Disciplina en entornos deportivos: Un pilar fundamental

La disciplina en el deporte es mucho más que simplemente seguir reglas. Es un conjunto de valores, hábitos y actitudes que permiten a los deportistas alcanzar su máximo potencial y disfrutar plenamente de la práctica deportiva.

 

 

 

La disciplina en el deporte se puede definir como la capacidad de:

  1. Cumplir con las reglas y normas establecidas: Tanto las oficiales como las propias del equipo o disciplina.
  2. Seguir un entrenamiento riguroso: Asistir a las prácticas, realizar los ejercicios y cumplir con los objetivos planteados.
  3. Controlar las emociones: Mantener la calma bajo presión y manejar la frustración de manera adecuada.
  4. Trabajar en equipo: Colaborar con los compañeros y respetar las decisiones del entrenador.

 

La disciplina en los ambientes de actividad física está influenciada por diversos factores, entre ellos la orientación a las metas y el clima motivacional. Diferentes estudios han demostrado que los deportistas orientados a la tarea y que perciben un clima motivacional centrado en el aprendizaje son más propensos a mostrar un comportamiento disciplinado.

Por el contrario, un clima motivacional orientado al ego, centrado en la competencia y la evaluación, tiende a fomentar conductas indisciplinadas. Esto se debe a que la orientación a la tarea fomenta una motivación intrínseca y el clima motivacional orientado a la tarea crea un ambiente propicio para el desarrollo de habilidades sociales y la colaboración, que permiten:

 

  1. Alcanzar un nivel de excelencia deportiva más alto.
  2. Fomentar valores como el respeto, la perseverancia, el compromiso y la autodisciplina.
  3. Seguir las indicaciones del entrenador y cuidar el cuerpo, se reducen las posibilidades de sufrir lesiones.
  4. Crear un ambiente de trabajo positivo y colaborativo.

 

La disciplina no solo influye en el rendimiento deportivo, sino que también tiene un impacto significativo en el desarrollo personal de los individuos. Estudios han demostrado que los deportistas disciplinados tienden a tener una mayor autoestima, una mejor capacidad para manejar el estrés y una mayor satisfacción con la vida en general. Partiendo de esos beneficios y para fomentar su entrenamiento es fundamental:

  1. Establecer metas claras y alcanzables, donde los objetivos sean específicos, medibles, alcanzables, relevantes y delimitados en el tiempo (SMART).
  2. Generar un clima de confianza y respeto, donde los deportistas se sientan motivados a dar lo mejor de sí mismos.
  3. Ofrecer feedback constructivo para que los deportistas identifiquen sus fortalezas y áreas de mejora.
  4. Reconocer los avances y los éxitos motiva a los deportistas a seguir trabajando duro.

A través de la disciplina y el compromiso, no solo los deportistas pueden adquirir valiosas habilidades como la organización, la responsabilidad y la autoestima. Como se evidencia en el artículo, actividades cómo el deporte, fomentan la perseverancia y búsqueda de la excelencia, permitiendo a los individuos alcanzar sus metas y construir un futuro más prometedor.

 

 

Referencias

Jiménez, C. (2020). La disciplina en el deporte.

Moreno, J., Alonso, N., Martínez, C., & Cervelló, E. (2005). Motivación, disciplina, coeducación y estado de flow en educación física: Diferencias según la satisfacción, la práctica deportiva y la frecuencia de práctica. Cuadernos de Psicología del Deporte, 5(1-2).

Ursino, D., Abal, F., Cirami, L., & Barrios, R. (2020). La evaluación del rendimiento deportivo en psicología del deporte: una revisión sistemática.

Enith Daniela Villota Guevara

Psicóloga