edad temprana permite que los niños desarrollen una comprensión clara de sus emociones y aprendan estrategias efectivas para manejar el estrés, la ansiedad y otros desafíos emocionales. Un enfoque integral en este aspecto puede tener un impacto significativo en el bienestar y el rendimiento académico.

Relación Bidireccional

La interacción entre educación y salud mental es bidireccional. Por un lado, los desafíos educativos pueden afectar la salud mental de los estudiantes: la presión académica, el miedo al fracaso y las expectativas poco realistas pueden provocar ansiedad y depresión. Por otro lado, los problemas de salud mental pueden obstaculizar el aprendizaje, afectando la concentración, la motivación y la capacidad de resolver problemas (Fundación Scarpetta Gnecco, 2024). La interacción entre educación y salud mental es bidireccional. Por un lado, los desafíos educativos pueden afectar la salud mental de los estudiantes: la presión académica, el miedo al fracaso y las expectativas poco realistas pueden provocar ansiedad y depresión. Por otro lado, los problemas de salud mental pueden obstaculizar el aprendizaje, afectando la concentración, la motivación y la capacidad de resolver problemas.

Impacto en el Rendimiento Académico

Los problemas de salud mental afectan directamente el rendimiento académico. Los estudiantes que enfrentan dificultades psicológicas pueden tener problemas para concentrarse, organizarse y completar tareas. Sin el apoyo adecuado, esto puede llevar a un bajo rendimiento académico y a una disminución de la autoestima (Sánchez & Casares, 2022).

Desarrollo de Habilidades Socioemocionales

La educación no solo debe centrarse en el aprendizaje académico, sino también en el desarrollo de habilidades socioemocionales. La salud mental influye en la capacidad de los estudiantes para establecer relaciones, gestionar el estrés y resolver conflictos. Abordar la salud mental en las escuelas contribuye al desarrollo de habilidades esenciales para el éxito en la vida.

El Papel de la Escuela

Las instituciones educativas juegan un papel clave en la promoción de la salud mental infantil. Según el Libro Blanco de la Salud Mental Infanto-Juvenil del Consejo General de la Psicología de España, el entorno escolar es un espacio ideal para la prevención y la detección temprana de problemas psicológicos. En las escuelas, los niños no solo adquieren conocimientos, sino que también experimentan interacciones sociales cruciales para su desarrollo emocional y cognitivo (Sánchez & Casares, 2022).

Educación Socioemocional en el Currículo

La educación socioemocional debe ser una parte estructurada del currículo escolar. Esto implica trabajar competencias como la comunicación, la empatía, la asertividad, la regulación emocional y la resolución de conflictos. Implementar sesiones periódicas dentro del aula y actividades transversales en distintas materias puede facilitar el desarrollo de estas habilidades.

Para que sea efectiva, la educación socioemocional debe ser planificada y contar con la participación de la comunidad educativa y las familias. Esto ayuda a crear un ambiente escolar inclusivo y acogedor, fortaleciendo el bienestar de los estudiantes (Sánchez & Casares, 2022).

Retos y Necesidades del Sistema Educativo

El sistema educativo necesita evolucionar para incluir el bienestar, la salud mental y la resiliencia en sus objetivos. Esto implica optimizar los programas ya existentes y fomentar la integración de estrategias socioemocionales en todas las áreas académicas. Además, la formación docente en salud mental es fundamental para garantizar que los educadores tengan las herramientas necesarias para apoyar a sus estudiantes  (Sánchez & Casares, 2022).

Ejemplos de Iniciativas Exitosas

En España, diversas iniciativas han demostrado la eficacia de la educación socioemocional. Programas como PEHIS, PAHS, INTEMO y CYBERPROGRAM 2.0 han obtenido buenos resultados en la promoción de la inteligencia emocional y la prevención del acoso escolar. Además, el Programa de Educación Responsable de la Fundación Botín ha sido implementado en varios países latinoamericanos con resultados positivos (Sánchez & Casares, 2022).

Conclusión

La conexión entre salud mental y educación es crucial para el desarrollo de individuos resilientes y equilibrados. Integrar la educación socioemocional en las escuelas no solo mejora el rendimiento académico, sino que también contribuye a una sociedad más saludable y preparada para enfrentar desafíos emocionales. Un enfoque holístico en la educación, que priorice tanto el conocimiento como el bienestar emocional, es una necesidad ineludible en la actualidad.

Referencias

  • Fundación Scarpetta Gnecco. (2024). Implicaciones de la salud mental en la educación. Fundación Scarpetta. https://www.fundacionsg.org/uncategorized/la-importancia-crucial-de-la-salud-mental-en-la-educacion/
  • Sánchez, P., & Casares, I. M. (2022). El reto de mejorar la salud mental infantil. https://ethic.es/2022/10/el-reto-de-mejorar-la-salud-mental-infantil/

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La Guerra y la Salud Mental: Consecuencias Psicológicas en Individuos y Sociedades

Introducción

Actualmente, diferentes países están enfrentando conflictos políticos que han desencadenado guerras. Ejemplos recientes incluyen Ucrania, Palestina y la región del Catatumbo en Colombia. Estos conflictos generan diversas formas de violencia que afectan tanto a los individuos como a las sociedades de manera permanente. Además, los efectos negativos en la salud mental pueden persistir años después de los hechos.

En muchas ocasiones, los estados no consideran los efectos a largo plazo de la guerra, enfocándose en solucionar problemáticas inmediatas sin atender el ciclo de violencia que se perpetúa en estos escenarios.

La Guerra y el Ciclo de Violencia

Según Rubio-León et al. (2024), la violencia perpetúa inequidades económicas, violencia estructural e injusticias sociales. Estas interactúan entre sí, manteniendo un ciclo intergeneracional de violencia.

 

La guerra no solo genera daños físicos, sino también psicológicos, los cuales pueden afectar gravemente a las víctimas, tanto a corto como a largo plazo. Estos efectos pueden desencadenar un ciclo intergeneracional de violencia, donde el trauma experimentado por una generación se transmite a la siguiente a través de patrones de crianza, dificultades emocionales y respuestas agresivas aprendidas en contextos de conflicto.

Consecuencias Psicológicas de la Guerra
De acuerdo con Peña et al. (2007), algunos de los efectos psicológicos de la guerra incluyen:

  • Agresividad y explosiones de ira
  • Trastornos de sueño y pesadillas
  • Ansiedad y depresión
  • Estrés postraumático (TEPT)
  • Sentimientos de soledad y abandono
  • Trastornos de conducta y dificultades en la comunicación
  • Aislamiento social y pérdida de autoestima

 

Asimismo, las víctimas pueden sufrir de intimidaciones, torturas, abusos sexuales, homicidios, suicidios, alcoholismo y drogadicción, entre otras problemáticas graves.

Impacto en Refugiados y Desplazados

En el caso de refugiados que han sufrido situaciones traumáticas severas, se ha encontrado una alta comorbilidad entre TEPT y suicidio, alcanzando el 95% en algunos estudios. Las reacciones psicóticas y el abuso de sustancias también son comunes entre estas poblaciones (Piñeros-Ortiz et al., 2021).

 

Durante el conflicto, los niños y adolescentes pueden desarrollar miedo crónico, retroceso en habilidades adquiridas, hiperactividad, tristeza, ira y sentimientos de culpa. En el periodo de posconflicto, la ansiedad y la depresión persisten, con un aumento de los síntomas cuando la violencia ha sido dirigida hacia sus padres o familias.

Consecuencias Psicosociales

Las dificultades en la construcción de la identidad y subjetividad son una de las principales consecuencias psicosociales. Niños y adolescentes expuestos a la guerra pueden asumir roles adultos prematuros, involucrarse en actividades laborales y tomar decisiones que justifican la violencia (Rubio-León et al., 2024).

Otras consecuencias incluyen:

  • Bajo desempeño educativo y dificultades de aprendizaje
  • Compromiso de funciones cognitivas como memoria y atención
  • Exposición a explotación sexual y consumo de sustancias psicoactivas
  • Problemas de adaptación social y prejuicios sociales derivados del conflicto

Resiliencia y Factores Protectores

A pesar de los impactos negativos, algunos factores pueden ayudar a mitigar los efectos del trauma. Entre estos se encuentran el apoyo familiar y social, el sentido de agencia, la inteligencia emocional y la empatía. Los niños que logran restablecer lazos afectivos con algún miembro de su familia muestran mejores resultados en el tratamiento de las secuelas psicológicas (Piñeros-Ortiz et al., 2021).

Conclusión

Los efectos de la guerra en la salud mental son profundos y duraderos. No solo afectan a las personas directamente involucradas en el conflicto, sino que también impactan a las generaciones futuras. Es crucial cambiar la percepción social de que los efectos de la guerra son solo inmediatos y reconocer su impacto a largo plazo.

 

Las intervenciones en salud mental deben enfocarse no solo en la atención clínica, sino también en la reconstrucción del tejido social, el fortalecimiento de la resiliencia y la promoción de estrategias que prevengan la perpetuación del ciclo de violencia.

Referencias

  • Peña Galbán, L. Y., Espíndola Artola, A., Cardoso Hernández, J., & González Hidalgo, T. (2007). La guerra como desastre. Sus consecuencias psicológicas. Humanidades Médicas, 7(3). Recuperado de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1727-81202007000300005&lng=es&tlng=es.
  • Piñeros-Ortiz, S., Moreno-Chaparro, J., Garzón-Orjuela, N., Urrego-Mendoza, Z., Samacá-Samacá, D., & Eslava-Schmalbach, J. (2021). Consecuencias de los conflictos armados en la salud mental de niños y adolescentes: revisión de revisiones de la literatura. Biomédica, 41(3), 424-448. https://doi.org/10.7705/biomedica.5447
  • Rubio-León, D. C., Cano-Sierra, L., Reyes-Rivera, M. J., Abitbol, P., García-Padilla, D., Forero-García, S. L., & López-López, W. (2024). “With mental health and land, we have enough to live”. Social determinants of mental health in fifteen conflict-affected municipalities of Montes de María, Colombia: an exploratory mixed method study. Research Square. https://doi.org/10.21203/rs.3.rs-4831513/v1

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Efectos de Chernóbil en la Psique Colectiva

Introducción

El desastre de Chernóbil, ocurrido el 26 de abril de 1986, es considerado una de las catástrofes nucleares más graves de la historia. Este año se cumplen 39 años desde este suceso, cuyos efectos no solo se limitaron al ámbito físico y medioambiental, sino que también han tenido un profundo impacto en la psique colectiva. La radiación invisible y su representación en la cultura popular han contribuido a generar miedo y ansiedad en la población, lo que ha llevado a la creación de mitos y percepciones erróneas sobre la energía nuclear.

El miedo a la radiación y su impacto en la percepción colectiva

De acuerdo con Wolverton (2019), la radiofobia, o el miedo irracional a la radiación ionizante, se ha convertido en un temor generalizado. La falta de percepción sensorial de la radiación la convierte en un peligro intangible, lo que incrementa su capacidad de generar ansiedad en la población. Este temor ha sido reforzado por la representación de la radiación en los medios y la cultura popular, donde suele asociarse con mutaciones, enfermedades incurables y muerte.

El modelo LNT (Linear No-Threshold), que establece que cualquier nivel de exposición a la radiación es peligroso y acumulativo, ha influido en la percepción de riesgo y en las políticas de regulación nuclear. Sin embargo, algunos expertos sugieren que este modelo puede haber causado más daño que beneficio, al promover un miedo irracional y afectar negativamente la investigación y el desarrollo de energía nuclear (Wolverton, 2019).

Impacto en la salud mental de los afectados

Estas percepciónes de la radiación en la cultura popular ha causado efectos psicológicos negativos en los afectados por estas catástrofes, las investigaciones realizadas por Havenaar et al. (1997) han demostrado que los sobrevivientes de Chernóbil presentan niveles elevados de angustia psicológica, especialmente entre las madres con niños pequeños. Entre los efectos psicológicos identificados se encuentran el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la depresión y la ansiedad.

Así mismo, los estudios han indicado que los habitantes de la región afectada han experimentado un aumento en el consumo de alcohol y tabaco, así como un descenso en la calidad de vida debido al estigma social asociado con su condición de “chernobilitas” (Havenaar et al., 1997), por lo que los evacuados han enfrentado dificultades para integrarse en nuevas comunidades, lo que ha incrementado la sensación de aislamiento y desesperanza.

Factores socioculturales y el miedo a la radiación

De este modo, se ha dado un aumento en el iedo y trauma generalizado causado por la radiación. Alexis-Martin (2015) argumenta que el miedo a la radiación ha sido moldeado por la historia de su uso como arma y por la falta de comprensión de sus efectos reales. La percepción de la radiación como un peligro “antinatural” ha provocado respuestas emocionales extremas en la población, exacerbadas por la desinformación y la falta de transparencia en la gestión de los desastres nucleares.

Este miedo ha tenido repercusiones globales, con efectos psicológicos observados en diversas poblaciones. Por ejemplo, la ansiedad por la radiación se ha manifestado en comunidades alejadas del accidente, incluso en países sin exposición directa. En Japón, tras el desastre de Fukushima, se observaron respuestas similares de miedo y desconfianza en las autoridades, lo que llevó a la proliferación de teorías conspirativas y desinformación (Alexis-Martin, 2015).

De manera similar, en Occidente, la percepción negativa sobre la energía nuclear ha influido en políticas energéticas y en la aceptación social de nuevas tecnologías nucleares.

La desconfianza en las autoridades también ha influido en la forma en que se ha manejado la información sobre los efectos de Chernóbil. En la década de 1980, el gobierno soviético minimizó la gravedad del accidente, lo que generó incertidumbre y desconfianza en la población afectada. Esta falta de información clara y precisa ha contribuido a la propagación de mitos y temores infundados sobre los efectos de la radiación (Alexis-Martin, 2015).

Alexis-Martin (2015) argumenta que el miedo a la radiación ha sido moldeado por la historia de su uso como arma y por la falta de comprensión de sus efectos reales. La percepción de la radiación como un peligro “antinatural” ha provocado respuestas emocionales extremas en la población, exacerbadas por la desinformación y la falta de transparencia en la gestión de los desastres nucleares.

La desconfianza en las autoridades también ha influido en la forma en que se ha manejado la información sobre los efectos de Chernóbil. En la década de 1980, el gobierno soviético minimizó la gravedad del accidente, lo que generó incertidumbre y desconfianza en la población afectada. Esta falta de información clara y precisa ha contribuido a la propagación de mitos y temores infundados sobre los efectos de la radiación (Alexis-Martin, 2015).

Conclusión

El desastre de Chernóbil ha dejado una marca indeleble en la psique colectiva, tanto de los afectados directos como de la sociedad en general. El miedo a la radiación, alimentado por la desinformación y la cultura popular, ha generado un impacto significativo en la salud mental de las personas expuestas. A pesar de que los efectos físicos de la radiación han sido ampliamente estudiados, los impactos psicológicos continúan siendo un tema de investigación relevante. Es fundamental que las políticas de salud pública y comunicación de riesgos se enfoquen en proporcionar información precisa y en mitigar los efectos psicológicos de los desastres nucleares en la población.

Referencias

  • Alexis-Martin, B. (2015). A modern mythology surrounds the perception of risk from exposure to ionising radiation. Journal of Risk Research, 18(3), 321-335.
  • Havenaar, J. M., et al. (1997). Long-term mental health effects of the Chernobyl disaster: An epidemiological study. International Journal of Disaster Medicine, 2(2), 95-104.
  • Wolverton, M. (2019). Radiophobia: The fear of ionizing radiation and its effects on public perception. Radiation Research, 192(1), 12-23.

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Adaptación Psicológica a Enfermedades Neurodegenerativas

Introducción

Las enfermedades neurodegenerativas son un conjunto de trastornos progresivos que afectan el sistema nervioso central, generando una pérdida gradual de funciones cognitivas y motoras. Sin embargo, sus efectos son poco comprendidos por el público general, e incluso dentro de la comunidad médica, si no se trabaja directamente en esta área, puede ser difícil entender su desarrollo, síntomas y causas.

Para muchas personas cuyos familiares son diagnosticados con enfermedades como la demencia o el Parkinson, aceptar que estas condiciones no tienen cura es un proceso complejo. La persona afectada tendrá días buenos y malos, pero su estado general tiende a deteriorarse con el tiempo. Esto puede llevar a algunos a buscar soluciones fuera de la medicina tradicional, lo que en ocasiones resulta en la pérdida de recursos económicos y desgaste emocional.

La Importancia del Acompañamiento Integral

Es fundamental que tanto los pacientes como sus cuidadores reciban apoyo integral desde el momento del diagnóstico. Según el Congreso de los Diputados de España (2023), los enfermos y sus familiares experimentan un duelo anticipado que genera incertidumbre, ansiedad y miedo. Un acompañamiento profesional temprano puede ayudar a manejar estas emociones y mejorar la calidad de vida del paciente y su entorno.

El alzhéimer y otras enfermedades relacionadas requieren apoyo tras el diagnóstico para fomentar la autonomía del paciente y retrasar la necesidad de cuidados intensivos. Sin embargo, en muchos casos, los cuidadores reportan falta de información sobre recursos disponibles, lo que subraya la importancia de programas de asesoramiento y formación (Congreso de los Diputados, 2023).

Desafíos Psicológicos y Sociales de los Pacientes

Las personas diagnosticadas con enfermedades neurodegenerativas atraviesan diversas etapas emocionales. Zarranz (2004) describe un proceso que inicia con la fase de “shock”, donde predomina la incredulidad y el miedo. Luego, los pacientes pueden experimentar ansiedad e incertidumbre sobre su futuro, lo que puede derivar en estados depresivos. Finalmente, con el tiempo y apoyo adecuado, muchos alcanzan la fase de aceptación, adaptándose a los cambios impuestos por la enfermedad.

Por otro lado, quienes reciben un diagnóstico en la adultez joven, como en el caso de la esclerosis múltiple o la enfermedad de Huntington, enfrentan desafíos adicionales. Antequera (2024) menciona que estos pacientes pueden acelerar decisiones vitales y enfrentar dificultades para compartir su diagnóstico en el ámbito laboral por miedo a la discriminación. Además, estudios han evidenciado que las mujeres con esclerosis múltiple tienen hasta seis veces más riesgo de divorcio en comparación con los hombres diagnosticados (Antequera, 2024).

Impacto en los Cuidadores y la Familia

Conocer que un miembro de la familia presenta una enfermedad neurodegenerativa afecta a todo el sistema familiar. El papel del cuidador puede ser abrumador, generando carga física y emocional. Antequera (2024) destaca que los familiares de personas con enfermedades degenerativas experimentan altos niveles de estrés y angustia. Además, el impacto económico de estas condiciones es significativo, con costos anuales por paciente que pueden superar los 42,000 euros en Europa (Congreso de los Diputados, 2023).

 

La sobrecarga del cuidador es otro aspecto crucial. Antequera (2024) explica que los cuidadores pueden experimentar agotamiento físico y emocional debido a la atención constante que requieren los pacientes. Además, la carga social y financiera de la enfermedad puede impactar la calidad de vida de toda la familia (Brehaut et al., 2009).

Inclusión Social de los Pacientes

La integración de las personas con enfermedades neurodegenerativas en la comunidad es clave para mejorar su bienestar. Diseñar entornos accesibles, con buena señalización y personal sensibilizado, facilita la autonomía de estos pacientes (Antequera, 2024). Además, la participación en actividades al aire libre y el contacto con la naturaleza pueden tener efectos positivos en su estado de ánimo y calidad de vida (Antequera, 2024).

Conclusión

Las enfermedades neurodegenerativas plantean desafíos tanto para los pacientes como para sus familias y cuidadores. La adaptación psicológica a estas condiciones es un proceso complejo que requiere apoyo integral, información adecuada y redes de soporte. Además, es crucial promover la inclusión social y el desarrollo de sistemas de cuidados profesionales y sostenibles para mejorar la calidad de vida de los afectados.

Referencias

  • Antequera, A. (2024). Programa de duelo anticipado para padres con hijos con enfermedades neurodegenerativas. Universidad Católica De Valencia. https://riucv.ucv.es/handle/20.500.12466/4203
  • Brehaut, J. C., et al. (2009). Caring for children with neurodegenerative diseases: The psychological burden on families. Journal of Pediatric Psychology, 34(4), 379-393.
  • Congreso de los Diputados. (2023). Avances en enfermedades neurodegenerativas.

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Parkinson: más allá de los temblores

Introducción

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que tiene un gran impacto en quienes la padecen. Contrario a la creencia popular, esta enfermedad no solo causa un aumento en los temblores de la mano, sino que también genera disminuciones constantes en el control motor y en las capacidades mentales de las personas.

Según el National Institute on Aging (s.f.), la enfermedad de Parkinson es un trastorno del cerebro que provoca movimientos involuntarios o incontrolables, como temblores, rigidez y dificultad con el equilibrio y la coordinación.

Evolución de la enfermedad

Al ser una enfermedad neurodegenerativa, los síntomas del Parkinson inician levemente y empeoran con el tiempo. A medida que la enfermedad avanza, las personas pueden tener dificultad para caminar y hablar. Además, pueden experimentar cambios mentales y de comportamiento, problemas para dormir, depresión, dificultades de memoria y fatiga (National Institute on Aging, s.f.).

Etapas de la enfermedad de Parkinson

De acuerdo con la Parkinson’s Foundation (s.f.), en 1967, Hoehn & Yahr describieron cinco etapas de la enfermedad de Parkinson basándose en el nivel de discapacidad clínica:

Primera etapa

Durante esta fase inicial, la persona tiene síntomas leves que generalmente no interfieren con las actividades diarias. Los temblores y otros síntomas del movimiento solo se presentan en un lado del cuerpo. Ocurren cambios en la postura, el andar y las expresiones faciales.

Segunda etapa

Los síntomas comienzan a empeorar. El temblor, la rigidez y otros síntomas motores afectan ambos lados del cuerpo o la línea media (como el cuello y el tronco). Pueden ser aparentes los problemas para caminar y una mala postura. La persona es capaz de vivir sola, pero las tareas diarias se vuelven más difíciles y tardadas.

Tercera etapa

Es considerada la etapa media. La pérdida de equilibrio y la inestabilidad al girar o al ser empujado son características distintivas. Las caídas se vuelven más comunes y los síntomas motores siguen empeorando. Aunque la persona aún puede vivir de manera independiente, la discapacidad es leve a moderada.

Cuarta etapa

Los síntomas están completamente desarrollados y son gravemente discapacitantes. Aunque la persona todavía puede caminar y pararse sin ayuda, podría necesitar un bastón o andadera para mayor seguridad. Se requiere asistencia para realizar actividades diarias.

Quinta etapa

Es la fase más avanzada y debilitante. La rigidez en las piernas puede impedir que la persona se ponga de pie o camine. En la mayoría de los casos, la persona está encamada o confinada a una silla de ruedas, requiriendo cuidados constantes.

Factores de riesgo y posibles causas

La causa exacta de la enfermedad de Parkinson aún no está clara. Según el National Institute on Aging (s.f.), uno de los factores de riesgo más importantes es la edad, ya que la enfermedad suele manifestarse después de los 60 años. Sin embargo, el 5% al 10% de los casos aparecen antes de los 50 años.

Los investigadores consideran que la enfermedad puede deberse a una combinación de factores genéticos y ambientales, los cuales causan el deterioro y eventual muerte de las células en los ganglios basales.

Síntomas principales

A pesar de la falta de conocimiento sobre la causa de esta enfermedad, se han reconocido diversos síntomas que pueden facilitar su diagnóstico, de acuerdo con el National Institute on Aging (s.f.), los principales síntomas del Parkinson incluyen:

  • Temblores en manos, brazos, piernas, mandíbula o cabeza.
  • Rigidez muscular prolongada.
  • Lentitud en los movimientos.
  • Dificultades en el equilibrio y la coordinación.
  • Problemas para tragar, masticar y hablar.
  • Trastornos del sueño, ansiedad y depresión.

Además de estos síntomas, el impacto emocional de la enfermedad también es significativo, afectando tanto a los pacientes como a sus cuidadores. Chacín (2024) menciona que “las preocupaciones relacionadas con la progresión de la enfermedad, el cambio en la rutina diaria y la adaptación a nuevas limitaciones suelen provocar un fuerte impacto emocional” afectando de manera negativa a los pacientes, quienes pueden experimentar ansiedad, depresión y sentimientos de frustración debido a la pérdida progresiva de autonomía. Por su parte, ante el diagnóstico y avance la enfermedad, los amigos, familiares y cuidadores del paciente pueden presentar aumento en la ansiedad y el estrés, llegando a sentir agotamiento emocional y físico debido a la carga de la atención constante, lo que resalta la importancia del apoyo psicológico y social en estos casos.

Tratamientos

Por otro lado, no existe una cura reconocida para esta enfermedad, sin embargo, durante el proceso de diagnóstico, pueden recomendarse tratamientos que pueden aliviar los síntomas de la persona National Institute on Aging (s.f.):

  • Medicamentos: La levodopa combinada con carbidopa es el tratamiento más común. Otros medicamentos incluyen agonistas de la dopamina e inhibidores de enzimas.
  • Estimulación cerebral profunda: Procedimiento quirúrgico que reduce los síntomas motores.
  • Terapias complementarias: Terapias físicas, ocupacionales, del habla, ejercicio, dieta saludable, masajes, yoga y tai chi pueden mejorar la calidad de vida.

Apoyo para pacientes y cuidadores

El Parkinson afecta progresivamente la rutina diaria, haciendo que trabajar y participar en actividades sociales sea más desafiante. Pero debe tenerse en cuenta que no solo se debe cuidar la salud física de la persona, sino también cuidar de su salud mental.

Para esto, existen grupos de apoyo y organizaciones, como la Parkinson’s Foundation, que ofrecen ayuda y recursos para los pacientes y sus familiares con el fin de mejorar su calidad de vida.

Referencias

  • Chacín, J. (2024). El impacto emocional del Párkinson: Salud mental en pacientes y cuidadores. Conoce El Parkinson. https://conoceelparkinson.org/sintomas/dia-salud-mental-parkinson/
  • National Institute on Aging. (s.f.). La enfermedad de Parkinson: causas, síntomas y tratamientos. https://www.nia.nih.gov/espanol/parkinson/enfermedad-parkinson-causas-sintomas-tratamientos
  • Parkinson’s Foundation. (s.f.). Etapas del Parkinson. https://www.parkinson.org/espanol/entendiendo-parkinson/que-es-parkinson/etapas

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Trastornos de la Conducta Alimentaria menos reconocidos

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) suelen asociarse únicamente con la anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa o el trastorno por atracón. Sin embargo, existen otros TCA menos conocidos que son igualmente peligrosos y pueden afectar significativamente la salud física y mental de las personas.

Debido a esto, es necesario conocer estos trastornos, los cuales de acuerdo con Beat (2024) son:
Trastorno de Evitación y Restricción de la Ingesta de Alimentos (ARFID)

El ARFID (por sus siglas en inglés) es un trastorno caracterizado por la evitación o restricción de ciertos alimentos, la disminución general de la cantidad ingerida o ambas. Aunque puede presentarse en niños, adolescentes y adultos, no requiere necesariamente pérdida de peso para ser diagnosticado, y puede manifestarse en personas de cualquier índice de masa corporal.

Causas y subtipos de ARFID      
Según Beat (2024), las razones principales detrás de este trastorno incluyen:

  1. Evitar alimentos por sensibilidad sensorial: Los individuos pueden ser extremadamente sensibles al sabor, textura, olor o apariencia de ciertos alimentos.

  2. Experiencias traumáticas relacionadas con la comida: Episodios como atragantarse o vómitos previos pueden generar miedo o ansiedad al comer.

  3. Falta de reconocimiento del hambre: Algunas personas simplemente no experimentan el hambre como otras, lo que convierte el acto de comer en una tarea tediosa.

El ARFID puede ocasionar deficiencias nutricionales, pérdida de peso, dificultades sociales y problemas psicológicos. Sus signos incluyen: Sensibilidad extrema a aspectos como sabor, textura, olor o apariencia de los alimentos.

Miedo intenso a experimentar consecuencias negativas de comer, como asfixia o vómito.

Preferencia por “alimentos seguros” o limitación a comidas de un color o textura específicos.

Aparente desinterés en la comida o la alimentación, con sensación de que comer es un deber más que un placer.

Falta de reconocimiento de las señales de hambre y llenura.

Evitación constante de eventos sociales donde se sirvan alimentos.

Rechazo a probar nuevos alimentos.

Signos físicos: pérdida de peso, deficiencias nutricionales (como anemia), estancamiento en el crecimiento en niños, y baja energía.
Ortorexia: La Obsesión por Comer Saludable

Aunque no es un diagnóstico oficial del DSM, la ortorexia ha sido reconocida en los últimos años como una enfermedad en aumento. Esta es una obsesión poco saludable por consumir únicamente alimentos “puros”. Según Beat (2024), esta conducta puede interferir con la vida diaria y generar deficiencias nutricionales debido a la eliminación de grupos alimenticios esenciales.
Signos conductuales y psicológicos
Entre los principales comportamientos asociados a la ortorexia destacan:

  • Obsesión excesiva con la pureza y calidad de los alimentos.

  • Eliminación progresiva de grupos alimenticios completos, incluso aquellos necesarios para una dieta equilibrada.

  • Sensación de culpa, ansiedad o incluso repugnancia al consumir alimentos que no cumplan con sus estándares de “pureza”.

  • Dificultad para mantener relaciones sociales debido a las restricciones alimenticias.

  • Comportamientos de juicio hacia los hábitos alimenticios de los demás.

  • Problemas de salud derivados de dietas restrictivas, como pérdida de peso severa, desnutrición y desequilibrios hormonales.

Trastorno Alimentario Especificado de Otro Modo (OSFED)

El OSFED es un término que engloba síntomas que no encajan completamente en los diagnósticos tradicionales de TCA como anorexia, bulimia o trastorno por atracón. A pesar de esto, representa el mayor porcentaje de casos de TCA y es igual de grave (Beat, 2024).

Algunas variantes incluyen:

  • Anorexia atípica

    : Todos los síntomas de anorexia, excepto un peso corporal dentro del rango normal.

  • Bulimia de baja frecuencia

    : Ciclos de atracón y purga menos frecuentes de lo necesario para un diagnóstico formal.

  • Trastorno por atracón de baja frecuencia: Atracones que ocurren con menos frecuencia.

  • Síndrome de alimentación nocturna: Consumo excesivo de alimentos durante la noche.

Pica: El Consumo de Sustancias No Comestibles

El pica es un trastorno caracterizado por el consumo de sustancias no alimenticias, como papel, pintura, tiza o jabón, durante un período mínimo de un mes. Este comportamiento puede llevar a graves problemas de salud, como toxicidad por metales o daños en los dientes.

Aunque sus causas no son completamente claras, se ha asociado con deficiencias de minerales como el hierro y el zinc, además de condiciones como el autismo, depresión y esquizofrenia (Beat, 2024).
Trastorno de Rumiación

El trastorno de rumiación implica regurgitar alimentos de forma repetitiva e involuntaria, seguido de volver a masticarlos, tragarlos o escupirlos. Puede llevar a complicaciones graves como desnutrición, pérdida de peso y erosión dental si no se trata.
Signos principales

  • Vomitar alimentos parcialmente digeridos sin náuseas.
  • Evitación de comer en público debido a la vergüenza.
  • Malnutrición y pérdida de peso, especialmente en niños.
  • Signos físicos como erosión dental debido a la exposición frecuente al ácido estomacal.

Vigorexia o Dismorfia Muscular

La vigorexia es un trastorno relacionado con la obsesión de tener un cuerpo más musculoso, caracterizado por pensamientos obsesivos sobre el tamaño y forma del cuerpo. Según The Alliance for Eating Disorders Awareness (2024), esta condición puede llevar a:

  • Obsesión constante con el tamaño muscular o la percepción de ser “demasiado pequeño” o “débil”.
  • Rutinas de ejercicio excesivo, enfocadas especialmente en el levantamiento de pesas.
  • Dietas restrictivas con un énfasis en el consumo excesivo de proteínas.
  • Uso abusivo de suplementos o esteroides anabólicos.
  • Problemas psicológicos, como ansiedad, baja autoestima o depresión.
  • Cambios físicos: definición muscular extrema, retención de líquidos, o alteraciones hormonales.

Estos trastornos alimentarios, a pesar de ser menos reconocidos representan desafíos significativos para la salud física y emocional de quienes los padecen. Reconocer sus síntomas y buscar ayuda temprana son pasos fundamentales para su tratamiento y recuperación.

Bibliografía

Beat (2024) Learn about eating disorders – Beat. https://www.beateatingdisorders.org.uk/get-information-and-support/about-eating-disorders/

The Alliance for Eating Disorders Awareness. (2024). Have you heard about bigorexia? National Alliance for Eating Disorders. https://www.allianceforeatingdisorders.com/have-you-heard-about-bigorexia/

 

 

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TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria): mitos y realidades

Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son una problemática que ha crecido en los últimos años, especialmente con el aumento del uso de redes sociales y los estándares de belleza poco realistas que se promueven. Estos estándares tienden a glorificar cuerpos extremadamente delgados, muchas veces producto de cirugías o ediciones digitales, contribuyendo a la presión social sobre la imagen corporal.

De acuerdo con Beat (2025), los TCA son enfermedades mentales complejas que afectan a personas de todas las edades, géneros, etnias y orígenes. Estas enfermedades suelen estar vinculadas a factores biológicos, psicológicos y sociales. Como explica Beat:

“Las personas con trastornos alimentarios utilizan conductas alimentarias desordenadas como una forma de afrontar situaciones o sentimientos difíciles. Estas conductas incluyen limitar la comida, comer en exceso, purgarse o una combinación de estas conductas”.

¿Qué son los Trastornos de la Conducta Alimentaria?

Los TCA no tratan exclusivamente sobre la comida, sino que están profundamente ligados a cómo las personas se sienten respecto a sí mismas y cómo manejan sus emociones. Entre los trastornos más comunes se encuentran:

  • Anorexia nerviosa
  • Bulimia nerviosa
  • Trastorno por atracón

Tal como señala Beat (2025), las personas con TCA suelen utilizar la comida para intentar sentir control sobre sus vidas, aunque no sean conscientes de este propósito.

Mitos y Realidades de los Trastornos de la Conducta Alimentaria
Mito 1: Los TCA son una elección personal
Realidad:

Los TCA no son una decisión voluntaria. Son enfermedades mentales complejas influenciadas por factores biológicos, psicológicos y sociales. Según la National Eating Disorders Association (2025), investigaciones genéticas han demostrado que existe una predisposición biológica que puede aumentar el riesgo de desarrollar un TCA.

Mito 2: Solo las mujeres sufren TCA
Realidad:

Aunque los TCA afectan más a mujeres, también pueden presentarse en hombres y personas de cualquier género. Un estudio de Harvard (2025) indica que el 25 % de las personas que buscan tratamiento para TCA son hombres. Además, las tasas son incluso más altas en personas transgénero y no binarias.

Mito 3: Los TCA son causados por los medios de comunicación
Realidad:

Aunque los medios pueden influir en la percepción de la imagen corporal, no son la causa directa de los TCA. Los TCA son el resultado de una interacción compleja entre factores genéticos, biológicos y sociales.

Mito 4: Las personas con TCA siempre están visiblemente delgadas
Realidad:

Los TCA pueden afectar a personas de todos los tamaños y formas corporales. Asumir que solo las personas delgadas sufren TCA contribuye al diagnóstico tardío y al estigma.

Mito 5: Los TCA solo afectan a adolescentes
Realidad:

Los TCA pueden desarrollarse a cualquier edad, desde la infancia hasta la vejez. Según el Eating Recovery Center (2024), se han registrado aumentos en diagnósticos tanto en niños como en adultos mayores.

Mito 6: Los padres son responsables de los TCA de sus hijos
Realidad:

Los padres no causan TCA. Si bien el entorno familiar puede influir, investigaciones recientes destacan que los TCA tienen raíces biológicas y psicológicas. Involucrar a los padres en el tratamiento puede incluso acelerar la recuperación (National Eating Disorders Association, 2025).

Mito 7: Los TCA no son enfermedades graves

Realidad:

Los TCA tienen una de las tasas de mortalidad más altas entre las enfermedades psiquiátricas, solo detrás de la adicción a los opioides. Además, el suicidio es una causa común de muerte en personas con TCA (Eating Recovery Center, 2024).

Mito 8: La recuperación es imposible o muy rara
Realidad:

La recuperación de un TCA es posible, aunque el proceso puede ser largo y requiere el apoyo de un equipo profesional calificado. La intervención temprana es clave para un mejor pronóstico.

Cómo abordar los mitos sobre los TCA

Debido a lo anterior, es importante comprender que los trastornos de conducta alimentaria son una enfermedad que puede suceder en cualquier momento de la vida y a cualquier persona.

Es fundamental educar a la sociedad sobre los TCA para derribar los estigmas y promover un entorno que favorezca la recuperación, teniendo en cuenta que “la recuperación es un proceso complejo que requiere una combinación de tratamiento médico y psicológico. El tratamiento médico puede incluir hospitalización, asesoramiento nutricional y medicación. El tratamiento psicológico puede incluir terapia individual, terapia de grupo y terapia familiar. Incluso con una recuperación total, muchas personas con trastornos alimentarios descubren que tienen que tomar medidas para asegurarse de mantenerse bien. Esto puede incluir la planificación de las comidas; controles regulares con un terapeuta, dietista o médico; medicación; y/u otros tipos de autocuidado” (National Eating Disorders Association, 2025).

Así, se comprende que la información basada en evidencia, el apoyo familiar y el acceso a profesionales capacitados son elementos esenciales para abordar esta problemática.

 

Bibliografía

Beat (n.d) Learn about eating disorders – Beat. https://www.beateatingdisorders.org.uk/get-information-and-support/about-eating-disorders/

National Eating Disorders Association. (2025). Busting the Myths about Eating Disorders – NEDA. https://www.nationaleatingdisorders.org/busting-myths-about-eating-disorders/

Eating disorder facts and Myths. (2024). Eating Recovery Center. https://www.eatingrecoverycenter.com/resources/eating-disorder-facts-myths

 

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Violencia psicológica: cómo detectarla y actuar

En un mundo donde la violencia física es comúnmente reconocida por sus efectos visibles y concretos, a menudo se subestima la seriedad de la violencia psicológica y sus devastadoras consecuencias. Este tipo de violencia puede darse de manera consciente o inconsciente, afectando profundamente la integridad emocional y mental de las personas, especialmente mujeres y niños.

Definición de Violencia Psicológica

La violencia psicológica implica un patrón de comportamiento diseñado para controlar, manipular y degradar emocionalmente a la víctima. Según el Council of Europe (2022), todas las formas de violencia tienen un componente psicológico, pero la violencia psicológica pura utiliza métodos específicos como el aislamiento, la manipulación de la información y el comportamiento amenazante:

“Todas las formas de violencia tienen un componente psicológico, ya que el objetivo principal es dañar la integridad y dignidad de otra persona. La violencia psicológica pura incluye métodos como la manipulación, la retención de información y el aislamiento” (Council of Europe, 2022).

Por su parte, 1800RESPECT (n.d.) identifica ejemplos como humillaciones públicas, amenazas, ignorar a la víctima, o el uso del gaslighting, una táctica que busca distorsionar la percepción de la realidad de la víctima para debilitar su confianza.

Tácticas de Manipulación

Los abusadores utilizan una variedad de estrategias psicológicas para ejercer control sobre sus víctimas. SafeLives UK (n.d.) detalla las siguientes tácticas:

  • Gaslighting: Consiste en distorsionar hechos o negar eventos para que la víctima dude de su memoria y cordura. Por ejemplo, mover objetos y negar haberlo hecho.
  • Silent Treatment: Ignorar a la víctima durante largos períodos para generar ansiedad y hacer que esta busque la reconciliación.
  • Love Bombing y Dosing: Alternancia entre muestras intensas de afecto y periodos de abuso emocional, diseñados para crear confusión y dependencia emocional.
  • Triangulación: Crear conflictos entre otras personas para desviar la responsabilidad y mantener el control.
  • Normalización del Abuso: Desensibilizar a la víctima para que considere conductas abusivas como aceptables.
  • Hoovering: Intentos manipulativos para atraer a la víctima de nuevo a la relación, utilizando tácticas que van desde mensajes afectuosos hasta amenazas.

Estas técnicas son parte de un ciclo de abuso que perpetúa la relación tóxica y dificulta la recuperación emocional.

Impacto Psicológico y Consecuencias a Largo Plazo

Comprender como se da la violencia psicológica, es posible identificar los efectos devastadores que esta causa, los cuales pueden persistir incluso años después de terminar la relación abusiva, al convertirse en parte del discurso interno de la persona. Según SafeLives UK (n.d.), las consecuencias incluyen:

  • Autoestima Baja: La víctima pierde la confianza en sí misma y en sus decisiones.
  • Problemas de Salud Mental: Ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático (TEPT).
  • Impacto Social y Económico: Dificultades para mantener relaciones saludables, problemas laborales y financieros.
  • Aislamiento y Pensamientos Suicidas: La víctima puede sentirse atrapada y emocionalmente agotada.

Se comprende que este tipo de daño psicológico puede afectar la capacidad de la persona para funcionar a diario, por lo cual este tipo de consecuencias pueden ser más difíciles de identificar y tratar que el daño físico.

Cómo Detectar y Actuar

Teniendo en cuenta lo anterior, identificar y comprender las señales de abuso psicológico es crucial para buscar ayuda y protegerse. Entre las recomendaciones se incluyen:

  1. Reconocer los Signos: Si una persona cercana utiliza tácticas de manipulación como gaslighting o el tratamiento silencioso, puede ser una señal de alerta.
  2. Mantener una Red de Apoyo: Amigos, familiares y grupos de apoyo ofrecen perspectivas externas y ayudan a mantener la claridad emocional.
  3. Buscar Asistencia Profesional: Psicólogos y consejeros especializados en violencia doméstica proporcionan herramientas para la recuperación.
  4. Priorizar la Seguridad: Al planificar la salida de una relación abusiva, es importante contar con un plan seguro y evitar enfrentamientos directos.

SafeLives UK subraya que las víctimas suelen tardar seis años en recibir ayuda efectiva si conviven con su abusador. Por ello, se debe cambiar el enfoque de “¿Por qué no se va?” a “¿Por qué no para?”, responsabilizando a los agresores y promoviendo intervenciones tempranas.

La violencia psicológica es una forma insidiosa de abuso que demanda mayor reconocimiento y acción. Crear conciencia, desafiar las conductas abusivas y fortalecer los sistemas de apoyo son pasos esenciales para proteger la dignidad humana y fomentar relaciones saludables.

 

Bibliografía

Council of Europe. (2022). Psychological violence. Gender Matters. https://www.coe.int/en/web/gender-matters/psychological-violence

1800RESPECT. (n.d). Psychological abuse. https://1800respect.org.au/violence-and-abuse/psychological-abuse

Safe Lives UK. (n.d.). Information on Psychological abuse – SafeLives. SafeLives. https://safelives.org.uk/about-domestic-abuse/what-is-domestic-abuse/psychological-abuse/

 

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Discriminación y su impacto psicológico

La discriminación, ya sea por sexo, raza, sexualidad, diferencias en la salud mental o cualquier otra característica distintiva, es una realidad cotidiana para millones de personas en el mundo. Este fenómeno, tristemente, ha sido normalizado al punto de considerarse parte inherente de la vida diaria. Sin embargo, su impacto va mucho más allá de lo que parece a simple vista.

Para muchos, evitar la discriminación implica intentar ser lo más “normal” posible y esconder cualquier diferencia que pueda generar rechazo. Sin embargo, esta visión solo es aplicable a individuos que encajan dentro de los parámetros de lo “ideal” en la sociedad: un hombre cisgénero, blanco y heterosexual. Incluso bajo estas condiciones, cualquier desviación de las expectativas sociales, como problemas de salud mental o una expresión de género no convencional, puede desencadenar actos discriminatorios. Para aquellos cuya existencia misma desafía estas normas, el simple hecho de vivir se convierte en un acto político.
Discriminación Externa e Interna

La discriminación no solo se manifiesta en actos externos, sino también en actitudes internas, afectando profundamente la autoaceptación. La discriminación interna ocurre cuando las personas adoptan las creencias y estereotipos negativos que la sociedad perpetúa, lo que puede llevar a sentimientos de vergüenza, autocrítica severa y rechazo hacia su propia identidad (Williams, Osman, & Hyon, 2023). Este proceso de interiorización refuerza las creencias perjudiciales, limitando el desarrollo personal y profundizando los efectos psicológicos de la discriminación (Stop Hate UK, 2023). La internalización de prejuicios puede dificultar la construcción de una identidad positiva y dañar la percepción de valor propio, perpetuando un ciclo de daño emocional.
Efectos Psicológicos de la Discriminación

De acuerdo con Stop Hate UK (2023), los actos de discriminación están asociados con traumas psicológicos, depresión, ansiedad y baja autoestima. Estos problemas afectan significativamente la calidad de vida, generando aislamiento social, dificultades económicas, pérdida de confianza e incluso pensamientos suicidas.

Como señalan Williams, Osman y Hyon (2023), la discriminación puede provocar daños psicológicos duraderos, incrementando la probabilidad de desarrollar trastornos como depresión, ansiedad, trastorno de estrés postraumático y alteraciones en el sentido de identidad. La discriminación interna, en particular, intensifica estos efectos, alimentando una percepción negativa de uno mismo y dificultando la resiliencia frente a futuros actos de rechazo. Según estos autores, las personas que experimentan discriminación internalizada tienden a desarrollar patrones de pensamiento autodestructivos, exacerbando la ansiedad y el sentimiento de soledad.

 

La Necesidad de Pertenencia

La sensación de pertenencia es fundamental para el bienestar psicológico. Según Stop Hate UK (2023), sentirse conectado a una comunidad, lugar de trabajo o unidad familiar aporta significado y propósito a la vida. Esto es parte de una necesidad evolutiva, arraigada en la historia ancestral de vivir en tribus. Además, la pertenencia se asocia con una mayor autoestima, mejores resultados de salud física y mental, mejor rendimiento académico y relaciones sociales más sólidas.

La discriminación interna puede erosionar esta sensación de pertenencia, haciendo que las personas se sientan aisladas incluso dentro de sus propios círculos sociales (Williams, Osman, & Hyon, 2023). Superar este tipo de discriminación requiere apoyo comunitario, acceso a recursos educativos inclusivos y esfuerzos conscientes para cambiar las narrativas sociales perjudiciales.
De este modo, se comprende que la discriminación tiene efectos devastadores sobre la salud mental, afectando no solo el bienestar emocional, sino también la capacidad de las personas para desarrollarse plenamente en la sociedad. Abordar esta problemática requiere un compromiso colectivo para fomentar la inclusión y garantizar que todas las personas, independientemente de sus diferencias, puedan vivir con dignidad y respeto. Además, es crucial reconocer y combatir la discriminación interna para permitir que los individuos desarrollen una autoaceptación positiva y una resiliencia sólida.
 

Bibliografía

Williams, M., Osman, M., & Hyon, C. (2023). Understanding the Psychological Impact of Oppression Using the Trauma Symptoms of Discrimination Scale. Chronic stress (Thousand Oaks, Calif.), 7, 24705470221149511. https://doi.org/10.1177/24705470221149511

Stop Hate UK. (2023). The Impact of Hate Crime and Discrimination on Mental Health – Guest Blog from PMAC. Stop Hate UK. https://www.stophateuk.org/2023/08/30/the-impact-of-hate-crime-and-discrimination-on-mental-health/

 

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Síndrome de Down: inclusión desde la empatía

El síndrome de Down es un síndrome causado cuando, debido a una mutación genética, la persona nace con un cromosoma 21 adiciónal. Debido a esto, las personas con síndrome de Down pueden presentar alteraciónes en la forma como su cuerpo y cerebro se desarrolla, causando dificultades físicas y mentales, las cuales son diferentes según cada caso (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades).

Signos Comunes del Síndrome de Down

De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, algunos de los signos del síndrome de Down son:

  • Cara aplanada, especialmente en el puente nasal
  • Ojos en forma almendrada rasgados hacia arriba
  • Lengua que tiende a salirse de la boca
  • Cuello corto
  • Orejas, manos y pies pequeños
  • Un solo pliegue en la palma de la mano (pliegue palmar)
  • Dedos meñiques pequeños
  • Tono muscular débil o articulaciones flojas
  • Estatura más baja de la estatura promedio
  • Defectos cardiacos congénitos
  • Pérdida auditiva
  • Apnea obstructiva del sueño

Inclusión: Un Derecho Fundamental

Teniendo en cuenta lo anterior, se comprende que las personas con síndrome de Down pueden llevar una vida plena y participar en actividades cotidianas como cualquier otra persona, al tener acceso a acomodaciónes adecuadas a sus necesidades, las cuales son escenciales para su integración social. La falta de conocimiento sobre sus capacidades genera exclusión, lo que hace urgente fomentar la inclusión desde la infancia, especialmente en el ámbito educativo (Down Syndrome Assosiation, 2024).

Educación Inclusiva: Clave para el Desarrollo

Teniendo en cuenta lo anterior, se comprende que la educación inclusiva permite que los niños con síndrome de Down se integren en entornos escolares regulares, favoreciendo tanto su aprendizaje como sus habilidades sociales. Según la Down Syndrome Association (2024), para lograr una educación inclusiva efectiva es fundamental:

  • Tener maestros capacitados para comprender las fortalezas y necesidades de los estudiantes.
  • Implementar políticas claras de inclusión.
  • Ofrecer apoyo adicional personalizado.

¿Qué es la Inclusión?

Así, se busca lograr la inclusión, como un proceso que garantiza el acceso equitativo a una educación de calidad para todos, respetando la diversidad y eliminando la discriminación. Las escuelas verdaderamente inclusivas no excluyen a ningún estudiante y proporcionan apoyo adecuado a las necesidades individuales (UNESCO, 2019, como se menciona en Down Syndrome Association,2024).

Beneficios de la Inclusión
Hughes (2006) destaca los beneficios de la inclusión en el desarrollo de los niños con síndrome de Down:

  • Mejoras en el lenguaje: La integración en entornos inclusivos mejora significativamente las habilidades lingüísticas, fundamentales para el desarrollo cognitivo y social.
  • Acceso al currículo: Los niños aprenden mejor cuando participan junto a sus compañeros en el currículo general.
  • Entorno de aprendizaje óptimo: Aprender con estudiantes sin discapacidades ofrece modelos de conducta y aprendizaje efectivos.
  • Formación de amistades: La inclusión promueve relaciones significativas que fortalecen la autoestima y el bienestar.

Debido a esto, se comprende que la inclusión de personas con síndrome de Down en la educación regular es un derecho fundamental que beneficia a todos los involucrados. La colaboración entre educadores, familias y políticas inclusivas es esencial para construir entornos escolares donde la diversidad sea un valor enriquecedor.

Bibliografía

Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (n.d.). Síndrome de Down. Birth Defects. https://www.cdc.gov/birth-defects/es/about/sindrome-de-down.html

Downs Syndrome Association (2024). Inclusive education. Downs Syndrome Association. https://www.downs-syndrome.org.uk/about-downs-syndrome/lifes-journey/children-families-and-education/inclusive-education/

Hughes, J. (2006). Inclusive education for individuals with Down syndrome. Down Syndrome News and Update, 6(1), 1–3. https://doi.org/10.3104/practice.370

 

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Día Internacional de la Felicidad: redefiniendo lo que significa ser feliz

La felicidad es una emoción universalmente deseada, pero difícil de definir de manera única para todos. Más que una sensación momentánea de placer, la felicidad tiene un impacto profundo en la salud física y psicológica. Según Waldinger y Schulz (2023, como se menciona en Sutton, 2024), experimentar felicidad contribuye significativamente al desarrollo de resiliencia y al bienestar general.

¿Qué Constituye la Felicidad?
De acuerdo con la University of New Hampshire (2023), la felicidad incluye tres componentes clave:

  • Estado de ánimo momentáneo: Las emociones temporales de alegría o placer.
  • Satisfacción con la vida: Una evaluación general sobre la percepción de la vida.
  • Evaluación de áreas específicas: Opiniones sobre aspectos concretos como la carrera profesional o las relaciones personales.

Esta multidimensionalidad implica que la felicidad puede evaluarse de formas subjetivas basadas en experiencias personales y expectativas, pero no necesariamente puede sentirse de la misma manera en todos los momentos de la vida.

Tipos de Felicidad: Hedónica y Eudaimónica
De este modo, Waldinger y Schulz (2023) distinguen entre dos tipos de felicidad:

“La felicidad hedónica es una experiencia de alegría temporal, pasajera y que se vive momento a momento. Se trata de pasar un buen rato ahora y está firmemente arraigada en el presente. Por otro lado, la felicidad eudaimónica implica un bienestar profundo en el que una persona siente que su vida tiene sentido y propósito”.

Esta definición realza la diferencia entre el placer inmediato y la realización duradera. Brown (2021, como se menciona en Sutton, 2024), añade que la felicidad no debe confundirse con la alegría, ya que esta última es solo una de sus manifestaciones.

El Bienestar Subjetivo y su Impacto

Así, se comprende que la felicidad suele verse rflejaa en el bienestar subjetivo de las personas, el cual se refiere a cómo las personas valoran su vida, combinando juicios reflexivos sobre la satisfacción general y emociones placenteras. Según Diener et al. (2018, como se menciona en Sutton, 2024):

“Los estudios reconocen que el bienestar subjetivo está asociado positivamente con una mejor salud, longevidad, creatividad y desempeño laboral”.

De este modo, se comprende que la felicidad es una emoción importante, dado que según la University of New Hampshire (2023), está vinculada a:

  • Mejor salud física e inmunológica: Menor frecuencia de enfermedades y recuperación más rápida.
  • Mayor longevidad.
  • Creatividad mejorada.
  • Éxito profesional: Mejor toma de decisiones, mayores ingresos y rendimiento superior.
  • Relaciones más sólidas: Más amistades y lazos profundos.
  • Comportamiento prosocial: Mayor disposición al voluntariado y conexión comunitaria.
  • Capacidad de resiliencia ante desafíos.

La Paradoja de la Felicidad

Sin embargo, Ford et al. (2015, como se menciona en Sutton, 2024) explora la paradoja de la felicidad, donde se evidencia como la búsqueda obsesiva de esta puede generar el efecto contrario, causando frustración al buscar una felicidad poco realista a futuro y no las emociónes actuales que permiten mantenerla.

Galambos et al (2020, como se menciona en Sutton, 2024) señala que la felicidad no es estática, sino que fluctúa a lo largo de la vida en función de experiencias y cambios personales. Debido a esto, Sutton (2024) sugiere adoptar un enfoque equilibrado y flexible, priorizando momentos significativos y prácticas intencionales, al comprender  que la capacidad de una persona para ser feliz depende de (University of New Hampshire, 2023):

  • Genética: Contribuye un 50 %.
  • Circunstancias externas: Representan un 10 %.
  • Actividades intencionales: Influye en un 40 %, destacando la importancia de las elecciones diarias.

Por lo cual, es necesario realizar actividades intenciónales para aumentar la felicidad y la satisfacción con la vida

Herramientas de Psicología Positiva para Fomentar la Felicidad
La psicología positiva ofrece estrategias para mejorar la calidad de vida. La University of New Hampshire (2023) recomienda:

  • racticar la gratitud escribiendo diariamente cosas por las que sentirse agradecido.
  • Cultivar pensamientos positivos mediante afirmaciones diarias.
  • Establecer metas claras y significativas para impulsar el propósito.
  • Mantener relaciones saludables dedicando tiempo a conexiones significativas.
  • Participar en actividades de voluntariado para fortalecer la conexión comunitaria.
  • Fomentar la resiliencia a través de la meditación y técnicas de mindfulness.

Teniendo en cuenta lo anterior, se comprende que la felicidad, no es una sola emoción, es un concepto multidimensional, el cual afecta profundamente el bienestar humano. Por lo cual, a través del entendimiento de sus componentes y la adopción de estrategias basadas en la psicología positiva, es posible construir una vida más satisfactoria y resiliente.
Bibliografía

Sutton, J. (2024). What is Happiness? Understanding the Happiness Paradox. PositivePsychology.com. https://positivepsychology.com/what-is-happiness/

University of New Hampshire (2023). Positive Psychology Strategies for increased happiness. Psychological & Counseling Services. https://www.unh.edu/pacs/positive-psychology-strategies-increased-happiness

 

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El cambio como oportunidad: psicología para adaptarse

El cambio es una constante en la vida. Desde pequeños ajustes cotidianos hasta transformaciones importantes, todas las personas enfrentan situaciones que requieren adaptabilidad. Aunque no siempre es fácil, el cambio puede convertirse en una poderosa herramienta de crecimiento personal y desarrollo emocional si se aborda con la perspectiva adecuada.

¿Por qué tememos al cambio?

Para muchas personas el cambio es considerado algo a lo que se debe resistir, es sinónimo de incertidumbre y pérdida de control, y puede llevar a circunstancias desconocidas, por lo cual se tiende a temer al cambio y desconfiar de este. Según Sturgeon y Sturgeon (2023), la resistencia al cambio a menudo está asociada a la desconfianza hacia lo desconocido, lo que obstaculiza el desarrollo de habilidades como la resiliencia y la flexibilidad.

El miedo al cambio, es natural, sin embargo, no es funcional para la vida de las personas, en un mundo donde la capacidad de adaptación de los seres humanos, es lo que nos ha permitido mantenernos con vida durante miles de años, y evolucionar hasta nuestra forma actual. Lo que nos permite entender como todos los procesos de adaptación, sin importar que tan pequeños los consideremos, son importantes para el crecimiento personal y el fortalecimiento de la salud mental.

La adaptabilidad como herramienta para el bienestar

De acuerdo con Rachmand (2024), la capacidad de adaptación de las personas tiene que ver con su capacidad de adaptarse psicológicamente a los cambios y desafíos en diversos contextos de la vida, debido que se considera que “en un mundo que cambia rápidamente, la capacidad de adaptarse psicológicamente es crucial para mantener el bienestar y el rendimiento”.  Así, Rachmand (2024), define que la adaptación psicológica es “el proceso mediante el cual los individuos ajustan sus pensamientos, emociones y comportamientos para afrontar cambios o desafíos”, enfatizando la importancia de la flexibilidad, la resiliencia y las estrategias de afrontamiento en el proceso de adaptación psicológica.

Fases del proceso de adaptación

De este modo, se comprende como el cambio, independientemente de que lo identifiquemos como un cambio bueno o malo, puede tener efectos positivos en nuestra vida, cuando nos damos la oportunidad de adaptarnos a este. Durante el proceso de la adaptabilidad, la persona pasará por algunas fases en donde deberá: concientizarse sobre el cambio que ha sucedido y su impacto en sí mismo; aceptar el cambio, aunque no se esté de acuerdo con el; aprender a adoptar nuevas habilidades y experiencias; y finalmente implementar los aprendizajes obtenidos, lo cual le permitirá aumentar su confianza en su capacidad para afrontar cambios similares a futuro (Modern Recovery, 2023).

Estrategias para fortalecer la adaptabilidad

Es importante trabajar en las habilidades que nos permiten adaptarnos, por lo cual, plataformas como Modern Recovery (2023), recomiendan que la persona adopte estrategias como: Adoptar una mentalidad de crecimiento; Practicar la autorreflexión; Adoptar la flexibilidad; y Buscar apoyo. Estas prácticas no solo facilitan el manejo de los cambios, sino que también promueven un crecimiento personal sostenido a lo largo del tiempo.

El cambio como motor de crecimiento

El cambio, aunque desafiante, es un elemento esencial de la vida. Abrazarlo nos permite descubrir nuevas posibilidades, superar barreras internas y fortalecer nuestra capacidad para enfrentar el futuro con confianza. Como dice John C. Maxwell:

“El cambio es inevitable. El crecimiento es opcional”.

Cada transformación, por más pequeña que parezca, es una oportunidad para rediseñar nuestras vidas y acercarnos a la mejor versión de nosotros mismos. Al trabajar en nuestra adaptabilidad, aprendemos a ver el cambio no como una amenaza, sino como un aliado en nuestro camino hacia el crecimiento personal y la plenitud.

Bibliografía

Rachmand, Y. E., PhD. (2024). Psychological adaptation Theory. OSF. https://doi.org/10.17605/OSF.IO/9QSDK

Sturgeon, A., & Sturgeon, A. (2023, April 26). The Psychology of Change: Understanding How Individuals Cope with Change – Quirk Solutions. Quirk Solutions – We help organisations realise the possible. https://www.quirksolutions.co.uk/blogs/the-psychology-of-change-understanding-how-individuals-cope-with-change/

Modern Recovery. (2023). Adapting to Change: definition, benefits, and techniques. (n.d.). Modern Recovery Services. https://modernrecoveryservices.com/wellness/coping/skills/cognitive/adaptability/

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Regreso al trabajo y escuela: gestión emocional en la transición

El regreso al trabajo y a la escuela después de un periodo de descanso pueden ser momentos de transición que despiertan diversas emociones como desmotivación, estrés, ansiedad y cansancio. Estos sentimientos, en combinación con el aumento en los casos de problemas de salud mental entre niños, adolescentes y adultos, pueden dificultar una adaptación saludable a la rutina diaria (Mind, 2020; Action For Children, 2024).

Sin embargo, con estrategias adecuadas, esta transición también puede convertirse en una oportunidad para fomentar cambios positivos en nuestra salud mental y física. A continuación, exploramos cómo abordar esta etapa de manera constructiva.

El impacto emocional de volver a la rutina

Es normal sentirse abrumado o confuso al regresar a las responsabilidades después de un descanso prolongado. Cambiar del ritmo relajado de las vacaciones a las demandas de la rutina diaria puede generar estrés y desmotivación. Para los niños y adolescentes, este periodo también puede ser especialmente difícil, pues enfrentan nuevos retos académicos, sociales y emocionales.

De acuerdo con Mentes Abiertas Psicología (2023), reconocer estas emociones es el primer paso para manejarlas. Entender que estos sentimientos son temporales y forman parte de la adaptación puede ayudarnos a tomar mejores decisiones para afrontar este cambio.

Estrategias para facilitar la transición

Debido a lo anterior, es importante que tanto niños como adultos se preparen para volver a su día a día, reconociendo que es normal sentirse abrumado y confuso, pero que es necesario tomar pequeños pasos para mejorar el proceso de adaptación. Además, es bueno recordar que volver a la rutina, puede ser una oportunidad para el cambio y mejorar la salud mental y física de las personas en estos espacios (Mentes Abiertas Psicología, 2023).

Así, algunas de las recomendaciones clave brindadas por sitios como Mentes Abiertas Psicología (2023), y Action for Children (2024) para enfrentar este periodo son:

Algunas de las cosas que pueden hacerse para ayudar en este proceso son:
1. Reconocer las emociones y sus causas
Identificar cómo nos sentimos y reflexionar sobre las posibles razones detrás de esas emociones permite abordar los problemas desde la raíz. Por ejemplo, la ansiedad puede estar relacionada con una sobrecarga de tareas, mientras que la desmotivación podría derivarse de la falta de objetivos claros.
2. Aceptar el cambio

Es importante aceptar que regresar a la rutina forma parte de la vida. En lugar de resistir el cambio, podemos enfocarnos en cómo adaptarnos de manera constructiva. Esto incluye ser pacientes con nosotros mismos y permitirnos cometer errores mientras encontramos un equilibrio.
3. Establecer rutinas más saludables
Aprovechar este periodo para rediseñar nuestras rutinas puede ser beneficioso. Incorporar tiempo para:

  • Actividad física.
  • Espacios de calidad con familiares o amigos.
  • Actividades recreativas o de ocio.

Estas acciones contribuyen a un mejor bienestar físico y emocional, haciendo más llevadero el regreso a la rutina.
4. Comunicar necesidades

Hablar abiertamente con superiores, compañeros de trabajo, profesores o familiares sobre nuestras necesidades puede ayudar a reducir la presión. Expresar cómo nos sentimos permite que los demás comprendan nuestro estado emocional y brinden apoyo.
Construyendo resiliencia en el regreso

Además de lo anterior, el regreso a la rutina no solo implica retomar las tareas cotidianas, sino también crear un espacio para la introspección y el cambio positivo. Es un momento ideal para establecer metas que prioricen la salud mental y emocional. Algunos pasos adicionales que pueden marcar la diferencia incluyen:

  • Practicar la gratitud diaria: Tomarse unos minutos al día para reflexionar sobre lo positivo puede contrarrestar el estrés del regreso.
  • Establecer límites: Aprender a decir “no” a compromisos innecesarios es esencial para evitar el agotamiento.
  • Buscar apoyo profesional: Si la ansiedad o el estrés se sienten abrumadores, considerar terapia o asesoramiento puede ser un recurso invaluable.

Una oportunidad para el cambio

Así, lo anterior, puede ser de ayuda a la hora de volver a la rutina e intentar reiniciar las actividades escolares y laborales, por lo cual, aunque el regreso a la rutina puede parecer difícil, también es una oportunidad para hacer ajustes que mejoren la calidad de vida. Establecer hábitos más saludables, fortalecer relaciones interpersonales y priorizar el cuidado personal son formas de convertir esta transición en una experiencia positiva.

Con paciencia, autocuidado y apoyo mutuo, es posible no solo adaptarse, sino también crecer emocionalmente durante este proceso.

 

Bibliografía

Action For Children. (2024). Going back to school? How to help your child deal with difficult emotions. Action for Children. https://www.actionforchildren.org.uk/blog/back-to-school-dealing-with-difficult-emotions/

Mentes Abiertas Psicología. (2023). Emotional management of returning to work after vacation. Mentes Abiertas Psicología Madrid. https://www.mentesabiertaspsicologia.com/blog-psicologia/emotional-management-of-returning-to-work-after-vacation

Mind (2020). Returning to work. Mind UK. https://www.mind.org.uk/information-support/tips-for-everyday-living/how-to-be-mentally-healthy-at-work/returning-to-work/

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Economía emocional: cómo no gastar en exceso tras las fiestas

Durante las fiestas decembrinas, las personas tienen mayores gastos, compran regalos para la gran mayoría de sus conocidos, adquieren comida, ropa; y además de esto, la gran cantidad de propagandas y descuentos llevan a que muchas personas gasten su dinero en cosas que no necesitan o no pueden pagar. A este tipo de consumo, se le conoce como economía emocional, término acuñado por Gilles Lipovestsky, para quien la economía contemporánea Ya no se trata de una economía de productos, sino de hiperconsumo emocional, no solo consumimos aquello que satisface nuestras necesidades básicas, sino deseos vinculados al ocio y el placer”, por lo cual en épocas como diciembre se tiende a gastar más dinero del necesario, y en enero muchas personas se preocupan por sus finanzas (Peñas, 2022).

La importancia de ser conscientes de nuestros gastos

Frente a esta realidad, es necesario desarrollar una mayor conciencia sobre cómo y por qué gastamos, especialmente en un contexto tan emocional como el de las fiestas. Cuando se acaba el periodo festivo, muchas personas experimentan estrés financiero, es decir ansiedad por los gastos excesivos y las deudas acumuladas. Esta preocupación puede afectar el bienestar emocional, así como la salud financiera. Por lo cual, si ya se ha gastado más de lo planeado durante diciembre, lo primero que se debe hacer es mantener la calma, y planificar los gastos para el resto del año. Es recomendable dividir el presupuesto en tres áreas principales: necesidades, ocio y ahorros donde los ahorros, por ejemplo, pueden ser utilizados para financiar los regalos del próximo diciembre, evitando caer en el exceso de gasto una vez más.

Cómo evitar la economía emocional

Evitar la economía emocional no es tan difícil como parece. La clave es reflexionar sobre si realmente necesitamos aquello que queremos comprar o si realmente lo utilizaremos. En lugar de hacer compras impulsivas, una buena estrategia es esperar un tiempo antes de adquirir algo que nos atrae. Este tiempo de espera nos ayuda a distanciarnos emocionalmente de la compra y nos permite tomar decisiones más racionales y bien pensadas (UK Therapy Guide, 2023). Además, un enfoque que también puede ser útil es cuestionarnos constantemente el propósito de nuestras compras, preguntarnos si la compra será útil a largo plazo o si solo satisface un deseo momentáneo nos puede ayudar a tomar decisiones más conscientes.

Establecer metas financieras claras

Una forma eficaz de evitar caer en la economía emocional es establecer metas financieras claras y alcanzables. Cuando tenemos objetivos específicos para nuestro dinero, cómo ahorrar para un fondo de emergencia, planificar unas vacaciones o comprar una casa, es más fácil priorizar los gastos importantes y rechazar los impulsivos. Las metas nos permiten visualizar el futuro y recordar que cada peso que gastamos en cosas innecesarias hoy podría alejarnos de nuestras metas a largo plazo (UK Therapy Guide, 2023). Esta perspectiva nos da un mayor control sobre nuestras decisiones y reduce el impacto de las emociones en nuestras finanzas.

La relación entre el consumo y el bienestar emocional

El consumo emocional no solo afecta nuestras finanzas, sino también nuestro bienestar emocional. La presión social y las expectativas durante las fiestas pueden hacernos sentir que necesitamos gastar para mostrar amor o generosidad, cuando, en realidad, la esencia de estas celebraciones no está en lo material. Es fundamental recordar que el bienestar emocional no depende de la cantidad de cosas que poseemos, sino de cómo nos relacionamos con los demás y con nosotros mismos, reflexionar sobre nuestras emociones antes de realizar una compra puede ayudarnos a evitar la trampa del consumo compulsivo y a encontrar formas más saludables de expresar nuestro amor y afecto (UK Therapy Guide, 2023).

Bibliografía

UK Therapy Guide. (2023). Dealing with the financial pressures of Christmas. UK Therapy Guide – Your Trusted Online Therapy & Counselling. https://uktherapyguide.com/dealing-with-the-financial-pressures-of-christmas

Peñas, E. (2022), Ethic. La economía de las emociónes. https://ethic.es/2022/10/la-economia-de-las-emociones/

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