Adicción: Más allá del placer, una cadena que atrapa

La adicción, un término que evoca imágenes de sustancias como drogas o alcohol, es en realidad un fenómeno mucho más complejo que abarca una amplia gama de comportamientos. Desde el juego compulsivo hasta las redes sociales, la adicción se caracteriza por un patrón de comportamiento repetitivo que causa daño significativo en la vida de la persona.

 

¿Qué es la adicción?

Se caracteriza por una modificación del comportamiento y otras reacciones que siempre obedecen a un impulso irreprimible y la búsqueda compulsiva de una recompensa, a pesar de las consecuencias. Este comportamiento altera los circuitos cerebrales relacionados con el placer, la motivación y el autocontrol.

Esta búsqueda compulsiva lleva a la persona a continuar con el comportamiento a pesar de las consecuencias negativas para su salud, relaciones y vida en general. En este punto, es importante destacar que la adicción no es un signo de debilidad de carácter, sino una enfermedad compleja que afecta a personas de todos los orígenes sociales y económicos.

 

Algunos de los cambios que se perciben en una persona con adicción son:

  1. Toda adicción provoca cambios en el cerebro que refuerzan el comportamiento adictivo.
  2. La persona adicta pierde la capacidad de controlar su comportamiento, a pesar de las consecuencias negativas.
  3. La persona adicta suele negar o minimizar los problemas causados por su adicción.
  4. Las adicción genera consecuencias para la salud física y mental, además que deteriora las relaciones sociales y el desempeño laboral.

 

¿Qué causa la adicción?

Las causas de la adicción son multifactoriales y aún no se comprenden completamente. Sin embargo, se han identificado varios factores de riesgo, entre ellos:

  1. Factores genéticos: La predisposición genética puede aumentar el riesgo de desarrollar una adicción.
  2. Factores ambientales: La exposición a sustancias adictivas, el estrés, el trauma y la falta de apoyo social pueden desencadenar una adicción.
  3. Factores psicológicos: Personalidad, trastornos de la personalidad y problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad pueden aumentar la vulnerabilidad

 

Tipos de adicción

Las adicciones pueden clasificarse en dos grandes grupos de tipos: aquellas que dependen de sustancias químicas, conocidas como drogodependencias, y aquellas donde el objeto del consumo se orienta a actitudes, comportamientos, relaciones con personas u objetos, conocidas como adicciones comportamentales o conductuales.

 

Adicciones a sustancias

Estas son las adicciones más conocidas y se caracterizan por el consumo compulsivo de sustancias químicas que alteran el funcionamiento del cerebro. Algunos ejemplos incluyen: Alcohol, nicotina, cocaína, heroína, marihuana, anfetaminas, éxtasis.

Adicciones conductuales

Se caracterizan por la participación compulsiva en actividades o comportamientos, a pesar de las consecuencias negativas. Algunos ejemplos incluyen: ludopatía, adicción al sexo, adicción a la comida, adicción a las compras, adicción a internet y a las redes sociales.

Antes de llegar a la adicción, cuando una persona consume una droga o realiza una actividad con frecuencia, su cuerpo y mente se acostumbran a ella. Lo que puede llevar a dos situaciones:

  1. Tolerancia: Necesitad de aumentar el uso o proporción de la sustancia o actividad para sentir el mismo efecto.
  2. Dependencia: Al dejar de consumir o realizar esa actividad, se experimentan síntomas desagradables, como ansiedad, irritabilidad o incluso síntomas físicos.

El consumo de sustancias o la práctica de ciertos comportamientos puede evolucionar a lo largo del tiempo. Inicialmente, puede comenzar como un uso ocasional y sin consecuencias significativas. Sin embargo, con el tiempo, este consumo puede convertirse en abuso y, eventualmente, en dependencia. A continuación, se describen sus diferencias:

  1. Uso: Consumo ocasional sin consecuencias negativas significativas.
  2. Abuso: Consumo que genera consecuencias negativas para la persona o su entorno.
  3. Dependencia: Pérdida de control sobre el consumo, con una fuerte necesidad de la sustancia o actividad y la aparición de síntomas de abstinencia.

 

¿Cómo se trata una adicción?

El tratamiento para una adicción es un proceso complejo que requiere un enfoque multidisciplinario, donde es importante valorar diferentes variables, como el tipo de adicción, la edad, la ubicación geográfica, el sexo de la persona. Las opciones para poder intervenir pueden incluir:

 

 

  1. Desintoxicación: Proceso de eliminación de la sustancia adictiva del organismo.
  2. Terapia conductual: Técnicas como la terapia cognitivo-conductual ayudan a los pacientes a modificar sus pensamientos y comportamientos.
  3. Medicamentos: Algunos medicamentos pueden ayudar a reducir los síntomas de abstinencia y a prevenir la recaída.
  4. Grupos de apoyo: Algunos grupos ofrecen un espacio seguro para compartir experiencias y recibir apoyo.

 

Prevención

El objetivo principal de la prevención es proteger a las personas de los riesgos asociados al consumo abusivo de sustancias y otras conductas adictivas. Esto implica no solo evitar que las personas inicien el consumo, sino también prevenir que un consumo ocasional se convierta en un problema crónico y que afecte negativamente su vida y la de quienes les rodean.

Estas estrategias pueden estar dirigidas a la población en general (prevención universal), a grupos específicos con mayor riesgo (prevención selectiva) o a individuos que ya han iniciado el consumo (prevención indicada). Algunas de las medidas a tomar en esta fase preventiva son:

Educación Informar a los jóvenes sobre los riesgos del consumo de sustancias y los comportamientos adictivos.
Fortalecimiento de habilidades sociales Desarrollar habilidades como la comunicación, la resolución de problemas y la autoestima puede ayudar a prevenir la adicción.
Promoción de estilos de vida saludables Fomentar la actividad física y una alimentación saludable puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar una adicción.

 

Referencias

Apud, I., & Romaní, O. (2016). La encrucijada de la adicción. Distintos modelos en el estudio de la drogodependencia. Salud y drogas, 16(2), 115-125.

Becoña, E. (2016). La adicción “no” es una enfermedad cerebral. Papeles del psicólogo, 37(2), 118-125.

Lara, P. T., & Takahashi, H. (1999). ¿Qué es la adicción? Liberaddictus.

 

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga